viernes, 24 de septiembre de 2010

Cap. 80: ’ House Of Jealous Lovers’

Lo dejé solo. Es que me molestó un poco que dijera esas cosas, a pesar de que se perfectamente que es así de bromista cuando quiere, y cuando esta bebido. Seguía detrás de mí, mientras yo buscaba algo para comer. Por qué no le pregunté a Paul McCartney si sabia donde podía conseguir algo? Como fuese fui al camerino de la banda de mi novio pues recordé que a Nick siempre le llevan fruta para comer. Quizás ahí tendrían algo, y como saben que soy alguien muy cercana al vocalista de su banda, y que tenía una criatura dentro de mí, no me dirían que no.
-Hola Nick!.- Lo saludé.
-Eve! Como estas?.- Me saludó.- Si buscas a Ricky no está aquí.-
-No me digas, ya lo sé.-
-Te dijo algo? Te hizo algo? Tu solo dime y yo lo hago volver en si.- Decía y se arremangaba las mangas de su polera.
-No, no es eso. No importa. Oye, tienes algo para comer?.-
-No te ha alimentado? Que mal padre y esposo!.-
-No estamos casados.-
-Lo sé, era para molestarte. Pero claro, toma.- Me entregó una manzana.-Algo sano para la futura madre.-
-Lindo, gracias.- Comencé inmediatamente a comerla. Tenía mucha hambre!.
-Si me disculpas te dejaré porque debo hacer una llamada muy importante.-
-Sí, claro.- Me senté en el sofá que tenían dispuesto, Nick se retiró y yo disfrutaba de algo de comida. Por fin!. No pasaron ni dos minutos después de que Nicholas se fuera cuando Charles entró.-Tú que estás haciendo aquí?.-
-Que tiene? Este es MI camerino. La pregunta es qué haces TU aquí.-
-Tenía hambre y comencé a buscar comida y me encontré con este lugar, estaba Nick y le pedí una manzana.- Sentí como cerraba la puerta con pestillo, y se sentó al lado mío.-Que hiciste?.-
-Nada. Solo quiero un poco de privacidad, por fin.-
-Como así? No te basta con toda la que…..- Me quedé en silencio al notar que ya no tenia privacidad en casa.
-Ves? Hace cuanto que no tenemos un momento tu y yo?.-
-Desde que llegó Nick. Pero no me cambies el tema!.-
-ya, solo te estaba diciendo por qué le puse pestillo a la puerta!.-
-No me alces las voz! Soy una mujer embarazada y sensible.-
-Sí, escusas! Pero ya, que es lo tanto que te molesta? Por qué yo tengo que soportar que tu salgas de gira con una banda de hombres, y que……- No sabía que decir.
-Y qué? Quien esta celoso ahora? Aun recuerdo tu escenita en Glastonbury, que te bajó el ataque de celos porque yo me cambiaba de ropa con mis amigos y compañeros de banda. Esa vez te dejé claro que nunca pasaría algo entre alguno de ellos.-
-Lo sé! Pero ahora quiero saber por qué a ti te da celos que yo diga esas cosas? Acaso piensas que alguna vez pasará lo que dije?.-
-No sé. Es que tu eres muy arrebatado con tus dichos, a veces llegas y los dices, y siento que no lo piensas mucho.-
-Ya, si no era para tanto, no te pongas así. Y no me salgas con eso lo dije porque tu estas así y entre nosotros….-
-Ya!.- Lo interrumpí y le tapé la boca.- Entendí.- Lo único que hizo fue ponerse rojo y reír.
-Pero es la verdad, no?.- Decía aun riendo. Además me abrazó. No contesté nada, solo respondí el abrazo, y le di un beso. No quería llegar más allá de eso, pero la puerta con pestillo, nosotros solos y medios peleados, pues, hay cosas que no se pueden evitar.
Claudia aun esperaba que yo me dignara a aparecer. Para matar el tiempo tomaba fotografías de las bandas que hacían su prueba de sonido. Cuando apareció Paul McCartney no se aguantó y fue a saludarle. Era su ídolo también, no podía quedarse ahí. Así le podría decir a Gustaf que lo había visto, que había hablado con él, y para prueba, una foto juntos. Se moriría de envidia. De él recibió un llamado inmediatamente después de que habló con el ex Beatle.
-Que pasa Gus?..... Gus?.- A lo lejos se escuchaba a Ian llorar.
-Clau, tienes que volver, ahora!.- Decía desesperado.
-Qué? Pero por qué? Pasó algo? No me asustes!.-
-Ian no quiere comer!.-
-Gustaf, Ian no come. Toma leche.-
-Bueno, eso. Y ha llorado mucho, es como que no quiere nada conmigo. Vuelve.- A Claudia solo le dio risa.-No te rías, es algo importante, y serio.-
-Ya, le avisaré a mi ‘jefa’ que me tengo que ir porque tú no puedes cuidar a Ian.- Cortaron el teléfono y Clau comenzó a buscarme de inmediato. Por todos lados y nada. Llamó a mi teléfono y no contestaba. Claro, estaba ocupada en otros asuntos muy importantes. Gracias a no sabemos quién se encontró con Thamy y le explicó lo que pasaba. Ella dijo que no tenía problemas con se retirara temprano, ya le había dicho que ella tenía un hijo pequeño. Se disculpó y rápidamente se fue a su casa. Ahí estaba Gustaf con Ian en brazos. Se movía de un lado a otro y no sabía que mas hacer.
-Que estás haciendo?.-
-Aleluya! Por fin llegas!.- Dijo, y se puso de rodillas, con el niño en brazos.
-Ay Erik, no seas así, que histérico. Dámelo mejor será.- Le dijo y tomó a su pequeño hijo.-Que te hizo papá? Ah? Papá es medio especial y aun no sabe cuidarte.-
-Dime que tu si!.-
-al menos me han entrenado bien! Le diste algo de comer?.-
-No, creo que llora porque tiene hambre.-
-Ve a preparar leche. Las indicaciones están pegadas en la puerta del refrigerados.- Le dijo. Gustaf fue a toda marcha a preparar comida para su hijo. Si no estaba equivocada, era la primera vez que lo intentaba. Siguió al pie de la letra todas las indicaciones, que habían sido dadas por mí, pues con mi experiencia con mi sobrino y durante el tiempo que trabajé en un jardín de niños, sabia bastante más del tema que el resto. Se aseguró de que no estuviera caliente, si no tibia y llevó la mamadera hasta la habitación donde estaba Claudia.- Toma. Dásela tu.-
-Yo? Pero, pero….-
-No seas así. Aprende. Que va a pasar cuando yo no esté, como ahora, y no pueda dejar de trabajar.- Le entregó al retoño y él comenzó a darle su comida. Inmediatamente se quedó en silencio y se notaba feliz por recibir alimento por fin.-Ves que tenía hambre?.-
-Se quedó calladito. Y te dejaron salir a pesar de que estuviste solo un rato?.-
-Sí. Eve sabe que si me llego a ir ahora es porque tengo que venir a verlos. No me dirá nada.-
Y hablando de nosotros, todo el staff de TWR y KC estaban buscándonos. Llevábamos bastante tiempo sin aparecer por ningún lado.
-Nick, donde la viste la ultima ves?.- Le preguntó Thamy, muy preocupada.
-Estaba en nuestro camerino. Andaba buscando algo para comer y ahí la dejé comiendo una manzana!!.- Decía, también preocupado.
-Y Ricky?.-
-No sé, supongo que viendo la prueba de sonido de Kylie.-
-A si? Y por qué la de ella y no la de su novia?.- le dijo Thamy a Nick, como si él supiera algo.-No importa, no me digas. Ay Nick, hay que encontrarlos.-
-Lo sé. Lo he llamado a su celular pero no contesta.-
-Lo mismo me pasa con Eve. Ya me preocupé.-
-Sabes, quizás están conversando en nuestro camerino.- Fueron ambos a buscarnos a ese lugar.
-Ricky esto es una locura. Estas insano!.- le dije. Aun estaba abrazada a él.
-Para que me sigues en mis locuras. Nadie te obligó.- De pronto sentimos que intentaban abrir la puerta.
-Ay no. Gordo, ponte esa camisa!.- le dije, en voz baja.
-No, que se aburran y se vayan.-
-Qué? No! Y si pasó algo importante?.-
-Ya, está bien. Que molestosos todos.- Se levantó de sofá en donde estábamos. Se estaba terminando de abrochar la camisa que llevaba y abrió la puerta. Yo estaba detrás de él. Abrió la puerta y ahí estaban, Nick y Thamy con cara de estar esperando una respuesta.- Que?.- Les dijo, de no muy buena gana.
-Se puede saber que estás haciendo con mi amiga y jefa?.- Le dijo Thamy primero.-Acaso no sabes que esta mujer tiene que trabajar?.-
-Thamy, no seas exagerada.- Le dije.
-Y que tiene?.-
-No podían esperar?.-Dijo Nick.
-Esperar que?.-
-Acaso ustedes no se dan cuenta de que se delatan.- Dijo Nick, le estaba empezando a dar la risa.
-Como así?.- ya me estaba preocupando
-Ricky y tu están muy rojos, como primera cosa, segundo: ambos usan el cabello corto y se despeinan. Que creen que no lo notamos? Y tercero:….- Decía Thamy, pero fue interrumpida por Nick.
-Si te vas a abrochar la camisa amigo mío, hazlo bien. Te sobran botones.- Decía Nick, que aguantaba la risa.
-Ya, déjennos!.- Dijo Ricky. Y se comenzó a peinar.
-Bueno! Que enojón. En fin, Eve, te buscaba porque debo hablar contigo. Ahora. Y péinate por favor.-
-Yo la peino.- Dijo mi novio. Eso hizo.
-Pero rápido!.- Le decía Thamy. Nick aguantaba la risa. Ya estaba medio morado.
-ya voy!. Mejor me despido de ti ahora. Te veo más rato.- Me despedí de las cabezas mas pensantes de KC y me fui.-Que pasó?.
-la fotógrafa que trabaja contigo, se fue.-
-En serio? Que le pasó?.- Le pregunté. No muy preocupadas, quizás ya sabía por qué se había ido.
-No sé. La llamaron. Creo que fue por su bebé.-
.Oh, sí. No te preocupes, no le mandes el sobre azul. Tiene permiso para ir a la hora que necesite.-
-y que vamos a hacer con las fotos de hoy?.- Me preguntó. Estaba preocupada. Llegamos a nuestro camerino y fui directo a mi bolso. Saqué mi cámara y se la entregué.
-Toma. Saca tu las fotos con mi cámara. Yo después se las entregaré a Claudia, o las revisaré yo.-
-Yo?.-
-Si! No va a pasar nada. La cámara está en automático, por ende las fotos saldrán bien enfocadas. Y comienza a tomar fotos desde ahora.- Se lo dije porque ya debíamos comenzar a arreglarnos. La hora avanzaba y estábamos por salir. El espectáculo estaba por comenzar.
La última noche de ese año Björn la pasaría primero con Cata en la casa de sus papás. Después le pedirían a ellos que cuidaran a las niñas para que ellos salieran tranquilos a celebrar. Ellos aceptaron felices, no le podrían decir que no, son sus nietas.
-Björn estás listo?.- Le preguntó entrando al cuarto.
-No, no sé qué corbata ponerme.-
-Ponte cualquiera, te ves lindo igual. Y apúrate para que me ayudes a vestir a las niñas.- Björn estuvo de acuerdo con eso, tomó la primera corbata que encontró. Al final estaba vestido con un traje y corbata de color negro y con una camisa blanca. Se arreglaban para esperar a la gente que llegaría.
-Y con qué visto a Ian?.- Se preguntaba Clau.
-Ponle el traje que le compramos! El que tiene moñito.-
-El que smoking? Buena idea. Pero y si después se aburre de estar vestido como pingüino?.-
-Siempre le llevas un bolso lleno de ropa. Le cambias para que este cómodo. Todos felices.- Le ayudaba Gustaf. De a poco se acostumbraba a todo esto de ser padre y cambiar pañales y todo eso.
-Me gusta cuando piensas! Y para que no pierdas esa idea toma.- Le entregó la ropa.- Ve a vestirlo.-
-Pero y si llora?.-
-Excusas!.- No le quedaba otra que ir a vestirlo, a pesar que, después de su experiencia en la tarde cuando se quedó solo, estaba aterrado porque volviera a llorar.

Estaba lista. Casi las 10 pm, el especial de la BBC de víspera de año nuevo estaba por comenzar. Todo listo para partir. Nos llevaron hasta las mesas en donde debíamos esperar nuestro turno, como siempre. Me sentaron, nuevamente al lado de Rick.
-Y tu vas a salir así vestido?.- Traía una camisa escocesa, corbata roja, chaleco y un abrigo que a mí me llegaba a las rodillas de lo largo que me quedaba. Claro, cuando me lo ponía.
