domingo, 30 de mayo de 2010

Cap. 39:’ The Light Before We Land’

Durante los primeros cinco minutos después de leer ese correo no supe que decir. Pero me decidí de todas formas a aceptar su invitación, pero claro que la próxima semana, antes de que irme. Ya con todo solucionado por fin podía dormir.
En la mañana de ese jueves un vuelo estaba a punto de partir a Suecia. A bordo estaban ya Clau y Gustaf listo para despegar. Cuando estaban en pleno vuelo Clau no paraba de ‘trabajar’ con la cámara.
-Por qué tantas fotos?.- Le preguntó
-Es para una exposición.-
-Vas a exponer?.- Dijo asombrado
-No te conté?.- Movió la cabeza de forma negativa.- Bueno, te cuento ahora: Si, voy a hacer una exposición en un par de meses. Pondré casi todo lo que he fotografiado hasta ahora.-
-Que trabajólica. Pero ahora estas en una especie de vacaciones, asique no mas fotos. Por lo menos hasta que lleguemos.-Le quitó la cámara.- y no me reclames!.- Le dijo antes de que pudiera decir algo.
Por mi parte, guardaba todo para partir nuevamente a Leeds, a casa de Ricky. Me ponía nerviosa eso de que sus padres me querían conocer. Quien sabe con qué cosa me dirían sus padres, me aterra la primera impresión. Llegué a su casa y me notó nerviosa. Obviamente no quise decirle que era porque conocería a sus padres.
-No te van a decir nada. No pueden.- Me decía, muy seguro de sus palabras.
-Tú crees?.- dije.
-Soportan a la novia de mi hermano, te amarán.-dijo ayudándome a entrar mi bolso.- Te quedarás el fin de semana completo?.-
-No es eso lo que me dijiste?.-
-No. Solo era por mañana.-
-Bueno, quieres me voy.-Le dije. Pero puso carita de perrito ahorcado.-
-No, quédate. No te veré en un largo tiempo más.- Seguía. Ahora claro me tenia abrazada, y muy fuerte por cierto.
-Me quedaré todo el fin de semana, me iré el lunes, si quieres.-
-Sí, vete el lunes. Antes no, ni te dejaré.- Era gracioso cuando decía eso.
De vuelta en Londres, Björn no sabía qué hacer. Con todo el mundo fuera de Inglaterra no podía ir al estudio y trabajar solo. Pero si podía hacerlo en casa. Cata notó que no sabía en qué gastar su tiempo libre.
-y si sales?.-. Le dio una idea.
-Y donde voy a ir? No conozco este lugar!!.-
-Pero sal de aquí, tomas un taxi y le dices que te deje en el centro. Parte por picadily circus. Ten.- Le entregó un librito con lugares turísticos. Una especie de guía.- No te va a pasar nada. Sal y busca algo para inspirarte.-
-Pero lo tengo aquí.- Dijo haciendo referencia a ella. Obvio.
-Lo sé. Pero debo ir a trabajar. Así es que sale de casa, busca algún lugar que te guste. Por su puesto debes llevar papel y lápiz. Y compones algo.- Le dijo, le dio un beso y se fue a su trabajo.
No muy seguro siguió los pasos que le indicó Cata. Primero fue al kiosco de la esquina y preguntó por alguna guía. Compró dos, quizás una tenia lugares e indicaciones que la otra no. Volvió a casa por su bolso de mano, papeles y un lápiz, sus documentos y dinero. Claro que tenia Coronas Suecas y no Libras esterlinas. Su primera parada fue una casa de cambio. Después de eso, al tren subterráneo, en búsqueda del Hyde Park.
En el aeropuerto de Estocolmo esperaban al lado de la cinta que las maletas llegaran. Estaban un poco cansadas, pero no podían llegan a dormir y hacer nada, todavía debían llegar a Borlänge, ciudad natal de Gustaf, su residencia habitual y donde viven sus papás también. Bus o tren. Esa era la opción para continuar el viaje de ida a casa. La segunda opción fue la escogida. No había nada que se le comparara a un viaje en tren, sin importar el ‘de donde hacia donde’. Tomaron el tren inmediatamente después de salir del aeropuerto, querían llegar lo antes posible, querían aprovecha el día, pues era temprano.



Las cosas marchaban como de costumbre cuando visitaba Leeds, ahora que lo hacía más seguido que antes, tomando en cuenta que un hermano de mi mamá vive ahí. No estaba haciendo nada constructivo. Y es la primera vez que digo que dibujar paisajes es algo no constructivo. Estaba tan aburrida.
-En serio te vas a quedar hasta el lunes?.- Mis minutos de aburrimiento habían llegado a su fin. Todo gracias a que ahora tengo un humorista a domicilio.
-En serio. Por qué no me crees?.- Le dije dejando mi croquera en el piso.
-No se.- Lo miré con cara de no creer ese ‘no se’.- En serio. Es que hoy me dio por preguntarle a todo el mundo las mismas cosas dos veces. Ya lo hice con mi mamá en la mañana y me llamó la atención.-
-Que le preguntaste?.-
-Si de verdad me celebraría mi cumpleaños.- Mis sospechas sobre su edad mental estaban completamente claras. No tiene más de 16 años mentales.- deberías ponerle más sombra a ese árbol.-
-tú crees?.- Dije, tomando nuevamente la croquera.
-Sí, mira.- Tomó mi dibujo y lo terminó. Tenía habilidades para el dibujo también.-
-Dibujas bien, tal parece.- Le dije.
-Sí. También pinto, pero no te mostraré nada de eso todavía.-
-No? Por qué?.- Se acercó a mí. Me miró con sus ojos verdes. Me quedé sin habla unos segundos. Me ponía nerviosa, y era tan obvio el por qué.
-Porque no los veras aun.- Quise responderle algo, pero no me dejó. Me dio un beso y me quitó la croquera. Al final terminó él el dibujo.

