Björn también estaba en el mismo asunto, pero a diferencia de Cata, él parecía más niña, Gustaf se lo hizo notar.
-Pareces niña.-
-Pero por qué?- reclamaba Björn cuando se miraba al espejo. Se estaba probando el chaleco negro y la corbata de moño.
-Porque este es el quinto frac que te pruebas, sigues reclamando que el chaleco no te queda, que el chaleco es muy largo, que el moño debe ser rojo, que una estupidez porque no combinan, que esto, que lo otro…-
-Pero debo verme bien.- Seguía acomodando su chaleco. Después siguió con la chaqueta. Tampoco se convencía mucho de cómo se veía con ella.
-Mejor que la novia?.- Seguía Gustaf
-No, igual que ella. Me pasas el moño, por favor?.-
-Insisto que eres muy niña para estas cosas. Pero me caes bien.-
-Más te vale, o no te invito a la fiesta.-
-Voy a ir de todas formas si no me invitas.- dijo muy seguro.
-Ah sí? Cómo?.-
-Mi novia es amiga de tu novia. Me van a llevar.-
Esas discusiones de amigos para matar los nervios previos a una boda, un gran acontecimiento para ellos que se conocen de tanto tiempo. Pasado el drama de los trajes de novios seguía escoger el lugar y mandar las invitaciones. A Björn se le ocurrió que, en vez de que todo el mundo asista con un traje muy elegante y pomposo, mejor fueran con algún disfraz, para hacerla más entretenida. A Cata le pareció una buena idea, así serian ellos los únicos con trajes elegantes y de novios. Con ese requisito mandaron los partes a sus invitados, que eran los amigos más cercanos y los familiares. Björn tuvo que mandar las invitaciones a Suecia, y escritas en sueco para que entendieran bien.
Al leer las invitaciones nos sorprendimos de ese requerimiento. Por nuestra parte, con Ricky salimos uno de esos flojos días de verano en busca de un disfraz. Ni idea de que iríamos vestidos, y por más que buscábamos no encontrábamos alguno ‘lindo’.
-Mira llegaron las invitaciones para el matrimonio de tu amigo.-Le dijo Clau a Gustaf. Leyó rápidamente lo que decía la invitación y notó una frase.-Disfraz obligatorio, los elásticos en las orejas no serán considerados como disfraz. Qué risa ellos dos.-
-Y de que te vas a disfrazar?.- Le preguntó
-Yo no sé, pero tu si.-
-Ay no, de que me vas a vestir, de la torre de pizza?.- Claudia rió. Gustaf no entendió y todo parecía caos (exageración mía, en realidad era una graciosa escena)
-No, bobo. Alguna vez viste The Addams Family?.- Le preguntó
-No quiero ser Homero Addams!!.-
-No, serás Largo.-
-Qué?!?.-
-Ay pero si te pareces. Además es lo más fácil para que te vistas, de mayordomo y listo!.-
-Y tú serás quien? El Tío Cosa?.-
-No!-
-Dedos?.- Seguía con la adivinanza.- Morticia? Pugsley no puedes ser, te faltan muchos, muchos kilos. Déjame pensar. Merlina?.- Sugirió
-Puede ser. Estas haciendo trabajar el cerebro Gus, me agradas.- dijo acariciando su cabeza.
A dos semanas estaban casi todos preparados con sus disfraces, los regalos para el matrimonio, el lugar ya estaba en preparación, los invitados confirmados. Los únicos aun si nada en idea éramos nosotros, como mis amigas dicen ‘The Wilson’. No teníamos idea de cómo vestirnos. Para cuando ya no teníamos ideas se me ocurrió decirle de por qué no se disfrazaba de oso café y yo de Mr. Bean. Dijo que era ridículo y que no quería hacer el ridículo en público. Claro, como él jamás hace esas cosas cuando hay más gente, y sobre todo cuando tiene más de 0.5 de alcohol en la sangre. Ironías de la vida. Al parecer se enojó después de decirle eso, porque no me habló por un buen rato, y como no soy de ese tipo de mujeres que le busca conversación a la gente, me fui a ver una película, si él la quería ver, no tenía problemas en hacer un espacio en el sofá, aunque me diera calor, ni problemas con darle palomitas de maíz. La escogida para la tarde, A Clockwork Orange, clásica de los setenta, traspasada de mi papá, es mi película favorita.
-Eso!!!.- Escuché a mitad de película. Porque Dios es grande no acabé pegada al techo.
-Ah! Maldito obeso barbón ebrio y sin vida!!! Para que gritas? Quieres que vengan a reclamar los vecinos??.-
-De eso nos vamos a disfrazar.-
-De pandillero setentero?.-
-Sí, pantalones blancos, camisa blanca, bototos negros, suspensores, y tú tienes muchos sombreros, alguno de esos de alcanzar en mi cabeza.-
-No lo creo pero lo intentaré.- Dije. Me levanté de donde estaba sentada y fui a revisar mi colección de sombreros, que no eran pocos. Antes de avanzar unos pasos me tomó por sorpresa por la cintura y me dejó mirándolo a los ojos. Esos ojos verdes que llamaron mi atención desde la primera vez que lo vi. Momento. La primera vez que lo vi.- A que bar sueles ir cuando estás en Londres?.- Pregunté.
-No recuerdo el nombre, solo sé que está en el centro. Por qué preguntas?.-
-Tú fuiste el gordo idiota que derramó cerveza sobre mi!.- No entendía lo que decía.- Si, te recuerdo perfectamente. Fue una noche que me fui de copas con mis amigos de banda para celebrar que por fin teníamos un contrato, que sacaríamos un disco y todo eso. Yo fui a la barra a buscar algo para tomar y choqué con un tipo más alto que yo, así como tú, que derramó parte de su cerveza en uno de mis brazos.-
-Eras tú? Y yo te dije algo así como ‘para que eres tan pequeña’. En serio te acuerdas de eso?.- Estaba impactado de mis recuerdos.
-Juré vengarme del gordito ese. Pero viendo que eres tú, no puedo.- Silencio por unos momentos. Seguíamos abrazados claro.- Nos vamos a buscar el sombrero?.-
-Sí, vamos.- Pasamos casi toda la noche en eso. Ninguno era de su talla. Definitivamente debíamos salir de compras. Y eso ocurrió al día siguiente. Camisas blancas, pantalones blancos, suspensores del mismo color. A una tienda de artículos militares para las botas, y mi tienda favorita para el sombrero. Además del hongo, llevé un par más.
-No los necesitas, Eve.- Me decía Ricky que caminaba lleno de bolsas.
-Lo sé, pero me gustan.-
Después de llegar a casa debía hacer una importante llamada, y que era secreta. Nadie se podía enterar, era una sorpresa para Catalina, ahora que sería una mujer casada. Le organizamos la típica despedida de soltera. Sería algo pequeño en un bar cercano, solo para nosotras cuatro. La llevamos de sorpresa, de hecho le dijimos que nos juntaríamos a ayudarle con algunas cosas que necesitaba.
-Pero por aquí no se va a tu casa Eve.- Decía preocupada mirando por la ventana.
-Nadie dijo que iríamos a mi casa, Cata.- Dije mirándola por el espejo. Estaba conduciendo.
-No Cata, es nuestra sorpresa.- Le decía Clau.
Llegamos al bar, buscamos la mesa que teníamos reservada en el segundo piso. Ahí donde van todos los famosos.
-Este lugar es genial!.- Decía Caro.
-La ventaja de tener una amiga que es músico y famosa.- Decía orgullosa Claudia.
-No soy famosa, solo conocida.-
-Espera a que te cases. Ahí si serás famosa.-
-Tu insistes en que me case, no? Basta!!.-
-Es broma.- Me abrazó en forma de disculpa.
Comenzamos con nuestra celebración, recordando los buenos tiempos como mujer soltera. Las locuras que hacíamos cuando más jóvenes, los antiguos novios, las primeras borracheras con nuestros primeros sueldos, en fin, tantas cosas que pasaron.
-En serio te quieres casar, Cata?.- Le preguntó Caro.
-Por qué preguntas eso?.-
-No sé. Pero por qué preguntas eso, tu ya estas casada.-
-De curiosa. Y ahora? Faltan algunas cosas así como para darle el toque de noche de despedida de soltera, no?.- Dijo Caro.
-yo lo estoy pasando bien así.- Dijo Caro.
-Por qué crees que esto es un privado?.- Dije.
-No me digas que tu…..- Reventó en Risa Caro.- Mucha junta con Ricky, no lo volverás a ver!.-
-No me lo digas, ya lo sé-
Entró el muchacho que habíamos contratado, que fue vestido de policía. No era para deleitarnos, solo para reír un rato. No del pobre chico, si no de nuestras reacciones, que eran muy particular. Solo una era común entre nosotras: estábamos ruborizadas. Terminamos de celebrar a eso de las tres y media de la mañana. Como la menos alcoholizada siempre soy yo, fui a dejarlas a sus casas. Caro se estaba quedando con Nick en la casa londinense de Ricky, que no la ocupaba por estar en mi casa. Había sido una divertida noche solo entre nosotras, como siempre había sido eso sí, la mejor forma de terminar su vida de soltera. En un par de días más sería la señora Dixgård.
-Estas rojita, bebiste?.- Le preguntó Björn
-Un poco.-
-Pero se la pasaron bien, no?.-
-No se nota?.-
-Para nada.-Rió Björn.- Ve a lavarte los dientes y a dormir. Tienes que descansar estos días para que estés mas linda cuando nos casemos.-
-Ay lo sé. Yo pensaba que estarías durmiendo, es tarde.- Le dijo desde el baño.
-Sí, estaba jugando.-
-Tú siempre jugando con esas cosas. Cuando maduraras?.-
-Nunca. Te molesta que sea así?.- Le preguntó
-No, calma. Está bien. Nos vamos a dormir? Tengo sueño.- Se fueron finalmente a dormir.
-No Gustaf, solo estábamos Caro, Eve y la festejada Cata. Estas celoso?.- Decía Clau cuando se preparaba para dormir.
-Solo preocupado. No podría hacerte escenitas de celos porque tú también comenzarías a hacer esas cosas cada vez que me vaya de gira.-
-Y no me llevarás? Dijiste que sería su fotógrafa.-
-Oh, es cierto. Bueno, no podré ponerme celoso, y tu tampoco.- Fue lo último que se dijeron antes de dormir.-
Caro se había servido un café y se había puesto a revisar unos papeles. Trabajo. Nick siempre le decía que dejara de ser tan trabajólica, que era bueno estar preocupado del trabajo, pero que la noche estaba hecha para dormir, descansar y otras cosas más. Su respuesta siempre era ‘solo porque lo dices tú me iré a descansar’.
Cuando por fin arribé a mi casa, a eso de las cuatro de la mañana, todo se encontraba oscuro y silencioso. En el cuarto principal la televisión estaba prendida. Ricky se había quedado dormido viéndola. Me vestí para dormir. Apagué todo y me dormí.
Dos días después todos estaban nerviosos por la boda. Los novios se levantaron temprano para prepararse y tener un lindo día. Después del desayuno no se vieron más hasta la hora de la boda, que sería en el mismo lugar donde seria la fiesta. Estaba programada para que comenzara todo a las siete de la tarde. Los novios se vestían en casas distintas para no verse antes de contraer el vínculo. Se alistaban y ya marchaban al lugar, que era fuera del centro de Londres, en una casa de la época victoriana, que era muy grande, así como un palacio real pero no tan grande. Björn fue el primero en llegar y recibía a los invitados en compañía de sus papás. Su mamá no paraba de arreglarle el chaleco, la chaqueta, que tenía una pelusa, que tenia esto.
-Mamá, ya basta. Me estas poniendo nervioso!!!- Le reclamaba
-Ay Björn, tienes que estar presentable.- Le decía.
-Está bien mamá.- Se tenía que aguantar la revisión de su mamá.
Los invitados seguían llegando, nosotros incluidos.
-Que originales que son.- Nos dijo Björn al recibirnos en la entrada.
-Ay Björn, como estas? Te ves guapo!!.- Le dije al saludarlo.
-Gracias por lo guapo!.- Rió.- Estoy bien. Me siento como antes de salir a tocar.-
-Este será el show más importante. Y será el más hermoso de todos.- Dije para animarlo.
-Que linda, gracias. Pasa.- Me dijo con un abrazo. A alguien no le pareció de mucho gusto todo eso, pero se tenía que aguantar, Björn es mi amigo y nada más.
-No, en serio estas vestido así? Que original Largo!.- Le gritó a Gustaf.
-No molestes. Me puedes traer un vaso de algo con alcohol?.- Lo molestó de vuelta.
-No soy mozo!!.-
Oh, yo pensaba que estabas vestido de eso! Son bromas amigo. No estés nervioso, saldrá bien.- Le dio ánimos.
Ya con todo el mundo dentro solo faltaba la novia, que como todas, estaba retrasada. Y eso destrozaba los nervios de Björn.
sábado, 31 de julio de 2010
viernes, 30 de julio de 2010
Cap. 57: ‘I Don't Love Anyone’
Desperté a eso de las 12, era abrazada por mi acompañante. La temperatura ambiente era un poco alta y me daba calor. Era una desventaja el que él fuera la mejor opción para pasar el frio del invierno, no sirve para pasar el calor del verano. Me levanté y fui por mi laptop para leer los diarios, a ver comentarios sobre lo que ocurrió. Intentaba no meter mucho ruido, pero habían cosas en las que era imposible no hacerlo, como al teclear. Revisaba y revisaba las críticas. En uno de los links que habían me fijé que decía ‘bajista de Klaxons y su nueva conquista’. Y ahí estaba yo en la imagen abrazada a Jamie, pero claro, somos amigos. Y es solo un abrazo. El artículo decía que, supuestamente, llevábamos un par de semanas saliendo juntos y que este festival había servido para ‘dar a conocer esta relación’. Porquerías, era obvio que nada de eso es verdad.
-Siempre pasas pegada a esa cosa?.- Preguntó Ricky al despertar, había notado que estaba en el laptop.
-Si, a veces.-Cerré la tapa, no quería que viera pero sabía que se terminaría enterando de alguna u otra forma
-No, no. Yo quiero ver.- Me lo quitó de las manos y vio todo.- Y esto?-
-Cosas que los periodistas inventan para que la gente compre revistas y diarios, y vea cosas en internet.-
-Espera, tu estas saliendo con él y conmigo al mismo tiempo?.- Se preocupó.
-Yo? No, como crees?.- No tenía cara de creerme.- No me crees, verdad?.-
-Si te creo, me dijiste claramente anoche que ‘solo tenias ojitos para mí’. Relájate, no te voy a decir nada, ya sé que se conocen de antes, y que él no es tu tipo.- Que risa eso ultimo, no pude aguantarla y salió como una risotada.- por qué te ríes? Todo el mundo siempre se ríe de mí.-
-Dices cosas graciosas. Pero quien te dijo que tú eras mi tipo?.-
-No sé, se me ocurrió. No tienes cara de gustarte los altos y delgados.- Nuevamente me reí de su comentario.- Ahora que dije.-
-Eso es mentira! De donde sacas esas cosas? Además, si es por eso y para que sepas, el bajista gigante de Klaxons no es delgado. Para nada. Es como tu.-
-Yo no soy gordito.- no quería deprimirlo, así fue que lo invité a tomar el desayuno, al medio día.
Pasaron varias semanas después de ese Glastonbury, la vida seguía sonriendo para todas. Como ya había decidido me tomé un mes de vacaciones, quería descansar y organizar todo para el nuevo disco que se venía de nuestra parte. Pero no solo yo organizaba cosas, los vocalistas y guitarristas de Mando Diao y sus novias también. Habían comenzado con los preparativos para sus bodas. El lugar de la fiesta, trajes, vestidos, adornos, invitados, incluso Claudia y Gustaf ya estaban buscando una casa, así de apresurados. Las fechas ya estaban tomadas, Cata y Björn se casarían en septiembre, a mediados de mes, estaban a poco tiempo y trabajaban a contra reloj. Terminaban bastante cansados, Cata tenía mucho trabajo en donde trabajaba y Björn estaba en las últimas semanas antes de mandar a mezclar el disco, algo que demoraba entre cuatro a seis semanas, o más, si es que no le gustaba a la banda como había quedado. Ya tenían nombre para el disco: ‘Ode to Ochrasy’ era el nombre, que venía de ‘Ochrasy’, una de las canciones que habían hecho.
-Estoy exhausta, Björn. No doy más.- Decía Cata tirada en la alfombra de su casa.
-Yo también.- dijo acomodándose a su lado, también en la alfombra.- Pero hay que soportar un par de semanas más, ya no falta nada para irnos de luna de miel y descansaremos un rato.-
-Por qué eres tan lindo? Ah? Dime por qué?.-
-No sé, mis papás me hicieron así.-
-Benditos sean esos señores.- Se acomodó al lado de él.
-benditos sean los tuyos también. Benditos sean nuestros papases.- Rieron del último comentario de este. Estaban ansiosos y nerviosos por lo que venía. Sería un gran día, lo sabían.-Ya basta. No mas descaso en la alfombra, es hora de seguir con lo nuestro.-
-Con lo nuestro? Qué cosa?.- Dijo Cata, coqueta.
-hay que hacer la lista de invitados, cariño. Nos tomará días, estoy seguro.-
-Ah, eso.- Dijo resignada a tener que pasar un par de horas sentada frente a Björn decidiendo a quien invitar y a quién no.
-No era lo que pensabas? Ay que sucia Catalina!! Hagamos esto primero y después vemos que hacemos.- Le dijo.
-Que sucio que eres Björn Hans-Erik! Está bien, me agrada tu idea. Hagamos eso y después, ya sabes.- Se sentaron a la mesa, con lápiz y varios papeles, nombraban una a una a las personas que conocían y las anotaban. A medida que las hojas se llenaban revisaban la lista y veían quienes sí y quiénes no. En eso les dieron la media noche y decidieron parar. Tenían mejores cosas que hacer. Además de dormir y reponer energías para el próximo día.
Para Gustaf y Claudia los días eran eternos, y como que nunca llegaba el otro día. Ellos se casarían en Noviembre, durante la primera semana, pero estaban tan ansiosos que querían adelantar la fecha lo más que se pudiera. Cosas de ellos. Habían hablado con el juez civil que los casaría, con el que habían pedido la hora, solo les respondió que intentaría hacer algo, pero no les prometía nada. De todas formas comenzaban a ver cada detalle, todo debía estar en excelente condiciones, esperaban no dejar algo al azar.
Un par de semanas después me llamaron, necesitaban de mis servicios. Sonaba mi teléfono y me tuve que levantar a contestar, o esa era mi intención, Ricky, que una vez más se fue a mi casa, no quería que fuera a contestar. Tenía razón, estaban molestando un poquito.
-Es necesario que vayas?.- Decía sin soltarme
-Sí, puede ser mi mamá que necesita algo, o papá, no se.- Intentaba zafarme de sus abrazos y besos, pero era casi imposible. Desventaja de ser bajita. Claudia aun esperaba que contestara.
-Ay esta mujer que no contesta!.- Se quejaba
-y si está ocupada?.- Le decía Gustaf que revisaba unos papeles a su lado.
-Haciendo qué? Contesta, contesta….-
-Cosas de ella? No lo sé.-
-No, esperaré a que contestes.-
-Por favor Ricky, en serio. Prometo que será corto.-
-No más de 10 minutos.- Me advertía
-Que desesperado!!.-Finalmente me pude levantar y contestar el teléfono.- Si?.-
-Hasta que contestas! Dónde estabas?.-
-Ocupada.-
-Y en qué? No me digas que también estás haciendo planes para casarte a escondidas. Que feo, eso no se hace.- Decía Claudia.
-Que yo qué? No, por favor. No quiero casarme. Que necesitas?.- Dije.
-Ay que gruñona, igual que tu novio, son tal para cual. Cásense!.-Insistía- Ya, está bien. Necesito que hagas nuestros partes de matrimonio.-
-Yo?.- dije así como impactada por lo que me pedía.
-Sí, tu. Tú sabes de esas cosas, y eres genial. Puedes hacerlo? Di que si, por favor!!.-
-Está bien. Los haré. Cuando tenga los bocetos te llamaré para que escojas el que te guste más.-
-Siempre tan profesional para tus cosas. Linda. Estaré esperando. Ahora vuelve a hacer tus cosas, cochina.- Cortamos.
-Por qué siempre se dan cuenta de lo que estoy haciendo?.- dije en voz baja.
-Te demoraste 15 minutos, te dije 10.- Me reclamaban
-Ah por favor Ricky, no molestes.- Le reclamé de vuelta, estábamos muertos de la risa. Volví a acurrucarme a su lado después de hablar por teléfono.-Fueron solo cinco minutos más.-
-Cinco minutos es suficiente.-
-Para qué?.- Pregunté. Me respondió con una ceja arriba, y esa cara de pícaro que a veces tiene. Y que hace que muchas veces pierda la razón.- Esta bien, ya sé de que hablas. Insisto que eres.. Como decirlo?.-
-Sátiro?.- Dijo seriamente. Comencé a reírme muy fuerte y sin parar. Un ataque de risa.
-No quería decirlo así, pero ya que insistes. Debo insistir que eres un sátiro, Richard Wilson.- Le decía entre risas.
-Y yo debo decir que eres mi ninfa, Eve Kuznetsov.- Volvimos a las andanzas.
Y el tiempo no detenía su frenético caminar. Agosto ya había llegado y una boda nos esperaba, cata estaba en los últimos detalles de su vestido, al igual que Björn con su traje. El vestido era blanco, con un corsé con muchos detalles que daban la forma de un rosal, con las rosas en botones y todo.
-es perfecto, no?.- Nos decía.