-Sí, y tu vas a salir así?.- Notando que mi blusa, también escocesa, pero en color rojo y corbata negra, era un poco ancha en la parte del vientre. Lo miré mal.- Ya, si no me estaba burlando. Te ves linda. Pero te falta algo.-
-A si? Qué cosa?.-
-Tu gorro.-
-Oh! Diablos! Se me quedó en tu camerino!. Tengo que ir a buscarlo.- Comencé a ponerme de pie.
-Estás loca? Esto va a comenzar!.- del bolsillo sacó mi gorro. Mi ‘chulo’, o algo así le dicen a esos gorros. Es el que mi hermana me había traído desde Sudamérica, Bolivia en particular.-Toma, despistada.-
-Ya, no me regañes. En parte es tu culpa.-
-A si? Por qué?.-
-Tu insististe en tus cochinadas. Y yo te sigo!.-
-Igual te gustan mis cochinadas.-
-Claro, si no me gustaran no estaría así.- Se aguantó la risa porque ya estábamos a segundos de entrar al aire. Nada nuevo eso. Era como un típico show de Jools pero esperando la media noche para dar los abrazos.
-Ya pusieron la BBC?.- Preguntó Cata. Estaban todos reunidos en la casa de los Dixgård esperando la media noche. Ya habían cenado, las mamás de los muchachos, pues habían invitado a las familias, estaban lavando los platos, según ellas porque querían hacer algo.
-Sí, pero aun no salen.- Dijo Víctor, el encargado de la televisión. Por decisión propia. Estaba sentado frente a ella, esperando a que saliera. Le gusta torturarse. Carl jugaba con Ian sentado en un sillón. No sé que tanto podían jugar si Ian solo abre los ojos y gesticula un poco.
-No te chupas los dedos todavía?.- le preguntaba.
-No soy tan estúpido como tú, tío Carl.- Supuestamente decía Ian, pero no, era Gustaf, molestando.- Idiota! Nunca hice eso.- Le reclamó.
-Que sensible. Era para reírme un rato.-
-Si van a jugar con mi bebé no dirán malas palabras. No quiero que aprenda malas palabras.- Les advirtió Claudia.
-Pero si no va a hablar todavía, no te preocupes.- Le decía Gustaf, y la abrazó.
-Lo sé, pero se los advierto.- Se dirigió a donde estaba Víctor sentado.- Ya salió?.-
-No.- Le respondió. Cabizbajo.
-No entiendo por qué esperas a que salga.-
-Quiero verla. No me preguntes por qué, solo quiero verla.-
-Pero es como una tortura.-
-Claudia, no le hagas caso, esta bebido.- Le dijo Gustaf al oído.
-Oh. Bueno. Y si le sigo el juego?.-
-Peor.-
-Bueno. Pero, se emborrachó tan temprano?.- Dijo extrañada.
-No comió nada desde que llegaron en la mañana.-
-Que tipos más apagados. Voy un par de guitarras.- Dijo Björn, que notó el ambiente.
-Pero Oso, y las niñas?.- Le preguntó Cata.
-Que tienen? Se tienen que acostumbrar al ruido. Que tampoco es ruido, es música.- Buen punto. Con un papá y tíos músicos, os niños deben aprender que eso no es dañino, si no todo lo contrario. Así se lo pasaron esperando la media noche. Bebidas alcohólicas que pasaban, música en vivo, etc. Toda una fiesta.
De vuelta en donde estábamos nosotros. Las cosas no eran nada fuera de lo común. Sale una banda de tocar, entra la otra, entrevistas con los presentes, bailes, mas bandas, y así se repetía un y otra vez. Hasta que por fin faltaban minutos para que un nuevo año. Las típicas palabras al cierre del conductor del programa, la champagne que repartían para todos los presentes, menos para mí, así es que un vaso de jugo era lo idea. Pero claro que no se desperdició la copa. Ya se imaginarán quien fue el que se bebió mi porción. Como fuese, tres, dos, uno, feliz nuevo año, adiós al viejo. Bienvenidos nuevos días, nuevos problemas, nuevas vivencias, nuevas cosas. Los abrazos por aquí, por acá, no solo en la casa de los Dixgård y en ese estudio de televisión, si no que en todos lados. Un par de canciones más de todos los músicos presentes, y por fin a las dos de la mañana pudimos salir de ese lugar. Por los grados alcohólicos que podía tener preferí manejar yo y no Ricky. No quería una multa por conducir bajo los efectos del alcohol.
Llegamos a casa de los Dixgård. Abrazos a todo el mundo presente. Para eso hora, eso sí, los papás Norén y Dixgård ya se habían ido, y con ellos llevaron a los niños, para que no molestaran, dijeron, y sus padres pudieran celebrar tranquilos. Ellos ya no eran unos jóvenes como ellos, decían.
-Y no están los niños?.- pregunté. Aun no sabía nada.
-No, se los llevaron nuestros papás.- Me respondió Cata.
-Eve, no quiero que te despegues del lado de tu pseudo marido.- Me advirtió Claudia.
-A si? Por qué? Y si yo quiero estar sola?.-
-Es serio! Víctor está ahí, medio borracho. Esperó toda la noche a que tú y tu banda saliera. Maldijo cada vez que hacían una toma en primerísimo primer plano de la cara de Ricky y decía cosas lindas cuando lo hacían contigo.-
-Eso es grave. Voy a buscar al ebrio mayor.-
-No me digas que ya esta así?.-
-no, pero temo que se ponga así pronto. Tomó mucho cuando estábamos allá. Y no quiero que se trance a golpes con Víctor.- Me fui a buscarlo. Como no llovía quizás estaba en el patio. Y no me equivoqué, el problema es que también estaba Víctor, y estaban hablando.
-Así que tu eres su novio? No?.- Le preguntó Víctor, en un notorio estado etílico.-Que te vio?.-
-Como?.- Le respondió Rick.
-No te hagas! Mírate, eres más bajo que yo, medio gordo y no sé si es que yo estoy muy borracho o tus ojos están mal.- Se le acercaba para ‘mirarlo mejor’.
-Víctor, que te pasa?.- Le pregunté cuando llegué.
-Que le viste a este? Por qué no te quedas conmigo y lo dejas!.- Decía.
-Que te importa? Rick, entra. Lo empujaba.
-No, déjame. Sabes? Que te importa a ti lo que me haya visto. Y si fue así, pues, vio algo que en ti claramente no.-
-No, Ricky no abras la boca.- Decía, pero claro, yo era David y ellos Goliat. Literalmente.
-Algo le diste para que se quedara contigo.- Ay Dios.- Algo le hiciste gorila obeso.- Ok, esto ya estaba fuera de control y yo sola y embarazada contra una muralla blandita y un esqueleto gigante. Linda manera de empezar el año.
-Cállate!.- Ricky se dio media vuelta y se fue a buscar algo, mas, para beber. Se había enojado, y si no quería hacer algo malo la mejor solución, según él y Nick me habían contado, era mantenerlo borracho. Bebió hasta que no podía ms de rojo, y hasta que todo había terminado, cuando ya eran pasadas las cinco de la mañana. A pesar de ese punto negro en la celebración, todo había sido excelente, como siempre.
-Segura que podrás llevártelo?.- me preguntó Björn, preocupado.
-Tranquilo, me hace caso cuando esta así. Crees que es la primera vez que me toca acarrearlo así a casa?.-
-Pero me preocupa.-
-Lindo. Tranquilo.-
-Cálmate, está perfectamente entrenada para llevárselo, tiene experiencia en eso.- Le decía Gustaf, quien si no sabía cómo llevar a su hermano a casa, que estaba peor. Me sentía culpable por eso. Ni quisiera saber cómo despertaría al otro día.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Cap. 79: ‘Midnight Show’

-Que se siente tener un hijos?.- Le pregunté. Tenía curiosidad.
-Es lindo.-
-Dile si duele. En realidad eso quiere saber. Está asustada-
-Gracias, Ricky, nadie te dijo que abrieras tu bocota!.- Le dije, retándolo.
-De nada.- Me sonrió.
-Sí, un poco. Pero depende de ti, cada embarazo es un mundo aparte.- Dijo.
-Que poeta!.- La molestó Gustaf. En eso entró nuevamente Ian. Lo traía la enfermera pues era hora de su comida.
-Aww, el pequeño Largo!.- Dije al verlo, y como no, de inmediato me dejaron tomarlo en brazos.
-Tan maternal que te pusiste.-
-No, ella es así. Su debilidad son los bebé.- Le dijo Clau a Ricky, quien miraba mi primer contacto con mi sobrinito.
-En serio?.- Incrédulo contestó.
-Hablamos en la casa.- le dije.- Y tu, ve a comer con tu mamá.- Le entregué el niño.-Y nosotros mejor nos vamos, para que puedas alimentarlo tranquila.-
-Pero si no me molestan. Pero bueno, creo que se por qué lo dices.-
-Si, por eso mismo.- Nos despedimos y nos fuimos. Se había puesto a nevar nuevamente y quería llegar lo más pronto. Odio transitar por las calles cuando esta así.
-Björn tengo frio. Trae a las niñas a que duerman aquí hoy.- Decía Cata, que se acomodaba en su cama para ver televisión.
-Pero no puedo traer a las dos al mismo tiempo, a penas puedo tomar a una, no me acostumbro.- Se quejaba.- Acompáñame a buscarlas!.-
-Pero si estoy cómoda.- Björn le puso cara de niño regañado.- Bueno ya. Deja levantarme.- Cata termino levantándose, y fueron ambos a buscar a las niñas. Eran tan chiquititas todavía, ella tenía susto de que se resfriaran por dormir solas, y si dormían con ellos tendrían más calor.
-Ves que no te costaba tanto traer a una?.-
-Björn, son enanitas comparada contigo, podrías traer a ambas en un brazo casa una.- Decía, y arropaba a la que tenía más cerca.
-Pero no sé cómo hacer eso. Aun no puedo tomarlas bien, ya te dije. Falta de práctica.- Decía él, y tenía a la otra sobre su pecho, según él para que lo reconociera y se creara un apego.-Cuando nos iremos a Estocolmo?.-
-No sé, cuando van a partir de nuevo?.-
-Mediados de Enero. Pasadas las fiestas, y después de eso nos encerramos a grabar de nuevo. Pero ahora en Suecia. Prometo que no te faltará nada. Incluso puedo ayudarte a buscar empleo, para que vuelvas a trabajar!-
-Y dejar a las niñas solas? Estás loco?.-
-No. Pero podrías volver. O prefieres esperar?.-
-Si nos vamos a Suecia, lo que más me complica es el idioma, a pesar de que ya se algunas cosas.- Björn para ‘ayudarle’ le dijo algo en sueco.- Eso lo entendí a la mitad!.- Rieron.- Ya, en serio. Lo único que debo hacer es algún curso de sueco y listo.-
-Te ayudaré a buscar uno. Uno intensivo. Además eso ayudará a que las niñas también hablen sueco. Serán bilingües!.-
El tiempo vuela y no es una exageración mía, pegada de mi novio. Cuando nadie se dio cuenta ya estábamos en plena celebración de noche buena. Los Norén se habían trasladado hasta Borlänge, ciudad natal de todos los miembros de Mando Diao. Se fueron a compartir con los patriarcas Norén, quienes estaban desesperados por conocer a su nieto. El primero.
-Es tan lindo!.- Decía la mamá de Gustaf.
-Se parece a ti cuando eras niño.- Agregó su papá.
-Si mira, tiene la misma nariz que tenemos nosotros!.- Dijo Víctor, quien también estaba ahí para conocer a su sobrino.
-Esperemos a que salga músico.- Dijo Carl.
-Te imaginas? Lo llevaríamos con nosotros.- Siguió Víctor.
-Podría tocar la batería. No es mala idea. Estas haciendo funcionar la cabeza Víc, ten cuidado.-
-Eso si ustedes siguen en esto.- Dijo Gustaf, no muy contento.
-No seas malo Gustaf. Yo no tengo problemas en que haga música con sus tíos.- Dijo Claudia en defensa de sus cuñados.
-Ah! En tu cara hermanito!.-
-Gustaf 0, nosotros 1.- Y chocaron cinco los hermanos.
-maduren!.- Le dijo Josephine, que también estaba presente. Los retó a los tres.
-Uy, ella, señorita madurez en persona. Oye, y que mas hace, aparte de dormir, comer y hacer sus necesidades?.- Preguntó Víctor a Claudia.
-Llora. Pero además de eso, nada más. Tiene un mes de nacido solamente.-
-Cuando comenzará a abrir los ojos y mirar y todo eso?.- Preguntó Carl.
-Eso ya lo hace!.- Respondió Gustaf.
-Ay, discúlpame, nunca he tenido un bebé.-
-Y jamás podrás Carl, no eres niña.-
-Hasta cuándo van a seguir con eso ustedes tres?.- Los regañó su mamá.- Ya no sigan o se quedan sin regalo.-
-Si mamá.- dijeron al mismo tiempo.