sábado, 22 de mayo de 2010

Cap. 38: ‘Sorpresa’

Podría decir que fue el comienzo de año más agradable que he tenido en décadas. El último lo recuerdo despertando en un frio San Petersburgo con mi abuela al lado. No muy agradable. A las dos y media de la tarde, con un soportable dolor de cabeza. Y digo soportable porque me dolía porque había dormido poco, pero nada que un rato con mis lentes no lo hiciera pasar. A la cocina por un vaso con agua. Todo estaba a oscuras y en silencio, y claro, con gente dormida en el sillón. No quería que el pobre se despertara, había tomado demasiado, aunque según los comentarios hechos por mi buen amigo Nick, su mejor amigo también, había tomado poco. No quiero imaginar que es ‘tomar más’.
Lo mismo pasaba en la casa de Cata. Pero obviamente no era tanto como lo que pasaba en la mía. Si habían despertado con dolor de cabeza, también a eso de las dos de la tarde y también tenían todas las cortinas cerradas. Fue casi lo mismo, en realidad, todos hicimos lo mismo esa mañana/tarde: Despertar adoloridos de la cabeza, ir por un vaso con agua y una aspirina, procurar no meter ruido, volver o tirarse en el sofá y no hacer nada. Efectos de la resaca. No nos hablamos por un par de días, todo porque después de semejante fiesta volvimos a lo nuestro. Claudia, Caro y Cata a sus trabajos, con mas trabajo que nunca. Yo volví al estudio por unos días antes de partir a tocar por Europa de nuevo, las cabezas pensantes de mando Diao buscaban el mejor estudio para entrar a grabar, y lo lograron. Inmediatamente mandaron a buscar al resto de la banda y su equipo. Nick Y Ricky volvieron a tocar por Inglaterra. En fin, todo volvió a ser rutinario una vez más.
De eso habían pasado tres semanas. Nos habíamos visto la última vez hace unos dos días con las chicas. Una pequeña reunión antes de que yo partiera otra vez. Esa tarde recibí un correo electrónico de parte de Gustaf. Me preguntaba si podía ayudarlo con un par de canciones. Según lo que habían visto con Björn, tenia lo que necesitaban para mejorar un par de canciones. Obviamente le contestaría que sí. La otra pregunta era si estaba correcta la fecha de cumpleaños de Claudia. No estaba seguro. Y lo estaba. A los 10 min. De enviar el correo con las respuestas a sus dudas, devolvió uno con agradecimientos.
Había olvidado ese importante acontecimiento, el cumpleaños de Claudia. Era este sábado, asique inmediatamente mandé un correo en cadena a las muchachas para preguntarles que haríamos para ese día. La respuesta fue llevarla a algún lado, asique tomé el teléfono inmediatamente para coordinar con la próxima cumpleañera.
-Si?.- Contestó Clau. Se escuchaba ruido en el fondo, como de un auto o algo así.
-Hola!! Oye, tienes algo que hacer el sábado?.- Le pregunté
-Por qué la pregunta?.-
-Para ir a celebrar tu cumpleaños como todos los años!.- Dije entusiasmada.
-Ah, por eso. Es que si voy a estar ocupada, ya se adelantaron.-
-Ah sí? Quien?.- Pregunté. Por un momento olvidé que ya estaba de novia con Gustaf.
-Quien crees tú?.- Mi respuesta fue un silencio. Lo había olvidado.-Gustaf ya me invitó. Iremos a Suecia por el fin de semana, nos vamos el jueves. Es que quiere ir por sus instrumentos, los que quedaron allá, asique aprovecharemos de celebrar.-
-Oh. Bueno, será para después.- Al terminar la llamada nuevamente correo en cadena cancelando todos los planes. Casi me matan, pero les expliqué que no había sido mi culpa. Entendieron a regañadientes, pero entendieron.
Continúo la semana. Como de costumbre seguimos metidos en un estudio. Teníamos un par de canciones escritas durante las fechas que había realizado el año pasado y necesitaban acordes y un ritmo. No fue difícil pero si tedioso. Estar desde las diez de la mañana hasta pasada la media noche era una rutina que no me agradaba mucho, pero la podía aguantar perfectamente. Era algo que me gustaba. A mitad de semana detuvimos el trabajo y nos tomamos un día libre, día que aproveché para ir a ver a los muchachos en la construcción de su nuevo disco. Me recibieron muy contentos. Aproveché además de conversar con el resto de la banda, con la que nunca había hablado de forma decente con ellos. Son un amor de personas. Sobre todo su baterista, con él tuve una conversación extremadamente larga. De hecho creo que fue mi culpa que lo retaran para que fuera a tocar con ellos. En ese momento y casi de sorpresa llegó Claudia. No fui precisamente a ver a Gustaf, resulta que ahora trabaja para Mando Diao también. Era un trabajo de medio tiempo. Al rato, y cuando ya estaban por irse llagó Cata a buscar a Björn, tenían planeado salir a cenar.