-Te ves tan linda Cata.- Clau comentaba también.
-Yo creo que no deberías darle ningún retoque, te asienta perfecto.-Dije.
-Tú crees, Eve?.-
-Estoy segura.-
-Entonces lo dejamos así, señorita?.- Le preguntó la vendedora.
-Sí, quedó perfecto, gracias.- Cata se fue al vestidor a cambiarse de ropa.
-Se ve tan linda, jamás pensé que este día llegaría. Es tan emocionante. Pero tú, cuando tú?.-
-Olvídalo, no creo que me case.-
-Pero por qué? Acaso no se aman ustedes dos? Y antes de que me digas algo, ustedes están hechos para el otro, se les nota a leguas.- Insistía
-Gracias pero no creo. Sabes que algunas personas le tienen miedo al compromiso?.-
-Y ustedes no están comprometidos?.-
-Sí, pero casarse es más serio. Y nosotros no somos serios.- Cata salió de donde estaba
-De quien están hablando? De mi?.- Decía
-No, tonta, de esta mujer que no quiere admitir que muere de ganas de estar casada con su Romeo con cara de vikingo.- Decía Clau.
-Yo también creo que deberías casarte con tu vikingo.- Adjuntó Cata.
Mi vikingo. Qué risa los apodos para mi novio de parte de mis amigas.
-Siempre pasas pegada a esa cosa?.- Preguntó Ricky al despertar, había notado que estaba en el laptop.
-Si, a veces.-Cerré la tapa, no quería que viera pero sabía que se terminaría enterando de alguna u otra forma
-No, no. Yo quiero ver.- Me lo quitó de las manos y vio todo.- Y esto?-
-Cosas que los periodistas inventan para que la gente compre revistas y diarios, y vea cosas en internet.-
-Espera, tu estas saliendo con él y conmigo al mismo tiempo?.- Se preocupó.
-Yo? No, como crees?.- No tenía cara de creerme.- No me crees, verdad?.-
-Si te creo, me dijiste claramente anoche que ‘solo tenias ojitos para mí’. Relájate, no te voy a decir nada, ya sé que se conocen de antes, y que él no es tu tipo.- Que risa eso ultimo, no pude aguantarla y salió como una risotada.- por qué te ríes? Todo el mundo siempre se ríe de mí.-
-Dices cosas graciosas. Pero quien te dijo que tú eras mi tipo?.-
-No sé, se me ocurrió. No tienes cara de gustarte los altos y delgados.- Nuevamente me reí de su comentario.- Ahora que dije.-
-Eso es mentira! De donde sacas esas cosas? Además, si es por eso y para que sepas, el bajista gigante de Klaxons no es delgado. Para nada. Es como tu.-
-Yo no soy gordito.- no quería deprimirlo, así fue que lo invité a tomar el desayuno, al medio día.
Pasaron varias semanas después de ese Glastonbury, la vida seguía sonriendo para todas. Como ya había decidido me tomé un mes de vacaciones, quería descansar y organizar todo para el nuevo disco que se venía de nuestra parte. Pero no solo yo organizaba cosas, los vocalistas y guitarristas de Mando Diao y sus novias también. Habían comenzado con los preparativos para sus bodas. El lugar de la fiesta, trajes, vestidos, adornos, invitados, incluso Claudia y Gustaf ya estaban buscando una casa, así de apresurados. Las fechas ya estaban tomadas, Cata y Björn se casarían en septiembre, a mediados de mes, estaban a poco tiempo y trabajaban a contra reloj. Terminaban bastante cansados, Cata tenía mucho trabajo en donde trabajaba y Björn estaba en las últimas semanas antes de mandar a mezclar el disco, algo que demoraba entre cuatro a seis semanas, o más, si es que no le gustaba a la banda como había quedado. Ya tenían nombre para el disco: ‘Ode to Ochrasy’ era el nombre, que venía de ‘Ochrasy’, una de las canciones que habían hecho.
-Estoy exhausta, Björn. No doy más.- Decía Cata tirada en la alfombra de su casa.
-Yo también.- dijo acomodándose a su lado, también en la alfombra.- Pero hay que soportar un par de semanas más, ya no falta nada para irnos de luna de miel y descansaremos un rato.-
-Por qué eres tan lindo? Ah? Dime por qué?.-
-No sé, mis papás me hicieron así.-
-Benditos sean esos señores.- Se acomodó al lado de él.
-benditos sean los tuyos también. Benditos sean nuestros papases.- Rieron del último comentario de este. Estaban ansiosos y nerviosos por lo que venía. Sería un gran día, lo sabían.-Ya basta. No mas descaso en la alfombra, es hora de seguir con lo nuestro.-
-Con lo nuestro? Qué cosa?.- Dijo Cata, coqueta.
-hay que hacer la lista de invitados, cariño. Nos tomará días, estoy seguro.-
-Ah, eso.- Dijo resignada a tener que pasar un par de horas sentada frente a Björn decidiendo a quien invitar y a quién no.
-No era lo que pensabas? Ay que sucia Catalina!! Hagamos esto primero y después vemos que hacemos.- Le dijo.
-Que sucio que eres Björn Hans-Erik! Está bien, me agrada tu idea. Hagamos eso y después, ya sabes.- Se sentaron a la mesa, con lápiz y varios papeles, nombraban una a una a las personas que conocían y las anotaban. A medida que las hojas se llenaban revisaban la lista y veían quienes sí y quiénes no. En eso les dieron la media noche y decidieron parar. Tenían mejores cosas que hacer. Además de dormir y reponer energías para el próximo día.
Para Gustaf y Claudia los días eran eternos, y como que nunca llegaba el otro día. Ellos se casarían en Noviembre, durante la primera semana, pero estaban tan ansiosos que querían adelantar la fecha lo más que se pudiera. Cosas de ellos. Habían hablado con el juez civil que los casaría, con el que habían pedido la hora, solo les respondió que intentaría hacer algo, pero no les prometía nada. De todas formas comenzaban a ver cada detalle, todo debía estar en excelente condiciones, esperaban no dejar algo al azar.
Un par de semanas después me llamaron, necesitaban de mis servicios. Sonaba mi teléfono y me tuve que levantar a contestar, o esa era mi intención, Ricky, que una vez más se fue a mi casa, no quería que fuera a contestar. Tenía razón, estaban molestando un poquito.
-Es necesario que vayas?.- Decía sin soltarme
-Sí, puede ser mi mamá que necesita algo, o papá, no se.- Intentaba zafarme de sus abrazos y besos, pero era casi imposible. Desventaja de ser bajita. Claudia aun esperaba que contestara.
-Ay esta mujer que no contesta!.- Se quejaba
-y si está ocupada?.- Le decía Gustaf que revisaba unos papeles a su lado.
-Haciendo qué? Contesta, contesta….-
-Cosas de ella? No lo sé.-
-No, esperaré a que contestes.-
-Por favor Ricky, en serio. Prometo que será corto.-
-No más de 10 minutos.- Me advertía
-Que desesperado!!.-Finalmente me pude levantar y contestar el teléfono.- Si?.-
-Hasta que contestas! Dónde estabas?.-
-Ocupada.-
-Y en qué? No me digas que también estás haciendo planes para casarte a escondidas. Que feo, eso no se hace.- Decía Claudia.
-Que yo qué? No, por favor. No quiero casarme. Que necesitas?.- Dije.
-Ay que gruñona, igual que tu novio, son tal para cual. Cásense!.-Insistía- Ya, está bien. Necesito que hagas nuestros partes de matrimonio.-
-Yo?.- dije así como impactada por lo que me pedía.
-Sí, tu. Tú sabes de esas cosas, y eres genial. Puedes hacerlo? Di que si, por favor!!.-
-Está bien. Los haré. Cuando tenga los bocetos te llamaré para que escojas el que te guste más.-
-Siempre tan profesional para tus cosas. Linda. Estaré esperando. Ahora vuelve a hacer tus cosas, cochina.- Cortamos.
-Por qué siempre se dan cuenta de lo que estoy haciendo?.- dije en voz baja.
-Te demoraste 15 minutos, te dije 10.- Me reclamaban
-Ah por favor Ricky, no molestes.- Le reclamé de vuelta, estábamos muertos de la risa. Volví a acurrucarme a su lado después de hablar por teléfono.-Fueron solo cinco minutos más.-
-Cinco minutos es suficiente.-
-Para qué?.- Pregunté. Me respondió con una ceja arriba, y esa cara de pícaro que a veces tiene. Y que hace que muchas veces pierda la razón.- Esta bien, ya sé de que hablas. Insisto que eres.. Como decirlo?.-
-Sátiro?.- Dijo seriamente. Comencé a reírme muy fuerte y sin parar. Un ataque de risa.
-No quería decirlo así, pero ya que insistes. Debo insistir que eres un sátiro, Richard Wilson.- Le decía entre risas.
-Y yo debo decir que eres mi ninfa, Eve Kuznetsov.- Volvimos a las andanzas.
Y el tiempo no detenía su frenético caminar. Agosto ya había llegado y una boda nos esperaba, cata estaba en los últimos detalles de su vestido, al igual que Björn con su traje. El vestido era blanco, con un corsé con muchos detalles que daban la forma de un rosal, con las rosas en botones y todo.
-es perfecto, no?.- Nos decía.
-Te ves tan linda Cata.- Clau comentaba también.
-Yo creo que no deberías darle ningún retoque, te asienta perfecto.-Dije.
-Tú crees, Eve?.-
-Estoy segura.-
-Entonces lo dejamos así, señorita?.- Le preguntó la vendedora.
-Sí, quedó perfecto, gracias.- Cata se fue al vestidor a cambiarse de ropa.
-Se ve tan linda, jamás pensé que este día llegaría. Es tan emocionante. Pero tú, cuando tú?.-
-Olvídalo, no creo que me case.-
-Pero por qué? Acaso no se aman ustedes dos? Y antes de que me digas algo, ustedes están hechos para el otro, se les nota a leguas.- Insistía
-Gracias pero no creo. Sabes que algunas personas le tienen miedo al compromiso?.-
-Y ustedes no están comprometidos?.-
-Sí, pero casarse es más serio. Y nosotros no somos serios.- Cata salió de donde estaba
-De quien están hablando? De mi?.- Decía
-No, tonta, de esta mujer que no quiere admitir que muere de ganas de estar casada con su Romeo con cara de vikingo.- Decía Clau.
-Yo también creo que deberías casarte con tu vikingo.- Adjuntó Cata.
Mi vikingo. Qué risa los apodos para mi novio de parte de mis amigas.
Cap. 56: ’ Girls who play guitars’
También querían ser los primeros en saludarme, sobre todo uno, pero fui abordada por un par de suecos antes de llegar. Son bastante molestosos, por eso me caían bien. Me abrazaron, me felicitaron, también me preguntaron, ahora que tendría más tiempo, porque después de esa presentación me tomaría un par de semanas de vacaciones y de ahí directo a recluirme a un estudio a grabar. Obviamente acepté. Ya son amigos, no podía negarme. Ya cuando pasé la primera ‘barrera’ estaba esperando la segunda.
-Cómo pudiste desperfilarnos de esa forma?.- Me preguntó Ricky. Estaba aun muerto de la risa.
-En serio sonábamos mal? Quizás por eso nadie nos contrataba.- Decía Nick.-Pero mejoraste la canción considerablemente. Gracias por eso.-
-O sea, no es que sonaran tan mal, no me agradaba mucho su música.-
-Nos escuchabas?.- Preguntó Nick.
-Sí, pero fue porque mi papá me regalo su disco. Lo compró por accidente y me lo pasó. Aun se lamenta por eso.-
-Por qué?.- Me seguían preguntando
-Olvídenlo. Algún día les contaré.- Dije queriendo terminar con el tema, porque ahí venían mis amigas a saludar.
-Eres demasiado genial!!.- Gritó Carolina antes de llegar.
-Siempre es tan hiperventilada?.- Preguntó Ricky
-Si.- Contestamos al mismo tiempo Nick y yo. Llegaron y el abrazo grupal no pudo faltar. Era nuestro ‘sello’.
-Ay niñas, gracias.- Dije
-No, gracias a ti. Nos trajiste a este festival, y la hemos pasado genial.- Decía Cata.
-Ahora que hacemos? Nos vamos a celebrar?.- Dijo Claudia.
-No nos quedamos a ver a la banda que sigue?.- Sugerí
-Nah, vamos.- Terminaron por convencerme. Primero fuimos a cambiarnos de ropa, estábamos un poco sudados después de tanto tocar, y para ir presentables a celebrar debíamos cambiarnos. A Ricky le pareció extraño que yo me cambiara de ropa con otros cuatro hombres en un mismo lugar. Me esperaba, junto con el resto afuera.
-Estas celoso?.- Le preguntó Gustaf, como estaba aburrido, quería molestarlo.
-Yo? Ay, por favor, como crees.- Le respondió. Estaba apoyado en la pared al lado de la puerta, con los brazos cruzados.
-Uy si, el ‘mente abierta’. Asúmelo, estar hirviendo de envidia porque son cuatro hombres los que están en ese mismo lugar con tu novia cambiándose de ropa.- Seguía. Quería terminar pero se divertía. Y los demás también morían de la risa. El único que no se daba cuenta de que lo molestaban era el afectado, que se estaba enojando.-Ya no te enojes, es una broma.-
-Ha! Que bromista tu.- Seguía alegando. Fui la primera en salir, y noté que todos estaban riendo, menos Rick.
-Y a ti que te pasa?.-
-Nada. Nos vamos?.- Estaba apresurado. Nos fuimos en una de las camionetas que nos entregaron los organizadores. Nos llevaron de vuelta a donde nos hospedábamos y partimos al bar del mismo hotel, que había sido cerrado ese fin de semana para que los artistas que se quedaban en ese hotel pudieran celebrar con tranquilidad.
En ese lugar la luz era casi inexistente, habían varios músicos, mucho alcohol y otras cosas prohibidas, pero que ninguno de nosotros estaba dispuesto a probar o a aceptar.
El primero en ir por el alcohol, Ricky. Cuando llegó mi primera advertencia para con él fue ‘no quiero tener que llevarte a la habitación en andas’. No me dijo nada. Desde que salimos de Worthy Farm estaba raro, como enojado. Mis compañeros de banda ya se habían levantado de la mesa y se habían ido a bailar con sus novias, Claudia con Gustaf, Cata con Björn, Caro con Nick, todos también se levantaron a disfrutar menos yo.
-Me siento culpable.- Decía Gustaf, que espiaba como podía a donde estábamos nosotros sentados.
-por qué lo dices?.-
-Mira, están ahí sin hacer nada. Quizás que cosa dije que se la creyó toda.-
-Pobrecito. Eso pasa por molestarlos, ves Gustaf? Te diría que fueras a pedir disculpas, pero no es correcto que te acerques a ese lugar.- Lo regañaba Claudia. Al segundo se acercó Björn.
-Nos salió sensible el gordito, no?.-
-tal parece. Pero lo entiendo, no nos conoce bien y yo lo molesto. Pobre tipo.-
-Que piensas hacer?.- Le preguntó Cata a Gustaf.
-Nada, esperar hasta mañana. Quizás se le pase y no me diga nada. Pero si así es, hablaré con él. Solo porque su amiga me cae bien y nos ha ayudado bastante.- Decía. Es un buen tipo.
-Ay qué lindo, mi Largo.- Le dijo Clau como felicitándolo.
-Su qué?.- Preguntó Björn
-No te metas en cosas de otras parejas.- Lo retó Cata.-Mejor sigamos en lo que estábamos, no?.-
-Sí, mejor.- Se fueron un poco más lejos a bailar.
Seguía esperando una explicación por lo que estaba pasando, por su actitud de niño de quince años, pero nada pasaba.
-No me vas a decir nada?.- No respondió, solo se llevó el vaso a la boca y bebió. –Parece que no. Linda manera de terminar un excelente día.
-Quieres hablar?.- Me dijo, por fin!
-Sí, y ahora.- Contesté, un poco más molesta.
-Está bien, pero no aquí.-
-y donde vamos a ir? De vuelta al festival?.- Dije. Mis malas bromas.
-No.- Me tomó de una mano y me llevó hasta el ascensor, sacó de mi bolsillo la tarjeta donde salía el numero de la habitación, 581. Marcó el quinto piso. Dentro del elevador no gesticuló, solo me apretaba la mano. Era una forma de jugar que habíamos adoptado. Idiota, lo sé. Pensaba que así se me pasaría un poco el enojo, y a él también, pero nada pasaba, seguía igual de molesta. Por fin habíamos llegado, abrió la puerta. Me senté en la cama y ahí esperé.
-Ahora me vas a explicar por qué tienes esa cara? Por qué estas tan molesto?.- Dije.
-Siempre hacen eso?.-
-Hacer que cosa?.- Dije. No sabía de qué estaba hablando. Ricky se notaba nervioso. Era como si supiera la respuesta pero necesitaba reafirmarla.
-Siempre se cambian todos juntos?.-
-Qué? Disculpa, esto es una escenita de celos?.-
-Vas a contestar a mi pregunta?.-
-No, porque es una pregunta estúpida, sin sentido!.- Dije con la voz muy alta.- Como puedes pensar eso?.-
-No sé. Es que no es normal.-
-Ricky, los conozco desde que tenía cinco años, son casi mis hermanos, igual que las chicas. Aun no entiendo cómo puedes pensar esas cosas.- Volví a sentarme.
-Te enojaste?.- Se sentó al lado mío.
-Sí. Como lo notaste?.-
-Te pusiste roja. Discúlpame, no pensé que eso te molestaría.- Decía con voz de niño regañado.
-Eres inseguro?.- Le pregunté. Me miró raro.-Te lo pregunto porque esa es la reacción de alguien que no está seguro de lo que hace.-
-Un poco. Malas experiencias.-
-pobre. Pero bueno, te lo diré una vez en la vida, y es para que estés tranquilo: si acepté tener algo un poco más serio contigo, es porque estoy dispuesta a hacerlo, estoy dispuesta a solo tener ojos para ti, y nadie más. Y si te preguntas, mis compañeros de bandas tienen novias, yo soy solo su amiga.- Lo calmé un poco. También lo abrasé.-Nos devolvemos?.-
-No, tengo mejores planes. Además de tener que compensar lo ocurrido.- Dijo y se abalanzó sobre mí. Besos aquí y allá.-Amo a la chicas que tocan guitarra.-
-Estás loco!.- Dije entre risas
No necesito entrar más en detalle, se entiende que forma fue la que utilizó para compensar su rabieta. Fue lindo.
-Oye, y Eve?.- Dijo Carolina al notar que no estábamos cuando volvieron a la mesa.
-No sé, y Ricky? Tampoco están!.-
-Quizás que cosas fueron a hacer ese par.-
-Déjalos ser. Mejor nosotros también nos vamos a dormir, esto cansado.- Le decía Nick.
-Si claro, a dormir.-
-Bueno, primero a ‘You know what I mean’ y después a dormir.- Le decía subiendo las cejas
-Deberías ser comediante, sabias?.- lo molestó Caro. Se fueron abrazados a ‘dormir’
-Todos se están yendo. Que gente más aburrida.-Reclamó Cata.
-Yo también me quiero ir.-
-Ya se can también? No, quédense!!.-Decía Claudia.
-Sí, aun es temprano. Son las dos.- Gustaf mirando el reloj.
-Está bien. Nosotros nos quedaremos a cerrar el boliche esta noche. Algo para beber gente?.- Dijo Björn dispuesto a seguir hasta altas horas de la mañana. Se fue hasta la barra por algunos vasos de cerveza, volvió, brindaron por el buen momento que estaban pasando y continuaron hasta el otro día, cuando encontraron que a las seis de la mañana era una buena hora para dormir. Buenas noches. Se había terminado una jornada de celebraciones.
-Cómo pudiste desperfilarnos de esa forma?.- Me preguntó Ricky. Estaba aun muerto de la risa.
-En serio sonábamos mal? Quizás por eso nadie nos contrataba.- Decía Nick.-Pero mejoraste la canción considerablemente. Gracias por eso.-
-O sea, no es que sonaran tan mal, no me agradaba mucho su música.-
-Nos escuchabas?.- Preguntó Nick.
-Sí, pero fue porque mi papá me regalo su disco. Lo compró por accidente y me lo pasó. Aun se lamenta por eso.-
-Por qué?.- Me seguían preguntando
-Olvídenlo. Algún día les contaré.- Dije queriendo terminar con el tema, porque ahí venían mis amigas a saludar.
-Eres demasiado genial!!.- Gritó Carolina antes de llegar.
-Siempre es tan hiperventilada?.- Preguntó Ricky
-Si.- Contestamos al mismo tiempo Nick y yo. Llegaron y el abrazo grupal no pudo faltar. Era nuestro ‘sello’.
-Ay niñas, gracias.- Dije
-No, gracias a ti. Nos trajiste a este festival, y la hemos pasado genial.- Decía Cata.
-Ahora que hacemos? Nos vamos a celebrar?.- Dijo Claudia.
-No nos quedamos a ver a la banda que sigue?.- Sugerí
-Nah, vamos.- Terminaron por convencerme. Primero fuimos a cambiarnos de ropa, estábamos un poco sudados después de tanto tocar, y para ir presentables a celebrar debíamos cambiarnos. A Ricky le pareció extraño que yo me cambiara de ropa con otros cuatro hombres en un mismo lugar. Me esperaba, junto con el resto afuera.
-Estas celoso?.- Le preguntó Gustaf, como estaba aburrido, quería molestarlo.
-Yo? Ay, por favor, como crees.- Le respondió. Estaba apoyado en la pared al lado de la puerta, con los brazos cruzados.