A mí me tocó partir a Leeds. Era una sorpresa para los papás de Ricky lo de mi embarazo, y se lo daríamos como regalo de navidad. No pudimos hacer lo mismo con mis papás porque ellos ya sabían, mi mamá lo notó al segundo mes y mató todo lo que teníamos planeado.
-Te noto extraña querida? Como que algo cambiaste.- Me preguntó la señora Wilson.
-Yo? Nada, aparte del corte de cabello, que fue hace tiempo y ya está largo. No.- Mentí.
-No, tu estas diferente. Algo te hiciste o algo te hizo mi hijo.- Como lo conoce esa señora!
-Eve!.- Me llamó Ricky desde la cocina. Me levanté a ver.-Quiero saber si esto está bien o si le falta.-
-Y me dices a mí que no tengo idea de esas cosas.-
-Quiero tu opinión inexperta.-
-Según mi mamá dice que esto debería estar listo en cuanto la carne esté blanca, así como la tuya.-
-No, la mía es rosada.-
-Cierto, la tuya es como la un cerdito.- Lo molesté.
-Otra vez con eso? Que pesada. En fin, que te dijo mi mamá?.- Preguntó con voz baja.
-Si me había hecho algo porque me notaba distinta.-
-Y que le dijiste?.-
-Que nada, aparte del pelo que siempre me corto. Esta sospechando.- En eso entró su papá.
-Que cuchichean ustedes aquí con la cabeza en el horno?.- Preguntó él.
-Estamos viendo si esto está listo. Pero no estamos seguros.-Le respondió Ricky. Siempre que los veía juntos me quedaba impresionada con lo idéntico que son.
-déjenme ver……. Si, está listo. Vayan a tomar asiento que lo llevo para que comamos.- Nos ubicamos en la mesa y esperamos a que el resto se sentara.
-A ti algo te pasa. Algo tienes, algo te hiciste!!.- me decía el hermano de Ricky.
-Verdad que si? Ella insiste en que no es nada. Como si uno no se diera cuenta.- Me estaban poniendo nerviosa. Rick solo aguantaba la risa.
-Tú sabes algo que no nos quieren decir. Dilo.- Le decía su papá.
-No, no es nada, de verdad.- Dije. Ricky me miró. Era la señal para darles la sorpresa, ya que insistían tanto. Ya sé por qué a veces es tan insistente. Es de familia.
-Ya, lo que sucede es que estoy esperando un hijo. No yo, claro, no puedo. Pero ella si.-
-No es verdad.- Dijo su papá
-Que bromista que estas Richard.- Dijo su hermano.
-No, es verdad.- Dije. A mi si me creyeron. Y se levantaron para saludarme, más que a saludarnos. No se lo esperaban, le preguntaron que como había ocurrido, respondió que había sido un accidente, pero que no se lamentaba. Como fuese, estaba feliz por eso.
-Ya, quiero abrir los regalos. Podemos mamá?.- Preguntó Carl.
-No los van a abrir en la mañana?.- Le dijo.
-Ay, cuando van a madurar?.- Les dijo Gustaf, entre risas.
-Cuando tu tengas cuarenta.- Dijo Víctor.-Ya, podemos ahora?.-
-Está bien. Repartan los regalos.- Fueron los más jóvenes al árbol navideño a ver los regalos. Estaban todos apilados allí, esperando para ser abierto. A cada uno le tocó uno para comenzar. Para los hermanos Norén, poleras, para el Señor Norén una botella de whisky escocés, para que la tomara en ocasiones especiales, no como esta dijo Gustaf, para su mamá, un par de guantes muy finos, de cuero, y una bufanda, algo parecido recibió Josephine. A Claudia no sabían que regalarle, así es que los hermanos Norén no encontraron nada mejor que regalarle un par de rollos para su Polaroid.
-Este es nuestro regalo para el pequeño Ian. Sabemos que no lo disfrutará aun, porque es muy niño, pero cuando tenga algunos meses más lo adorará.- Le entregaron una cajita a Claudia. Gustaf se acomodó detrás de ella, pues estaba sentada en el suelo y él en sofá. Era The Yellow Submarine, la mítica película de The Beatles. Claro, sabiendo lo fans que es el padre de la criatura, y que es obvio que en cuanto el niño comience a reconocer todo lo que lo rodea lo pondrían a escuchar a esa banda.
-Muchachos, muchas gracias!.- Dijo Clau. Se levantó para darles las gracias con un abrazo a cada uno.- Ian estará feliz cuando lo vea.-
Después de un rato el sueño estaba venciendo a los presentes, quienes se retiraban a dormir, cuando ya eran casi las dos de la mañana. Víctor se acercó al lado de Claudia. Necesitaba hacerle algunas preguntas. No relacionadas con su maternidad.
-Que pasa Víctor? Te sientes bien?.- Le preguntó.
-Sí. Bueno, no mucho. Que es de Eve?.-
-Oh, aun te acuerdas de ella?.- Le respondió con la cabeza.- Puedo preguntarte algo?.-
-Claro.-
-Alguna vez pasó algo entre ustedes dos mientras estaban de gira por Inglaterra?.- Le preguntó Claudia. Víctor bajó un poco la cabeza.-No me digas que si pasó algo entre ustedes dos!.-
-No tan así como piensas que fue. No hicimos nada de eso. No me dejó.-
-Y pensabas que te dejaría? Tiene novio.-
-Ya lo sé!.-
-Pero y entonces?.-
-Solo nos dimos un beso. No pude nada más. No se si no entendía mis indirectas o no quería entenderlas, o en serio está muy enamorada del novio ese.-
-Estas celoso. Pobrecito. Pero te diré algo que es muy importante que lo sepas, para que no te hagas ilusiones.-
-Ya se casó? Hasta donde yo sé ella no quiere estar casada.- Se alarmó.
-No, no es eso. Es que está esperando un hijo de su actual novio.- Víctor se quedó de una pieza después de que le dijeron eso. Era como un balde de agua fría, pues estaba decidido a volver a Inglaterra para intentar hacerme cambiar de opinión. Claramente después de esto no lo intentaría.-Lo siento mucho, pero prefiero que lo sepas ahora, y no que te enteres por parte de ella y cuando le hayas dicho todo lo que creo que quieres decirle.
-Tranquila, hiciste bien. Gracias.- Se levantó del sofá y se fue a su cama. Víctor había quedado bastante afectado por eso. Gustaf llegó al segundo, y vio a su hermano caminar hasta su cuarto.
-Que le pasó?.- Le preguntó a Clau.
-Se puso triste porque le conté que Eve espera un hijo del gordito.-
-Entre ellos pasó algo?.-
-No, según lo que me contó ella no lo dejó.-
-Pobrecito. Pero bueno, eso le pasa por buscar mujeres comprometidas. Nos vamos a dormir? Tu hijo te espera para dormir.-
-Está despierto?.-
-Si claro. Despierto igual que si mamá cuando tiene flojera y duerme hasta tarde.- Era temprano pero de todas formas se fueron a dormir. Algo insólito por parte de nuestra amiga Clau.
Yo dije que el tiempo volaba, y una semana después tal grandes acontecimiento ya estábamos esperando que un nuevo año llegara. Les había dicho que debíamos actuar Ricky y yo, con nuestras bandas en el Hootenanny de ese año, como siempre a cargo del gran Jools Holland. Claudia me acompañó, como la fotógrafa de la banda claro, a la prueba de sonido. Por razones obvias no estaría presente durante el show.
-No sé cómo puedes seguir como si nada en ese estado.- Me decía, luego de que había concluido mi prueba de sonido.
-Yo tampoco se. Quizás es solo por ahora y dentro de unos meses voy a estar tirada en una cama sin hacer nada. Juro que lo voy a hacer después de ir a T in the Park, o Glastonbury, o Reading, si es que nos llevan.- De pronto vi pasar a una tipa rubia, de cara muy conocida para mi, y alguien más. No era más alta que yo y estaba esperando su turno para probar sonido junto a Jools.
-Y esa?.- Preguntó Clau. Mi rostro cambió de un segundo a otro cuando me di cuenta de quién era.
-Kylie Minoge.- Dije. Claudia se dio cuenta de mi cara.
-Y a ti que te pasó? Te hizo algo?.- No sabía cómo responderle.
-Ya viste quien está ahí?.- Preguntó Ricky.
-Sí, tu adorada y amada Kylie Minoge!.- Dije, y fui a buscar algo para comer. Ricky se quedó ahí sin entender mi reacción.
-Que pasa entre ustedes dos?.- Preguntó Clau.
-No sé. Discúlpame.- Dijo él y fue a buscarme. Estaba buscando algol y choqué con un señor mayor, medio anciano.
-Disculpe señor.- Dije muy cortes. Cuando se dio la vuelta casi se me salen los ojos al darme cuenta de con quien había chocado.
-Niña, ten cuidado!.- Dijo él.
-No, no es posible que sea usted!!.- Dije impresionada.
-Algunas personas creen que no soy yo y que estoy muerto. Pero si, soy yo.-
-Sir Paul McCartney! Que placer chocar con usted.-
-A ti te conozco. Estas en una banda, no?.- Me decía. Respondí con la cabeza, aun impresionada por saber que había chocado con el mismísimo ex Beatle. Ídolo de toda mi vida y amor platónico de mi mamá.- ah! Y vas a tocar hoy, no?.-
-Sí, nos invitaron. Disculpe si aun no reacciono y estoy un poco nerviosa.-
-Pero si no es para tanto.- Decía.
-Como que no? Estoy frente a mi ídolo desde que tengo uso de razón! No puedo estar tranquila.-
-Bueno, pero por lo menos intenta estar un poco calmada, veo que estas esperando un bebé.- Dijo al notar mi barriga de señora en cinta.
-Sí, estoy esperando uno.-
-Oh, qué lindo. Es niño o niña?.-
-Aun no lo sé. Ay, qué emoción. Se me quitó hasta el hambre.- Dije.
-Linda.- Me abrazó. Estaba siendo abrazada por Paul McCartney. Se lo contaré a mis nietos cuando sea vieja.
-Y yo sin ningún disco de usted para que lo firmara.-
-Bueno, no sabias. Es entendible, supongo. Pero bueno, si vas a algún concierto mío, avísame. Puedes llevar los que tengas y te los firmaré.-
-En serio?.-
-Encantado! Y por favor, cuando nos veamos nuevamente no me trates de Usted. Paul, para mis amigos músicos.-
-Gracias, Paul, te cobraré a palabra.- Nos despedimos y se fue. Lo estaba llamando su manager. Estaba en shock, pero aun muerta de hambre. Fui a buscar algo para comer nuevamente, pero ahora estaba feliz. Ricky me encontró en uno de los pasillos.
-Eve, Eve, Eve, Eve, espérame!.- Dijo antes de que yo siguiera mi camino buscando comida.
-Ricky! Que quieres?.- Dije.
-Que fue eso?.-
-Nada.- Le dije y traté de seguir mi camino.
-Oye no, espera. En serio, dime que te pasó.- Se puso frente a mi.-Eran celos por lo que dije el otro día?.-
-Sí. Como puedes decir que le tienes ganas a esa señora dinosaurio y que yo no quisiera hacer cochinadas con ningún famoso porque ya las hago contigo, o algo así dijiste.-
-Pero no fue así. O sea, si, lo dije, pero no es para tanto.-
-ahora dime que no fue tan así y que la gente que te preguntó esas cosas exageraron un poco.-
-Pues si!.- Dijo, y lo miré sin querer creerle.- Por favor, no te pongas así. Por favor, hazlo por nuestro renacuajo.- Lo miré, pero no le dije nada. Solo me fui para seguir buscando algo para comer. Obviamente no me dejó sola y salió atrás de mi.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cap. 78: ‘Father And Son’

-Vas a estar así cuando nazca nuestro bebé?.- Le preguntó Clau a Gustaf, que tomaba café.
-No, voy a estar peor. Solo te pido que no sea a las tres de la mañana. Y menos que se te ocurra cuando no esté en casa.-
-Ay Largo, que lindo. Pero te advierto. El pequeño nacerá mas Cooper que Norén, por lo tanto, será un niño de costumbres nocturnas y va a nacer de noche. Y solo para molestar a su papá.-
-Los desheredo a los dos!.- Les advirtió.
-Sí, claro. Te creo.- Björn llegó para avisarles que ahora Cata estaba despierta y que podían pasar a verla. Eso hicieron. Rápidamente ya estaban en la habitación.
-Cata!! Como te sientes?.- Le preguntó Claudia después de saludarla con un abrazo.
-Pues, para ser la primera vez, y dos al mismo tiempo, no me siento nada de mal. Me hizo bien dormir un rato.-
-Qué bueno que estas bien. Ya viste a las niñas?.- Preguntó Gustaf, también muy preocupado por ellas y contento.