-Asique tu también tienes una banda.- Me preguntó Sam, para continuar nuestra conversación.
-Si, the Weather man Report. Llevamos poco tiempo en esto.-
-en serio? Sabes, nunca lo he escuchado. Buscaré alguna tienda y compraré el disco, lo prometo.- Seguimos conversando. Cumpliríamos ya unas dos horas hablando.
-A ustedes no les para la lengua, he?.- Llegó a molestar Gustaf.
-Es entretenido hablar con ella.- Le decía Sam.
-Si, pero no te hagas ilusiones, tiene novio.- Le ‘advirtió’-
-Mentira.- Le dije
-Estas negando al gordito rubio?.-
-Él no es mi novio!.-
-Si claro, como no.-Me molestaba sabiendo que entre nosotros si pasaban cosas. Volvió a mirar a Samuel.- Bueno, solo te digo que ya hay alguien que la sigue como perrito a su amo, asique no te ilusiones.- Sam no le dijo nada. Cuando se marchó solo se rio y me pidió disculpas diciendo que hay veces en que Gustaf es un tanto molestoso. Como si yo no me hubiese dado cuenta. En fin, otro día de trabajo estaba terminando, todos nos retiramos a nuestras casas.
Volví a mi casa muy cansada. Como no, si después de varios días durmiendo un par de horas, ir a ensayar canciones nuevas, ayudar a unos amigos a hacer sus propias canciones, debía estar un poco agotada. No quería nada con nadie, solo dormir y dormir mucho tiempo.
-No te emociona que viajemos a Suecia?.- le preguntó Gustaf a Clau.
-No. Osea, no es que no me emocione el ir, me emociona el que viajemos los dos. Aunque sé que iras para arreglar algunos asuntos, pero será entretenido.-
-Claro que será entretenido. Ahora ve a terminar de ordenar tu bolso.- Le sugirió.
-Gustaf.- le dijo Clau, tratando de que no saliera de la habitación de donde estaban
-Si?.- Se dio vuelta.
-Prométeme que no me dejaras sola cuando estemos en Suecia.- Le pidió. Él se acercó a Clau, le tomó las manos.
-No te dejaré sola ni en Suecia, ni aquí. Lo prometo.- Le dijo. Ahora estaba más tranquila.
Los otros tortolitos que habían salido a cenar estaban concentradísimos en su conversación.
-Y que hicieron hoy?- Le preguntó Cata.
-Pues, terminamos un par de canciones. Se me ocurrió la letra de otra canción y la escribí en una servilleta porque no tenía otro papel. También le gané a Mats 34-20 en un partido de jockey en la consola y tu amiga nos ayudó bastante en una canción.-
-Fue un día redondo entonces.-
-Completamente. Y tú? Que hiciste?.- Le preguntó. Era todo oídos.
-Pues, recuerdas que te dije que estaba terminando unos planos de una iglesia? Pues los terminé-
-Linda, eres tan inteligente, como no amarte por eso.- Adivinen en qué condiciones terminó Cata después de semejante frase. Simplemente indescriptible.
Antes de que pudiera quedarme dormida por fin mi maldito pero inseparable y amado celular sonó.
-Bueno?.- Contesté.
-Hola pequeña señorita.-
-Ricky, que sorpresa. Tu a estas horas llamándome.-
-No seas mentirosa, ya no te sorprende nada de lo que haga.-
-Tienes razón.- Reímos un momento.- Dime que pasa.-
-Que acaso no puedo llamarte solo para saber cómo estás?.- Me reclamó.
-Si puedes, es que no es común que hagas eso.-
-Bueno, está bien. Me descubriste. Llamo para que mañana, osea hoy jueves o mañana en la mañana muy temprano te vengas a Leeds de nuevo.- podía oler una nueva invitación a pasar un fin de semana con él. Quizás para despedirnos antes de definitivamente partir de gira. Trabajo.
-Y eso por qué?- Pregunte esperando esa respuesta.
-Porque el viernes es mi cumpleaños, y mi mamá y mi papá siempre lo celebran, y quieren conocerte.- Si ya estaba helada por la baja temperatura, ahora estaba a punto de terminar escarchada. Que sus papás me querían conocer. No podía entender eso y le pregunte que como que sus papás me querían conocer, me respondió que porque les había hablado de mi y de lo mucho que habíamos compartido.-Entonces vas a venir?.-
-Si, espérame en tu casa, iré.- Mi respuesta final, aunque confieso que me aterraba el saber que debía conocer a sus padres.
-Por eso te amo tanto. Nos vemos, cuídate.- Terminamos de hablar. No sabía que había dicho pero bueno, lo haría feliz por un rato. Ahora si cuando me disponía a poner la cabeza en la almohada se me ocurrió revisar mi correo una última vez. Sorpresas te da la vida. Sam, el baterista de Mando Diao con el que había hablado toda la tarde me había dejado un correo electrónico en la bandeja de entrada. Lo leí a la rápida. En conclusión quería salir conmigo. Oh cielos.