-Uy si, el ‘mente abierta’. Asúmelo, estar hirviendo de envidia porque son cuatro hombres los que están en ese mismo lugar con tu novia cambiándose de ropa.- Seguía. Quería terminar pero se divertía. Y los demás también morían de la risa. El único que no se daba cuenta de que lo molestaban era el afectado, que se estaba enojando.-Ya no te enojes, es una broma.-
-Ha! Que bromista tu.- Seguía alegando. Fui la primera en salir, y noté que todos estaban riendo, menos Rick.
-Y a ti que te pasa?.-
-Nada. Nos vamos?.- Estaba apresurado. Nos fuimos en una de las camionetas que nos entregaron los organizadores. Nos llevaron de vuelta a donde nos hospedábamos y partimos al bar del mismo hotel, que había sido cerrado ese fin de semana para que los artistas que se quedaban en ese hotel pudieran celebrar con tranquilidad.
En ese lugar la luz era casi inexistente, habían varios músicos, mucho alcohol y otras cosas prohibidas, pero que ninguno de nosotros estaba dispuesto a probar o a aceptar.
El primero en ir por el alcohol, Ricky. Cuando llegó mi primera advertencia para con él fue ‘no quiero tener que llevarte a la habitación en andas’. No me dijo nada. Desde que salimos de Worthy Farm estaba raro, como enojado. Mis compañeros de banda ya se habían levantado de la mesa y se habían ido a bailar con sus novias, Claudia con Gustaf, Cata con Björn, Caro con Nick, todos también se levantaron a disfrutar menos yo.
-Me siento culpable.- Decía Gustaf, que espiaba como podía a donde estábamos nosotros sentados.
-por qué lo dices?.-
-Mira, están ahí sin hacer nada. Quizás que cosa dije que se la creyó toda.-
-Pobrecito. Eso pasa por molestarlos, ves Gustaf? Te diría que fueras a pedir disculpas, pero no es correcto que te acerques a ese lugar.- Lo regañaba Claudia. Al segundo se acercó Björn.
-Nos salió sensible el gordito, no?.-
-tal parece. Pero lo entiendo, no nos conoce bien y yo lo molesto. Pobre tipo.-
-Que piensas hacer?.- Le preguntó Cata a Gustaf.
-Nada, esperar hasta mañana. Quizás se le pase y no me diga nada. Pero si así es, hablaré con él. Solo porque su amiga me cae bien y nos ha ayudado bastante.- Decía. Es un buen tipo.
-Ay qué lindo, mi Largo.- Le dijo Clau como felicitándolo.
-Su qué?.- Preguntó Björn
-No te metas en cosas de otras parejas.- Lo retó Cata.-Mejor sigamos en lo que estábamos, no?.-
-Sí, mejor.- Se fueron un poco más lejos a bailar.
Seguía esperando una explicación por lo que estaba pasando, por su actitud de niño de quince años, pero nada pasaba.
-No me vas a decir nada?.- No respondió, solo se llevó el vaso a la boca y bebió. –Parece que no. Linda manera de terminar un excelente día.
-Quieres hablar?.- Me dijo, por fin!
-Sí, y ahora.- Contesté, un poco más molesta.
-Está bien, pero no aquí.-
-y donde vamos a ir? De vuelta al festival?.- Dije. Mis malas bromas.
-No.- Me tomó de una mano y me llevó hasta el ascensor, sacó de mi bolsillo la tarjeta donde salía el numero de la habitación, 581. Marcó el quinto piso. Dentro del elevador no gesticuló, solo me apretaba la mano. Era una forma de jugar que habíamos adoptado. Idiota, lo sé. Pensaba que así se me pasaría un poco el enojo, y a él también, pero nada pasaba, seguía igual de molesta. Por fin habíamos llegado, abrió la puerta. Me senté en la cama y ahí esperé.
-Ahora me vas a explicar por qué tienes esa cara? Por qué estas tan molesto?.- Dije.
-Siempre hacen eso?.-
-Hacer que cosa?.- Dije. No sabía de qué estaba hablando. Ricky se notaba nervioso. Era como si supiera la respuesta pero necesitaba reafirmarla.
-Siempre se cambian todos juntos?.-
-Qué? Disculpa, esto es una escenita de celos?.-
-Vas a contestar a mi pregunta?.-
-No, porque es una pregunta estúpida, sin sentido!.- Dije con la voz muy alta.- Como puedes pensar eso?.-
-No sé. Es que no es normal.-
-Ricky, los conozco desde que tenía cinco años, son casi mis hermanos, igual que las chicas. Aun no entiendo cómo puedes pensar esas cosas.- Volví a sentarme.
-Te enojaste?.- Se sentó al lado mío.
-Sí. Como lo notaste?.-
-Te pusiste roja. Discúlpame, no pensé que eso te molestaría.- Decía con voz de niño regañado.
-Eres inseguro?.- Le pregunté. Me miró raro.-Te lo pregunto porque esa es la reacción de alguien que no está seguro de lo que hace.-
-Un poco. Malas experiencias.-
-pobre. Pero bueno, te lo diré una vez en la vida, y es para que estés tranquilo: si acepté tener algo un poco más serio contigo, es porque estoy dispuesta a hacerlo, estoy dispuesta a solo tener ojos para ti, y nadie más. Y si te preguntas, mis compañeros de bandas tienen novias, yo soy solo su amiga.- Lo calmé un poco. También lo abrasé.-Nos devolvemos?.-
-No, tengo mejores planes. Además de tener que compensar lo ocurrido.- Dijo y se abalanzó sobre mí. Besos aquí y allá.-Amo a la chicas que tocan guitarra.-
-Estás loco!.- Dije entre risas
No necesito entrar más en detalle, se entiende que forma fue la que utilizó para compensar su rabieta. Fue lindo.
-Oye, y Eve?.- Dijo Carolina al notar que no estábamos cuando volvieron a la mesa.
-No sé, y Ricky? Tampoco están!.-
-Quizás que cosas fueron a hacer ese par.-
-Déjalos ser. Mejor nosotros también nos vamos a dormir, esto cansado.- Le decía Nick.
-Si claro, a dormir.-
-Bueno, primero a ‘You know what I mean’ y después a dormir.- Le decía subiendo las cejas
-Deberías ser comediante, sabias?.- lo molestó Caro. Se fueron abrazados a ‘dormir’
-Todos se están yendo. Que gente más aburrida.-Reclamó Cata.
-Yo también me quiero ir.-
-Ya se can también? No, quédense!!.-Decía Claudia.
-Sí, aun es temprano. Son las dos.- Gustaf mirando el reloj.
-Está bien. Nosotros nos quedaremos a cerrar el boliche esta noche. Algo para beber gente?.- Dijo Björn dispuesto a seguir hasta altas horas de la mañana. Se fue hasta la barra por algunos vasos de cerveza, volvió, brindaron por el buen momento que estaban pasando y continuaron hasta el otro día, cuando encontraron que a las seis de la mañana era una buena hora para dormir. Buenas noches. Se había terminado una jornada de celebraciones.
miércoles, 28 de julio de 2010
Cap. 55: ‘Welcome to Glastonbury’
Dos meses que se pasaron volando. Cuando no me di cuenta ya estaba de vuelta en casa y a un par de semanas de actuar en Glastonbury, en el main stage. Para relajar los nervios de semanas antes, una pequeña junta con las amigas no era nada de malo. Fue un día viernes en mi casa. Siempre era mi casa, y solo porque era la única que no tenía a nadie de inquilino. Por ahora.
-Quien te viera y quien te vio.- Decía entre risas Claudia, como siempre.
-Por qué?.-
-Tú siempre decías que no tendrías novio hasta los treinta y algo. Y solo tienes 25 y tienes uno!- Comentaba Cata. Tenía razón. Siempre había dicho que no hasta que mi estabilidad económica fuera la optima. Al final eso se cumplió pero a los 25, no a los 30.
-Y ustedes no se quedan atrás. Ya fijaron la fecha de su matrimonio?.- Pregunté refiriéndome a Catalina y a Claudia
-Nosotros sí, será en septiembre. Quizás a fines de ese mes. Para que no hagas ningún plan. Tienes que cantar en mi boda.- Decía Cata.
-Nosotros quizás en noviembre. Aun no lo decidimos, de hecho. Pero será por ese mes.- decía Clau.-Oye, que te pasa a ti?.- Le dijo a Caro, que estaba muy callada. Algo muy extraño en ella que generalmente estaba acostumbrada a interrumpir las conversaciones y esas cosas.
-A mi? Nada.-
-Mentira!!.-Dijimos al mismo tiempo.
-Por favor, a ti te pasa algo. Hay algo que no nos quieres decir.- Le decía Cata.
-No, no tengo nada que decirles.- Mentía. La conocíamos.
-Sí, no mientas. Un pajarito me contó que algo muy importante pasó antes de que se fueran.- Dije. Yo sabía un poco más.
-Qué? Sabes algo que nosotras no?.- Me decía Catalina. Comenzaron con la ronda de preguntas. Yo y mi boca.
-No digas nada!.- Me codeó Caro.-Maldito ebrio!-
-Ebrio? Ya sé quien fue. Qué risa.-
-En serio te contó?.- Decía si querer creerlo Carolina.
-Sí. Me contó algo, quería decirme más pero dijo que no podía. Nick estaba a su lado cuando escribía el correo.-
-Pero que te contó!!.- Insistía en saber Claudia.
-Me dijo que Nick y Caro ya estaban casados.- Dije. Quizás no debí hacer dicho eso, pero con lo que nos gustan a nosotras los cotilleos, no me pude aguantar un par de meses. Se puso roja la pobre, y las chicas entre que no querían creer lo que había pasado y morían de la risa. Y se quejaban de que no nos habían invitado.
-Y por qué nosotras no estábamos ahí? Ah?.- Le reclamaba Catalina
-Fue casi simbólico. O sea, es de verdad, si nos casamos pero, no sé, no quisimos invitar a nadie, salvo los testigos y mis papás y los papás de Nick.-
-Y se lo tenían bien guardado el par, no? Exijo que lo hagan de nuevo para estar presente.-
-Sí, lo vamos a hacer, pero aun no. Cuando el pobre tenga tiempo.- Decía. Sus ojos se habían puesto vidriosos, se emocionaba al hablar de eso. Y a pesar de que a nosotras no nos había gustado que se casaran en secreto, estábamos felices por ella. Por fin la vida le sonreía.
-Que bueno saberlo. Y ustedes? Ya se casaron?.- Ahora comenzaron conmigo. Genial.
-Qué?! No! Como se te puede ocurrir eso.-
-Ay, es que es tan obvio. Pero cásense pronto para ir a una boda.-
-Oh no, por qué no se casan ustedes? Huh?.- dije
-En eso estamos, boba.- Nos reímos todas. Era agradable pasar los nervios así. Pero no todo era tan lindo, después de eso las semanas pasaron muy rápido, y entre ensayos, entrevistas, compras y demases el primer día de Glastonbury había llegado. Por ser parte de uno de los números tenia pases para los tres días, y a todos lados. Aproveché de esa ventaja y fui los dos primeros días. Habían buenos números, interesantes bandas, buenos ambientes. El día viernes me dediqué a ver cómo era todo eso, ahora con el público en él, pues días antes habíamos asistido al lugar para la prueba de sonido, pero no había más que el staff de la banda, de las otras bandas y la organización del festival. Ahora era todo fiesta. No recuerdo bien las bandas del viernes, estaba más interesada en esperar el sábado, y por supuesto el domingo. El sábado básicamente porque actuaban los amigos míos Klaxons. Bueno, solo el gigantón de Jamie es amigo mío, pero el resto es muy simpático. Por él fui, a ver cómo le salía todo, a darle ánimo y a acompañarlo. Así es que como se comprende, la pasé casi todo el día a su lado. Actuaron, los vi, coree sus canciones, los felicité y a eso de las cinco de la tarde estaba en marcha de vuelta a Bristol, al hotel donde nos hospedábamos, y esperábamos entre nervios que llegara el siguiente día. Esa tarde llegaron mis amigas y sus novios, menos Caro que tenía que esperar a Nick, pero llegarían durante la mañana del domingo. La cena la comí con ellos, trataban de no ponerme más nerviosa, pero las malas bromas de Gustaf y Björn no ayudaban. Era gracioso como Catalina y Claudia los retaban por eso.
-Estas rara. Te pasa algo?.- Me dijo Cata, había notado que estaba muy callada.
-No es que le pase algo, le falta algo.- Decía Claudia
-No entiendo.-Dijo Cata, como siempre colgada de lo pasaba. Clau trataba de explicarle con señas, básicamente dibujar como una panza.-Sigo sin entender.-
-El rubio gordito, mi amor.- Le dijo Björn.
-Que rubio gordito?.- Dijo, un poco fuerte. Me di cuenta de que se habían dado cuenta de algo que no querían que se dieran cuenta. Ay que enredo. En fin, pedí permiso para levantarme de la mesa y me fui a mi habitación.
‘Ok, no es la gran cosa. No es algo tan importante para mí’ Pensaba. Pero aunque yo no lo quisiera, si lo era. Yo no quería darme cuenta de que se había vuelto importante. Tocaron la puerta. Eran ellas.
-Podemos pasar?.- preguntaron
-Está bien.-
-Lo siento, no quería que te pusieras así. Esto de ser compositora y esas cosas te está volviendo una mujer muy sensible, sabias?.- Hizo notar Clau.
-parece que tienes razón. Pero no importa, estoy culpando a los nervios de esto.-
-Para que tan nerviosa, sabes que te irá mejor que a todas esas banduchas que estarán primero que ustedes, y mejor que todas las que saldrán después de ustedes. Quédate tranquila. Me decía Cata.
-Gracias.- Solo eso les pude decir, además del abrazo fraternal de costumbre. Me dejaron para que fuera a dormir y descansara. Y me relajara obviamente. Ellas también se fueron a dormir, querían llegar temprano a Worthy Farm para ver cómo era ese festival mirado desde la perspectiva de ser parte del staff de una banda, sus pases decían que eran parte de mi staff.
Y la noche llegó y el sueño terminó por vencerme. Dormí profundamente hasta el otro día. Cuando llegó fui despertada por mis amigos músicos, que tan amables ellos, como todo inglés decente, se lanzaron sobre mí para despertarme, aunque terminaron ellos metidos en mi cama al lado mío. Eso hasta que llegó el tour manager, que estaba a nuestro cargo mientras encontrábamos uno definitivo, a levantarnos definitivamente. El itinerario del día era desayuno, reposo, tomar el bus que nos llevaría a Worthy farm, estar en nuestro tráiler, soportar más entrevistas de los medios presentes, esperar, mas espera, mas entrevistas, y por fin entrar al escenario. En las esperas nos marchábamos a ver a las otras bandas, todas buenas. Volviamos a nuestro pequeño bunker y me relajaba jugando con la consola de videojuegos. En una de esas veces, y cuando las chicas en pleno llegaban a ver el estado de mis nervios, alguien quiso acompañarme.
-Puedo jugar? Se puede jugar de mas jugadores, no?- Me preguntó Gustaf.
-Claro, ten.- Le entregué un control.
-Oh no.- Exclamó Claudia cuando se dio cuenta
-Que tiene?.-
-Mira, Cata, están jugando. Ya no lo saca nadie de la pantalla.-
-Yo también quiero!.- Dijo Björn y se fue a acomodar con nosotros.
-Esto es horrible, ahora quien podrá sacarlos?.- Dijo Cata, mirando a Nick que estaba al lado de ellas.
-A mi no me miren, no he podido sacar a un amigo del alcohol, menos podré sacar a esos tres de una pantalla. Por lo que se ve son….. adictos-
-Sí, son adictos. Como sea, solo tenemos que recordarle a Eve cuando este a minutos de salir a escena, se despegarán.- Decía Claudia
-Estás segura?.-Le dijo Caro.
-No, pero no pierdo nada intentándolo.- se rieron un rato.
Solo fue una media hora. Lo hacía para calmar los nervios, después de eso me volví a incorporar. Cuando me di cuenta estábamos a quince minutos. Mis acompañantes se fueron a poner en un buen lugar al lado del escenario, mis papás estaban también, me dieron su buena suerte y se fueron a acomodar. A diez minutos de subir, y cuando ya no esperaba a nadie escuché que alguien llamaba a mi nombre. Esa voz, era familiar, pero no di la media vuelta para ver quién era.
-Eve!! Eve, maldita sea, da la vuelta!!.- Seguían gritando Y le hice caso. Y ahí venia apoyado de un bastón. Ricky Wilson en toda su…. Hermosa decadencia. No porque de verdad estaba de mal en peor, es que en esa ropa más parecía vagabundo. Diez minutos y no sabía si correr a saludarlo o esperar a que llegara. Recordé que me había contado que ya no tenía yeso, pero si el pie con vendas, así es que aun no caminaba bien. Rayos, corrí a saludarlo. Me recibió con un abrazo y un beso, típico.- Por qué no te dabas la vuelta?.-
-No pensaba que eras tú.- Le dije, aun abrazada a él.-Pensé que no llegabas, y lo comprendería por tu pie.-
-Que no llegaba? Por favor, me mandaste esta cosa a mi casa, te dije que vendría, no podía no llegar. No si es la primera vez de mi novia en un importante escenario como este. No puedo perdérmelo.-
-Ay qué lindo.- lo abrasé. Un miembro de la organización ya nos estaba llamando, especialmente a mi.- me tengo que ir.-
-No estés nerviosa. Saldrás bien.- lo dejé ahí y me fui. Rápidamente él se fue a donde estaba el resto de mis acompañantes. Todos lo saludaron, y le regañaron por llegar tarde. Pidió las disculpas, le había echado la culpa al tráfico. Incuso mi papá lo regaño. Supuso que él era mi novio por la descripción que le había dado cuando le conté que existía.
-Es usted el papá de Eve?.- Le preguntó, nervioso.
-Sí. Vladimir Kuznetsov.- Le estrechó la mano.
-Charles Richard Wilson III, señor. Un placer conocerlo.- Le estrecho la mano también.
-Mi hija le dice distinto.- le hizo notar.
-Ricky, si, es porque mi nombre es muy largo y no me gusta. Ricky si.- Le dijo. –No está nervioso por verla?.- Le dijo.
-No. Ella sabe lo que hace, estoy seguro que todo esto saldrá mejor de lo que ella espera, y que toda esa gente cantará sus canciones.- Decía mi papá, con lágrimas en los ojos.
-Ya, Vlad, no te pongas a llorar frente al joven.- Le decía mi mamá
-Señora, a usted no la conocía. Charles Rich….-
-Ya se tu nombre. Daria Kuznetsov.-Se presentó ella.
-Un gusto conocerla señora Daria. Tampoco está nerviosa por ella?.-
-No estamos nerviosos por ella, estamos orgullosos de lo que ha logrado en este tiempo. Tú luces nervioso por ella.-
-Un poquito. Se lo que se siente estar frente a tanta gente.-
Siguieron charlando hasta que salí. Y cuando estaba frente a la gente casi me petrifico, me vino el miedo, pero lo controlé. Con las primeras canciones aun tiritaba. Ya por la sexta comenzaba a disfrutar. A momentos me dedicaba a mirar al público, a veces a donde estaban los invitados. Lograba ver a mis amigos cantando todo, a mis papás viendo lo que hacía, todos disfrutando. Fue una hora y algo de canciones nuestras y prestadas. Estábamos por la última.
-Esta canción, que es la última, es de una banda que ya ni existe, y quizás ustedes nunca la escucharon nombrar. O quizás si se recuerdan de que hablo. Es de una banda no muy buena. Si, tengo que decirlo, eran malos, pero se rehabilitaron y ahora son los mejores. Pero para que estén tranquilos, esta canción es buena.- Tomé la guitarra, un sorbo de agua y nuevamente frente al micrófono.- Couldn't contain, Parva.-
No todo el mundo la conoció por nombre, pero al escuchar los acordes y la letra, muchos recordaron quienes eran. Nick y Ricky estaban sin habla, no se esperaban eso. Morían de la risa y vergüenza por las cosas que hacían antes de ser lo que son ahora. Miré varias veces a donde estaban y podía ver perfectamente como estaban de felices y avergonzados.
Al terminar di las gracias, reverencias al público y me bajé del escenario. Ya era esperada por un par de tipos, que morían de la risa y vergüenza. Querían explicaciones.
-Quien te viera y quien te vio.- Decía entre risas Claudia, como siempre.
-Por qué?.-
-Tú siempre decías que no tendrías novio hasta los treinta y algo. Y solo tienes 25 y tienes uno!- Comentaba Cata. Tenía razón. Siempre había dicho que no hasta que mi estabilidad económica fuera la optima. Al final eso se cumplió pero a los 25, no a los 30.
-Y ustedes no se quedan atrás. Ya fijaron la fecha de su matrimonio?.- Pregunté refiriéndome a Catalina y a Claudia
-Nosotros sí, será en septiembre. Quizás a fines de ese mes. Para que no hagas ningún plan. Tienes que cantar en mi boda.- Decía Cata.
-Nosotros quizás en noviembre. Aun no lo decidimos, de hecho. Pero será por ese mes.- decía Clau.-Oye, que te pasa a ti?.- Le dijo a Caro, que estaba muy callada. Algo muy extraño en ella que generalmente estaba acostumbrada a interrumpir las conversaciones y esas cosas.
-A mi? Nada.-
-Mentira!!.-Dijimos al mismo tiempo.
-Por favor, a ti te pasa algo. Hay algo que no nos quieres decir.- Le decía Cata.
-No, no tengo nada que decirles.- Mentía. La conocíamos.
-Sí, no mientas. Un pajarito me contó que algo muy importante pasó antes de que se fueran.- Dije. Yo sabía un poco más.