-No, solo el Oso aquí presente las ha visto.-
-Y como son?.- Preguntaron Claudia y Gustaf al mismo tiempo.
-Son lindas. Tienen el cabello como yo, claro. Color de ojos ni idea, porque estaban durmiendo, así es que los tenían cerrados. Son lindas.-
-Se parecen a alguno de los dos?.-
-Ni idea, tenemos que esperar a que estén más grandes para saber eso.- Rió Cata.-Y Eve? No vino? No le avisaste, mala amiga!.-
-Si le avisé, y si vino. Pero se fue. Dijo que estaba cansada, porque no había dormido nada. Que te felicitara de su parte y que en cuanto despertara vendría a verte.-
-Aww, que linda. Le mandaré algún mensaje más tarde, cuando sea una hora prudente.-
-Sera mejor que nosotros nos vayamos, Largo.-
-Me dejaran sola?.- Dijo Cata.
-Gracias!.- Reclamó Björn.
-No lo digo por ti, tonto.-
-Sí, te dejaremos ‘sola’ porque iremos a dormir.- Se despidieron de ella y partieron.
Como prometí en la tarde, después de que había despertado, fui a verla. Antes eso sí, había pasado a comprarle algo a mis nuevas sobrinas. Nada del otro mundo, algunos juguetes y un par de pijamas a cada una. Insistían en que no era necesario, pero que me dicen a mí de bebes, algo tienen que son como un imán, y los consiento mucho. Compartí un rato con ellos, tampoco las pude ver y me lamenté por eso, pero debía esperar al igual que todo el resto.
A los tres días la nueva mamá y las niñas Dixgård ya podían ir a casa. Con el frio, y la inexperiencia de los flamantes nuevos padres, las pobres salieron solo con la nariz fuera para respirar. En el auto esperaban un par de sillas dispuestas para ellas. Era gracioso, todo en esa casa era comprado por dos.
-Cuidado con la cabeza Björn, no las vayas a golpear.- Decía Cata.
-Bueno.-
-Por qué hablas despacio?.-
-Porque no quiero que despierten.-
-Según me dijo Eve, antes de que ellas nacieran, teníamos que hacer una vida completamente normal y hablar con el volumen de voz que siempre usábamos.-
-Y por qué?.-
-Porque así se acostumbran a los ruidos fuertes. Sobre todo si vienen de ti y tus cosas de músico.-
-Tiene razón. Y como sabe ella?.-
-Antes de ser diseñadora, y músico, claro, trabaja en un jardín de niños.-
-Es tía?. Que tierna! No me la imagino así.- Dijo Björn riendo.
-En serio. Si la ves no te burles, eso sí. Y ves? Te reíste y ellas ni se movieron!.- Dijo cata cuando las acomodaban en las camas.
-Tienes razón. Que lindas se ven, verdad?.-
-Son como tú, mira.-
-Como como yo? No entendí.-
-Lindo, nunca entiendes nada. Es que, no sé, se parecen a ti.-
-Yo digo que solo en el tono del cabello, porque tienen tus facciones.- Se pasaron todo ese rato antes del almuerzo discutiendo a quien se parecía cada una.
Esa tarde, y para sorpresa mía Ricky apareció por la puerta de la casa, haciendo escándalo como siempre.
-Llegaste muy pronto! No podías dejarme unos días más de libertad?.-
-Si claro, como si tu salieras mucho. Y también es un gusto verte de nuevo, mi amor!.- Su ironía, tan lindo.- Como estas?.-
-Yo bien. Tu renacuajo ahora se mueve.-
-En serio?.- Me miró a los ojos, así como impresionado, y se agachó para poner su oreja derecha en mi panza.
-Sí, lo he sentido un par de veces. Que estás haciendo?-
-Estoy escuchando. Pero solo escucho como cuando tienes hambre.- Lo miré fijo.- Pero si es verdad!-
-Solo puedo decir que es igual de inquieto que tu. A veces no me deja reposar mi almuerzo!.-
-Entonces tu teoría de que es un clon mío es verdad.- Lo decía porque él nunca me dejaba reposar, siempre se le ocurría alguna cosa por hacer, y no me quedaba otra que acompañarlo.- Pero bueno, en otras noticias, ya te dijeron?.-
-Que cosa?.-
-Tenemos que ir al Hootenanny de este año nuevo.-
-Como sabes que tengo que ir también?. No se supone que Thamara debería decirme eso? Es mi manager.-
-Sí, pero pregunté. No les di la idea, eso sí. Y puedo suponer que tampoco estas enterada de que estas nominada, bueno, tu no, tu banda está nominada a mejor banda del año, mejor disco, mejor video y mejor banda en vivo en los NMEA.-
-No! No tenía idea!!.- Dije con felicidad. Sentía que no era real. También me agradaba el detalle de que Ricky supiera lo despistada que a veces soy, y que esas cosas nunca me habían llamado la atención, porque si hacia música, era por amor a ella, no por premios.
-Y estamos peleando los premios en casi todas las categorías. No sé qué vamos a hacer.-
-Ese día no serás mi novio, te lo advierto!.-
-Ah no. Si gano algo que no debería ganar te lo regalaré.-
-Mentiroso! Me vas a refregar en la cara que tu ganaste y no yo!.- dije. No en serio, claro. La seriedad en esta casa no se respira.
-Ya bueno, un poquito. Pero no quiero pelear por eso, aun falta tiempo para que entreguen esas cosas. Qué hacemos?.-
-Tienes que acompañarme al hospital.-
-Ya es hora? No tienes cuatro meses?.-
-Aww, sabes cuánto tiempo tengo, que detalle!!.- Dije impresionada.- Y no, como se te ocurre?.-
-Tu amiga fue madre antes de tiempo, no?.-
-sí, porque eran dos, bobo. No, es por control. Tienes que acompañarme. No dijiste que serias un ‘padre responsable’? Cúmplelo!.-
-Ya, bueno. Te acompañaré.- Se puso su chaqueta y salimos.- Dime, no te van a hacer nada…… no sé cómo decirlo.-
-Invasivo? No, ya no.- Se quedó sin habla.- Que?.-
-Invasivo, sonó como si te……-
-Si, a eso me refiero. Pero lo de ahora no, van a hacer ecografías, solo eso.-
-Y eso sería que cosa?.-
-Recuerdas cuando te dije que me acompañaras al traumatólogo porque tenía problemas con una mano y el médico dijo que debía hacer una ecotomografía?.-
-Si.-
-Pues, esto es lo mismo, solo que no será en el antebrazo derecho, y no estarán buscando tendones inflamados, lo que buscarán será como esta tu clon.-
-Oh.- Expresión de ‘sorprendido’.
-Lo me dirán, lo pesarán y quizás nos dirán la fecha en que puede nacer.-
-Ya pueden?.-
-Sí. Lo podían hacer desde que se enteraron de todo, pero ahora lo pueden confirmar.- Dije. Había puesto nervioso al pobre Ricky.- Ya, no estés nervioso, no es nada muy importante.- Llegamos al hospital y mientras esperábamos más nervioso se ponía.
-Gustaf, tenemos que adornar la casa.-
-Tienes los adornos? Árbol?.-
-Si, en el entretecho de la casa. Los bajas?.- Le pedía.
-No queda de otra, no veo a otro hombre en esta casa, y menos uno de mi altura.- Fue a buscar la escalera, en donde solo necesito subir hasta el tercer peldaño para terminar a una altura adecuada. Encontró la caja donde estaban los adornos, el árbol, las luces, las luces para poner en la fachada. Algunas cosas se las pasaba a Claudia, no que pesaba menos, las otras las bajaba y acomodaba él en algún lugar. Después de tener todo abajo comenzaron a sacar las cosas. Armaron el árbol y comenzaron a adornarlo: luces, adornos, incluso nieve artificial, que a escondida había comprado Gustaf para poner en el árbol verde.
-Mira, mandé a que me trajeran esto de Suecia.- Dijo con una caja en las manos.
-Qué es?.- Claudia la abrió para ver su contenido y se encontró con tres calcetines rojos.- para colgar en la chimenea?.-
-Claro, y mira, es una para cada uno. Una para ti, con tu nombre, otra para mi, con mi nombre y una para nuestro bebe en camino, con su nombre.-
-Dice Ian!!.- Dijo alegre Claudia.- Entonces le pondremos así?.-
-Sí, estoy de acuerdo con el nombre.- Claudia se fue a abrazarlo.
-Pensabas que no te dejaría ponerle así?.-
-Si.-
-Tonta. Además, me gusta como suena, Ian Norén, tiene estilo.- Dijo mirando a la nada.
-Vuelve Largo!.- Le pasaba una mano por los ojos, para despertarlo.
-Ya, aquí estoy. Ya, que falta? Poner las luces afuera?.-
-Sí, pero abrígate. No te quiero resfriado.- Le puso su gorro, de esos como los que usan en Rusia, guantes de medio dedo, bufanda. Todo listo para salir. Afuera la primera nieve se estaba dejando caer, a las tres de la tarde.- Habría sido mejor que se pusiera a nevar en la noche.- Decía
-Sí, pero bueno, comencemos a poner estas cosas antes de que se ponga a nevar mas. Parece que este será un crudo invierno.-
Cata Y Björn seguían con sus hijas, regaloneándolas, como podían, pues aun eran chiquititas, solo tenían días de nacidas.
-Son unas señoritas estas niñas.- Decía Björn, cuando tenía a una en brazos.
-A si? Por qué?.-
-Desde que nacieron y están en casa no han llorado en la noche! Son perfectas! Las amo.- Dijo y abrazó a la que tenía en brazos.
-Ah, por eso. Pues sí, tienes razón, son unas niñas educadas.- Björn se sentó al lado de Cata y puso su cabeza en el hombro de ella.- No te vas a ir todavía, verdad?.-
-No, hasta después de las fiestas. Crees que me iría sin disfrutar esto con ustedes? Ni loco.-
-Que bueno. Y ya, vamos a dejarlas a sus cunas, para que duerman tranquilas.-
-No, pero si están despiertas, con los ojos abiertos y medias inquietas, míralas!. Verdad que aun no te quieres ir a dormir la siesta después del almuerzo que te dio mami? Ah?.- Le decía a la que tenía en brazos.
-No la muevas mucho, o va a devolver todo lo que comió sobre tu ropa.-
-Que lo haga, no le temo a la suciedad.-
-Y al olor a leche cortada? Ay, Björn, que sucio!!.- Le decía Cata. Estaban tan felices con sus niñas.
-Es un niño grande, fíjate.- Me decía el médico.
-A si?.- Dijo Ricky que miraba la pantalla en donde mostraban cada movimiento que realizaba el doctor sobre mi barriga gigante.
-Sí, no es normal que tenga ese peso y esa talla un bebe de cuatro meses de gestación. Si llega a nacer antes de junio, no se sorprendan.-
-Junio?.- Preguntó.
-Es la fecha estimada.-
-Entonces, doc,. Dije.- Es un bebe con gigantismo?.-
-No, eso es mucho. Solo es más grande que el resto. Es como robusto, solo eso.- Terminaron con el examen, todo bien con el chiquito, que ya no es tan chiquito, en camino. Salimos del hospital, vuelta a casa nuevamente.
-Te dije que es un clon de ti.- Le dije cuando caminábamos hacia el auto.
-Mentira, cuando niño no era tan grande, solo gordito.-
-Igual que ahora.-
-Sí, igual que ahora. Pero por lo menos me veo alto al lado tuyo.-
-Solo porque yo soy baja. Aunque al lado tuyo no es tanto, es peor cuando estoy al lado de Nick.-
-Es que él si es alto.-
-En donde está ahora? No llegó contigo.- Pregunté.
-No, dijo que estaría unos días con sus papás. Después se va a nuestra casa, de vuelta. Me da pena, sabes?.-
-Si, a mi también, un poco. Es como que, no sé, está solo, no lo quiere nadie.- Dije triste.
-Ay, embarazada eres más tiernita.- Dijo solo para molestarme.
-Cállate, gordo!.-
-Y mas bipolar.- Se había asustado, a pesar de que no fue con intención de hacerlo asi como de mala gana.
Cuando estaban terminando de poner las luces Claudia se sintió mal. Se sentó en la banca que tienen en el jardín.
-pasó algo?.- Dijo preocupado Gustaf.
-No sé. Me sentí mal de un momento a otro.-
-Qué? Nos tenemos que ir al hospital, ya?.-
-Creo que si.-
-No es muy pronto?.-
-Estamos en la fecha, Gustaf. Ya, ayúdame a ordenar las cosas para llevar.-
-Y tan calmada así?.-
-Que quieres que haga? Que me desespere? Eso sería peor.-
Caminaron hasta el cuarto en donde ordenaron algunas cosas y se marcharon al hospital. Mientras estaban de caminos nos avisaron a Cata y a mí.