domingo, 16 de mayo de 2010

Cap. 37: ‘Happy new year’

Esperando la media noche compramos unos gorros de fiesta un poco ridículos, pero que importaba, era la única vez en el año en que haríamos el ridículo, no para uno que era costumbre hacer ridiculeces la mayor parte del tiempo.
-cuanto falta?.- Preguntó un inquieto Björn.
-Cinco minutos.- Dijo Cata mirando el reloj.
-Haces los honores? Cuando de la media noche, claro.- Dijo Ricky entregándole la botella de champagne a Gustaf
-Yo? Pero descórchala tú.-
-Nah, llevo muchos años destapando estas cosas, esta vez las visitas abrirán la champagne.-
-Está bien, yo descorcho. Pero si le vuelo el ojo a alguien no es mi culpa.- Dijo y comenzó a prepararla. Repartimos las copas.
-Vas a beber?.- Me preguntó Clau
-Solo por el brindis. El cargamento de gaseosa es para mí.-
-Tan responsable que eres. Eres nuestra conductora designada favorita.- Me decía Cata
Y tres, dos, uno, un año que se va y otro que llega. Abrazos aquí y allá. Obviamente primero fue entre nosotros, las parejitas, después entre todos nosotros. La champagne no podía estar ausente. Gustaf fue el encargado de hacer los honores. Increíblemente lanzó el corcho al Thames, y sirvió las copas.
-Por un nuevo año. Que sé, porque está clarísimo que será excelente para todos nosotros.- Dijo Ricky con la copa en alto. A veces pienso que este señor se emborracha con el olor a alcohol, porque estaba más feliz de lo normal.
-Yo quiero brindar por ustedes, por recibirnos en este lindo país, y porque estoy seguro que desde ahora en adelante seremos algo así como una familia.- Gustaf dando los agradecimientos.
-Sí, y ya tenemos al tío parrandero.- El comentario gracioso de Björn.
-Björn que malo!!.- Dijo Cata codeándolo
-Ya ya, no más brindis. Vamos a lo que vinimos.- Dije. Silencio. Entre nosotros, claro. Con la gente cantando alrededor de nosotros era como imposible que todos se callaran.
-Y a que vinimos, mi non bebedora?.-
-A celebrar, tío parrandero. Se suben al auto? No quiero chocar con nadie.- Los acarree cual pastor acarrea a sus ovejas al establo, claro que a ellos, hasta el auto. Tomamos rumbo hasta Anchor Bankside. En la puerta un tipo gigante, no solo por su estatura nos estancó en la entrada
-Quien es el conductor designado?.- Dijo con una voz profunda.
-Yo, oficial.- Momento de las bromas con Ricky Wilson. Obviamente no le creyó nada.- No, es ella. Póngale la pulsera que se ve en la oscuridad y a cinco kilómetros de distancia. Tiene toda mi autorización.- Y eso hizo, en mi muñeca izquierda tenía un brazalete plástico de colores llamativos y que se veía en la oscuridad. Decía ‘conductor designado’, y se repetía a lo largo del plástico.
-Felicidades, que la pasen bien.- Aun pienso que eso fue como un ‘intenta pasarlo bien sin beber. Ñoña’ para mí. Que no me llegó en lo absoluto.
Adentro el ambiente era de fiesta, como lo debía ser esa noche nueva. Lo primero que hicieron nuestros acompañantes fue ir a la barra por bebidas alcohólicas para ellos. A mí me trajeron un jugo.
-A tu tomate andante lo miraron extraño cuando pidió el jugo.- Me contaba Björn
-En serio?.- Moría de la risa.
-La próxima vez vas tú por tú jugo de mango. No pasaré una vergüenza por un jugo.- Me reclamó!
-Ya, a la pista de baile. Hay que sacarle brillo al piso.- Clau un poco entusiasmada con celebrar.
Eso hicimos, fuimos a sacarle brillos a la pista de baile. Cada oveja con su pareja, como dice mi mamá. Al rato después, cuando era algo así como las dos y media de la mañana se nos unieron Caro y Nick que por fin habían llegado. Estaban cenando en casa de Nick. Todo porque él quería presentarla a su familia como su novia. No es lindo?. Entre baile y baile venían los tragos, todos bebieron menos yo. El único ser responsable de sus vidas para cuando regresáramos a casa. Ya a eso de las cinco y quince los ánimos comenzaron a decaer. El alcohol, el cansancio estaban pasando la cuenta. Como pude acarree a todos hacia afuera. Sin querer Nick y yo éramos los únicos sobrios. Él también debía manejar y había tomado solo un vaso de cerveza.
-Y que hacemos?.- Me preguntó
-Yo llevo a Clau y Gustaf, viven cerca de mi casa.-
-Y ellos? No sé donde viven.- En un papel que encontré en mi bolsillo le anoté la dirección de la casa.
-Aquí viven.-
-Ah, sí sé dónde queda eso. Bueno, nos vamos. Ve con mucho cuidado.- Me decía. Es tan sobreprotector.
-Tú también. No te vayas hasta que estén dentro de la casa y con la puerta cerrada.-
-Está bien.- Y cada quien a su casa.
Primero pasé a casa de los Norén. Definitivamente ya lo eran. Supuse que veían doble asique les tomé las llaves y los dejé en el sofá. Algo me dijeron pero no entendí nada. Los tapé con lo que estaba cerca, no supe que fue, una cortina, una frazada, una manta. Sabrá dios. Lo mismo hacia casi al mismo tiempo Nick con Cata y Björn, y siguió mis consejos: los dejó dentro de casa, se aseguró de que nada estuviera en algún lugar peligroso, cerró la puerta y se fue.
A pesar de que ya sabía que todos debían estar bien, no dejaba de rezar para que nada pasara. Me preocupaba. Claro que mi calvario solo comenzaba aquí, al llegar a mi casa. El solo imaginar cómo subir a un tipo de 1.76, varios centímetros más alto que yo, y mucho más pesado que yo también, me cansaba. Partí por lo primero, despertarlo. Increíblemente no se puso odioso, y ni siquiera me reclamo el que lo despertara. Le dije que saliera del auto para que subiéramos a casa. Era tan divertido verlo con la cara completamente roja y los ojos chiquititos. Me demoré el triple de lo que siempre me demoro en llegar. Hasta el conserje me ayudó a llevarlo al ascensor y no siguió porque la puerta de mi departamento está frente al ascensor. Ya adentró lo deposite no muy suavemente en el sofá, lo tapé y ahí se quedó. Yo me fui a mi cama, como corresponde a dormir. Apagué celulares, cerré cortinas. No más hasta la tarde del primero de Enero de ese nuevo año.

jueves, 13 de mayo de 2010

Cap.36: ‘Better Together’