-Qué? Sabes algo que nosotras no?.- Me decía Catalina. Comenzaron con la ronda de preguntas. Yo y mi boca.
-No digas nada!.- Me codeó Caro.-Maldito ebrio!-
-Ebrio? Ya sé quien fue. Qué risa.-
-En serio te contó?.- Decía si querer creerlo Carolina.
-Sí. Me contó algo, quería decirme más pero dijo que no podía. Nick estaba a su lado cuando escribía el correo.-
-Pero que te contó!!.- Insistía en saber Claudia.
-Me dijo que Nick y Caro ya estaban casados.- Dije. Quizás no debí hacer dicho eso, pero con lo que nos gustan a nosotras los cotilleos, no me pude aguantar un par de meses. Se puso roja la pobre, y las chicas entre que no querían creer lo que había pasado y morían de la risa. Y se quejaban de que no nos habían invitado.
-Y por qué nosotras no estábamos ahí? Ah?.- Le reclamaba Catalina
-Fue casi simbólico. O sea, es de verdad, si nos casamos pero, no sé, no quisimos invitar a nadie, salvo los testigos y mis papás y los papás de Nick.-
-Y se lo tenían bien guardado el par, no? Exijo que lo hagan de nuevo para estar presente.-
-Sí, lo vamos a hacer, pero aun no. Cuando el pobre tenga tiempo.- Decía. Sus ojos se habían puesto vidriosos, se emocionaba al hablar de eso. Y a pesar de que a nosotras no nos había gustado que se casaran en secreto, estábamos felices por ella. Por fin la vida le sonreía.
-Que bueno saberlo. Y ustedes? Ya se casaron?.- Ahora comenzaron conmigo. Genial.
-Qué?! No! Como se te puede ocurrir eso.-
-Ay, es que es tan obvio. Pero cásense pronto para ir a una boda.-
-Oh no, por qué no se casan ustedes? Huh?.- dije
-En eso estamos, boba.- Nos reímos todas. Era agradable pasar los nervios así. Pero no todo era tan lindo, después de eso las semanas pasaron muy rápido, y entre ensayos, entrevistas, compras y demases el primer día de Glastonbury había llegado. Por ser parte de uno de los números tenia pases para los tres días, y a todos lados. Aproveché de esa ventaja y fui los dos primeros días. Habían buenos números, interesantes bandas, buenos ambientes. El día viernes me dediqué a ver cómo era todo eso, ahora con el público en él, pues días antes habíamos asistido al lugar para la prueba de sonido, pero no había más que el staff de la banda, de las otras bandas y la organización del festival. Ahora era todo fiesta. No recuerdo bien las bandas del viernes, estaba más interesada en esperar el sábado, y por supuesto el domingo. El sábado básicamente porque actuaban los amigos míos Klaxons. Bueno, solo el gigantón de Jamie es amigo mío, pero el resto es muy simpático. Por él fui, a ver cómo le salía todo, a darle ánimo y a acompañarlo. Así es que como se comprende, la pasé casi todo el día a su lado. Actuaron, los vi, coree sus canciones, los felicité y a eso de las cinco de la tarde estaba en marcha de vuelta a Bristol, al hotel donde nos hospedábamos, y esperábamos entre nervios que llegara el siguiente día. Esa tarde llegaron mis amigas y sus novios, menos Caro que tenía que esperar a Nick, pero llegarían durante la mañana del domingo. La cena la comí con ellos, trataban de no ponerme más nerviosa, pero las malas bromas de Gustaf y Björn no ayudaban. Era gracioso como Catalina y Claudia los retaban por eso.
-Estas rara. Te pasa algo?.- Me dijo Cata, había notado que estaba muy callada.
-No es que le pase algo, le falta algo.- Decía Claudia
-No entiendo.-Dijo Cata, como siempre colgada de lo pasaba. Clau trataba de explicarle con señas, básicamente dibujar como una panza.-Sigo sin entender.-
-El rubio gordito, mi amor.- Le dijo Björn.
-Que rubio gordito?.- Dijo, un poco fuerte. Me di cuenta de que se habían dado cuenta de algo que no querían que se dieran cuenta. Ay que enredo. En fin, pedí permiso para levantarme de la mesa y me fui a mi habitación.
‘Ok, no es la gran cosa. No es algo tan importante para mí’ Pensaba. Pero aunque yo no lo quisiera, si lo era. Yo no quería darme cuenta de que se había vuelto importante. Tocaron la puerta. Eran ellas.
-Podemos pasar?.- preguntaron
-Está bien.-
-Lo siento, no quería que te pusieras así. Esto de ser compositora y esas cosas te está volviendo una mujer muy sensible, sabias?.- Hizo notar Clau.
-parece que tienes razón. Pero no importa, estoy culpando a los nervios de esto.-
-Para que tan nerviosa, sabes que te irá mejor que a todas esas banduchas que estarán primero que ustedes, y mejor que todas las que saldrán después de ustedes. Quédate tranquila. Me decía Cata.
-Gracias.- Solo eso les pude decir, además del abrazo fraternal de costumbre. Me dejaron para que fuera a dormir y descansara. Y me relajara obviamente. Ellas también se fueron a dormir, querían llegar temprano a Worthy Farm para ver cómo era ese festival mirado desde la perspectiva de ser parte del staff de una banda, sus pases decían que eran parte de mi staff.
Y la noche llegó y el sueño terminó por vencerme. Dormí profundamente hasta el otro día. Cuando llegó fui despertada por mis amigos músicos, que tan amables ellos, como todo inglés decente, se lanzaron sobre mí para despertarme, aunque terminaron ellos metidos en mi cama al lado mío. Eso hasta que llegó el tour manager, que estaba a nuestro cargo mientras encontrábamos uno definitivo, a levantarnos definitivamente. El itinerario del día era desayuno, reposo, tomar el bus que nos llevaría a Worthy farm, estar en nuestro tráiler, soportar más entrevistas de los medios presentes, esperar, mas espera, mas entrevistas, y por fin entrar al escenario. En las esperas nos marchábamos a ver a las otras bandas, todas buenas. Volviamos a nuestro pequeño bunker y me relajaba jugando con la consola de videojuegos. En una de esas veces, y cuando las chicas en pleno llegaban a ver el estado de mis nervios, alguien quiso acompañarme.
-Puedo jugar? Se puede jugar de mas jugadores, no?- Me preguntó Gustaf.
-Claro, ten.- Le entregué un control.
-Oh no.- Exclamó Claudia cuando se dio cuenta
-Que tiene?.-
-Mira, Cata, están jugando. Ya no lo saca nadie de la pantalla.-
-Yo también quiero!.- Dijo Björn y se fue a acomodar con nosotros.
-Esto es horrible, ahora quien podrá sacarlos?.- Dijo Cata, mirando a Nick que estaba al lado de ellas.
-A mi no me miren, no he podido sacar a un amigo del alcohol, menos podré sacar a esos tres de una pantalla. Por lo que se ve son….. adictos-
-Sí, son adictos. Como sea, solo tenemos que recordarle a Eve cuando este a minutos de salir a escena, se despegarán.- Decía Claudia
-Estás segura?.-Le dijo Caro.
-No, pero no pierdo nada intentándolo.- se rieron un rato.
Solo fue una media hora. Lo hacía para calmar los nervios, después de eso me volví a incorporar. Cuando me di cuenta estábamos a quince minutos. Mis acompañantes se fueron a poner en un buen lugar al lado del escenario, mis papás estaban también, me dieron su buena suerte y se fueron a acomodar. A diez minutos de subir, y cuando ya no esperaba a nadie escuché que alguien llamaba a mi nombre. Esa voz, era familiar, pero no di la media vuelta para ver quién era.
-Eve!! Eve, maldita sea, da la vuelta!!.- Seguían gritando Y le hice caso. Y ahí venia apoyado de un bastón. Ricky Wilson en toda su…. Hermosa decadencia. No porque de verdad estaba de mal en peor, es que en esa ropa más parecía vagabundo. Diez minutos y no sabía si correr a saludarlo o esperar a que llegara. Recordé que me había contado que ya no tenía yeso, pero si el pie con vendas, así es que aun no caminaba bien. Rayos, corrí a saludarlo. Me recibió con un abrazo y un beso, típico.- Por qué no te dabas la vuelta?.-
-No pensaba que eras tú.- Le dije, aun abrazada a él.-Pensé que no llegabas, y lo comprendería por tu pie.-
-Que no llegaba? Por favor, me mandaste esta cosa a mi casa, te dije que vendría, no podía no llegar. No si es la primera vez de mi novia en un importante escenario como este. No puedo perdérmelo.-
-Ay qué lindo.- lo abrasé. Un miembro de la organización ya nos estaba llamando, especialmente a mi.- me tengo que ir.-
-No estés nerviosa. Saldrás bien.- lo dejé ahí y me fui. Rápidamente él se fue a donde estaba el resto de mis acompañantes. Todos lo saludaron, y le regañaron por llegar tarde. Pidió las disculpas, le había echado la culpa al tráfico. Incuso mi papá lo regaño. Supuso que él era mi novio por la descripción que le había dado cuando le conté que existía.
-Es usted el papá de Eve?.- Le preguntó, nervioso.
-Sí. Vladimir Kuznetsov.- Le estrechó la mano.
-Charles Richard Wilson III, señor. Un placer conocerlo.- Le estrecho la mano también.
-Mi hija le dice distinto.- le hizo notar.
-Ricky, si, es porque mi nombre es muy largo y no me gusta. Ricky si.- Le dijo. –No está nervioso por verla?.- Le dijo.
-No. Ella sabe lo que hace, estoy seguro que todo esto saldrá mejor de lo que ella espera, y que toda esa gente cantará sus canciones.- Decía mi papá, con lágrimas en los ojos.
-Ya, Vlad, no te pongas a llorar frente al joven.- Le decía mi mamá
-Señora, a usted no la conocía. Charles Rich….-
-Ya se tu nombre. Daria Kuznetsov.-Se presentó ella.
-Un gusto conocerla señora Daria. Tampoco está nerviosa por ella?.-
-No estamos nerviosos por ella, estamos orgullosos de lo que ha logrado en este tiempo. Tú luces nervioso por ella.-
-Un poquito. Se lo que se siente estar frente a tanta gente.-
Siguieron charlando hasta que salí. Y cuando estaba frente a la gente casi me petrifico, me vino el miedo, pero lo controlé. Con las primeras canciones aun tiritaba. Ya por la sexta comenzaba a disfrutar. A momentos me dedicaba a mirar al público, a veces a donde estaban los invitados. Lograba ver a mis amigos cantando todo, a mis papás viendo lo que hacía, todos disfrutando. Fue una hora y algo de canciones nuestras y prestadas. Estábamos por la última.
-Esta canción, que es la última, es de una banda que ya ni existe, y quizás ustedes nunca la escucharon nombrar. O quizás si se recuerdan de que hablo. Es de una banda no muy buena. Si, tengo que decirlo, eran malos, pero se rehabilitaron y ahora son los mejores. Pero para que estén tranquilos, esta canción es buena.- Tomé la guitarra, un sorbo de agua y nuevamente frente al micrófono.- Couldn't contain, Parva.-
No todo el mundo la conoció por nombre, pero al escuchar los acordes y la letra, muchos recordaron quienes eran. Nick y Ricky estaban sin habla, no se esperaban eso. Morían de la risa y vergüenza por las cosas que hacían antes de ser lo que son ahora. Miré varias veces a donde estaban y podía ver perfectamente como estaban de felices y avergonzados.
Al terminar di las gracias, reverencias al público y me bajé del escenario. Ya era esperada por un par de tipos, que morían de la risa y vergüenza. Querían explicaciones.
martes, 27 de julio de 2010
Cap. 54: ‘Sweetest Goodbye’
Aun no podía creer que se tenía que ir, y que yo también debía marcharme, aunque fuera por un tiempo. Me estaba acostumbrando a vivir con un bebedor casi compulsivo, que gusta de hacer malas bromas, que es desvergonzado, y que aunque tiene pinta de ser descuidado y no importarle nada, es el hombre más tierno que he conocido, después de mi papá, claro.
-No estás embarazado?.- Le pregunté. Comía muy rápido y desesperadamente. Con la pregunta se atoró. No paraba de toser. Lo que más me preocupo fue el hecho de que se había puesto muy rojo, más de lo que es.-Estas bien? Bebe algo!!.-
-Sí, estoy bien. Un poco atorado. Pero nada que un sorbo no ayude.- Un sorbo? Se bebió la botella individual sin respirar.
-Que bueno saber que era un sorbo.-
-Era un trago largo.-
-Si? Mira tú.- Le lancé un cojín, solo para molestarlo.- Oye, que fue eso de que ‘si algún día te decidieras a casarte yo estaría primero en tu lista? Fue una indirecta muy directa.-
-Sí, lo sé. Pero quizás lo dije por la emoción, no lo sé.- Lo puse nervioso. Lo miré no muy convencida.- Que? Es verdad. Puedo tener novia, pero de casarme, no sé. Tu tampoco quieres casarte!.- Me decía.
-Sabes? No es que no me quiera casar, lo que pasa es que no me importa.-
-Como así?.- Preguntaba y seguía comiendo.
-Olvídalo, no tiene importancia.-
-Está bien. Solo quiero que te quedes tranquila y no te hagas ilusiones porque no te pediré matrimonio.-
-Tampoco estoy esperando que alguien lo haga. Con un novio me basta y me sobra. Sobre todo contigo.-
-Que simpática.- Dicho eso tomé al alcohol de excusa por lo que sucedió siguiente. Dejamos todo tirado, y cuando digo, es todo, no solo las cosas que estábamos comiendo. O digamos que cambiamos el comestible por nosotros mismos y nos volvimos caníbales. Quizás no es para tanto, pero la idea era esa. Si fue una linda forma de terminar la velada aquella tarde-noche.
La tarde de películas era todo un éxito. Bien abrigados para combatir el frio, con lo necesario para ver películas hasta que no dieran mas de sueño, que ocurrió a eso de las dos y algo de la mañana. Querían seguir viendo alguna otra, pero Björn tenía que despertar temprano, un domingo, para ir al aeropuerto a buscar al resto de la banda que llegaría temprano para continuar con su trabajo el lunes. Aun les quedaba un largo camino para terminar ese disco.
Dentro de uno de los mejores lugares para ver conciertos y con una de las mejores bandas tributos del mundo de The Beatles, Claudia y Gustaf simplemente estaban en otro mundo. Coreaban cada una de las canciones. Las fotos iban y venían por parte de Claudia, era el fin de una semana de descanso soñado, para todos nosotros.
Clau y Gustaf partieron de vuelta esa misma noche, para evitar el tráfico de la mañana. No les importaba llegar de madrugada a su casa, solo querían llegar. Se fueron con mucho cuidado para evitar algún accidente por culpa del piso mojado por la lluvia. Arribaron a eso de las tres de la mañana, cuando el 98% del mundo duerme. No bajaron nada del auto, ‘hasta mañana cuando salga el sol y estemos descansados’ fraseaba Gustaf. Ni siquiera un café bebieron, pisaron la casa u se largaron directamente a dormir.
Las películas habían terminado, la televisión esperaba el siguiente movimiento del control remoto, pero cata y Björn se habían quedado dormidos en el sofá. Quizás por eso Catalina le había dicho que llevara una frazada. Tenía el presentimiento de que no alcanzarían a terminar de ver alguna. Claro que ella se dio cuenta de que se habían quedado dormidos., Decidió despertar a Björn para que se fueran dormir. En ese momento recordó que debían despertar temprano al día siguiente, volverían a la rutina de todos los días.
-Ya te dormiste?.- Me preguntó Ricky.
-Sí, pero me despertaste.- respondí de mala gana y con voz de dormida. Me volví a acomodar para seguir durmiendo, pero no pude.- Y tú no te duermes aun?.-
-No tengo sueño. Me acabo de desvelar.- Se dio vuelta hasta quedar frente a mi.- Vas a seguir durmiendo?.-
-Si me haces tantas preguntas no. Si te quedas callado es probable que si.-Le respondí con los ojos cerrados. Estaba cansada, quería dormir.
-Ya, no te hablo.- Eso queso, pero nada, a los cinco minutos ya estaba hablándome de nuevo.
-Te vas a dormir, o no?.- Le dije con voz firme. Incluso me senté en la cama y encendí la luz para verlo. Fue tan divertido verlo con la cara asustada.
-Sí, pero no te enojes.- Se tapó con la sabana. No le dije nada.-No te dará frio si duermes solo con una polera? Que te queda grande porque es mía.-
-Contigo al lado, no. Y no me cambies el tema, tengo sueño, estoy cansada, quiero relajarme y….-
-Está bien, me dormiré. Que gruñona.-Dijo bajito. Ya estábamos acomodados, dándonos la espalda.
-Escuché eso!!.- Se largó a reír. Así jamás me quedaría dormida. Pero después de mucho intentar, lo logré.
Una nueva semana había comenzado. Björn se despertó temprano junto con Catalina para ir a buscar al resto de la banda al aeropuerto, ahora que se ubicaba mas, podía ir solo a buscarlo. Esta tan grande. La pasó a dejar a su trabajo y le prometió ir por ella a la salida. También aprovechó, mientras esperaba a sus amiguitos, de despertar a Gustaf.
-Gustaf tu teléfono.- Le decía Claudia aun entre dormida.
-Si? Ay quien molesta a estas horas.-Contestó el teléfono
-Gustaf! Qué bueno que estas despierto.-
-Que dices? Qué hora es?.- Le preguntó. Se incorporó para intentar ver la hora y el día afuera, que estaba soleado.
-Son casi las diez de la mañana. No, de hecho creo que son más de las diez.-
-Y que haces despierto tan temprano?.- Seguía intentando despertar. Ahora caminaba al baño para mojarse la cara.
-Los chicos van a llegar en un rato más y los vine a buscar. Tú deberías estar en el estudio ordenando.-
-Y a ti te dejaron andar solo por Londres?-
-Sin bromas Gustaf. Ya lo sé. Mejor levántate y anda a trabajar. Nos vemos.-
-No, espera, espe…- Björn le cortó el llamado. Lanzó el teléfono encima de la cama. No le quedaba más remedio que ir al estudio a esa hora. Para despertar nada mejor que una ducha bien caliente, un desayuno y quiso partir. Pero no pudo, no se acordaba de cómo llegar. Era una pena, se suponía que debía, ya llevaba un buen tiempo en la capital inglesa y aun no se recordaba de cómo llegar. Le daba pena tener que despertar a Claudia, pero debía hacerlo, alguien tenía que ir a dejarlo. Lo hizo despacio, para que no despertara de mal humor.
-Ah? Hola Gus. Qué hora es?.-
-Las diez y media.- Seguía despertándola suavemente. Ahora le acomodaba el cabello.
-Es muy temprano, Gustaf!.- Le reclamó
-Lo sé, pero tengo que ir al estudio.-
-Tan temprano?.- Le decía ella.- Y quieres que te vaya a dejar?.- Gustaf contestó con la cabeza.- Esta bien, pero me tendrás que esperar porque aun tengo que levantarme, ducha, desayuno…-
-Sí, te espero.-
La esperó. Para matar el tiempo se puso a leer algún matutino desde el laptop de su novia. Era solo para esperarla. Al rato de estar frente a la pantalla se quedó dormido. Aun estaba cansado y con sueño.
-Ya estoy lista.- Le dijo Claudia moviéndolo.
-Bueno, vamos.- Se despertó y partieron. Antes de salir Claudia fue por su cámara. Quizás podría salir a tomar algunas fotos después de deja a Gustaf en el estudio. No pasó. Llegaron al estudio y lo primero que Gustaf hizo fue ventilar un poco, se fue a ordenar los cables, que eran demasiados. Los amplificadores, las guitarras, todo quería tenerlo listo para cuando llegaran. Claudia, además de ayudar, también se dedicaba a fotografiar esos momentos. Quizás se las entregaría a Gustaf para que las subiera a su sitio web, pero pensaba que también podía ser imprudente, porque ya tenían un fotógrafo. De todos modos le dijo, él aceptó la idea, y le gustó también, quería que ella fuera la oficial y que tomara registro de todo lo que hacían durante ese tiempo, que no eran más de dos meses. Aceptó sin pensarlo mucho.
Llegaron los suecos, se saludaron después de una semana sin verse. Estaban motivados y decidieron comenzar de inmediato. Tenían varias maquetan sin terminar. En eso se concentraron casi todo el día. Cuando era casi la hora de salida del trabajo, Cata llamó a Björn para recordarle que fuera a buscarla. Casi lo había olvidado, así es que salió inmediatamente. Prometió volver de inmediato. Y lo cumplió. Esa tarde el trabajo terminó casi en fiesta.
Finalmente fui a dejar a Ricky a su casa. Ambos partiríamos por Europa, pero no topábamos en ninguna fecha, y sería así hasta dentro de dos meses. Si lo hice prometer que se cuidaría ese pie y que estaría de vuelta para Glastonbury. Su respuesta fue que no me preocupara, para Glasto sería el primero en llegar y tener carteles para mí. Lo encontré exagerado, pero venia de su boca, todo siempre es un poco mas exagerado.
Y partimos. Dos meses fuera de casa, lejos de mis amigas, mis nuevos amigos, de mi algodón de azúcar, de mi ciudad. Pero solo serian dos meses. Dos meses que pasaron muy rápido.
-No estás embarazado?.- Le pregunté. Comía muy rápido y desesperadamente. Con la pregunta se atoró. No paraba de toser. Lo que más me preocupo fue el hecho de que se había puesto muy rojo, más de lo que es.-Estas bien? Bebe algo!!.-
-Sí, estoy bien. Un poco atorado. Pero nada que un sorbo no ayude.- Un sorbo? Se bebió la botella individual sin respirar.