-Ricky, da la vuelta aquí.- Dije.
-Por qué?.-
-Claudia va a tener a su bebé. Voy a ser tía otra vez!.- Dije, feliz.
-la fotógrafa? Qué lindo.- En la siguiente calle dio la vuelta para tomar dirección al hospital.
-En serio no estás nerviosa?.- Preguntaba Gustaf.
-No Largo, maneja tranquilo y pendiente del trafico, no quiero que choques.- Cuando llegaron al hospital Claudia entró caminando, de lo mas que hay.- Hola, vengo a dar a luz.- Dijo en la recepción. Las enfermeras la quedaron mirando.
-Está muy tranquila, pero es verdad.- Dijo Gustaf que estaba detrás de ella.
-Sí, claro. Llamaré al doctor.- Le dijo la recepcionista. En una silla de ruedas la obligaron a sentarse. Gustaf caminaba al lado de ella con el bolso que llevaban, también le tenía una mano tomada.
La prepararon para entrar al pabellón. Nosotros llegamos y preguntamos por ella. Nos dijeron que ya habían pasado, que debíamos esperar. Le mandé un mensaje a Gustaf, diciendo que estábamos afuera esperando. Que nos avisara cualquier cosa.
-No quiero que te aburras.-
-Pero se van a demorar!.-
-Conmigo será igual.-
-No, cuando esté esperando a que llegue el renacuajo a este mundo voy a estar histérico.- Era sincero y se conocía.
-Señor Norén, debe pasar a lavarse las manos antes de poder entrar.- Le dijo la enfermera cuando lo vio listo. Le hizo caso y entró.
-Estas bien?.- Le preguntó a Claudia.
-Sí, ahora sí que no siento nada, pero estoy bien.- Respondió.
Fue muy parecido al parto de Cata, pero todo mucho más calmado. Cuando salió el bebé se lo entregaron de inmediato a Claudia, quien de inmediato lo recostó sobre su pecho.
-Mi pequeño Ian, bienvenido.- Le dijo al oído. Gustaf le puso una mano en la espalda.- Y esa mano gigante que sientes en la espaldita, es tu papá Largo. Si, es medio grande. Cuando tenga más tiempo te explicaré mas.- Dijo antes de que se lo llevaran.
-Es hermoso!.- Dijo Gustaf.- Gracias.-
-Ay, lindo. Ve a avisarle a Eve que ya estoy bien.- Le pidió. Y le hizo caso. Ahí estábamos nosotros esperando. Claro que soy una mujer precavida, llevé mi consola portátil para no aburrirme. Regalo de cumpleaños de Ricky.
-Y?.- Dijo Ricky al ver a Gustaf frente a nosotros.
-Es un niño hermoso y largo.-
-Como tú!.- Dije. Le di un abrazo para felicitarlo.
-No podrás negarlo si dices que es largo.- Bromas del gordo.
-No, no podré.-
-Y Claudia?.-
-ya la llevan a su sala.-
-Qué bueno que todo salió bien.-
-Sí. Yo me devuelvo.- Se notaba medio nervioso y en shock todavía. Nosotros lo notamos. Él se retiró.
-Espero no terminar como él cuando salga.- Dijo impactado después de ver eso Rick.
-Charles, vas a terminar peor, asúmete.- Dije.
Antes de que nosotros pudiéramos entrar llevaron el bebé a ver a sus padres. Como estaba bien, no necesitó nada de manguera, incubadoras, ni esas cosas. El primero en tomarlo fue Gustaf. Según él porque tenía que aprovechar ahora que no salía de gira por el mundo. Lo tomó en sus brazo. Pudo notar que tenía un poco de su mamá, y que tenía el cabello de su color.
-Es hermoso.- Puedo decir.
-Haces niños lindos, Largo.- Gustaf se quedó sin habla después de eso. Se largó a reír al minuto.
-Que cosas dices. Pero bueno. Tú debes acostumbrarte, así es tu mamá. Y no quieres saber cómo son tus tías. Tampoco te voy a decir.-

Cap. 77: ‘Born to Rock’

-Como haces esos símbolos extraños?.- Le preguntaba Claudia cada vez que escribía algo.
-No son raros.- Se quejaba.
-Claro, para ti que sabes. Ni siquiera sé como se dice eso.- Gustaf le leyó la oración en sueco.- No entendí nada.-
-Linda. No te preocupes, cuando estemos en Suecia y la gente te hable te voy a traducir todo lo que te digan. Incluso las malas palabras.-
-Pero por qué esas también?.-
-Porque así después las reconoces, y si te dicen eso le respondes alguna otra mala palabra sueca.-
-Supongo que nuestro hijo no dirá esas cosas.-
-No, él no. Y ya, enfócate, sigamos con esto.- La retaba para que siguieran escribiendo la carta para mandar de vuelta.
-Oye, y nos quedaremos en Estocolmo?.- Preguntó preocupada
-Sí. No creo que quieras ir y venir todos los días.- Clau puso cara de tristeza.- Pero estarás bien, tus amigas te entenderán y te dirán que sigas con tu trabajo.-
-O sea que tendremos que vivir en Suecia?.-
-Sí, pero solo mientras dure tu exposición, después podemos volver.- Claudia seguía no muy convencida.- Ya, tranquila. Nuestro hijo será inglés, lo prometo.- Apartó su laptop y la abrazó.
-No lo digo por eso. Creo que me costará dejar de vivir aquí.-
-Pero será un tiempo. Aunque creo que deberás acostumbrarte.-
-Por qué? No me digas que tienes que volver.-
-Es para grabar. Pero no será todavía. En algunos meses más.-
-Como así?.-
-Por ahora estamos esperando a que nazcan las mellizas de Björn, que pueden salir en cualquier momento por lo que nos dijo.-
-Y a mí no me van a esperar?.- Se cruzó de brazos, por lo que se había apartado de Gustaf.
-Por supuesto que a ti también! Solo que con Cata es un poco más complicado, son dos, pero a ti también te esperamos. Así es que nacen y nos vamos a grabar. Estaremos más tranquilos.-
-En eso tienen razón.-
-Me gusta que seas tan comprensiva.- Le dio un abrazo, no muy apretado, por razones obvias.
Björn había terminado ese día con el saldo del techo y dos paredes pintadas, el cabello con manchones verdes y blancos y el cobertor que tenia puesto lleno de pintura. Cata subió para ver cómo estaba la obra. A penas podía contener la risa de verlo así.
-No sabes pintar, verdad?.- Le dijo cuando le ayudaba a lavarse el pelo en el baño.
-Si se, pero los rodillos y yo no tenemos una buena conexión. Donde queda más pintura?.-
-aquí, deja limpiarte bien.- Seguía lavándole el pelo.- Tal parece que avanzaste bastante.-
-Mañana estará lista una, y seguiré de inmediato con la otra. Te gusta como está quedando?.-
-Hermosa. Tienes talento para eso.-
-Soy un hombre talentoso.- Se quiere poco este hombre.
-Que modesto Björn!.- Se lo hizo notar
-Lo sé, lo sé. No es necesario que me lo recalques.-
Llevábamos dos horas en un bus, casi a mitad de camino sobre el canal de la Mancha. Algunos estaban dormidos, otros jugando con algún juego de mesa, la música de fondo era bastante relajada. Yo miraba el paisaje y terminaba algunos trabajos. Que creen que solo soy la vocalista, compositora, guitarrista, líder y medio esposa del vocalista de la segunda banda más exitosa de Leeds, también soy diseñadora y aun no dejo eso. De vez en cuando trabajaba para mantener algunas páginas webs, algo de packaging y diseños varios. En ese momento estaba actualizando la página de nuestra banda, que tenía unos problemas menores, pero que eran importantes para el óptimo funcionamiento de la pagina. Tenía una pestaña abierta en donde veía mi bandeja de entrada del correo electrónico. Llegó uno. Lo leí y me causó risa y ternura.
‘Eve: Tienes idea de donde dejé mis lentes? Los busqué incluso bajo mi cama pero no están. Ayúdame!! Como te has sentido? Estas mareada? Ya vas a volver? No te vayas muy lejos!!.’
Gordo alarmista, y desordenado. Le respondí diciéndole que sus lentes estaban en un cajón de su escritorio, y que yo estaba bien y que no pensaba volver hasta algunos meses. Cinco minutos después de haber mandado el correo sonó el teléfono, que despertó a Thamy que dormía en el sofá.
-Que te pasa?.- Contesté
-Por qué hablas bajito?.- Me dijo Ricky riendo
-Hay gente que está dormida en este bus, Rick. Que te pasó?.-
-Nada. Bueno, nada no. Aun no encuentro mis lentes, en serio no los has visto?.-
-No Ricky, en serio no los he visto, y el último lugar donde los ví fue en tu escritorio.-
-Y por qué? Ah?.-
-Estaba buscando algo en los cajones y los vi.-
-Que intrusilla! En fin, los seguiré buscando. Ve a dormir tu, panzona!.-
-No me digas así! Todavía no me pegas eso!.-
-Dos meses mas y vas a estar como yo.-
-Tonto, ya déjame dormir!.- Le reclame, con risa de por medio. Que uno no pueda ser seria con este hombre. Su poca seriedad se pega. Cortamos casi al mismo tiempo, con su ya típico ‘cuida al renacuajo’, refiriéndose a su clon en camino. Estoy segura que será niño y que será idéntico a él. Solo rezo que cuando sea grande y tenga más de veinte años no sea un borracho profesional como su padre.
-Ahora me dejas dormir?.- Dijo Thamy que se acomodaba.- Era tu marido, no?.-
-No, porque no tengo marido.-
-Un par de meses mas y será tu marido. De aquí a antes de navidad. Noviembre.-
-No estés tan segura. Y ya! Sigue durmiendo!.- Le reclamé
-Tú no vas a dormir?- Se incorporó.
-Estoy trabajando. Ocurrió un problema con la pagina y en el foro están reclamando, porque el foro se puso lento.-
-Tenemos que contratar a un diseñador.- Dijo. La miré fijamente.- No lo digo porque tú eres mala, todo lo contrario. De hecho, si hago memoria, este es el primer error ‘grave’ que hemos sufrido, pero lo digo para que tu estés preocupada solo de componer esas grandes canciones que a todos nos encantan. Que dices?.-
-Si lo vemos de ese modo, tienes razón. Quizás deberíamos contratar a alguien. Pero por ahora, sigo siendo la diseñadora de esta banda, la administradora de esta página y debo terminar esto.-
-Que responsable. Pero bueno, si mañana estas con sueño no me reclames.-
-Si ya queda poco, me iré a dormir pronto.- Dije al terminar la conversación. En cuanto terminé de arreglar el problema me fui a dormir, como había dicho.
Que creen que pasó durante todo ese tiempo: En resumen, para no aburrir (me), Björn terminó las habitaciones de sus hijas en camino, estaban ornamentadas de forma idéntica, solo cambiaba el color de las paredes, para diferenciar. Habían comprado también muchos juguetes, un coche para dos, mesas de comer, aunque según Catalina eso era muy pronto, porque no serian capaces de sentarse si no hasta que tuvieran por lo menos seis meses, esas cosas para levar a los bebes amarrados al pecho de las personas, ropa, mamaderas, bolsos, entre muchas otras cosas. Cata cada día podía moverse menos y requería más ayuda de Björn para todo, desde levantarse de la cama hasta vestirse. Pero él no reclamaba, lo hacía con gusto.
Claudia se fue por dos meses a Estocolmo por motivo de su exposición en nuevas tierras, para ver qué tal le iba. Ahora si estaba decidida a que si el publico era igual de masivo que en Londres, la mostraría en el resto de Europa. A Gustaf le hubiese gustado que Björn también se hubiese trasladado a Estocolmo, para comenzar con un nuevo disco, o por lo menos adelantarlo un poco, pero comprendió que Cata no tiene el mismo embarazo que su esposa, porque ella espera uno y no dos, y no está a la espera de que debe partir en cualquier momento a un hospital para dar a luz a sus hijos. Pero tampoco perdió el tiempo. En los ratos libres se la pasaba componiendo cosas, torturando guitarras para generar nuevos discos y maldiciendo a medio mundo por los dedos cortados por las cuerdas, por las cuerdas que rompía de tan mal que las trataba y de los acordes que no le salían. Claudia le reclamaba, y le decía que no fuera tan violento. ‘Es que tu no me entiendes’ respondía él, ella se defendía diciendo que ‘no tiraba los lentes de las cámaras por el aire cuando una foto no salía como quería’. De la exposición, solo buenas noticias. Fue tal el éxitos que tuvieron que dejarla una semana y media más. Estaba programada para un mes, pero el dueño de la galería donde estaba siendo expuesta insistió tanto que la dejaron ese tiempo más. Le compraron varias también. Todo un negocio redondo.