-se ven tan lindos!.- Exclamó Cata.-Yo también quiero!-
-Un beso con el rubio rechoncho?.- Le preguntó Björn preocupado.
-No, contigo.- Repitieron el patrón que estábamos haciendo nosotros abajo.
-Oye, ya. Basta.- Le dije. Me estaba incomodando un poco la presencia de gente mirándonos.
-Pero por qué? Te da vergüenza?.- Me preguntó.
-A diferencia de ti, a mi si me dan vergüenza algunas cosas. No soy una desvergonzada como tu.- Le dije, jugando con la corbata, quería evitar mirarlo a los ojos.
-Pero esto es lo más normal del mundo. Todas las parejas lo hacen.-
-Quien dijo que tu y yo somos pareja?.-
-Yo, lo acabo de decidir.- Quizás si ya éramos novios. Lo que pasó fue que ninguno de los dos lo pidió formalmente, pero que mas daba. Lo éramos y punto.
Volvimos al camerino por las cosas, para marcharnos.
-Y, ahora a celebrar!.- Palabras con olor a fiesta de parte de Clau.
-Oye, pero mañana es año nuevo, no hoy.- Dijo Björn
-No, de hecho es el primero de enero.- Dije.
-Es que estamos aun con hora sueca, y en Suecia ya es 31.- La frases graciosa de Gustaf.
-Ay, todavía no se te pasa el jetlag?.- Le preguntó Clau.
-Llevo un par de días aquí, me demoraré un poco en acostumbrarme a la hora.-
-Bueno, tanta habla me aburre. Nos vamos a algún lado?.- Preguntó Cata, que esperaba en la puerta a que saliéramos.
-Vayan ustedes si quieren. Tengo algo que hacer ahora.- Les dije.
-Ah sí? Y que cosa seria?.- me preguntó.
-Cata, cállate.-Le dijo Clau.
-Pero, por qué? Que me explique!!.- Insistía.
-Porque tiene algo más importante que hacer que salir de parranda un día antes de año nuevo con nosotros.- Intentaba explicarle Clau. Terminó por apuntarle una de mis manos, que estaba tomada por una de Ricky, de tal manera que yo no me di cuenta.-Entendiste ahora por que tiene algo más importante que hacer?.-
-Ah, ahora todo es más claro.-
Salimos. Las niñas y sus suecos salieron en rumbo desconocido. Lo más probable que fuera el bar que estaba unas cuadras más abajo de donde fue el show. Nosotros tomamos rumbo a mi casa. No había nada de autos, nada de taxis. Simplemente caminamos. No estaba tan lejos, asique no nos tardaríamos tanto, y no nos cansaríamos tanto tampoco. No llovía y no nevaba, pero la temperatura era muy baja. Era gracioso vernos caminar, cuál de los dos estaba más abrigado, éramos como dos esquimales, tomados de las manos que estaban abrigadas por mitones. Era bastante dificultoso por cierto. Amablemente se ofreció a llevar mi uno de mis bolsos, el otro, que tenía mi laptop lo llevaba yo. Al llegar a la puerta de mi casa me dispuse a abrir la puerta, cuando estaba abierta me sorprendió la forma en que me hizo entrar a la casa.
-No estamos recién casados, Ricky.- Le dije cuando me tenía en brazos. Con todos los bolsos a cuestas también.
-No, estamos recién ennoviados. Es como lo mismo, pero no tan serio.- Me decía. Entramos así, y me dejó en el sofá. Se fue a mi escritorio y dejó mi bolso con el laptop ahí. El bolso con la ropa lo dejó en mi cuarto, junto con su mochila, que me imaginaba que tenía ropa dentro. Volvió a donde esta yo. Se sacó la chaqueta, la boina, bufanda y mitones. Dejó todo ordenadamente colgado en el perchero. También colgó la mía.
-Quien te dijo que podías quedarte?.- Pregunté. No me respondió.- Mejor pregunto de otra manera, como supiste que te dejaría quedarte conmigo?.-
-Es tan obvio. Y ya, ve a ducharte, te pones pijama y te duermes, estas agotada.-
-Tu como sabes?.- Le dije. Solo me subió una ceja.-Ya, no me mires así. Es tentador.- No lo dije yo. Bueno si, lo dije sin pensar. Su cara de impresionado por aquello estaba para una foto.- Es una broma-
-Ya me había emocionado por eso.-
En el bar ubicado en una calle cuyo nombre no recuerdo, bajo el nombre el cual está fuera de mi mente en este instante, que se sitúa en un barrio que tengo en la punta de la lengua, estaban las parejas sueco-británicas, o británico-suecas, como quieran.
-Por fin esos dos ya están juntos.- Decía Clau
-Por qué?.- Preguntó un curioso Gustaf.
-Te tengo que explicar de nuevo?.-
-Sí, mi inglés es bueno, pero no nativo como el tuyo y no entiendo. También porque hablas rápido.-
-Lo siento. Bueno, te explico de nuevo, y para que tú entiendas también, Björn: ellos se conocen desde que Eve fue a EE.UU en una pequeña gira de dos semanas. Fueron a ciegas prácticamente y les tocó abrir un par de shows para Kaiser Chiefs, que es la banda de Ricky, el cachetón rubio que esta con ella.-Explicaba Clau
-Siempre se hacían ojitos, se hablaban, las indirectas aquí y allá, incluso una vez él se fue a quedar al departamento de ella porque tuvo un problema y nada pasaba.-Continuo Cata
-Hasta ahora, que lo más probable es que ya sean novios, o lo más parecido a eso.- Terminó Clau
-Ah, ahora me queda todo claro.-Dijo Gustaf, bebiendo de su cerveza
-A más aun, no tenía idea de nada. Salvo que estaban juntos, pero nada de detalles.-Björn simplemente esta desconectado de todo, hasta ahora.
Caí dormida en cuanto puse la cabeza en la almohada, incluso la tv estaba encendida, quería ver un poco pero fue imposible. Ricky tenía razón, estaba muy cansa, ni siquiera sentí cuando me arropó, solo me di cuenta de que estaba al lado mío cuando desperté al otro día. Es bastante desordenado para dormir mi nuevo novio.
Fui por un café y regresé a tirarme en mi cama, en el poco espacio que quedaba. Me puse a ver un programa en la BBC, y con el ruido, que no era fuerte, se movió un poco y se despertó. Estaba completamente despeinado, con una polera manga corta, era lo que se veía porque estaba casi completamente tapado.
-Te desperté?.-
-Sí, pero ya debía despertar.-Me miró.- No, bueno no. Tomando en cuenta que hoy nos vamos de parranda, debería seguir durmiendo, y tu también. Es nuestra primera parranda juntos, no es emocionante?.- Me preguntó, al mismo tiempo que se acurrucaba a mi lado. Tuve que abrazarlo, fue todo un esfuerzo para mí. Mentira, no era un esfuerzo, era lo más agradable del mundo.
-Y eso es un acontecimiento importante?.- Pregunté.
-Claro, ya que estamos ‘recién ennoviados’ sería como nuestra luna de miel, pero no.- No le entendí nada. Lo notó.- Olvídalo.-
Terminamos haciendo nada durante el día. Solo nos dedicamos a dormir, queríamos llegar a la media noche despiertos.
Para esperar el nuevo año nos juntaríamos con las chicas y sus suecos en la estación Waterloo, donde comenzaríamos los festejos a orillas del Thames. Queríamos ver los fuegos artificiales antes de partir al Anchor Bankside, que estaba a unas cuadras de ahí. A las nueve de la noche, cuando el sol ya había muerto una vez más nosotros ya estábamos esperando. Estaba frio, todo muy típico del invierno del hemisferio norte.
-Mira, podremos ver los fuegos claramente.- Me dijo Ricky.
-Por qué? Esta despejado?.- Le pregunté mirando hacia arriba.
-Si.- Bajó la mirada y se encontró con Clau y Gustaf que venían caminando hacia nosotros.
-Llegaron temprano.- Me dijo Clau, saludando.
-Sí, queríamos buenos puestos.- Respondí.
Al rato después llegaron Cata y Björn. Champagne, bebidas alcohólicas (mejor conocidas como botellas individuales de cerveza), bebidas no alcohólicas (Latas de Coca-cola, exclusivas para mi) copas, vasos, todo listo para esperar los abrazos.