-Que bueno saber que era un sorbo.-
-Era un trago largo.-
-Si? Mira tú.- Le lancé un cojín, solo para molestarlo.- Oye, que fue eso de que ‘si algún día te decidieras a casarte yo estaría primero en tu lista? Fue una indirecta muy directa.-
-Sí, lo sé. Pero quizás lo dije por la emoción, no lo sé.- Lo puse nervioso. Lo miré no muy convencida.- Que? Es verdad. Puedo tener novia, pero de casarme, no sé. Tu tampoco quieres casarte!.- Me decía.
-Sabes? No es que no me quiera casar, lo que pasa es que no me importa.-
-Como así?.- Preguntaba y seguía comiendo.
-Olvídalo, no tiene importancia.-
-Está bien. Solo quiero que te quedes tranquila y no te hagas ilusiones porque no te pediré matrimonio.-
-Tampoco estoy esperando que alguien lo haga. Con un novio me basta y me sobra. Sobre todo contigo.-
-Que simpática.- Dicho eso tomé al alcohol de excusa por lo que sucedió siguiente. Dejamos todo tirado, y cuando digo, es todo, no solo las cosas que estábamos comiendo. O digamos que cambiamos el comestible por nosotros mismos y nos volvimos caníbales. Quizás no es para tanto, pero la idea era esa. Si fue una linda forma de terminar la velada aquella tarde-noche.
La tarde de películas era todo un éxito. Bien abrigados para combatir el frio, con lo necesario para ver películas hasta que no dieran mas de sueño, que ocurrió a eso de las dos y algo de la mañana. Querían seguir viendo alguna otra, pero Björn tenía que despertar temprano, un domingo, para ir al aeropuerto a buscar al resto de la banda que llegaría temprano para continuar con su trabajo el lunes. Aun les quedaba un largo camino para terminar ese disco.
Dentro de uno de los mejores lugares para ver conciertos y con una de las mejores bandas tributos del mundo de The Beatles, Claudia y Gustaf simplemente estaban en otro mundo. Coreaban cada una de las canciones. Las fotos iban y venían por parte de Claudia, era el fin de una semana de descanso soñado, para todos nosotros.
Clau y Gustaf partieron de vuelta esa misma noche, para evitar el tráfico de la mañana. No les importaba llegar de madrugada a su casa, solo querían llegar. Se fueron con mucho cuidado para evitar algún accidente por culpa del piso mojado por la lluvia. Arribaron a eso de las tres de la mañana, cuando el 98% del mundo duerme. No bajaron nada del auto, ‘hasta mañana cuando salga el sol y estemos descansados’ fraseaba Gustaf. Ni siquiera un café bebieron, pisaron la casa u se largaron directamente a dormir.
Las películas habían terminado, la televisión esperaba el siguiente movimiento del control remoto, pero cata y Björn se habían quedado dormidos en el sofá. Quizás por eso Catalina le había dicho que llevara una frazada. Tenía el presentimiento de que no alcanzarían a terminar de ver alguna. Claro que ella se dio cuenta de que se habían quedado dormidos., Decidió despertar a Björn para que se fueran dormir. En ese momento recordó que debían despertar temprano al día siguiente, volverían a la rutina de todos los días.
-Ya te dormiste?.- Me preguntó Ricky.
-Sí, pero me despertaste.- respondí de mala gana y con voz de dormida. Me volví a acomodar para seguir durmiendo, pero no pude.- Y tú no te duermes aun?.-
-No tengo sueño. Me acabo de desvelar.- Se dio vuelta hasta quedar frente a mi.- Vas a seguir durmiendo?.-
-Si me haces tantas preguntas no. Si te quedas callado es probable que si.-Le respondí con los ojos cerrados. Estaba cansada, quería dormir.
-Ya, no te hablo.- Eso queso, pero nada, a los cinco minutos ya estaba hablándome de nuevo.
-Te vas a dormir, o no?.- Le dije con voz firme. Incluso me senté en la cama y encendí la luz para verlo. Fue tan divertido verlo con la cara asustada.
-Sí, pero no te enojes.- Se tapó con la sabana. No le dije nada.-No te dará frio si duermes solo con una polera? Que te queda grande porque es mía.-
-Contigo al lado, no. Y no me cambies el tema, tengo sueño, estoy cansada, quiero relajarme y….-
-Está bien, me dormiré. Que gruñona.-Dijo bajito. Ya estábamos acomodados, dándonos la espalda.
-Escuché eso!!.- Se largó a reír. Así jamás me quedaría dormida. Pero después de mucho intentar, lo logré.
Una nueva semana había comenzado. Björn se despertó temprano junto con Catalina para ir a buscar al resto de la banda al aeropuerto, ahora que se ubicaba mas, podía ir solo a buscarlo. Esta tan grande. La pasó a dejar a su trabajo y le prometió ir por ella a la salida. También aprovechó, mientras esperaba a sus amiguitos, de despertar a Gustaf.
-Gustaf tu teléfono.- Le decía Claudia aun entre dormida.
-Si? Ay quien molesta a estas horas.-Contestó el teléfono
-Gustaf! Qué bueno que estas despierto.-
-Que dices? Qué hora es?.- Le preguntó. Se incorporó para intentar ver la hora y el día afuera, que estaba soleado.
-Son casi las diez de la mañana. No, de hecho creo que son más de las diez.-
-Y que haces despierto tan temprano?.- Seguía intentando despertar. Ahora caminaba al baño para mojarse la cara.
-Los chicos van a llegar en un rato más y los vine a buscar. Tú deberías estar en el estudio ordenando.-
-Y a ti te dejaron andar solo por Londres?-
-Sin bromas Gustaf. Ya lo sé. Mejor levántate y anda a trabajar. Nos vemos.-
-No, espera, espe…- Björn le cortó el llamado. Lanzó el teléfono encima de la cama. No le quedaba más remedio que ir al estudio a esa hora. Para despertar nada mejor que una ducha bien caliente, un desayuno y quiso partir. Pero no pudo, no se acordaba de cómo llegar. Era una pena, se suponía que debía, ya llevaba un buen tiempo en la capital inglesa y aun no se recordaba de cómo llegar. Le daba pena tener que despertar a Claudia, pero debía hacerlo, alguien tenía que ir a dejarlo. Lo hizo despacio, para que no despertara de mal humor.
-Ah? Hola Gus. Qué hora es?.-
-Las diez y media.- Seguía despertándola suavemente. Ahora le acomodaba el cabello.
-Es muy temprano, Gustaf!.- Le reclamó
-Lo sé, pero tengo que ir al estudio.-
-Tan temprano?.- Le decía ella.- Y quieres que te vaya a dejar?.- Gustaf contestó con la cabeza.- Esta bien, pero me tendrás que esperar porque aun tengo que levantarme, ducha, desayuno…-
-Sí, te espero.-
La esperó. Para matar el tiempo se puso a leer algún matutino desde el laptop de su novia. Era solo para esperarla. Al rato de estar frente a la pantalla se quedó dormido. Aun estaba cansado y con sueño.
-Ya estoy lista.- Le dijo Claudia moviéndolo.
-Bueno, vamos.- Se despertó y partieron. Antes de salir Claudia fue por su cámara. Quizás podría salir a tomar algunas fotos después de deja a Gustaf en el estudio. No pasó. Llegaron al estudio y lo primero que Gustaf hizo fue ventilar un poco, se fue a ordenar los cables, que eran demasiados. Los amplificadores, las guitarras, todo quería tenerlo listo para cuando llegaran. Claudia, además de ayudar, también se dedicaba a fotografiar esos momentos. Quizás se las entregaría a Gustaf para que las subiera a su sitio web, pero pensaba que también podía ser imprudente, porque ya tenían un fotógrafo. De todos modos le dijo, él aceptó la idea, y le gustó también, quería que ella fuera la oficial y que tomara registro de todo lo que hacían durante ese tiempo, que no eran más de dos meses. Aceptó sin pensarlo mucho.
Llegaron los suecos, se saludaron después de una semana sin verse. Estaban motivados y decidieron comenzar de inmediato. Tenían varias maquetan sin terminar. En eso se concentraron casi todo el día. Cuando era casi la hora de salida del trabajo, Cata llamó a Björn para recordarle que fuera a buscarla. Casi lo había olvidado, así es que salió inmediatamente. Prometió volver de inmediato. Y lo cumplió. Esa tarde el trabajo terminó casi en fiesta.
Finalmente fui a dejar a Ricky a su casa. Ambos partiríamos por Europa, pero no topábamos en ninguna fecha, y sería así hasta dentro de dos meses. Si lo hice prometer que se cuidaría ese pie y que estaría de vuelta para Glastonbury. Su respuesta fue que no me preocupara, para Glasto sería el primero en llegar y tener carteles para mí. Lo encontré exagerado, pero venia de su boca, todo siempre es un poco mas exagerado.
Y partimos. Dos meses fuera de casa, lejos de mis amigas, mis nuevos amigos, de mi algodón de azúcar, de mi ciudad. Pero solo serian dos meses. Dos meses que pasaron muy rápido.
viernes, 23 de julio de 2010
Cap. 53: ‘My list’
-Cata?.- Le decía Björn cuando llegó. Lo que le había llamado la atención a Cata es que se había demorado bastante. De hecho, se demoró lo suficiente para que ella volviera a quedarse dormida por completo nuevamente. Él la movía para despertarla, le traía el desayuno.- Por favor, despierta!!.-
-Qué? Que sucede?.- Decía, como cuando a uno lo despierten de la nada.
-Te traje el desayuno.-
-Ay qué lindo. Pero no era necesario.-
-ah, es que no es cualquier desayuno.-
-Lo preparaste tu?.- Le preguntó mientras se sentaba en la cama y se ponía cómoda.
-Solo el café y el jugo. Los muffins los compré.- Se quedó mirándola un segundo.
-Que te pasa? Se te acabaron las pilas tan rápido?.-
-No, ahora sé donde esta mi camisa a cuadros.- Le dijo, apuntándola. Claro, Cata la tenia puesta.
-Toma, te la devuelvo.- Se comenzó a desabotonar.
-No, calma. No quiero que te resfríes. Después me la entregas. Ahora aliméntate.- Que mejor que despertar así. Pero ella tenía la impresión de que algo más había. Estaba dispuesta a esperar por si había algo más. Björn bajó a la cocina por su desayuno, café y un sándwich algo extraño, alguna receta sueca quizás.
-Oye, ya terminó la canción.- Le dije. No me soltaba. No me estaba quejando, pero tenía debía salir en un rato más.
-Que no te gusta que te abrase?.-
-No es eso, tonto, es que tengo que salir.-
-y por qué no me abrasas?.-
-No te cruzo.- le dije. Y me aguantaba la risa al mismo tiempo.
-No seas mentirosa, si me cruzas!! Mira.- Me tomó de las muñecas y me hizo rodearlo. Efectivamente lo cruzaba, pero no me tocaba los dedos, solo el medio.-Ves? Ves que si puedes?. La próxima vez me abrazaras.-
-Uy que sensible! Está bien.- Después de arreglado ese asunto me fui por una ducha. Si seguía así llegaría tarde.
-Puedo preguntar por qué vas a salir?.- Dijo al entrar a donde me estaba vistiendo. Ni siquiera se molestó en tocar la puerta para ver si estaba ya vestida.
-Sí, puedes preguntar. Y en estos momentos me voy a una reunión con la banda y la discográfica. Vamos a cambiar al productor y a nuestro manager.- Le dije. Es que ya teníamos problemas, sobre todo con el manager, que ya no estaba haciendo una buena gestión. Nos habíamos perdido muchos conciertos, y la posibilidad de asistir a T in the Park. Y el productor solo por capricho. Habríamos seguido con el que tenemos ahora, pero no, necesitábamos nuevos aires. Terminé de vestirme y salí.
-Ay Pancake, tu mamá siempre me deja solo. Quizás tu ya estas acostumbrado.-Hablaba con mi gato, el cual solo lo miraba y le ronroneaba.- Pero seguro que no te falta cariño. Y se nota, estas bien gordito.-
Llegué justo a tiempo para la reunión. La primera en nuestro cuartel general, nuestro estudio que estaba en las afueras de Londres. Le dijimos al actual manager que ya no necesitábamos sus servicios, que no nos estaba gustando la manera en que manejaba a la banda y que eso no era provechoso para nosotros, para él sí lo era. Por el momento no teníamos representante, pero estaríamos bien, nuestro tour manager se haría cargo. Volar a una reunión en la discográfica para ver lo del productor. Era una DJ local, muy reconocida en el círculo. Tomamos con ella de inmediato. Nos pidió que le mandáramos nuestro disco, y de buenas personas que somos, también le mandamos las maquetas en las que llevábamos trabajando hace unas semanas. Le dijimos que debíamos salir a la última gira, que no parábamos hasta la próxima edición de Glastonbury y que después de eso nos tomaríamos un mes de vacaciones. Comprendió la idea, de hecho le agradó, pues así tendría tiempo de ver ‘que hacía con nosotros’. Su respuesta estaría dentro de los tres meses que siguen.
Liverpool seguía sorprendiendo a Claudia y a Gustaf. Salían a caminar en la mañana, recorrían los lugares más importantes, salían a almorzar a algún lugar típico, volvían a caminar. Incluso una lluvia inesperada los alcanzó a mitad de camino.
-Genial, todo era lindo hasta que se puso a llover.- Decía como enojada. Se movieron hasta una de las tiendas del lugar, que para fortuna de ellos, era una cafetería.
-Y ya no? Es solo lluvia. Podría ser peor.- Gustaf intentando ver el lado amable.
-Que podría ser peor que su largara a llover?.-
-Se podría haber largado a nevar. Tu no podrías vivir en Suecia.-Claudia lo miró raro, como no entendiendo bien su idea.- En Suecia siempre llueve, en invierno casi no amanece, si no esta lloviendo está nevando…-
-Está bien, entendí tu idea. Eso es un ‘deja de quejarte’?.-
-Sí. Deja de quejarte. Mejor entremos por un café, yo invito.- Entraron y buscaron un lugar cerca de la ventana, si bien no le gustaba la lluvia a Claudia, el mirarla caer era algo que le agradaba, mas si estaba con una buena compañía. Pidieron un café ambos, la típica conversación que acompaña al café no podía faltar, y el tiempo que muy raídamente avanzaba, aunque ellos no se daban cuenta. Pasado el café la única solución era volver al hotel y permanecer ahí hasta que la lluvia pasara o bajara su intensidad, pues tenían arreglado asistir a ver a una de las bandas tributo a The Beatles.
En Londres también había comenzado la lluvia, pero no era para alarmarse, es tan normal que eso pase esta ciudad. Como soy precavida salí con mi paraguas. Ese día tenía ganas de caminar y de andar por el transporte público, escuchando algo de música, y si me aburría, el ruido ambiente, o el sonido del celular. Un mensaje de texto, ‘Me traes algo para comer? No importa lo que sea, mientras sea dulce’ decía. Ni siquiera necesitaba leer el remitente, estaba claro que mi inquilino tenía hambre, o un antojo. Pasé al supermercado cercano a casa, llevé un par de tartas de manzana. Tenía la corazonada de que lo estaba pidiendo porque quizás quería hacer una especie de despedida. Nos quedaba poco tiempo en Inglaterra antes de partir nuevamente. Solo porque soy buena persona le llevé un par de cervezas. Me imagino que debe estar desesperado por beber una después de tanto tiempo en mi casa, en donde no hay nada con alcohol, a excepción de los perfumes, cosas que ni por muy desesperado que estuviera bebería.
-Mira, se puso a llover.- Le dijo Björn a Cata.
-No podremos salir.-
-Querías salir?.-
-No sé, quizás a dar una vuelta, pero si esta así mejor nos quedamos.-
-Y nos vemos las caras?.- Un mal chiste.
-Pensaba en una película, pero si quieres hacemos eso.- Dijo molestándolo.
-Que simpática. Está bien, me gustó tu idea.-Se sentó en el sofá frente al televisor.
-Y las palomitas de maíz? Y los refrescos?.- Le decía Cata cuando lo vio sentado en el sofá, después de que venía con la película y una frazada.
-Hay de esas cosas en casa?.-
-En la despensa. Ve a buscarlas y prepáralas.-
-Pero no la pongas todavía, ah. Espérame.-
-Sí, tranquilo, te espero.- Una noche se venía en la casa de la futura familia Dixgård.
Llegué a casa haciendo escándalo con las bolsas. No es fácil transitar con tres bolsas.
-Llegaste. Y trajiste tarta de manzana.-Dijo emocionado cuando me vio con las bolsas. Obviamente se las pasé a él.- Y eso?.-
-Esto? Oh sí, es para ti.- Ojitos vidriosos a la vista por parte de Ricky, no se si no lo podía creer o se había emocionado. Quizás fueron ambas dos.
-Si algún día me decidiera a casarme estarás primera en mi lista.- Me dijo, seguido de un beso.
-Eso fue una indirecta?.- le pregunté.
-Sí, lo fue. Pero no te emociones, porque no quiero casarme, aun. Ahora ya, que quiero comer.- Cojeo hasta la cocina a servir la tarta. El comienzo de una pequeña despedida.
-Qué? Que sucede?.- Decía, como cuando a uno lo despierten de la nada.
-Te traje el desayuno.-
-Ay qué lindo. Pero no era necesario.-
-ah, es que no es cualquier desayuno.-
-Lo preparaste tu?.- Le preguntó mientras se sentaba en la cama y se ponía cómoda.
-Solo el café y el jugo. Los muffins los compré.- Se quedó mirándola un segundo.
-Que te pasa? Se te acabaron las pilas tan rápido?.-
-No, ahora sé donde esta mi camisa a cuadros.- Le dijo, apuntándola. Claro, Cata la tenia puesta.
-Toma, te la devuelvo.- Se comenzó a desabotonar.
-No, calma. No quiero que te resfríes. Después me la entregas. Ahora aliméntate.- Que mejor que despertar así. Pero ella tenía la impresión de que algo más había. Estaba dispuesta a esperar por si había algo más. Björn bajó a la cocina por su desayuno, café y un sándwich algo extraño, alguna receta sueca quizás.
-Oye, ya terminó la canción.- Le dije. No me soltaba. No me estaba quejando, pero tenía debía salir en un rato más.
-Que no te gusta que te abrase?.-
-No es eso, tonto, es que tengo que salir.-
-y por qué no me abrasas?.-
-No te cruzo.- le dije. Y me aguantaba la risa al mismo tiempo.
-No seas mentirosa, si me cruzas!! Mira.- Me tomó de las muñecas y me hizo rodearlo. Efectivamente lo cruzaba, pero no me tocaba los dedos, solo el medio.-Ves? Ves que si puedes?. La próxima vez me abrazaras.-
-Uy que sensible! Está bien.- Después de arreglado ese asunto me fui por una ducha. Si seguía así llegaría tarde.
-Puedo preguntar por qué vas a salir?.- Dijo al entrar a donde me estaba vistiendo. Ni siquiera se molestó en tocar la puerta para ver si estaba ya vestida.
-Sí, puedes preguntar. Y en estos momentos me voy a una reunión con la banda y la discográfica. Vamos a cambiar al productor y a nuestro manager.- Le dije. Es que ya teníamos problemas, sobre todo con el manager, que ya no estaba haciendo una buena gestión. Nos habíamos perdido muchos conciertos, y la posibilidad de asistir a T in the Park. Y el productor solo por capricho. Habríamos seguido con el que tenemos ahora, pero no, necesitábamos nuevos aires. Terminé de vestirme y salí.
-Ay Pancake, tu mamá siempre me deja solo. Quizás tu ya estas acostumbrado.-Hablaba con mi gato, el cual solo lo miraba y le ronroneaba.- Pero seguro que no te falta cariño. Y se nota, estas bien gordito.-
Llegué justo a tiempo para la reunión. La primera en nuestro cuartel general, nuestro estudio que estaba en las afueras de Londres. Le dijimos al actual manager que ya no necesitábamos sus servicios, que no nos estaba gustando la manera en que manejaba a la banda y que eso no era provechoso para nosotros, para él sí lo era. Por el momento no teníamos representante, pero estaríamos bien, nuestro tour manager se haría cargo. Volar a una reunión en la discográfica para ver lo del productor. Era una DJ local, muy reconocida en el círculo. Tomamos con ella de inmediato. Nos pidió que le mandáramos nuestro disco, y de buenas personas que somos, también le mandamos las maquetas en las que llevábamos trabajando hace unas semanas. Le dijimos que debíamos salir a la última gira, que no parábamos hasta la próxima edición de Glastonbury y que después de eso nos tomaríamos un mes de vacaciones. Comprendió la idea, de hecho le agradó, pues así tendría tiempo de ver ‘que hacía con nosotros’. Su respuesta estaría dentro de los tres meses que siguen.
Liverpool seguía sorprendiendo a Claudia y a Gustaf. Salían a caminar en la mañana, recorrían los lugares más importantes, salían a almorzar a algún lugar típico, volvían a caminar. Incluso una lluvia inesperada los alcanzó a mitad de camino.
-Genial, todo era lindo hasta que se puso a llover.- Decía como enojada. Se movieron hasta una de las tiendas del lugar, que para fortuna de ellos, era una cafetería.
-Y ya no? Es solo lluvia. Podría ser peor.- Gustaf intentando ver el lado amable.