Carolina, pues ella vivía su mundo al lado de Brett. Logré hablar con ella un día, aunque fue solo por teléfono, lamentablemente. Le dije que como era eso posible, solo respondía que a dejara, y que si hablaba con Nick le dijera que era solo por un tiempo. Mi respuesta a todo eso fue simplemente que tuviera cuidado con lo que hacía, no quería lamentaciones después. Se la estaba pasando bien, ahora que su negocio de hoteles era más que rentable. Estaban tan bien posicionados que los más reconocidos estaban peligrando en el sector, y ella ya pensaba en abrir uno fuera del Reino Unido. Todo un reto para ella.
Mi vida no había cambiado mucho. Era una rutina constante: despertar en una ciudad, entrevistas con medios, firmar cosas, hacer un show y partir de nuevo. Me agrada hacer eso, pero me aburre que sea todo lo mismo. Ya estaba cansada y tenía ganas de devolverme y no hacer nada más. Durante los viajes largos le decía a Ricky, mediante mensajería electrónica, que tenía ganas de dejar toda esta vida de rockstar, que quería mi antigua vida de diseñadora grafica, que quería un embarazo como el de todas las mujeres que esperan un hijo, con calma, no con una guitarra a cuestas. Sus respuestas solo eran algo así como ‘no seas floja y trabaja’. Sonaba mal, pero lo conozco, si lo estuviera frente a mi me lo diría muerto de la risa. Pero era serio, no quería estar más a cargo de una banda, dando explicaciones a periodistas sobre nuestra vida como banda. Trataba de calmarme al darme cuenta de que los días poco a poco se acortaban, que el invierno estaba prácticamente con nosotros, lo que significaba que volvería a casa dentro de poco.
Semanas después ya eso era un hecho. Por fin descansaba tirada en mi cama. Aun sola, porque Ricky y Nick no volvían hasta fines de noviembre. A las tres de la mañana, en la casa de los Dixgård las cosas no estaban tan calmas como en la mía.
-Björn.- Decía Cata, y sacudía a Björn. Él estaba cansada de tanto trabajar con Gustaf, quien había vuelto ya de Estocolmo.-Björn despierta!!
-Que pasa, mi amor?.-
-Me duele.-
-Que cosa?.- Björn pegó un salto y se levantó de la nada y en un santiamén.-Estas bien?.-
-No, creo que tengo contracciones, pero ni idea de cómo se sienten esas cosas porque nunca antes he tenido un hijo!!- Estaba alarmada y con dolor.
-Oh cielos. Espérame cariño, deja que me vista.-
-Pero si duermes vestido con pijama.- Le reclamaba.
-No quiero verme así!.- Decía y se cambiaba su pijama por ropa, o sea, lo que había usado el dia anterior, pues era lo que tenía a mano.- Ya, dame la mano, te ayudaré a que te pongas esto, para que vayas abrigada. Ay Cata, estas bien?.-
-Sí, pero duele. Vamos rápido, por favor!.- No tenían nada listo, así fue que en el primer bolso que Björn encontró echó algunas cosas de Cata y de las niñas, mientras que cata llamaba a sus papás para decirles que ya estaba a punto de dar a luz. Björn le llevaba un abrigo y un gorro para protegerlas del frio.- No es necesario.- Le dijo.
-Hace frio, no quiero que mis niñas nazcan resfriadas.- Decía con voz nerviosa. Le tiritaban las manos y también le sudaban. Cuando estaba lista bajaron con mucho cuidado y se fueron al auto. La ayudó a subir lentamente, la ayudo a que se acomodara y se subió él. Hizo andar el auto, le dio una mano a Cata y partieron. En el camino ella le avisó a Claudia, quien, cuando sintió la alerta de nuevo mensaje de texto solo quería matar al emisor de eso. Cuando se dio cuenta que era Cata, y de lo que decía pegó un grito, despertó a Gustaf y se levantó rápido.
-Ya, pero calma.- Le decía Gustaf, que también se vestía, pero más lento.
-Pero es mi amiga, y va a tener a mis sobrinas. Que nervios!-Decía arreglando unas cosas en su bolso.- Debe estar adolorida y nerviosa.
-Y Björn histérico.-
-Es cierto!.- Se fueron rumbo al hospital, en ese momento Claudia me avisó a mi, que aun no dormía. Tres de la mañana y yo viendo películas en nuestra nueva casa en Londres. Ya no estaba en mi departamento, ahora era una gran casa. Cuando lo leí hice lo mismo que todo había hecho y me fui al hospital.
Björn llegó rápido, gracias a la hora, no había nadie en la calle. En recepción dijo que su esposa estaba a punto de dar a luz y que necesitaba un medico urgente. Una enfermera llevó a Cata a donde están todas las madres que esperan para dar a luz, detrás de ella caminaba Björn. La dejaron en una habitación y llegó el doctor. La examino y dijo que estaba lista para dar a luz a sus niñas. Preguntaron por como estarían, pues era aun pronto para que ellas salieran, faltaban aun dos meses para la fecha que les habían dado.
-Esto es normal en estos casos de embarazos múltiples, y los latidos de las niñas se ven bien. No se preocupen.- Los calmó el doctor. A cata se la llevaron a otra sala para prepararla. Un parto estaba por comenzar.
-Björn, vas a entrar?.- Le preguntó antes de que se la llevaran.
-Claro. No te dejaría sola.- Le contestó.- Ahí voy a estar, ve tranquila.- Se despidió de ella y se la llevaron. Más nervioso quedó el pobre. En eso llegó Clau y Gustaf.
-Como estas?.- Le preguntaron.
-Nervioso. Ya se la llevaron, y estoy esperando a que me llamen para entrar.- Decía. Se notaba nervioso.
-Vas a entrar? Que valiente!.- Le dijo Gustaf.
-Ya nacieron?.- Pregunté cuando los vi reunidos.
-No, aun no.- Me contestó.
-Y Cata?.- Pregunté. Lo malo de llegar de las ultimas.
-Está adentro. La están preparando.- Seguimos conversando un momento, para ayudar a que Björn se calmara un poco. Estaba muy nervioso.
-El acompañante de Catalina Dixgård?.- Dijo una enfermera.
-Yo, yo soy. Qué pasa?.- Dijo.
-Venga, lo vamos a preparar para que pase al parto.- Le dijo la enferma. Björn dio la vuelta y fue a donde estábamos.
-Buenas suerte Oso.- Le dijo Gustaf.
-Gracias Largo.- Nosotras también le dimos buena suerte y se fue. Le pasaron un bata de color verde y una especie de pañoleta para cubrir su pelo. Lo mandaron a desinfectarse las manos y lo hicieron pasar. Ahí estaba Cata en una posición no muy cómoda, no quiero entrar en detalles, pero se imaginan.
-Te dije que aquí estaría no?.-
-Si no llegabas te salía a buscar.- Respondió.
-Cuando yo te diga, tu pujas, gordita.- Le dijo el doctor.-Ahora, puja!!.- Comenzó el trabajo de parto y todo lo que eso conlleva. Cata hacia caso a todas las indicaciones del doctor a cargo, Björn muy nervioso miraba la escena. Cata le tenía una mano tomada, que estaba medio morada delo apretada que se la tenían, pero no le importaba. De la nada escucharon un llanto, era la primera en nacer! Se la pasaron a Cata, esperaron un momento, mientras le daba la bienvenida al mundo y continuaron con la otra, que no demoró mucho en salir.
-Son tan lindas, cielo!.- Le decía Björn
-Pero no sé si son como tu.- Bromeaba. Se daba el tiempo de bromear.
-Lo sabremos cuando estén limpias. Ahora tu mejor descansa, hiciste un buen trabajo.-
Nosotros conversábamos mientras esperábamos a que nos dieran noticias. Estábamos nerviosos pero tranquilos. En eso salió Björn para darnos las buenas nuevas.
-Y?.-Dijimos con Claudia, ansiosas.
-Son dos niñas lindas….-
-Eso lo sospechábamos.- Dijo Clau.
-Están sanas, pero por ser prematuras, a pesar de que son bastante grandes para ser prematuras, debe estar en una incubadora por 48 horas, o hasta que respiren solas.-
-No estaban respirando?.- Preguntó asustado Gustaf.
-No, no es eso. Es que sus pulmones no están muy maduros. Pero tampoco es tanto, deberían haber escuchado el grito que dieron ambas cuando salieron. Era como si llamaran la atención.-
-Ay Björn, que alegría saber que están bien!!.- Dije, feliz. Mis sobrinas habían nacido y, a pesar de que estaban en observación, están bien.- Aun no las podemos ver?.-
-Y Cata?.- Dijo Clau.
-Ya la llevaron a su habitación. Está descansando. Por lo que se, aun no pueden ver a ninguna de las tres. Pero estén tranquilos, están bien.- Quedamos bastante tranquilos con eso. Yo despedí de los presentes y me fui a mi casa a dormir. Les había explicado que no dormía nada desde que había despertado el día anterior, y ya eran las seis de la mañana. Pedí que si veían a Cata le dieran mis felicitaciones y le dijeran que yo vendría en cuanto despertara. En el auto en dirección a mi casa vi el amanecer. Hace mucho que no hacia eso. Me recordó la última vez que lo vi, y no les contaré mas, pero había sido hace mucho. Antes de llegar pasé a comprar algunas cosas para desayunar cuando despertara. Llegué, me puse pijama de nuevo y me dormí.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Cap. 76: ‘Long Distance Call’

Nosotros dormíamos, aun era temprano para nosotros a las 10.40 de la mañana. Nick caminaba de su casa a la nuestra. Seguía triste por lo ocurrido. Se detuvo en una plaza. En una banca se sentó y sacó una botella con agua, de la cual bebió un poco él y le dio un poco a Betty, que estaba cansada y sedienta.
-Ya vamos a llegar pequeñita. Estoy seguro que Pancake y Lou te dejarán compartir con ellos. Quizás incluso te dejen usar su cama, aunque yo llevo la tuya, y tus juguetes y tu mantita.- Seguía triste. Se daba ánimo, pero no le resultaba mucho.- En fin. Vamos a la casa de tus tíos, estoy seguro que nos recibirán de brazos abiertos.-
Siguió caminando hasta dar con nuestra casa, en la cual hace algunos minutos se había comenzado la rutina diaria de mi último día antes de partir de nuevo.
-En serio te tienes que ir? Digo, no prefieres quedarte en casa? Ahora eres una señora embarazada, te puede hacer mal.- Decía Ricky.
-Ay estas preocupado. Lindo!.- Le dije, y le apreté las mejillas
-Ouch! Sí, quiero ser un padre responsable desde el primer mes. Tienes un mes, no?.-
-Uy que responsable. Sí, tengo un mes. Tranquilo, no me va a pasar nada. Hasta ahora me siento bien.-
-No estabas así el otro día. Pero confiare en ti. Oye, me haces un favor?.- Puso cara de niñito bueno. A todo esto, teníamos la puerta principal abierta, para que las mascotas salieran, y Nick ya había llegado, había escuchado parte de nuestra conversación.
-Cual?.-
-Me rascas la espalda? No alcanzo!.- Que gracioso. Se dio vuelta y se levantó la polera.
-Esto te pasa por estar tan subido de peso. Ahora ya no eres tan elástico como antes.-
-Gordo y todo me quieres, y me aguantas, y no te quejes, ya sé qué prefieres a la gente panzona.-
-Nunca te habías dado cuenta de eso?.-
-No. Pensaba que no me dirías nada porque estoy así como gordito, porque estarías ‘ciega de amor’, o porque no te habías dado cuenta.- En eso entró Nick a la cocina.
-Molesto?.- Dijo Nick, estando de pie en la puerta.
-Tú? No más que este.- dije apuntando a Rick.
-Y tú? Que estás haciendo aquí? Por qué siempre tienes que interrumpir estos momentos medios cursis?.- Le reclamaba Ricky a Nick
-Porque se te tiene que pasar! Lo tienes mal, Eve. Nunca lo habíamos visto así.- Sonrió Nick
-Lo sé, lo siento.-
-Necesito pedirles un favor, a los dos.- Se sentó en una de las sillas de la cocina.
-Qué pasa?.- Pregunté
-Por qué los bolsos?.- Preguntó Ricky
-Cállate Charlie!.- Le di un codazo.
-Es que, necesito que me den un lugar para dormir, para quedarme. Por un tiempo.-
-Te peleaste con Caro?.-
-No Eve, pero si no me va a hablar, o si va a estar fría conmigo mejor me voy.-
-Yo no tengo problema en que te quedes. Eso sí, yo me voy hoy en la tarde de vuelta a Londres.- Dije.-Y tú?.-
-No queda de otra opción.- Ricky no muy convencido.
-Nos das un momento?.- Le dije a Nick. Tomé a Ricky de una mano y lo llevé al jardín.- Puedes tomar café y comer un pastelito de esos si quieres.-
-Sí, claro.- Nick se quedó en la cocina.