sábado, 8 de mayo de 2010

Cap.35. : Sound and Vision

-Que te importa que tenga el pelo despeinado?.- le dijo. Estaba un poco molesto.
-No te enojes, era una broma. Pero es verdad, tienes el pelo despeinado, estas rojo y se demoraron mucho en encontrar las velas.- Insistía Nick.
-Sí, casi media hora es mucho para un par de velas que están en un cajón.- Agregó Björn
-Björn, cállate. No te metas.- Le dijo Cata.
-Pero yo decía.-
-Ya, Ricky, no es parar tanto.- Dije tratando de calmarlo. Se había alterado un poco. Primero había sido que se ‘burlaban’ de él porque le costaba entender algunas cosas, y ahora por lo que estaba pasando.
-Saben, mejor nos vamos, para que estén tranquilos.- Dijo Clau.
Todos se levantaron y se fueron. Obviamente me disculpé por la mala actitud de mi acompañante, que aunque ni yo lo crea, estaba completamente sobrio.
-Ahora me vas a explicar que te pasó?.- Le exigí una respuesta.
-Nos estaban molestando. Y me molestó.-
-Desde cuando tú eres tan sensible porque te molestan.- Y discutimos un rato. Seguíamos sin luz, todo estaba tirado, cada vez nevaba más y más y el frío aumentaba.
Todos partieron a refugiarse a sus casas. A diferencia de nosotros, si tenían electricidad. Los primeros en llegar fueron Clau y Gustaf.
-Parece que el novio de tu amiga se molestó.- Le comentó Gustaf.
-No son novios.-
-Segura? Porque lo parecen. Y tal parecen que hacen cosas de novios.- Dijo entre risas malévolas.
-Gustaf! No digas esas cosas.-
-Pero si es verdad! Tu y yo también podríamos serlo.- Primer movimiento de Norén.
-Como? Que tu y yo qué?.- Dijo así como sin entender la expresión.
-Para que darle tanta vuelta al asunto, desde que nos vimos nos gustamos, no crees que estaría bien pasar a algo formal?.- Le dijo así como así.
-Y lo dices así como así? Sin más?.- Le dijo Clau sin querer creer lo que decía.
-Sí, te digo así como así.- Dijo acercándose a ella.
-Que poco desvergonzado.- Lo abrazó por el cuello, como pudo. De hecho la pobre se puso de puntillas, y aun así no alcanzaba. Era muy alto.
-Es lo único que no me da vergüenza decir, o hacer.- Sin mas parlabas comenzaron a seguir nuestro ejemplo. Claro que no a escondidillas, porque no había nadie más.
-Sigues con frio?.- Le preguntó Björn a Cata.-Tienes las manos frías.-
-Sí, tengo frio. Y sueño, es muy tarde. Me iré a dormir.- Se despidieron. Cada uno a donde le correspondía, pero por un rato. La excusa perfecta era que tenían frio, pero era un simple pretexto. A eso de las cuatro de la mañana, y cuando tenían poco tiempo de llevar ‘durmiendo’ Björn se levantó y como si nada se cambio de habitación. Cata se asustó cuando sintió que alguien se metía a la cama al lado de ella.
-Ouch!.- Grito Björn.
-Eres tú?.- Le preguntó, prendiendo la luz para asegurarse de quien era.
-Sí. Ay!.-
-Lo siento!! Pero no debiste llegar y meterte debajo de las sabanas así nada más, me asusté.-Lo abrazó. Lo había golpeado con el codo.- Fue muy fuerte?.-
-No, me han pegado más fuerte, y no con un codo.-
-Ay pobre. Pero, dime una cosa, que haces aquí?.-
-Tengo frio.-
-Que friolento.-
-Que tú no tienes frio?.- Le preguntó, con una ceja arriba.
-Ahora si.- Luz fuera. No se volvieron a dormir precisamente.
Nick y Caro estaban en algo parecido. Pero no hablaron nada durante el trayecto de regreso al hotel, donde él se hospeda. Caro lo fue a dejar a la puerta, seguían sin decir nada. De despedida un beso. No uno simple, de hecho fue largo. Ella se fue a su casa, él entró a dormir, ambos con una sonrisa en la cara.
Así pasaron los días que restaban de ese año. Fue el más provechoso en mucho tiempo. Tenía una banda, era exitosa. Para mis amigas también había sido uno excelente, no solo en lo profesional, también en lo sentimental. Por lo menos para dos de nosotras todo estaba completamente claro. Antes de que terminara el año, el día 30, un jueves, recuerdo, fue la última presentación del año de The Weather Man Report. NME estaba haciendo una ronde de shows con las nuevas bandas que habían tenido éxito, y la más exitosa de ese año habíamos sido nosotros, asique cerramos el ciclo. Una vez más con mis compañeros de banda arriba de un escenario. Estaba Clau y su Gustaf, Cata y Björn. No supimos que le había pasado a Caro porque no estaba, lo más probable es que estuviera fuera de Londres, porque planeaba levantar otro hotel mal para su cadena.