-Que podría ser peor que su largara a llover?.-
-Se podría haber largado a nevar. Tu no podrías vivir en Suecia.-Claudia lo miró raro, como no entendiendo bien su idea.- En Suecia siempre llueve, en invierno casi no amanece, si no esta lloviendo está nevando…-
-Está bien, entendí tu idea. Eso es un ‘deja de quejarte’?.-
-Sí. Deja de quejarte. Mejor entremos por un café, yo invito.- Entraron y buscaron un lugar cerca de la ventana, si bien no le gustaba la lluvia a Claudia, el mirarla caer era algo que le agradaba, mas si estaba con una buena compañía. Pidieron un café ambos, la típica conversación que acompaña al café no podía faltar, y el tiempo que muy raídamente avanzaba, aunque ellos no se daban cuenta. Pasado el café la única solución era volver al hotel y permanecer ahí hasta que la lluvia pasara o bajara su intensidad, pues tenían arreglado asistir a ver a una de las bandas tributo a The Beatles.
En Londres también había comenzado la lluvia, pero no era para alarmarse, es tan normal que eso pase esta ciudad. Como soy precavida salí con mi paraguas. Ese día tenía ganas de caminar y de andar por el transporte público, escuchando algo de música, y si me aburría, el ruido ambiente, o el sonido del celular. Un mensaje de texto, ‘Me traes algo para comer? No importa lo que sea, mientras sea dulce’ decía. Ni siquiera necesitaba leer el remitente, estaba claro que mi inquilino tenía hambre, o un antojo. Pasé al supermercado cercano a casa, llevé un par de tartas de manzana. Tenía la corazonada de que lo estaba pidiendo porque quizás quería hacer una especie de despedida. Nos quedaba poco tiempo en Inglaterra antes de partir nuevamente. Solo porque soy buena persona le llevé un par de cervezas. Me imagino que debe estar desesperado por beber una después de tanto tiempo en mi casa, en donde no hay nada con alcohol, a excepción de los perfumes, cosas que ni por muy desesperado que estuviera bebería.
-Mira, se puso a llover.- Le dijo Björn a Cata.
-No podremos salir.-
-Querías salir?.-
-No sé, quizás a dar una vuelta, pero si esta así mejor nos quedamos.-
-Y nos vemos las caras?.- Un mal chiste.
-Pensaba en una película, pero si quieres hacemos eso.- Dijo molestándolo.
-Que simpática. Está bien, me gustó tu idea.-Se sentó en el sofá frente al televisor.
-Y las palomitas de maíz? Y los refrescos?.- Le decía Cata cuando lo vio sentado en el sofá, después de que venía con la película y una frazada.
-Hay de esas cosas en casa?.-
-En la despensa. Ve a buscarlas y prepáralas.-
-Pero no la pongas todavía, ah. Espérame.-
-Sí, tranquilo, te espero.- Una noche se venía en la casa de la futura familia Dixgård.
Llegué a casa haciendo escándalo con las bolsas. No es fácil transitar con tres bolsas.
-Llegaste. Y trajiste tarta de manzana.-Dijo emocionado cuando me vio con las bolsas. Obviamente se las pasé a él.- Y eso?.-
-Esto? Oh sí, es para ti.- Ojitos vidriosos a la vista por parte de Ricky, no se si no lo podía creer o se había emocionado. Quizás fueron ambas dos.
-Si algún día me decidiera a casarme estarás primera en mi lista.- Me dijo, seguido de un beso.
-Eso fue una indirecta?.- le pregunté.
-Sí, lo fue. Pero no te emociones, porque no quiero casarme, aun. Ahora ya, que quiero comer.- Cojeo hasta la cocina a servir la tarta. El comienzo de una pequeña despedida.
domingo, 18 de julio de 2010
Cap. 52: ‘Take my hand, take my whole life too’
Nick y Carolina estaban muy alejados de todos. Simplemente porque Vivian su mundo. Se habían mudado a una casa un poco más amplia que la que Nick tenía antes, y mucho más grande que el departamento londinense de Caro. Poco a poco lo amueblaban; las cosas de Nick no alcanzaban para una casa tan grande.
-Aun no entiendo para que una casa tan grande.- Le decía Caro.
-Uno porque necesito espacio, tengo que meter una batería, varios platillos, toms, bombos, además de las guitarras, amplificadores, todas esas cosas que uso.-
-Verdad que tu tocas más de un instrumento.-
-Y para que tú también tengas espacio para tus cosas, tus papeles.- La abrazó.
-Siempre tan preocupado. Ahora, dime donde pongo esto.-Tomó una pintura. Estaba en el ático de la antigua casa de Nick, Caro de curiosa subió un día y la encontró, le había gustado y decidió llevarla para ponerla en algún lado, a pesar de que Nick quería regalarla.
-En serio te gusta? Ponla en el descanso de la escala, si quieres.-
En eso se llevaron un buen rato, ordenando cajas, pegando cosas, colgado adornos, escogiendo el mejor lugar para las plantas. Para cuando ya la casa estaba en un correcto orden se veía muy acogedor. Todo un hogar formado.
Un nuevo día sobre la Gran Bretaña. El invierno poco a poco de retiraba, cada día hacia más calor, aunque a veces se nublaba y se largaba a llover y la temperatura baja considerablemente. En Liverpool la temperatura era agradable, ideal para que salieran al tour por esa ciudad. Tomaron el tour por todo el día. Recorrieron todos los lugares que ofrecía el tour, las casas donde crecieron los Beatles, las escuelas, todos esos lugares donde la persona que los conocieran jamás habrían pensado que se convertirían en el grupo que cambió la forma de tocar, y escuchar música. Gustaf estaba fuera de sí mismo, no tan literalmente claro, Pasó de veinte y tantos años a trece, catorce primaveras, pero a diferencia de un niño de esas edad no preguntaba en cada parada que era eso, esperaba a las indicaciones del guía, aunque a veces se apartaba del grupo y miraba por su cuenta. Era gracioso como Claudia lo buscaba, ‘no es posible que se pierda de la nada y no lo vea, es alto!!’ pensaba, y de la nada aparecía. Claudia lo regañaba, le decía que no lo hiciera más porque ella se preocupaba, le prometía que nunca más se separaría del grupo, pero en la siguiente parada ya estaba aislado. En el letrero de Penny Lane pidió una fotografía, a pesar de que ya tenía varias en el mismo lugar que Clau le había tomado pero no se había dado cuenta, también quiso otra en la tumba de Elenor Rigby. Para terminar el día no podían faltar los suvenires: Poleras de The Beatles, porta documentos, tazones, cosas para pegar en los autos (aludiendo que era para pegar en su laptop.), incluso se le ocurrió comprar una de esas cosas para la matricula de su auto.
-Eso era necesario?.- Le preguntó Clau
-Nunca sabes cuándo vas a cambiar el auto y quieras que tu matricula se vea con estilo.-
-Ok- Espero que sea en tu auto y no en el mío.-
-No mi amor, será en mi auto, no en el tuyo.-
Seguía sin entender eso de la cosa para la matricula, pero le daba gracia todo eso. Se retiraron al hotel con una bolsa cargada de cosas, que no solo eran para ellos, también habían para su casa, la casa de Cata y Björn, la de Nick y Caro y la mía con Ricky. Adornos varios.
Y hablando de nosotros, además de su pie roto ahora sumen un resfrío. Claro, nos quedamos conversando toda la noche y de a nada nos quedamos dormidos, como la temperatura en las noches aun es baja, y no nos habíamos tapado, los bichos que provocan esas cosas nos atacaron y nos enfermamos.
-Eve! No puedo respirar!!.- Me decía
-No seas exagerado Ricky, es solo un resfrío, y solo tienes las narices cerradas. Buscaré algo.-Me levanté.
-Eso nos pasa por quedarnos hablando hasta muy tarde sobre la cama y no bajo las cobijitas de la cama. Espérame!!.- Se levantó detrás de mí. Como vio que buscaba algo se fue a prender la radio. Recordó que su bolso de mano tenía un ‘muy buen disco’ heredado de su padre, así que lo puso. Elvis Presley era, como no reconocer esa voz después de tantos años escuchándolo gracias a mi madre que es fanática. Con Jailhouse Rock comenzó, de hecho se puso a bailar como pudo. Me di cuenta porque lo espiaba desde la cocina. Terminada esa comenzó a sonar ‘Can't Help Falling In Love’. Caminó hasta la cocina, ya me había visto.
-Me concede la pieza, señorita?.- Me puse roja y acepté. Me abrazó muy fuerte hacia él, mis manos las dejé sobre su pecho, al igual que mi cabeza. No es fácil abrazarlo, no le cruzo los brazos, es muy ancho de espalda. Él se agachó un poco, con el fin de dejar su cabeza apoyada en la mía. En fin, bailamos toda la canción en esa misma pose, y de un lado a otro, como si rebotáramos, todo porque no se podía mover mucho.
-Solo a ti se te ocurre bailar con un pie con yeso.- le dije. Nos miramos.
-Porque estoy medio loco.- Seguimos bailando. Ahora además cantaba. En mi oído escuché ‘Take my hand, take my whole life too’, casi como Elvis.
-En serio?.- Le pregunté
-No es una mala idea, no?.-
Cuando terminó seguimos pegados.
Cata se despertó muy tarde esa mañana. Después de una larga noche de trabajo, una que había terminado a eso de las tres de la mañana, cuando Björn la había llevado a dormir, le pidió matrimonio y celebraron ese acontecimiento. Miró hacia su lado y no lo encontró. Estaba en la ducha, pues sentía el ruido del agua caer que provenía del baño. No se molestó en levantarse y siguió durmiendo un rato más. Björn pensó un momento, cuando volvió a vestirse al cuarto, que ella seguía durmiendo. Lo cual era perfecto, pues así tenía más tiempo para ir a comprar algo antes de que despertara. Se vistió y salió. Cata se dio cuenta, pero prefirió quedarse a esperarlo en la misma pose en la que estaba. Solo se levantó para ir a buscar una taza de café y buscar el control de la televisión. Al rato después sintió que abrían la puerta, así que se hizo la dormida. Quería esperar a ver si la despertaba o no.
-Aun no entiendo para que una casa tan grande.- Le decía Caro.
-Uno porque necesito espacio, tengo que meter una batería, varios platillos, toms, bombos, además de las guitarras, amplificadores, todas esas cosas que uso.-
-Verdad que tu tocas más de un instrumento.-
-Y para que tú también tengas espacio para tus cosas, tus papeles.- La abrazó.
-Siempre tan preocupado. Ahora, dime donde pongo esto.-Tomó una pintura. Estaba en el ático de la antigua casa de Nick, Caro de curiosa subió un día y la encontró, le había gustado y decidió llevarla para ponerla en algún lado, a pesar de que Nick quería regalarla.
-En serio te gusta? Ponla en el descanso de la escala, si quieres.-
En eso se llevaron un buen rato, ordenando cajas, pegando cosas, colgado adornos, escogiendo el mejor lugar para las plantas. Para cuando ya la casa estaba en un correcto orden se veía muy acogedor. Todo un hogar formado.
Un nuevo día sobre la Gran Bretaña. El invierno poco a poco de retiraba, cada día hacia más calor, aunque a veces se nublaba y se largaba a llover y la temperatura baja considerablemente. En Liverpool la temperatura era agradable, ideal para que salieran al tour por esa ciudad. Tomaron el tour por todo el día. Recorrieron todos los lugares que ofrecía el tour, las casas donde crecieron los Beatles, las escuelas, todos esos lugares donde la persona que los conocieran jamás habrían pensado que se convertirían en el grupo que cambió la forma de tocar, y escuchar música. Gustaf estaba fuera de sí mismo, no tan literalmente claro, Pasó de veinte y tantos años a trece, catorce primaveras, pero a diferencia de un niño de esas edad no preguntaba en cada parada que era eso, esperaba a las indicaciones del guía, aunque a veces se apartaba del grupo y miraba por su cuenta. Era gracioso como Claudia lo buscaba, ‘no es posible que se pierda de la nada y no lo vea, es alto!!’ pensaba, y de la nada aparecía. Claudia lo regañaba, le decía que no lo hiciera más porque ella se preocupaba, le prometía que nunca más se separaría del grupo, pero en la siguiente parada ya estaba aislado. En el letrero de Penny Lane pidió una fotografía, a pesar de que ya tenía varias en el mismo lugar que Clau le había tomado pero no se había dado cuenta, también quiso otra en la tumba de Elenor Rigby. Para terminar el día no podían faltar los suvenires: Poleras de The Beatles, porta documentos, tazones, cosas para pegar en los autos (aludiendo que era para pegar en su laptop.), incluso se le ocurrió comprar una de esas cosas para la matricula de su auto.
-Eso era necesario?.- Le preguntó Clau
-Nunca sabes cuándo vas a cambiar el auto y quieras que tu matricula se vea con estilo.-
-Ok- Espero que sea en tu auto y no en el mío.-
-No mi amor, será en mi auto, no en el tuyo.-
Seguía sin entender eso de la cosa para la matricula, pero le daba gracia todo eso. Se retiraron al hotel con una bolsa cargada de cosas, que no solo eran para ellos, también habían para su casa, la casa de Cata y Björn, la de Nick y Caro y la mía con Ricky. Adornos varios.
Y hablando de nosotros, además de su pie roto ahora sumen un resfrío. Claro, nos quedamos conversando toda la noche y de a nada nos quedamos dormidos, como la temperatura en las noches aun es baja, y no nos habíamos tapado, los bichos que provocan esas cosas nos atacaron y nos enfermamos.
-Eve! No puedo respirar!!.- Me decía
-No seas exagerado Ricky, es solo un resfrío, y solo tienes las narices cerradas. Buscaré algo.-Me levanté.
-Eso nos pasa por quedarnos hablando hasta muy tarde sobre la cama y no bajo las cobijitas de la cama. Espérame!!.- Se levantó detrás de mí. Como vio que buscaba algo se fue a prender la radio. Recordó que su bolso de mano tenía un ‘muy buen disco’ heredado de su padre, así que lo puso. Elvis Presley era, como no reconocer esa voz después de tantos años escuchándolo gracias a mi madre que es fanática. Con Jailhouse Rock comenzó, de hecho se puso a bailar como pudo. Me di cuenta porque lo espiaba desde la cocina. Terminada esa comenzó a sonar ‘Can't Help Falling In Love’. Caminó hasta la cocina, ya me había visto.
-Me concede la pieza, señorita?.- Me puse roja y acepté. Me abrazó muy fuerte hacia él, mis manos las dejé sobre su pecho, al igual que mi cabeza. No es fácil abrazarlo, no le cruzo los brazos, es muy ancho de espalda. Él se agachó un poco, con el fin de dejar su cabeza apoyada en la mía. En fin, bailamos toda la canción en esa misma pose, y de un lado a otro, como si rebotáramos, todo porque no se podía mover mucho.
-Solo a ti se te ocurre bailar con un pie con yeso.- le dije. Nos miramos.
-Porque estoy medio loco.- Seguimos bailando. Ahora además cantaba. En mi oído escuché ‘Take my hand, take my whole life too’, casi como Elvis.
-En serio?.- Le pregunté
-No es una mala idea, no?.-
Cuando terminó seguimos pegados.
Cata se despertó muy tarde esa mañana. Después de una larga noche de trabajo, una que había terminado a eso de las tres de la mañana, cuando Björn la había llevado a dormir, le pidió matrimonio y celebraron ese acontecimiento. Miró hacia su lado y no lo encontró. Estaba en la ducha, pues sentía el ruido del agua caer que provenía del baño. No se molestó en levantarse y siguió durmiendo un rato más. Björn pensó un momento, cuando volvió a vestirse al cuarto, que ella seguía durmiendo. Lo cual era perfecto, pues así tenía más tiempo para ir a comprar algo antes de que despertara. Se vistió y salió. Cata se dio cuenta, pero prefirió quedarse a esperarlo en la misma pose en la que estaba. Solo se levantó para ir a buscar una taza de café y buscar el control de la televisión. Al rato después sintió que abrían la puerta, así que se hizo la dormida. Quería esperar a ver si la despertaba o no.
viernes, 16 de julio de 2010
Cap. 51: ‘But I've found a driver and that's a start’
-Ya nos vamos a Liverpool?.- Le dijo Gustaf después de la pedida de mano.
-Sí, claro. Vamos a por el auto.- Caminaron hasta donde tenían el coche estacionado con todas las cosas en su interior. Todo listo para pasar unos días en Liverpool, la capital Beatle del mundo. Todo un lugar de peregrinación para cualquier fanático de la banda que a todos nos ha cambiado la forma de escuchar, hacer música, de alguna forma u otra.
Ya era tarde, muy tarde, así que lo primero hicieron cuando llegaron al hotel, a la habitación 345 fue dormir. Por lo menos Claudia comenzó a hacerlo, pero Gustaf estaba emocionado. Miraba por la ventana como se veía la ciudad en la noche, con las luces de las calles, algunas casas.
-Gustaf ven a dormir. Mañana tendremos todo el día para recorrer. Te compraré una guía si quieres.- Le decía, pero era en vano, no la escuchaba. No porque no quisiera escucharla. De la nada comenzaron a salir palabras con melodía de sus cuerdas vocales, una canción muy conocida
- Baby you can drive my car; yes I'm gonna be a star; baby you can drive my car; and maybe I'll love you; Beep beep'm beep beep yeah!!.- Cantaba.
-Ay qué lindo. Ahora a dormir, pequeño beatlemaniaco.- Después de cinco intentos por fin lo convenció de que durmiera un rato.
-Estas muy cansada?.- No se podía quedar dormido.
-Caminamos todo el día, y anoche dormí poco, y tu sorpresa, me dejó algo agotada.-
-Oh, pobrecita. Mañana iremos a donde?.- Seguía.
-Largo, te vas a dormir por las buenas? No sé a dónde iremos, no recuerdo que decía el paquete que compramos.-
-Me dijiste ‘Largo’, por qué?.-
-Porque eres como Largo Adams. Te molesta?.- Le preguntó, a ver si le cambiaba el apodo.
-No, para nada. De hecho me agrada.-
-Que bueno. Buenas noches.- Apagó las luces. Media hora después ya estaban dormidos los dos.
Ya en casa, nuevamente, pude hacerlo descansar. Tenía el pie notoriamente hinchado, pero no le dolía, solo el malestar de no poder moverlo bien. Pero nada que un poco de calor y masajes con gel antiinflamatorio no ayudara.
-Hace tiempo que nadie me hacia un masaje.- Me decía.
-Es solo por el gel antiinflamatorio que puse en el tobillo. Nada más.-
-Ya me había emocionado. Pero bueno.- Se acomodó a mi lado, después de que yo estaba tirada en mi cama.-No me quiero ir.- Decía
-Tampoco quiero que te vayas.- Le dije. Al mismo tiempo jugaba con su cabello.
-Es gracioso que digamos estas cosas, a ninguno de los dos le gusta esto de las parejas muy estables.- Tenía razón.
-Quizás sea porque encontramos nuestro ‘complemento’ o algo así.-
-Solo tengo clara una cosa.-Lo miré como no entendiendo.-Tendré a alguien para pelear.- No sé si fue una broma o lo decía de verdad, pero sonó muy divertido.
-La película era muy larga!.- Reclamó Björn, cansado de tanto estar sentado.
-No es verdad! Fue corta. Pero no me vas a negar que no te gustó.-
-No estoy diciendo eso, solo dije que era larga. Pero es muy buena. Solo que la próxima vez que la vea será cuando este en cama. Y con la posibilidad de detenerla para ir al baño.-
-Que mañoso. Gracias por acompañarme de todos modos.-
-No, que dices? Es mi deber, no puedo dejar que andes sola por estos lados, a estas horas. Ya sé, ya sé que me dirás ‘pero llevo viviendo toda mi vida en este lugar’.-Dijo, y cambio la voz, para querer parecer ella.- Pero no es correcto.-
-Ay qué lindo! La próxima película la escoges tú, lo prometo.-
-Muy bien, lo cobraré cuando volvamos al cine. Que será cuando, Cata?.- Le pregunto.
-Que impaciente! Pero está bien, cuando lleguemos a casa buscare una y lo dejamos para la próxima semana. Porque hoy me quedaré trabajando hasta tarde en casa.-
-Pobrecita. Yo te acompañaré.-
-No Björn, me quedaré hasta muy tarde.-
-Yo también.- Le dijo. También la quedó mirando unos segundos.
-Pasa algo? Tengo algo en la cara?.- Le preguntó preocupada.
-No, es que estas linda.-
-Ay qué lindo. Aunque siempre me dices lo mismo.-
-Pero hoy es más. O sea, ahora es más. Pero tampoco estoy diciendo que las otras veces no lo seas, es que ahora…..- Seguía intentando explicar lo que decía.
-Ya, Björn, ya, cálmate. Entendí tu idea.- Decía entre risas.-Nos podemos ir?.-
-Claro. Señorita Hughes.- Le ofreció su brazo, el cual tomó Cata. Fueron a casa. Necesitaban un relajo entre tanta cosa por hacer, aunque al llegar comenzaron de inmediato con sus trabajos. Estaban en el estar de la casa, trabajando, Cata pegada a su laptop, Björn en la ventana con su guitarra, mirando como la luna era tapada por las pocas nubes que habían. Algunos acordes salían de esa guitarra, todo lo anotaba en un cuaderno. Cata lo miraba de reojo cuando podía. A veces se reía de sus caras, como cuando no le gustaba como sonaba, y la que ponía cuando salía algo.
Habían pasado casi tres horas desde que estaban trabajando. El sueño y el cansancio ya estaban haciendo estragos. Björn trataba de mantenerse despierto, cata ya había caído en los brazos de Morfeo. No mas por ese día, muy tarde, además de estar cansados el frio comenzaba a calar. La calefacción estaba en mantención, y no quedaba más que el calientacamas. Tomó el laptop de ella y lo apagó, obviamente guardó todo, la tomó en brazos y la llevó al único lugar con una temperatura agradable: la cama. Intentó ponerle el pijama, pero despertó.