Salimos al jardín. En verdad lo llevé al patio, es que es idéntico al jardín.
-No puedes decir eso!.-
-Pero si tú dices que si, no puedo decir lo contrario.-
-No lo digo por eso, lo digo porque es tu amigo! Deberías apoyarlo.-
-Está bien. Podemos entrar? Tengo frio!.-
-No me cambies el tema!! Pero bueno, entraremos porque se nota que tienes frio.-
-Oye! Que andas mirando tu!! Sucia!!.- Entramos para hablar con el pobre. Nos daba pena verlo así.
-Ya tomamos una decisión. Te puedes quedar cuanto tiempo estimes necesario.-
-Si, después de todo, nos debemos ir de gira después y no estaremos por un par de meses. Pero por mientras, puedes quedarte aquí.-
-Puedes dormir en mi cuarto.-
-Duermen separados?.- Preguntó.
-No, pero tengo un cuarto lleno de mis cosas y tiene una cama. Puedes quedarte ahí. Y si me dan permiso muchachos me retiro a la ducha.- Me fui. Debía armar mi maleta, tengo que salir en la tarde!.
-Puedo hacerte una pregunta?.- Dijo Nick.
-Dime.-
-Embarazaste a Eve?.- Ricky se quedó frio. Petrificado. Su amigo preguntando algo que no debía preguntar según él.-Ese silencio es sospechoso.-
-No le dirás a nadie?.-
-Se van a enterar igual.-
-Sí, es verdad. Y no fui yo solo, fue mutuo. Y si me preguntas si estoy feliz, si, lo estoy. Lo que me preocupa es en cómo va a estar, ahora se va y temo que se va a poner mal.-
Estaba preocupado. En serio lo he cambiado mucho a este ebrio, que ya no es tanto porque le escondo todo lo alcohólico. Es que es un problema mayúsculo, y toda una odisea intentar dialogar con un borracho. En serio. La otra señora, pero con un embarazo bastante más avanzado que el de todas era Cata, quien por ordenes del médico, y de Björn, no salía mucho de casa. No se podía mover mucho, ya no podía hacer las cosas de antes. Incluso había dejado su trabajo por petición de este último personaje. Björn había pedido giras cortas, porque al ser un embarazo de alto riesgo por ser dos bebes al mismo tiempo, podían nacer en cualquier momento.
-Oye, cuando se supone que nacen?.- Preguntó Björn.
-Recuerdas que me habían dicho que en Junio, o julio? Pues fui a otro doctor y habían sacado mal la cuenta.-
-Y para cuando es? Como pueden equivocarse en eso?- Decía Björn
-No sé, lo que importa es que es para Diciembre o Enero.-
-Pero falta muy poco!! Y no tenemos ni un cuarto adornado para ellas.- Se había alarmado.- Vamos a comprar cosas para armar sus cuartos. Iremos en tu camioneta.-
-Por qué tanto? No te desesperes Oso.-
-Pero pueden nacer en cualquier momento, y no quiero estar a última hora con la casa con olor a pintura, y todo desordenado. Vamos, prometo que si te sientes mal nos venimos.-
Salieron en dirección a uno de esos lugares a donde venden esas cosas, como una ferretería gigante. Caminaban lento, para que Cata no se agitara y a las mellizas, o gemelas, las hermanas Dixgård, no quisieran salir tan pronto. Por los pasillos caminaban y escogían muebles, alfombras, cunas, lámparas, todo lo necesario. Fueron al lugar donde preparan las pinturas. Nada de color rosa. Tonos pasteles, si, algo así como verde o cosas así. Con todo listo, se devolvieron, Cata estaba cansada.
-Y vas a comenzar ahora?.- Le preguntó
-Sí. No quiero estar atrasado, son dos cuartos.-
En cuanto regaron a casa Björn comenzó a trabajar, no quería perder tiempo. Bajó las cosas de la camioneta, las acomodó en el patio y se vistió para la ocasión. Había comprado un traje especial para que no se ensuciara con la pintura. Subió los botes y todos los implementos para pintar.
-Björn ten cuidado, no quiero verte tirado en el suelo porque te caíste de la escalera. Ya sabes que no puedo levantarte.-
-Si se Cata, tranquila, tendré mucho cuidado. Te gusta este color verdad?.-
-Es lindo. Como las vas a decorar?.-
-No sé, primero las quiero adornar casi igual, y cuando sean más grandes las adornaremos según sus gustos.-
-Te imaginas sale una como tú?.-
-Estaría orgullosa de ella.-
-Ay qué lindo. Ya, te dejo solo para que trabajes.-
-Tenemos diarios sin uso verdad?.-
-Están abajo, en la bodega.- Le dijo Cata y salió.- Y no prendas ningún cigarro, no quiero que explotes!.- Le gritó desde el pasillo.
Björn solo rió de ese comentario y comenzó con su trabajo. Partió por el techo, era de color blanco, las paredes de ese cuarto serian verdes. No uno brillante, para que la pequeña que usara ese lugar pudiera dormir. No pasó más de media hora cuando el traje verde que cubría la ropa de Björn estaba lleno de panchitas blancas, por culpa del rodillo.
Se me estaba haciendo tarde, me habían dicho que estuviera en Londres a las cuatro de la tarde, y ya era algo así como la una de la tarde. Y entre que tenía que armar la maleta y ver que todo quedara ordenado, me demoraría. Nick estaba ordenando todo en su nueva habitación, había desocupado el closet para pudiera poner sus cosas, y había escondido mis papeles bajo la cama en donde duermo.
-Por qué escondiste tus papeles?.- Me preguntó Ricky cuando me vio sentada en el piso. Se sentó también.
-Porque me da cosa que Nick pueda leer algo de eso.-
-Pero yo he leído esas cosas, y son lindas.-
-Pero eso es distinto, a ti te tengo más que confianza, es obvio si eres casi mi esposo, pero Nick es tu amigo, mi amigo también, pero no se.-
-Si quieres saberlo, Nick no es así. No se mete en las cosas que no sean de él, a menos que sean mías, o de Simon, o de Peanut, o de Whitey, pero tus cosas no va a tocar. Y si lo hace lo golpearé. Incluso si toca tus vinilos.- Estaba serio.
-Lindo. Creo que te extrañaré.-
-No seas cursi, tú no eres cursi.- Le dije.
-Ya, mejor termina de armar tu maleta y te iré a dejar.-
-No, tienes que estar con Nick.-
-le diré que me acompañe, así no me devuelvo solo.-
-Pero te va a marear.-
-Por qué lo dices?.-
-Porque no para de hablar!.- Le dije bajito.
-Oye que mala amiga!. Si es que eres su amiga. Además, no creo que maree más que yo.- Después de la pequeña conversación me ayudó a guardar las cosas que quedaban y llevó el bolso al auto. Yo continúe guardando cosas, buscando mis documentos, pasaporte, ID, y colocando todo en la mochila que siempre llevo, la cual también dejó en el auto.
-Nick.-Dijo Ricky asomado por la puerta.-Me acompañas a Londres?-
-A qué?.- Preguntó. Estaba leyendo un libro.
-Voy a ir a dejar a Eve. Ya se va.-
-Bueno, vamos.- Fueron a dejarme, cual padre va a dejar a su hija a la casa de una amiga. Me esperaban en nuestro estudio, todos los chicos y Thamy, nuestra manager.
-Eve! Por fin llegaste. Tan puntual como siempre.- Me saludó de un abrazo.- Hola Ricky!.-
-Hola Thamy!.- Le respondió moviendo una mano.
-Y él es?.-
-Nick. No te acuerdas?.-
-Oh, cierto. Lo había olvidado, tengo tantas cosas en la cabeza que olvido algunas otras. Hola Nick, gusto verte.-
-Gusto es mío.- Se saludaron.
-Bien, nos vamos? Te doy algunos minutos para que te despidas de tu gordo.- Dijo Thamy y se fue al bus.
-bueno, te espero en el auto. Cuídate Eve, y gracias por dejarme tu cuarto.- Se despidió Nick y se fue al auto.
-Insisto que no quiero que te vayas porque te puedes poner mal.- Me decía. Me tenia abrazada también.- prométeme que si te sientes mal te vas a venir a Inglaterra y me llamaras.-
-Ya, que alarmista. Te avisaré. Te llamaré, te mandaré correos electrónicos, mensajes de texto y señales de humo. Contento?.-
-, No, pero no me queda de otra. Cuídate y cuida al renacuajo!.- nos despedimos y me subí al bus.- Oye Thamy!- Le gritó. Ella se asomó por la puerta.
-Dime!.-
-Cuídamela, es tu responsabilidad!.-
-Mía? Quien es el Novio de la vocalista?.- Rieron.- Tranquilo, la cuidaré.- Le dio las gracias a lo lejos con gestos. Mientras yo caminaba hasta el bus.
-Nick, nos vamos?.- Dijo Rick cuando se subió al auto
-Estas triste y sosegado.- Recalcó Nick.- Te cuesta que se vaya, no?.-
-Antes era como obvio, debía dejar que se fuera. Pero ahora es distinto.-
-Por tu clon en camino?.-
-Como sabes que es mi clon? Ni siquiera sabemos si va a ser niño o niña!!.- Decía Ricky riendo.
-Porque sabemos que de ustedes dos saldrán niños rubios, con cachetitos grandes y rojitos.-
-Todos dicen eso. Basta!.-
-Es la verdad, no te enojes!!.-
-Antes no te costaba tanto despedirte de él.- Dijo Thamy cuando ya estábamos andando.
-Ahora es distinto.- Respondí. Miraba por la ventana mientras esperaba a que se cargara el programa de mi laptop.
-Distinto cómo? Hay algo que yo no sé? Ah? Cuéntame!!. Aprovechemos que estamos solas.-
-Está bien. Será padre.-
-Quien? Ricky? No!! Ay!!.- Dijo Thamy muy contenta, y me dio un abrazo.- Por eso decía que te cuidara con especial cuidado.-
-Está siendo un poco exagerado, siempre lo es.-
-Pero lo hace porque te quiere, porque quiere ser un hombre responsable. Ay soy tan feliz por ti! Cumpliré mi palabra y te trataré con especial cuidado.- Ay esta niña-
-Gustaf! Llegó una carta!!.- Dijo Claudia cuando entró a la casa con el correo en las manos.- Y una para ti también, toma.-
-Cuál sería la gran novedad de que hayas recibido una carta?.- Decía haciéndose el que no sabía nada.
-Tiene que no de aquí, y que está escrita en sueco, y de sueco hablo poco y nada.- Dijo riendo.
-Pero eso tiene arreglo, yo te la leo.- Tomó la carta y comenzó a leerla.- ‘Estimada señora Claudia Norén, mediante la presente misiva, nos complace a nosotros como Museo de fotografía invitarla para la exposición que se realizará en Enero próximo’. Eso no es importante….. Esto tampoco…… esto no……..’Rogamos a usted confirmar su asistencia. Todo lo necesario será coordinado en cuanto su presencia sea confirmada’. Eso dice. Claudia?.- La pobre se quedó sin habla.
-No es verdad. Me están invitando a una exposición en Suecia!.-
-No es genial?.-
-Lo es!! Pero, un momento, como es que ellos supieron de mi? Nunca he mandado nada a ningún lado fuera de Inglaterra.- Se dio vuelta.- Tú tienes algo que ver, verdad?.- Gustaf Rió.- Lo sabia! Gracias Largo! No era necesario.-
-Sí lo es. Hace tiempo que no haces nada, cosa que puede ser bueno por el pequeño en camino, pero sé que quieres volver a presentar tus fotos. Manda de vuelta la carta y di que si!.-
-Pero no sé escribir en sueco.-
-Por suerte tuya yo si.- Tomó su laptop.- Manos a la obra.-

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cap. 75: ‘Love Will Tear Us Apart’

Vacaciones? Si claro. Dos semanas no sirvieron de nada, menos con el estomago revuelto y haciendo entrevistas y apariciones en shows de televisión y en visitas al estudio. Antes de partir nuevamente Ricky y yo queríamos hacer una especie de despedida. No nos veríamos en mes y medio o dos meses, después de todo, nada malo podría pasar. Fue en una de esas frías noches de comienzos de otoño, cuando la lluvia te obliga a quedarte en casa, más porque no quieres salir a mojarte. Para pasar el frio mi pobre panzón se puso un poco cariñoso, más de lo que acostumbra. Estábamos a punto cuando tocaron el timbre.
-Maldita sea. Quien interrumpe a estas horas, y con esta lluvia!!!.- Gritaba. Estaba muy molesto.
-Pero si son las siete de la tarde, es temprano. Deja de quejarte y ve a ver quién es.- Le dije más fuerte para que me escuchara. No quería ir, pero bajó. Y se vestía de paso. Estaba rojo de rabia porque ‘lo habían interrumpido’. Es tan gracioso.