-Por fin vamos a poder ver a esta chica en acción, Björn.- Le dijo Gustaf.
-Sí, quizás nos ayude a encontrar algún lugar para grabar. Y a grabar también.- Le respondía.
-Muchachos, los dejo.- Dijo Clau cámara en mano.
-A donde te vas? Me vas a dejar solo?.- Le dijo Gustaf así como con cara de pena.
-Sí, tengo que trabajar, y no vas a estar solo.-
-Segura? Con estos dos aquí no voy a estar muy acompañado que digamos.-
-Está bien, acompáñame un rato. Pero si alguna fan te reconoce no me hago responsable.- Le advirtió.
-Tienes razón. Mejor me quedo y te extraño un rato.- Se despidió y ella se fue a trabajar.
Comenzamos a tocar. Sonaba genial, y el público estaba muy exaltado. Cantaban, gritaban, saltaban. Incluso algunos bailaban. En algunos momentos, cuando me daba cuenta de que Claudia estaba por disparar hacia alguna morisqueta a la cámara. Obviamente le daban ataques de risa.
A mitad de show, y entre la audiencia distinguí una cabeza amarilla que me era familiar. Era Ricky que había ido a verme, pero como un asistente más. Me dio un nudo en la garganta. Nos detuvimos un momento. Siempre parábamos casi al final para tomar un poco de aire, beber algo. Recuperar energías para después seguir con el final.
-Te diste cuenta quien estaba en el publico?.- Me preguntó Clau.
-Sí, lo acabo de ver.- Dije un poco triste.
-No le dirás nada?.-
-Sí, pero no de frente. Será una indirecta.-
-Pero como lo vas a hacer?.- Me preguntó.
-Ya verás.- Me saqué la guitarra. Hablé con los chicos para cambiar una canción de última hora. Ellos accedieron, porque la canción que escogí era una de agrado colectivo. Subimos nuevamente. Tocamos un par más de las nuestras.
-Esta canción, que es la ultima va dedicada a todos los que gustan de predecir cosas.- Tomé una baqueta e hice lo mismo que él hace cuando tocan I Predict a Riot. Comencé a cantarla. La gente se estaba volviendo loca. Saltaban y cantaban a todo pulmón. Casi terminando la canción hice la locura más grande que había hecho en mi vida, bajé del escenario y me fui hacia la multitud, y me paré en la valla que separa a la gente del escenario. Claro que fue completamente calculado para que, mientras yo subiera fuera Ricky quien tomara mi mano y me afirmara. Él tenía más experiencia en esas cosas que yo. Lo miré un par de veces, moría de la risa, y cantaba al mismo tiempo. Clau tomo un par de fotos de ese momento. Con eso dimos por terminado el show. Las gracias y a cambiarnos de ropa a camerino.
-Tú estás loca.- Me gritó Claudia cuando entró.-Como se te ocurre hacer eso?-
-Tenía que hacerlo. Pero sabes, no se siente mal estar entre la multitud.-
-Y que Ricky te tome la mano tampoco. Eres tan ágil de mente.- No sabía si me felicitaba o si quería decir que me ‘odiaba’ por eso.
Björn y Gustaf fueron también a felicitarme. Habían quedado encantados con mi actuación y querían invitarnos a tocar con ellos cuando vuelvan a tocar. También querían que les ayudara a dar con un estudio de grabación.
Cuando ya estaba más descansada fui al escenario a buscar mi gorro, con el que había comenzado y que había tirado a mitad de concierto. Ahí estaba solo esperando. Me acerqué a saludarlo, salté la barrera que separaba y ahí me quedé, frente a él, esperando que dijera algo. No lo hizo. Solo me abrazó. Fue un abrazo de perdón por lo anteriormente sucedido.
-Estás loca.- Fue lo que me dijo al oído.
-Aprendí del mejor.- Respondí. Se separó un momento, me miró. Tomó mi cara y me besó. Si había alguien que no debía estar, no nos importó. Solo sentí aplausos y silbidos que venían del escenario. Mis amigos bulliciosos y molestosos no querían estar fuera de este momento.