-Yo me cambio.- comenzó a poner su pijama. Björn la contemplaba desde la orilla opuesta de la cama, donde se había sentado.-Pasa algo? Estas raro.- Le dijo cuando se dio cuenta de que la miraba más que otras veces.
-No, nada. Tranquila.-
-No seas mentiroso. Dime. No me burlaré ni me reiré.- Le dijo y le tomó las manos. Björn se armó de valor, debía decirle algo que tenia apretado en su garganta desde hace algún tiempo.
-Bueno, si hay algo.- Se puso de pie, Cata de arrodilló en la cama, quedando casi de su porte.- Hace algún tiempo que tengo esto dando vueltas en la cabeza, y creo que es hora de decirte.-
-Pero que!!!.-
-Que impaciente!. Bueno, Catalina Hughes.-Le tomó una mano, se acercó al cajón de la mesita que había al lado de la cama y sacó una bolsita.- Gustarías dejar de ser Hughes y unirte al clan de los Dixgård?.- Le la bolsita salió un anillo, con una perla muy pequeña. Era de oro, muy fino. No la puso en sus dedos, la puso en la palma de su mano.
-Björn Hans-Erik Dixgård, esto es una broma, verdad? Donde está la cámara?.- Dijo incrédula mirando a todos lados en busca de la cámara. Y quién no.
-No, es de verdad. Si quieres te pellizco.-
-No es necesario. Es que pareciera que no lo es. Que todo es como un sueño. Uno del que no quiero despertar.-
-Pero tienes que despertar! Esto es de verdad, tienes que ser la señora Dixgård, que cuide de los niños, o niñas Dixgård, que me espere cuando este de gira y que ….- Cata le puso una mano en la boca, para hacerlo callar.
-Está bien Björn, está bien. Acepto unirme al Clan de los Dixgård, y ser la señora Dixgård, y cuidar a los niños, o niñas Dixgård y esperarte cuando salgas de gira y todas esas cosas que no me has dicho pero que las tienes ahí, en tu cabeza.- No pregunten qué pasó después. Simplemente fue una especie de celebración muy, muy intima entre ellos dos. Solo les puedo decir que del frio nunca más supieron.
-Sí, claro. Vamos a por el auto.- Caminaron hasta donde tenían el coche estacionado con todas las cosas en su interior. Todo listo para pasar unos días en Liverpool, la capital Beatle del mundo. Todo un lugar de peregrinación para cualquier fanático de la banda que a todos nos ha cambiado la forma de escuchar, hacer música, de alguna forma u otra.
Ya era tarde, muy tarde, así que lo primero hicieron cuando llegaron al hotel, a la habitación 345 fue dormir. Por lo menos Claudia comenzó a hacerlo, pero Gustaf estaba emocionado. Miraba por la ventana como se veía la ciudad en la noche, con las luces de las calles, algunas casas.
-Gustaf ven a dormir. Mañana tendremos todo el día para recorrer. Te compraré una guía si quieres.- Le decía, pero era en vano, no la escuchaba. No porque no quisiera escucharla. De la nada comenzaron a salir palabras con melodía de sus cuerdas vocales, una canción muy conocida
- Baby you can drive my car; yes I'm gonna be a star; baby you can drive my car; and maybe I'll love you; Beep beep'm beep beep yeah!!.- Cantaba.
-Ay qué lindo. Ahora a dormir, pequeño beatlemaniaco.- Después de cinco intentos por fin lo convenció de que durmiera un rato.
-Estas muy cansada?.- No se podía quedar dormido.
-Caminamos todo el día, y anoche dormí poco, y tu sorpresa, me dejó algo agotada.-
-Oh, pobrecita. Mañana iremos a donde?.- Seguía.
-Largo, te vas a dormir por las buenas? No sé a dónde iremos, no recuerdo que decía el paquete que compramos.-
-Me dijiste ‘Largo’, por qué?.-
-Porque eres como Largo Adams. Te molesta?.- Le preguntó, a ver si le cambiaba el apodo.
-No, para nada. De hecho me agrada.-
-Que bueno. Buenas noches.- Apagó las luces. Media hora después ya estaban dormidos los dos.
Ya en casa, nuevamente, pude hacerlo descansar. Tenía el pie notoriamente hinchado, pero no le dolía, solo el malestar de no poder moverlo bien. Pero nada que un poco de calor y masajes con gel antiinflamatorio no ayudara.
-Hace tiempo que nadie me hacia un masaje.- Me decía.
-Es solo por el gel antiinflamatorio que puse en el tobillo. Nada más.-
-Ya me había emocionado. Pero bueno.- Se acomodó a mi lado, después de que yo estaba tirada en mi cama.-No me quiero ir.- Decía
-Tampoco quiero que te vayas.- Le dije. Al mismo tiempo jugaba con su cabello.
-Es gracioso que digamos estas cosas, a ninguno de los dos le gusta esto de las parejas muy estables.- Tenía razón.
-Quizás sea porque encontramos nuestro ‘complemento’ o algo así.-
-Solo tengo clara una cosa.-Lo miré como no entendiendo.-Tendré a alguien para pelear.- No sé si fue una broma o lo decía de verdad, pero sonó muy divertido.
-La película era muy larga!.- Reclamó Björn, cansado de tanto estar sentado.
-No es verdad! Fue corta. Pero no me vas a negar que no te gustó.-
-No estoy diciendo eso, solo dije que era larga. Pero es muy buena. Solo que la próxima vez que la vea será cuando este en cama. Y con la posibilidad de detenerla para ir al baño.-
-Que mañoso. Gracias por acompañarme de todos modos.-
-No, que dices? Es mi deber, no puedo dejar que andes sola por estos lados, a estas horas. Ya sé, ya sé que me dirás ‘pero llevo viviendo toda mi vida en este lugar’.-Dijo, y cambio la voz, para querer parecer ella.- Pero no es correcto.-
-Ay qué lindo! La próxima película la escoges tú, lo prometo.-
-Muy bien, lo cobraré cuando volvamos al cine. Que será cuando, Cata?.- Le pregunto.
-Que impaciente! Pero está bien, cuando lleguemos a casa buscare una y lo dejamos para la próxima semana. Porque hoy me quedaré trabajando hasta tarde en casa.-
-Pobrecita. Yo te acompañaré.-
-No Björn, me quedaré hasta muy tarde.-
-Yo también.- Le dijo. También la quedó mirando unos segundos.
-Pasa algo? Tengo algo en la cara?.- Le preguntó preocupada.
-No, es que estas linda.-
-Ay qué lindo. Aunque siempre me dices lo mismo.-
-Pero hoy es más. O sea, ahora es más. Pero tampoco estoy diciendo que las otras veces no lo seas, es que ahora…..- Seguía intentando explicar lo que decía.
-Ya, Björn, ya, cálmate. Entendí tu idea.- Decía entre risas.-Nos podemos ir?.-
-Claro. Señorita Hughes.- Le ofreció su brazo, el cual tomó Cata. Fueron a casa. Necesitaban un relajo entre tanta cosa por hacer, aunque al llegar comenzaron de inmediato con sus trabajos. Estaban en el estar de la casa, trabajando, Cata pegada a su laptop, Björn en la ventana con su guitarra, mirando como la luna era tapada por las pocas nubes que habían. Algunos acordes salían de esa guitarra, todo lo anotaba en un cuaderno. Cata lo miraba de reojo cuando podía. A veces se reía de sus caras, como cuando no le gustaba como sonaba, y la que ponía cuando salía algo.
Habían pasado casi tres horas desde que estaban trabajando. El sueño y el cansancio ya estaban haciendo estragos. Björn trataba de mantenerse despierto, cata ya había caído en los brazos de Morfeo. No mas por ese día, muy tarde, además de estar cansados el frio comenzaba a calar. La calefacción estaba en mantención, y no quedaba más que el calientacamas. Tomó el laptop de ella y lo apagó, obviamente guardó todo, la tomó en brazos y la llevó al único lugar con una temperatura agradable: la cama. Intentó ponerle el pijama, pero despertó.
-Yo me cambio.- comenzó a poner su pijama. Björn la contemplaba desde la orilla opuesta de la cama, donde se había sentado.-Pasa algo? Estas raro.- Le dijo cuando se dio cuenta de que la miraba más que otras veces.
-No, nada. Tranquila.-
-No seas mentiroso. Dime. No me burlaré ni me reiré.- Le dijo y le tomó las manos. Björn se armó de valor, debía decirle algo que tenia apretado en su garganta desde hace algún tiempo.
-Bueno, si hay algo.- Se puso de pie, Cata de arrodilló en la cama, quedando casi de su porte.- Hace algún tiempo que tengo esto dando vueltas en la cabeza, y creo que es hora de decirte.-
-Pero que!!!.-
-Que impaciente!. Bueno, Catalina Hughes.-Le tomó una mano, se acercó al cajón de la mesita que había al lado de la cama y sacó una bolsita.- Gustarías dejar de ser Hughes y unirte al clan de los Dixgård?.- Le la bolsita salió un anillo, con una perla muy pequeña. Era de oro, muy fino. No la puso en sus dedos, la puso en la palma de su mano.
-Björn Hans-Erik Dixgård, esto es una broma, verdad? Donde está la cámara?.- Dijo incrédula mirando a todos lados en busca de la cámara. Y quién no.
-No, es de verdad. Si quieres te pellizco.-
-No es necesario. Es que pareciera que no lo es. Que todo es como un sueño. Uno del que no quiero despertar.-
-Pero tienes que despertar! Esto es de verdad, tienes que ser la señora Dixgård, que cuide de los niños, o niñas Dixgård, que me espere cuando este de gira y que ….- Cata le puso una mano en la boca, para hacerlo callar.
-Está bien Björn, está bien. Acepto unirme al Clan de los Dixgård, y ser la señora Dixgård, y cuidar a los niños, o niñas Dixgård y esperarte cuando salgas de gira y todas esas cosas que no me has dicho pero que las tienes ahí, en tu cabeza.- No pregunten qué pasó después. Simplemente fue una especie de celebración muy, muy intima entre ellos dos. Solo les puedo decir que del frio nunca más supieron.
lunes, 12 de julio de 2010
Cap. 50: ‘Waiting for the Miracle’
Y por fin llegó el viernes. Era un fin de semana hermoso, para los que gustan de los días despejados. No se veían nubes cerca, el sol brillaba como nunca, la temperatura era agradable. Todo perfecto. No para mi, el sol siempre ha sido mi enemigo, por eso es que no me gustan los días soleados. Así fue que me quedé todo el día en casa, ordenando cosas, cuidando a otras. Pero el resto de la gente no. Ellos salían con rumbo a Liverpool, otros en busca de alguna cosa para hacer dentro de la ciudad, quizás el cine, o alguna función de teatro no estaría mal. Habíamos olvidados que era el día en que hacen funciones de teatro de marionetas, pero no sabía si querían acompañarme, mal que mal, dentro de los últimos días se ha quejado de que no se mueve de casa y no le gusta estar sin hacer nada. Le pregunté y aceptó. En minutos ya estábamos en el centro, era una ventaja de vivir al lado de una estación del Tubo.
-No te da miedo que nos vean?.- Me preguntó. Me sorprendí con eso. Me quedé estupefacta con esa pregunta. Solo lo miré.- Que dije?.-
-Te estás preocupando por algo!. Tú que eres la persona más desvergonzada que he conocido!.-
-Ah, pero eso. Bueno, si quieres no me preocupo.- Acomodó sus muletas y me abrazó por la espalda, puso su mentón en uno de mis hombros y así nos quedamos hasta que uno de los espectáculos terminó.
Caminamos hacia otro y nos encontramos con Clau y Gustaf, aunque no fui yo la que se dio cuenta, porque como siempre, estaba mirando para cualquier lado.
-Oye mira, es tu amiga con su novio rechonchis.-
-Gustaf, no le digas así.- Lo codeo Clau.
-Pero si es redondito. Es como un limón, redondito y chiquitito.- Seguía con sus descripciones.
-Claro, todo porque tú eres como un espagueti sin cocinar: largo y delgado. Todo porque eres como Largo Adams.- Se burlaba también, pero en su estilo.
-Oh, así es que con esas estamos, no? No diré nada de ti porque no me conviene.-
-No? Por qué? Por favor no me dejes con la duda, ya no soporto no saber que tienes en la cajita que mandaron tus hermanos.-
-Oh, verdad, había olvidado esa caja. Bueno, terminemos de ver esto y te cuento la historia de la caja.- Lo que Clau no sabía era que la cajita, que venía dentro de la caja la etnia Gustaf en su bolso, pero era una sorpresa sorprendente.
Nos topamos cuando caminábamos hacia el otro lado de la calle. Yo tenía hambre y quería un café. Y que quería salir del sol un momento.
-Ustedes que hacen aquí?.- Dijo Clau, saludándonos.-Tu no deberías estar en reposo?.- Le dijo a Ricky.
-Nada, salimos a ver si nos da una insolación por estar expuestos al sol. Qué crees que estamos haciendo?.- Le respondió Ricky. Había sonado como mal humorado, pero sabía que no era así. Pero como el resto de la gente no lo sabe, lo codee para dijera algo, como disculpándose, o que cambiara la cara. Solo mi miró.
-Que simpático!.- Le dijo Clau. Se miraron así como desafiantes por unos segundos. Y Gustaf y yo contemplando la escena con los brazos cruzados y muestras graciosas en nuestras caras.
-Van a dejar de hacer eso, no?.- Dijo Gustaf.
-No sé cómo puedes bajar a su nivel, Clau.- Dije yo.- Tampoco puedo creer que seas tan inmaduro.- Seguí reclamando.
-Que graves que son, no aguantan una broma?.- Decía Clau.
-Si, como no… En serio entendiste que era una broma?.- Le preguntó Ricky a Clau.
-Claro! Tú no eres hombre serio. O no lo demuestras. Bueno, será mejor que nosotros sigamos nuestro camino y ustedes el suyo.- Nos despedimos y seguimos caminando.
Por la cara que tenia Rick decidí que descansaríamos un momento en el café de la esquina.
Clau y Gustaf siguieron en dirección del thames, cuando ya estaba bajando el sol. Aquí vino el recordatorio de la cajita. Se fueron a uno de los puentes y contemplaban el sol hundirse en el rio Inglés.
-No he olvidado la cajita.- Le dijo Clau, cuando se apartó de su lado un momento. Solo para decirle lo de la cajita.
-Yo tampoco.-Se comenzaba poner nervioso. Manos sudadas, voz tartamudeante. Respiró hondo y comenzó.- Se que quizás es poco tiempo, pero no me importa.-Sacó del bolso una caja pequeñita. La abrió y era un anillo de oro, muy simple. No tenia rocas, ni perlas, ni nada de eso. Era un anillo y ya.- Serías mi compañera por el resto de mi vida?.- La cara de no querer creer lo que estaba pasando de Clau no tenia precio. Por un momento no sabía si decir que si, o no. Pero no soportó más.
-Sí, acepto!.- Le puso el anillo en la mano derecha. Según Claudia era perfecto. No necesitaba más que eso. Aun tampoco entendía por qué usar un anillo. Pero qué demonios. Después de ese momento lleno de sentimientos, o algo parecido, lo abrazó. Fue él quien le tomó la cara y la besó, así para darle el toque al momento.
-Prometo no dejarte jamás.- Le dijo, cuando la miró fijamente, con las manos en su cara.
-No necesitas prometerlo, lo se.- Terminaron la frase con otro beso de larga duración.
Y nosotros? Aun sentados en un café, bebiendo té Ricky, café yo. Noté que en su rostro se notaba el dolor que le estaba provocando en haber salido a caminar con ese pie en recuperación.
-Quizás no debimos haber venido. Llamaré un taxi.- Dije tomando mi celular.
-No, puedo volver a casa caminando. Me hace bien caminar. Además, llegaré a casa y me tomaré un calmante. Listo. No es necesario que te preocupes tanto por mi.- Dijo colocando una de sus manos sobre una de mis manos. Se la tomé como corresponde.
-Que era eso que querías decirme? No me he olvidado de eso, señor Wilson.-
-Yo tampoco. Quiero que vivas conmigo.- Vaya sorpresa.- No me mires así, no es una idea tan alocada, y eso que viene de mi boca.-
-No es eso, es que parece como si fuera muy rápido. Y a ti no te daba miedo el compromiso?.-
-A ti también! No vengas con cosas extrañas. Solo dime si sí, o no. Tampoco lo hago para apresurarme.-
-Entonces? Si no me das razones no podré responder.- Le dije.
-Está bien. Las ultimas relaciones que he tenido no han sido tan lindas, quizás por eso temo de estar comprometido con alguien. Pero contigo es distinto.- Mientras habla moría de la risa por dentro. Es que no es normal verlo tan serio.- me siento seguro de lo que hago, lo que digo. Y sé que no me engañarás, porque no existe nadie más guapo que yo.- Su autoestima va por el suelo. Me fui a sentar a su lado, por primera vez en esta relación tomé yo la iniciativa, y simplemente le di un beso. Así como de agradecimiento por lo dijo, me había dejado impactada. Después solo me acurruqué a su lado.
-Está bien. Pero solo porque tus excusas me resultaron agradables. Después de que volvamos de gira y tengamos más tiempo prometo empacar otra vez y vivir contigo.-
-Gracias.- Solo eso dijo. Terminó de beber su té y me abrazó. Esperamos la cuenta y nos fuimos. Menuda sorpresa que me tenían.
-No te da miedo que nos vean?.- Me preguntó. Me sorprendí con eso. Me quedé estupefacta con esa pregunta. Solo lo miré.- Que dije?.-
-Te estás preocupando por algo!. Tú que eres la persona más desvergonzada que he conocido!.-
-Ah, pero eso. Bueno, si quieres no me preocupo.- Acomodó sus muletas y me abrazó por la espalda, puso su mentón en uno de mis hombros y así nos quedamos hasta que uno de los espectáculos terminó.
Caminamos hacia otro y nos encontramos con Clau y Gustaf, aunque no fui yo la que se dio cuenta, porque como siempre, estaba mirando para cualquier lado.
-Oye mira, es tu amiga con su novio rechonchis.-
-Gustaf, no le digas así.- Lo codeo Clau.
-Pero si es redondito. Es como un limón, redondito y chiquitito.- Seguía con sus descripciones.
-Claro, todo porque tú eres como un espagueti sin cocinar: largo y delgado. Todo porque eres como Largo Adams.- Se burlaba también, pero en su estilo.
-Oh, así es que con esas estamos, no? No diré nada de ti porque no me conviene.-
-No? Por qué? Por favor no me dejes con la duda, ya no soporto no saber que tienes en la cajita que mandaron tus hermanos.-
-Oh, verdad, había olvidado esa caja. Bueno, terminemos de ver esto y te cuento la historia de la caja.- Lo que Clau no sabía era que la cajita, que venía dentro de la caja la etnia Gustaf en su bolso, pero era una sorpresa sorprendente.
Nos topamos cuando caminábamos hacia el otro lado de la calle. Yo tenía hambre y quería un café. Y que quería salir del sol un momento.
-Ustedes que hacen aquí?.- Dijo Clau, saludándonos.-Tu no deberías estar en reposo?.- Le dijo a Ricky.
-Nada, salimos a ver si nos da una insolación por estar expuestos al sol. Qué crees que estamos haciendo?.- Le respondió Ricky. Había sonado como mal humorado, pero sabía que no era así. Pero como el resto de la gente no lo sabe, lo codee para dijera algo, como disculpándose, o que cambiara la cara. Solo mi miró.
-Que simpático!.- Le dijo Clau. Se miraron así como desafiantes por unos segundos. Y Gustaf y yo contemplando la escena con los brazos cruzados y muestras graciosas en nuestras caras.
-Van a dejar de hacer eso, no?.- Dijo Gustaf.
-No sé cómo puedes bajar a su nivel, Clau.- Dije yo.- Tampoco puedo creer que seas tan inmaduro.- Seguí reclamando.
-Que graves que son, no aguantan una broma?.- Decía Clau.
-Si, como no… En serio entendiste que era una broma?.- Le preguntó Ricky a Clau.
-Claro! Tú no eres hombre serio. O no lo demuestras. Bueno, será mejor que nosotros sigamos nuestro camino y ustedes el suyo.- Nos despedimos y seguimos caminando.
Por la cara que tenia Rick decidí que descansaríamos un momento en el café de la esquina.
Clau y Gustaf siguieron en dirección del thames, cuando ya estaba bajando el sol. Aquí vino el recordatorio de la cajita. Se fueron a uno de los puentes y contemplaban el sol hundirse en el rio Inglés.
-No he olvidado la cajita.- Le dijo Clau, cuando se apartó de su lado un momento. Solo para decirle lo de la cajita.
-Yo tampoco.-Se comenzaba poner nervioso. Manos sudadas, voz tartamudeante. Respiró hondo y comenzó.- Se que quizás es poco tiempo, pero no me importa.-Sacó del bolso una caja pequeñita. La abrió y era un anillo de oro, muy simple. No tenia rocas, ni perlas, ni nada de eso. Era un anillo y ya.- Serías mi compañera por el resto de mi vida?.- La cara de no querer creer lo que estaba pasando de Clau no tenia precio. Por un momento no sabía si decir que si, o no. Pero no soportó más.
-Sí, acepto!.- Le puso el anillo en la mano derecha. Según Claudia era perfecto. No necesitaba más que eso. Aun tampoco entendía por qué usar un anillo. Pero qué demonios. Después de ese momento lleno de sentimientos, o algo parecido, lo abrazó. Fue él quien le tomó la cara y la besó, así para darle el toque al momento.