-Que quiere?.-
-Hola Ricky, esta Eve?.-
-Nick? Tu aquí?.- Le preguntó extrañado.
-Está ella?- Insistía.
-Sí, pasa. Subiré a buscarla.- Se preocupó al ver a su amigo en casa, sabía que algo no muy bueno estaba pasando. Subió a buscarme.-Eve?.- Dijo cuando abría la puerta.
-Qué? Ya te calmaste? Quien era en la puerta?.-
-Es Nick.-
-Nick?.- Pregunté extrañada.-Y que quiere?.-
-Hablar contigo. Está abajo esperándote.-
-Dile que ya bajo.- Me levanté rápidamente
-Te diría que no te vistieras, porque te ves linda así, pero no quiero que Nick piense cosas de ti.- Observaba como me vestía. A veces me ponía nerviosa.
-Ya tomaste pastillas de cursilería? Ve y dile que ya bajo.- Bajó para avisarle a Nick y de paso le ofreció un café, el cual aceptó con gusto. En eso llegué yo.
-Nick! Que sorpresa y que gusto tenerte aquí.- Dije para saludarlo. Se levantó de donde estaba sentado y me saludó con un gran abrazo. Estaba segura de que algo le había pasado, y no era bueno. Ricky venia con la taza de café para Nick y a mí me había traído leche de chocolate. Al ver esa escena quedó sin palabras.-Pasa algo?.- Le pregunté a Nick. Aun no me percataba de que Ricky estaba ahí.
-Pasa algo aquí?.- Preguntó, algo molesto.
-No lo sé.- Le respondí en voz baja. Casi como mímica.
-Tranquilo Ricky, es solo un abrazo de amistad. No quiero robarme a tu novia.- Le contestó Nick.- Puedo hablar contigo?.-
-Oh, y quieren hablar a solas supongo.- Dijo de forma irónica Ricky. Se notaba molesto, casi celoso.
-Por favor, gordo, no es momento para los ‘minutos irónicos de Ricky Wilson’.- Le llamé la atención.
-Está bien. Cualquier cosa voy a estar arriba.-
-Que enojón! No te duermas, eh?.-
-Lo intentaré querida.- Sin otro remedio se fue.
-Eve, tú conoces bien a Carolina………- Se quedó sin palabras un momento.
-Que pasó con ella, Nick?.-
- Es que hace días que está muy rara: casi no me habla, si la llamo no contesta el teléfono, y si lo contesta me habla de una forma muy cortante. Ya ni alimenta a Betty.-
-Quien es Betty?.- Pregunté. Quizás solo por curiosidad.
-Nuestra mascota, es una perrita. Nos la regaló Peanut. Bueno, la cosa es que ya no hacemos nada de lo que hacíamos antes. Ni siquiera eso.-
-Ni eso? Esto es grave.-
-Debe haber algo que hice mal, algo que dejé de hacer, o algo de ella que no se.-
-Ya Nick, no te tortures tratando de de averiguar qué es lo que pasa. En cuanto pueda hablaré con ella. Quizás mañana, a segunda hora.-
-Segunda hora?.-
-A primera hora estaré durmiendo.- Silencio incomodo.-Mala broma, lo sé.- Solo había sido para que riera, y por lo menos había logrado sacarle una sonrisa. Nick se levantó del suelo, donde estábamos sentados hablando.
-Gracias por la conversación, y el café, Eve.-
-De nada Nick.-
-Y pídele disculpas de mi parte a Rick, que debe estar dormido.- Reía
-Le diré.-
-Puedo preguntar por qué estaba tan molesto?.- Dijo Nick.
-Puedes preguntar, pero yo creo que sabes la respuesta.-
-Oh! Que sucios que son!.- Se despidió y se marchó, mucho más tranquilo. Después de eso subí a ver a mi pobre señor panzón que se quedó con las ganas. Efectivamente estaba dormido, y destapado.
-Ricky, despierta.- Lo moví para despertarlo.
-Ah? Qué pasa?.- Dijo desorientado.
-Estas destapado, y Nick ya se fue.-
-En serio? Que le pasó?.-
-Problemas con su esposa. Tú deberías hablar con él después.-
-Sí, cuando estemos de camino a algún país, hablaré con él en el avión. Además me debe una disculpa.-
-Que rencoroso, Wilson!.- Terminé acomodada al lado de él, después de todo ya era hora de dormir, aunque fuera un poco temprano.
Para cuando ya habíamos dejado de hablar con Nick, Carolina estaba por salir de su trabajo, pero no sería Nick el encargado de llevarla a casa. Ni siquiera iría su casa. Era un señor de unos cuarenta años. Un personaje muy conocido y admirado por todas nosotras, el señor Brett Anderson, ahora exitoso solista, antes, vocalista de Suede. Una banda de la que fuimos fanáticas, hasta que se separaron. Una lástima. Se habían conocido cuando él se fue a quedar en el hotel que había levantado en Leeds, y pidió personalmente la reserva. Fue casi como ‘amor a primera vista’. Claro que Caro lo hizo evidente al segundo de verlo y escucharlo. Nunca ha sido buena para disimular esas cosas. Lo estaba esperando en su puesto de trabajo. Terminaba algunas cosas antes de que su teléfono móvil sonara. Cuando eso pasó no demoró ni tres segundos en dejar lo que estaba haciendo y caminar muy rápido hasta el hall, donde la esperaba. Él vestía de negro: traje negro y camisa del mismo color, al igual que los zapatos. Ella estaba vestida un poco más informal, con sus pantalones de tela, blusa de color rojo y zapatillas.
-Te ves preciosa.- Le dijo al saludarla.
-Ay no me digas eso.- Le ofreció su brazo y salieron rumbo a el show que tenía esa noche Brett.- Donde voy a estar ubicada?.-
-Donde quieres.- Le abrió la puerta de la van en donde se trasladarían.- Solo quédate en algún lugar donde no te vean.-
-Lo sé, no te preocupes, voy a estar mirándote desde algún punto en donde nadie se dé cuenta de que esté aquí.- Se afirmó de su brazo. Miraba por la venta, veía pasar los avisos publicitarios. De la nada salió uno en donde salía Nick, en gigante. Era una gigantografia, que era la caratula del último disco, en donde salen las caras de los cinco integrantes. No sabía qué hacer, sentía que estaba haciendo algo malo. Se puso nerviosa, Brett lo notó.
-Qué pasa?.- Le preguntó.
-Nada, estoy bien.-
-Segura? Te quedaste callada de la nada.-
-En serio? No, estoy bien.- Se puso nerviosa. Cargo de conciencia, tal vez. Nadie lo sabría.
-Gustaf, no sé qué hacer con tantos cuadros. Donde los voy a meter!!.- Se quejaba Claudia después de que llegara un camión con sus pertenencias directamente desde la galería donde había expuesto sus fotografías.
-No has pensado en exponerlas en otro lugar?.- Le sugirió.
-Pero en donde, Gustaf?. Y ahora no creo que pueda ir.-
-Por qué?. Lo dices por tu panza gigante? No creo que pase algo. Hablaré con mi papá para que te haga contactos con algunos dueños de galerías.-
-No, no es necesario.-
-Pero sería una buena idea que la gente en otros países viera tu arte. Sé que mueres porque levante el teléfono y le diga a el señor Norén padre que busque alguna galería para que puedas exponer. Vamos, déjame hacer eso!.-
-Estas como un niño chiquito! Déjame pensarlo.-
-No lo pienses tanto Claudia. Si no es ahora, cuando? Cuando nazca nuestro…. Eehhm, como vamos a ponerle a nuestro bebé?.- importante pregunta, aun no decidían.
-Lo sé Erik, pero no es fácil decir a tontas y a locas que quiero que lleves estas cosas a Suecia y las expongas. Además tampoco hablo sueco.-
-Pero ese no es el problema, yo puedo hablar por ti. Ahora dime, como vamos a ponerle al pequeño Norén en camino?.-
-Ian.-
-Ian?.- Preguntó Gustaf.
-Sí, Ian. Como Ian Brown, como Ian Curtis. No te gusta?.-
-Sí, me gusta. Y si es niña?.-
-Busca tu uno. Yo ya escogí en caso de que sea niño.-
-Qué fácil es para ti eso.-
-Por eso te estoy diciendo.-
-Y entonces? Llamó a mi papá?.- Que insistente que es Gustaf a veces. Simplemente le ponía caras para convencerla.
-Está bien. Pero debe ir conmigo si o si.-
-Nos iremos de vacaciones. Qué te parece?.-
-Tendrás tiempo libre?.-
-Si quieres me lo hago.-
-No, lindo, no es necesario.-
-En todo caso debo ir a tocar.-
-No quiero ni imaginar esta casa cuando tu hijo tenga un año.- Le decía a Ricky.
-Ah? Por qué?.-
-Desde que “estamos viviendo juntos” esta casa está llena de instrumentos, baquetas, cencerros, tamborinos y todas esas cosas-
-Y eso que tiene que ver?.-
-Estoy segura que tu replica enana va a tomar todas esas cosas, en especial los tamborinos y las baquetas y las va a plantar en tu cabeza.-
-Como sabes eso? Es solo una suposición tuya? O es algo así como un sueño tuyo?.-
-Es que yo era así con mi papá cuando tenía un año. Se le ocurrió la genial idea de comprarme varios instrumentos pequeños, y siempre que jugaba conmigo lo golpeaba con esas cosas. Incluso con los juguetes.- la reacción de Ricky fue una risotada.- No te rías, una vez le partí la cabeza con un sonajero.- Mas risas
-No es verdad! Que ruda!! Y desde pequeña! Tendremos hijas ruditas como su mami.-
-No! Una porque no soy rudita como dices tú y dos porque no sé si tengamos hijas.-
-Bueno, tendremos hijos ruditos como su mami. Esto es tan tierno!.-
-Puedo hacerte una pregunta?.- Dijo Clau a Gustaf, que había entrado a su escritorio, donde estaba viendo algunas fotos, actualizando su web.
-Dime.-
-Esta semana me dio por escuchar ese disco que sacaron ustedes, el último.-
-Ode to Ochrasy? No lo has escuchado? Lo sacamos hace varios meses! Mala mujer.-
-No, tonto. Es que lo escuché con cuidado y llamó mucho la atención una canción.-
-En serio? Cual?.-
-The New Boy. Que hay con ella?.-
-La escribí a última hora, se incluyó a última hora y fue porque a última hora me enteré que sería padre, y entonces se me vino a la cabeza todo eso que dice la letra, claro que quizás cambie algunas cosas. Creo.-
-Lindo!.- Lo abrazó y lo besó.-Por qué lo hiciste?.-
-No puedo? No sé, no me preguntes esas cosas. Yo solo me encierro y escribo.-
-Eso me preocupó. Estuviste muchos días encerrado! No sabía que pasaba en esa habitación, solo escuchaba guitarrazos y cantos tuyos, muchos de ellos sin sentido, y golpes. Incluso tiraste un par de papeles por la ventana, que yo tuve que ir a recogerlas.-
-Discúlpame. Estaba muy concentrado en eso.-
-Que no se repita!.- Le advirtió.
-Lo juro por el pequeño Norén que viene en camino.- Dijo levantando una mano.- Oye, y pensaste en eso?.-
Nick Estaba en casa esperando a Caro. Era tarde, estaba lloviendo. Si bien acostumbraba llegar de madrugada algunos días, por su trabajo, sabía que ese día no era por eso. Las cosas no estaban marchando bien, ya casi no se hablaban. Él la esperaba en el living, con la televisión encendida, las luces a media potencia, con su computador portátil en sus piernas, escribiendo cosas y una guitarra a su lado. Estaba cabizbajo, la escritura era una especie de terapia, descargaba toda su rabia, su pena, en distintas líneas. ‘Pick the one you like; Love the one you're with; You're going down the wrong road; And it doesn't even matter’ decia la primera.
-Nick? Es tarde, y tu aun despierto.- Le dijo Caro cuando entró a casa. Lo saludó casi con frialdad con un beso en la cabeza y se marchó a la cocina. Nick la siguió.
-Que tiene que esté a esta hora despierto?.-
-Nada, es que no es normal. Bueno, de partida no es normal tenerte en casa.-
-Y eso te molesta, Carolina?.- Le dijo serio. Nick no es serio.
-No quiero hablar de esto ahora Nicholas, estoy cansada. Comeré esto y me iré a dormir.-
-Me quieres?.- Le dijo cuando salía de la cocina. Carolina no supo que responderle, solo lo miró, se devolvió y lo abrazó. Se fueron a dormir, cada uno a su lado, sin halar, sin decir algo. En la mañana Caro se fue a su trabajo como de costumbre, Nick esperó un tiempo, tomó un bolso y algo de ropa, a su perrita de la correa y tomaron rumbo al hogar para refugiados de los Wilson. Aun no estaba en funcionamiento, Nick sería el encargado de estrenarlo. Y despertarnos.