sábado, 1 de mayo de 2010

Cap. 34: ’El manso asado’ Parte 2

-Nick!!.- Gritó el chef de turno. Estaba emocionado y alegre por ver a alguien conocido. No pudo ‘correr a sus brazos’ porque podría dejar una mala impresión. Pero no por él, porque le da un poco lo mismo hacer el ridículo, la vergüenza no existe en su vocabulario, si no que por mí. Quizás la gente que había en ese lugar pensaría que ese ‘amigo’ mío seria un poco raro, o quién sabe qué cosa, así fue que para evitar cualquier cosa, ni hizo nada.
-Y tú qué haces acá?.- Le preguntó Nick, extrañado.
-Que crees que puedo estar haciendo?.-
-Te contrataron para cocinar?.- Pregunta sin sentido de Nick.-Bueno, no es eso.- Dijo después de ver la cara de Ricky.
-Lo bueno es que estas aquí, y ya no me siento tan solo gracias a los suecos.-
-Cuales suecos?.- Preguntó. Estaba muy desconectado de todo lo que estaba pasando.
-Esos que están sentados en el sofá jugando.- Dijo Rick apuntando con el cuchillo.
-Son suecos?.- Volvió a preguntar Nick
-Que acaso no parecen?.-
-No. Si se ponen al lado tuyo no. O puede ser que tú tienes cara de sueco, por ser rubio.- Siguieron ambos conversando sobre los suecos.
Después de saludar fui a la cocina por un delantal para el chef, que seguía conversando con Nick. Y cuidando de la carne.
-Me das permiso.- Le dije por la espalda. Le puse un delantal.
-No lo aprietes tanto, no voy a poder respirar.- Me pidió con voz de ahogado.
-Falta mucho?.-
-Más o menos. Tendrías que haber comido algo, ves. En vez de comer te pusiste a jugar esa cosa.- Me llamó la atención. Si es tan preocupado.
-No te preocupes, ya no voy a poder jugar hasta quien sabe cuando.- dije mirando hacia la televisión. Inglaterra 3, Suecia 5 era el marcador que era Gustaf y Björn respectivamente. Las pobres muchachas estaban entrando en desesperación. Ellos no hablaban con nadie, solo entre ellos. Y más que cosas cuerdas eran palabrotas, todo por el juego.
-Oye, ustedes hasta cuándo van a jugar con eso?.- Preguntó Clau. No estaba muy contenta. Solo recibió una especia de gemido, como ese que hacen los perros cuando se enojan.
-Björn, cuando hablas como perro no entiendo.- Le gritó Cata. Pero no despegó los ojos de la pantalla.
-Olvídenlo chicas, no se van a despegar.- Dijo Ricky que llegó con las hamburguesas que estaban listas.
-Y tu como sabes?.- le preguntó Claudia
-Tengo experiencia de ser olvidado por esas cosas.- Dijo, mirándome a mi.
-Qué?.- Dije
-Que mala que eres! Lo dejas hablando solo? Pero siempre hace eso cuando se concentra jugando.- Decía Caro. Si, les había pasado un par de veces. Pero solo un par.
-Si, cuando me quedé en su casa. No me habló en tres horas porque estaba pegada jugando.-
-Gracias, Charles.- Dije.
-No te enojes. Toma.- Su pequeña compensación por casi acusarme por dejarlo hablando solo esa vez, me preparó una hamburguesa. Siempre tan atento.
-Ellos no piensan comer?.- Dijo Caro viendo que Björn y Gustaf no paraban.
-No creo, están a minutos de terminar el segundo tiempo y están empatados. Es probable que sigan hasta los penales. Y es tedioso.- Nick comentando sobre futbol. Como si ellos dos estuvieran en un partido de verdad.
-Necesito un milagro.- Exclamó Clau. Y, como si fuera el milagro de navidad, la luz se fue.
-No!.- Gritaron al mismo tiempo los jugadores. No pudimos evitar reírnos de ellos. Estaban tan concentrados jugando, tan entretenidos y a tres minutos de terminar el partido la luz se corta.
-Por fin dejaron de jugar! Aleluya!.- Cata con los brazos en alto. El resto que solo contemplábamos la escena no podíamos dejar de reír.
-Voy por velas. Acompáñame cachetes.- Dije. Obviamente nadie se movió.-Te digo a ti Charles-
-A mi? Oh, sí claro.-
Recorrimos toda la casa en busca de velas. Donde recordaba que había algunas era en mi cuarto de niñez -adolescencia. Increíblemente estaba todo como lo había dejado. Pero no tan desordenada.
En un cajón estaban todas las que había coleccionado durante esos años.
-Aquí dormías?- Me preguntó.
-Sí, aquí pasaba todo mi tiempo dibujando, pensando que sería de mi vida cuando sea grande.- Le decía. Sonaba tan cursi. Se acercó a mi lado. Algo me dijo al oído pero no le entendí. Y bueno, la oscuridad de esa noche y la soledad del interior de la casa hicieron que, bueno, nos conociéramos un poco más. Pero no tanto.
Aunque claro, no fuimos los únicos, para compensar el rato que estuvieron jugando sin tomar en cuenta a nadie.
-Me dio frio, Björn.- Le dijo Cata
-Pobrecita. Toma, tapate. No, mejor tapémonos, yo también frio.- Le dijo mientras se acomodaban.
-A qué hora van a llegar con las velas?.- Preguntó Clau
-Para que quieres velas, está bien así.- Gustaf quería mantener la oscuridad.
-Quiero luz.- Dijo Nick
-Creo que yo tengo una linterna!!.- Dijo casi gritando Caro.-Pero para qué?.-
-Para molestar. Están como todos juntos en algún lugar, me dan como ganas de molestarlos.-
-Que malo!.- Dijo Caro. Pero se quedó pensativa.-Como es eso de todos? Yo solo veo a estos cuatro aquí sentados, todos abrazados.-
- Y tu crees que el par que entró a ‘buscar velas’ están ‘buscando velas’?.- Le dijo.
-Si.-
-Linda, tan ingenua que eres, pequeñita.- Le dijo abrazándola.- No, conozco a Ricky y no debe estar ayudándola a buscar velas.-
-Pero ella le dijo que lo ayudara!!.- Decía, recordando lo que había dicho antes de salir. Claro, solo pudieron escuchar, no se veía nada.
-Sí, pero él aprovechará. Es así.-
-Que pillín!!.-
Sí, bueno, ingenuamente le pedí ayuda para buscar velas, un par de ojos extras no vienen nada de mal, pero solos y sin luz, hay cosas que deben pasar. Después de un rato, y de por fin encontrar las velas y unas linternas, nos dignamos a parecer donde estaba el resto de la gente.
-Por qué Ricky esta despeinado y con la cara roja? Y tú también?.- Exclamó Nick. Se dio cuenta. Pero después de eso, ya todos se habían dado cuenta.