-Prometo no dejarte jamás.- Le dijo, cuando la miró fijamente, con las manos en su cara.
-No necesitas prometerlo, lo se.- Terminaron la frase con otro beso de larga duración.
Y nosotros? Aun sentados en un café, bebiendo té Ricky, café yo. Noté que en su rostro se notaba el dolor que le estaba provocando en haber salido a caminar con ese pie en recuperación.
-Quizás no debimos haber venido. Llamaré un taxi.- Dije tomando mi celular.
-No, puedo volver a casa caminando. Me hace bien caminar. Además, llegaré a casa y me tomaré un calmante. Listo. No es necesario que te preocupes tanto por mi.- Dijo colocando una de sus manos sobre una de mis manos. Se la tomé como corresponde.
-Que era eso que querías decirme? No me he olvidado de eso, señor Wilson.-
-Yo tampoco. Quiero que vivas conmigo.- Vaya sorpresa.- No me mires así, no es una idea tan alocada, y eso que viene de mi boca.-
-No es eso, es que parece como si fuera muy rápido. Y a ti no te daba miedo el compromiso?.-
-A ti también! No vengas con cosas extrañas. Solo dime si sí, o no. Tampoco lo hago para apresurarme.-
-Entonces? Si no me das razones no podré responder.- Le dije.
-Está bien. Las ultimas relaciones que he tenido no han sido tan lindas, quizás por eso temo de estar comprometido con alguien. Pero contigo es distinto.- Mientras habla moría de la risa por dentro. Es que no es normal verlo tan serio.- me siento seguro de lo que hago, lo que digo. Y sé que no me engañarás, porque no existe nadie más guapo que yo.- Su autoestima va por el suelo. Me fui a sentar a su lado, por primera vez en esta relación tomé yo la iniciativa, y simplemente le di un beso. Así como de agradecimiento por lo dijo, me había dejado impactada. Después solo me acurruqué a su lado.
-Está bien. Pero solo porque tus excusas me resultaron agradables. Después de que volvamos de gira y tengamos más tiempo prometo empacar otra vez y vivir contigo.-
-Gracias.- Solo eso dijo. Terminó de beber su té y me abrazó. Esperamos la cuenta y nos fuimos. Menuda sorpresa que me tenían.
sábado, 10 de julio de 2010
Cap. 49.: ‘came to my bed, told me that my hair was red’
Fueron las dos semanas más largas de mi vida. Había permanecido en esa casa haciendo de enfermera, cosa que no me salía muy bien. Quizás era porque jamás me había tocado cuidar a un enfermo; y menos uno con un pie roto. Pero, en fin, lo hacía con agrado. Durante la última semana fuimos a su primer control con el traumatólogo. Era todo un chiste, sobre todo el camino hacia el hospital. No podía caminar bien, así es que su velocidad era más lenta que la de una anciana, gracias a Dios yo soy una persona paciente. En la consulta, la espera era casi infinita.
-Me siento como Mr. Bean esperando su atención al médico.- Le dije. Por su cara supuse que no había entendido.-Nunca has visto ese capítulo? Por tu cara creo que no. En fin.-
Cuando ya casi llegábamos a la delgada línea que existe entre el aburrimiento y el aburrimiento extremo, ese donde la risa sale por nada, donde cada cosa que hace la primera persona que pasa frente a tus ojos te parece gracioso, lo llamaron. Fue una evaluación muy rápida. Solo reposo por un par de semanas más. Temía que eso se transformara en meses, que es lo más seguro considerando que es una fractura. Como era él el que debía estar atento con las instrucciones del médico, me dediqué a mandar mensajes de texto. Necesitaba información de fechas, lugares en los que tocaríamos, un nuevo estudio, etc. No me di cuenta cuando lo tenían arriba de una camilla y gritaba desesperadamente del dolor. Necesitaban revisar el pie y sacaron el yeso que le habían puesto de emergencia. Aun estaba hinchado. Mi celular sonó; un mensaje de texto. Clau diciendo que estaría esperándome para terminar lo de las fotos del último tour, así es que debía volver a Londres antes de almuerzo. Férula era lo siguiente, no mas yeso. Terminó la visita y podíamos volver a casa. No sin antes ir a la farmacia más cercana para comprar antiinflamatorios y calmantes. Le dije sobre mi ida a Londres por la tarde. Como no quería estar solo decidió acompañarme, y le advertí que no estaría en casa cuidándolo todo el tiempo. Entendió que estaba ocupada con algunas cosas, y que no me preocupara tanto, él se iría en una semana más. De gira nuevamente.
-Irás?.- Le pregunté.
-Tengo que ir, ya cancelamos las de las últimas semanas por esto, pero la que aremos en Europa es imposible de cancelar, son festivales muy importantes. Nos conocerá más gente.-
-Espero que no se te ocurra andar saltando con un pie así.-
-Es probable que vuelva al yeso. O me quitaré esto. Pero tranquila, no saltaré. Lo prometo.-
-Eso espero. No quiero tener que cuidarte de nuevo. No porque no me guste o no me agrade, es porque no me gusta verte así.-
-Ya, no seas tan grave. Me cuidaré y llegaré sano y salvo para que no tengas que cuidarme.- Decía.
Por la tarde llegamos a Londres, ordenar algunas cosas, guardar otras en mi bolso de mano, laptop, cables, llaves, todo lo necesario.
-Te atreves a quedarte solo un par de horas?.- Le pregunté.
-Sí, ve tranquila. No me voy a mover de tu cama.-
-Recuerda, a las siete es el…..-
-El calmante y a las nueve el antiinflamatorio, si no me siento bien, tomaré el relájate muscular y apagaré todo porque me quedaré dormido. Lo sé. Ya, ándate!.-
Me retiré, preocupada pero tranquila. Dirección de ruta. Casa de Clau.
-Que temprano llegaste! Pensaba que llegarías a las nuevo o más tarde.- Dijo al recibirme en la puerta.
-Llegué antes, me vine temprano. Y Gustaf?.-
-Aun en su estudio. No han parado desde la última semana a la fecha. Y Ricky? Como es eso de que lo tienes que cuidar? Ya se casaron verdad?.-
-Tu insistes con vernos casados.-Reí.- No, lo que pasa es que tiene un pie fracturado, porque lo atropellaron, y lo cuidé estas semanas. Ahora también, porque se vino conmigo.-
-Ay que lindos. Bueno, pero trabajo es trabajo.- Comenzamos con la selección de algunas fotos. Yo pensaba que sería un par de minutos, pero no, nos tomó horas. Tanto así, cuando subimos la ultima a la web ya eran las 11 de la noche. Gustaf estaba abriendo la puerta de la casa y yo ya debía irme. Saludé a Gustaf, compartimos un par de palabras sobre nuestros trabajos, compartimos algunas ideas, vivencias. Finalmente me retiré.
-Que simpática que es tu amiga. Además me hace gracia que, a pesar de que es bajita, sea tan grande.- Comentaba.
-No te entendí nada.-
-Que aunque ella sea bajita de estatura, su carisma y su forma de ser hacen que no se note. A demás, estar frente a una banda la hace más grande aun. Entendiste?.- Negó con la cabeza.- Algún día me entenderás. Que tal tu día?.
-Estuvimos escogiendo algunas cosas. A veces pienso que solo lo hace para que no me sienta mal por no estar trabajando en NME, y para que haga algo.- Decía triste. Y en parte tenía razón. No me gustaba verla así, sin hacer nada. Pero también lo hacía porque se lo buena fotógrafa que es.
-Es una buena amiga. No te quiere ver mal. Mira, después de el trabajo de mañana tomaremos una semana de receso y podríamos hacer algo.-
-A si? Algo como qué? Salir? Ustedes se la pasan descansando!.-
-Es que los chicos que no tienen a nadie aquí, viajarán a Suecia por una semana y días, para estar con su familia, despejarse, ya sabes. Y estaba pensando en que podríamos ir de viaje, en auto, claro, y me llevas a conocer Inglaterra.-
-Suena interesante. Algún lugar en especial?.- Preguntó
-Liverpool. Quiero conocer la tierra de los Beatles. Puede ser?.-
-Suena perfecto!.-
-Que mas descanso?.- Le dijo Cata a Björn cuando le dijo que estaría una semana en casa.- Pero no podré salir contigo a ningún lado, quizás el fin de semana.-
-No importa. Sé que tienes mucho, mucho trabajo, así que no molestaré, no intentaré escaparme a ningún lado, ni siquiera a comprar. Lo prometo.-
-Está bien, pero no es para tanto.-
-Oh si lo es. La primera y última vez que me escapé y me ‘perdí’ te enojaste conmigo.- Puso voz de niño regañado.
-Yo no me enojé contigo esa vez! Me había preocupado, eso es todo. Sonó feo?.-
-Sí. Sonó como cuando mi mamá me retaba porque me escapa a ensayar.-
-Siempre has sido llevado de tu idea, no?.-
-Se nota?.-
-Un poquito. Vas a querer algo?.- Preguntó. Era tarde y tenían hambre. Era el minuto que tenían para compartir al final del día, aunque fueran algo así como 20 min.
Llegué a casa pasada la una de la madrugada. No había comido nada, no tenia sueño pero si estaba cansada. De que, ni idea, pero solo quería tirarme en mi cama, a todas mis anchas y no hacer nada por horas, hasta que el sol saliera y se dejara mostrar por mi ventana. Pero cuando llegué a mi cuarto y pretendía dejarme caer, vi un bulto sobre mi cama. Un bulto con nombre, apellido, pelo y sobrepeso y una pierna rota. No pude dejarme caer. Pero fue agradable llegar a casa y ver un par de ojos claros pegados a la televisión.
-Es tarde.-
-Lo sé. Me atrasé un poco. Te duele?.-
-No tanto. Los calmantes sirven bastante. Quieres algo?.- se puso de pie.
-No, tranquilo, voy yo. Tú tienes que hacer reposo.-
-Que se joda el médico. Ya no soporto estar en cama un día más. Quiero moverme. Te traeré algo.- como no tenía ganas de discutir lo dejé. Si le dolía después no era mi problema, aunque debía aguantarlo.
Los Norén visitaban páginas en la internet de guías turísticas por Liverpool. Se habían emocionado, y querían hacer reservas desde este fin de semana. En cuanto Gustaf saliera de su ‘trabajo’ partirían a la tierra de los Fabulosos Cuatro. No se ponían de acuerdo con el paquete turístico. Que uno tenia no se qué cosas, otro tenía otras, uno que no tenía ninguna de esas. Hasta que dieron con el indicado, luego de media hora de discutir.
-Conforme?.- Le preguntó Clau. No hubo respuesta.- Gustaf, me estas escuchando o no?.- Giró la cabeza para verlo y ahí estaba con los ojos cerrados completamente dormido.-Lo tomaré como un ‘si Claudia, tomaremos ese paquete.- Decía con la voz ronca, intentando imitarlo. Incluso con el extraño ingles proveniente de un sueco.
-Yo no habría dicho eso.-Dijo con voz de dormido. Esta durmiendo pero no inconscientemente.- Habría dicho ‘bien, nos vamos el viernes’.-
-No seas mentiroso Gustaf, te conozco!.-
Noté que se demoraba mucho en la cocina, así es que fui a ver qué desorden tenia.
-Que estás haciendo?.-
-Algo para que comas. Una hamburguesa, con queso y lechuga y tomate…-
-Y por qué?-
-Porque tenías hambre, porque debes alimentarte, y porque me dio por cocinar.- Sus explicaciones me convencían a medias.
-Pero no era necesario que me hicieras una hamburguesa a las dos de la mañana. Con un sándwich de queso fundido habría sido feliz.-
-Lo se, pero quiero compensar todo lo que has hecho por mi.- siguió cocinando, pero apagué el fuego de la cocina y puse el sartén en la parte de atrás.- Que hiciste? Aun le faltaba.-
-Olvídalo, Deja así y ven a dormir.- Lo tomé de una mano y lo llevé a dormir. Casi al llegar me detuvo.- pasa algo?.-
-Dime algo que necesito saber.-
-Que cosa?.-
-Si te dijera que vivamos juntos, vivirías conmigo?.-
-Que tienes planeado Charles Wilson?.-
-Te diré mañana. Aun no lo tengo claro. Así es que tampoco me respondas. Piénsalo. Y por favor no me digas Charles!-
-Pero ese es tu nombre!-
Y así me dejó con la duda. Mala persona.
-Me siento como Mr. Bean esperando su atención al médico.- Le dije. Por su cara supuse que no había entendido.-Nunca has visto ese capítulo? Por tu cara creo que no. En fin.-
Cuando ya casi llegábamos a la delgada línea que existe entre el aburrimiento y el aburrimiento extremo, ese donde la risa sale por nada, donde cada cosa que hace la primera persona que pasa frente a tus ojos te parece gracioso, lo llamaron. Fue una evaluación muy rápida. Solo reposo por un par de semanas más. Temía que eso se transformara en meses, que es lo más seguro considerando que es una fractura. Como era él el que debía estar atento con las instrucciones del médico, me dediqué a mandar mensajes de texto. Necesitaba información de fechas, lugares en los que tocaríamos, un nuevo estudio, etc. No me di cuenta cuando lo tenían arriba de una camilla y gritaba desesperadamente del dolor. Necesitaban revisar el pie y sacaron el yeso que le habían puesto de emergencia. Aun estaba hinchado. Mi celular sonó; un mensaje de texto. Clau diciendo que estaría esperándome para terminar lo de las fotos del último tour, así es que debía volver a Londres antes de almuerzo. Férula era lo siguiente, no mas yeso. Terminó la visita y podíamos volver a casa. No sin antes ir a la farmacia más cercana para comprar antiinflamatorios y calmantes. Le dije sobre mi ida a Londres por la tarde. Como no quería estar solo decidió acompañarme, y le advertí que no estaría en casa cuidándolo todo el tiempo. Entendió que estaba ocupada con algunas cosas, y que no me preocupara tanto, él se iría en una semana más. De gira nuevamente.
-Irás?.- Le pregunté.
-Tengo que ir, ya cancelamos las de las últimas semanas por esto, pero la que aremos en Europa es imposible de cancelar, son festivales muy importantes. Nos conocerá más gente.-
-Espero que no se te ocurra andar saltando con un pie así.-
-Es probable que vuelva al yeso. O me quitaré esto. Pero tranquila, no saltaré. Lo prometo.-
-Eso espero. No quiero tener que cuidarte de nuevo. No porque no me guste o no me agrade, es porque no me gusta verte así.-
-Ya, no seas tan grave. Me cuidaré y llegaré sano y salvo para que no tengas que cuidarme.- Decía.
Por la tarde llegamos a Londres, ordenar algunas cosas, guardar otras en mi bolso de mano, laptop, cables, llaves, todo lo necesario.
-Te atreves a quedarte solo un par de horas?.- Le pregunté.
-Sí, ve tranquila. No me voy a mover de tu cama.-
-Recuerda, a las siete es el…..-
-El calmante y a las nueve el antiinflamatorio, si no me siento bien, tomaré el relájate muscular y apagaré todo porque me quedaré dormido. Lo sé. Ya, ándate!.-
Me retiré, preocupada pero tranquila. Dirección de ruta. Casa de Clau.
-Que temprano llegaste! Pensaba que llegarías a las nuevo o más tarde.- Dijo al recibirme en la puerta.
-Llegué antes, me vine temprano. Y Gustaf?.-
-Aun en su estudio. No han parado desde la última semana a la fecha. Y Ricky? Como es eso de que lo tienes que cuidar? Ya se casaron verdad?.-
-Tu insistes con vernos casados.-Reí.- No, lo que pasa es que tiene un pie fracturado, porque lo atropellaron, y lo cuidé estas semanas. Ahora también, porque se vino conmigo.-
-Ay que lindos. Bueno, pero trabajo es trabajo.- Comenzamos con la selección de algunas fotos. Yo pensaba que sería un par de minutos, pero no, nos tomó horas. Tanto así, cuando subimos la ultima a la web ya eran las 11 de la noche. Gustaf estaba abriendo la puerta de la casa y yo ya debía irme. Saludé a Gustaf, compartimos un par de palabras sobre nuestros trabajos, compartimos algunas ideas, vivencias. Finalmente me retiré.
-Que simpática que es tu amiga. Además me hace gracia que, a pesar de que es bajita, sea tan grande.- Comentaba.
-No te entendí nada.-
-Que aunque ella sea bajita de estatura, su carisma y su forma de ser hacen que no se note. A demás, estar frente a una banda la hace más grande aun. Entendiste?.- Negó con la cabeza.- Algún día me entenderás. Que tal tu día?.
-Estuvimos escogiendo algunas cosas. A veces pienso que solo lo hace para que no me sienta mal por no estar trabajando en NME, y para que haga algo.- Decía triste. Y en parte tenía razón. No me gustaba verla así, sin hacer nada. Pero también lo hacía porque se lo buena fotógrafa que es.
-Es una buena amiga. No te quiere ver mal. Mira, después de el trabajo de mañana tomaremos una semana de receso y podríamos hacer algo.-
-A si? Algo como qué? Salir? Ustedes se la pasan descansando!.-
-Es que los chicos que no tienen a nadie aquí, viajarán a Suecia por una semana y días, para estar con su familia, despejarse, ya sabes. Y estaba pensando en que podríamos ir de viaje, en auto, claro, y me llevas a conocer Inglaterra.-
-Suena interesante. Algún lugar en especial?.- Preguntó
-Liverpool. Quiero conocer la tierra de los Beatles. Puede ser?.-
-Suena perfecto!.-
-Que mas descanso?.- Le dijo Cata a Björn cuando le dijo que estaría una semana en casa.- Pero no podré salir contigo a ningún lado, quizás el fin de semana.-
-No importa. Sé que tienes mucho, mucho trabajo, así que no molestaré, no intentaré escaparme a ningún lado, ni siquiera a comprar. Lo prometo.-
-Está bien, pero no es para tanto.-
-Oh si lo es. La primera y última vez que me escapé y me ‘perdí’ te enojaste conmigo.- Puso voz de niño regañado.
-Yo no me enojé contigo esa vez! Me había preocupado, eso es todo. Sonó feo?.-
-Sí. Sonó como cuando mi mamá me retaba porque me escapa a ensayar.-
-Siempre has sido llevado de tu idea, no?.-
-Se nota?.-
-Un poquito. Vas a querer algo?.- Preguntó. Era tarde y tenían hambre. Era el minuto que tenían para compartir al final del día, aunque fueran algo así como 20 min.
Llegué a casa pasada la una de la madrugada. No había comido nada, no tenia sueño pero si estaba cansada. De que, ni idea, pero solo quería tirarme en mi cama, a todas mis anchas y no hacer nada por horas, hasta que el sol saliera y se dejara mostrar por mi ventana. Pero cuando llegué a mi cuarto y pretendía dejarme caer, vi un bulto sobre mi cama. Un bulto con nombre, apellido, pelo y sobrepeso y una pierna rota. No pude dejarme caer. Pero fue agradable llegar a casa y ver un par de ojos claros pegados a la televisión.
-Es tarde.-
-Lo sé. Me atrasé un poco. Te duele?.-
-No tanto. Los calmantes sirven bastante. Quieres algo?.- se puso de pie.
-No, tranquilo, voy yo. Tú tienes que hacer reposo.-
-Que se joda el médico. Ya no soporto estar en cama un día más. Quiero moverme. Te traeré algo.- como no tenía ganas de discutir lo dejé. Si le dolía después no era mi problema, aunque debía aguantarlo.
Los Norén visitaban páginas en la internet de guías turísticas por Liverpool. Se habían emocionado, y querían hacer reservas desde este fin de semana. En cuanto Gustaf saliera de su ‘trabajo’ partirían a la tierra de los Fabulosos Cuatro. No se ponían de acuerdo con el paquete turístico. Que uno tenia no se qué cosas, otro tenía otras, uno que no tenía ninguna de esas. Hasta que dieron con el indicado, luego de media hora de discutir.
-Conforme?.- Le preguntó Clau. No hubo respuesta.- Gustaf, me estas escuchando o no?.- Giró la cabeza para verlo y ahí estaba con los ojos cerrados completamente dormido.-Lo tomaré como un ‘si Claudia, tomaremos ese paquete.- Decía con la voz ronca, intentando imitarlo. Incluso con el extraño ingles proveniente de un sueco.
-Yo no habría dicho eso.-Dijo con voz de dormido. Esta durmiendo pero no inconscientemente.- Habría dicho ‘bien, nos vamos el viernes’.-
-No seas mentiroso Gustaf, te conozco!.-
Noté que se demoraba mucho en la cocina, así es que fui a ver qué desorden tenia.
-Que estás haciendo?.-
-Algo para que comas. Una hamburguesa, con queso y lechuga y tomate…-
-Y por qué?-
-Porque tenías hambre, porque debes alimentarte, y porque me dio por cocinar.- Sus explicaciones me convencían a medias.
-Pero no era necesario que me hicieras una hamburguesa a las dos de la mañana. Con un sándwich de queso fundido habría sido feliz.-
-Lo se, pero quiero compensar todo lo que has hecho por mi.- siguió cocinando, pero apagué el fuego de la cocina y puse el sartén en la parte de atrás.- Que hiciste? Aun le faltaba.-
-Olvídalo, Deja así y ven a dormir.- Lo tomé de una mano y lo llevé a dormir. Casi al llegar me detuvo.- pasa algo?.-
-Dime algo que necesito saber.-
-Que cosa?.-
-Si te dijera que vivamos juntos, vivirías conmigo?.-
-Que tienes planeado Charles Wilson?.-
-Te diré mañana. Aun no lo tengo claro. Así es que tampoco me respondas. Piénsalo. Y por favor no me digas Charles!-
-Pero ese es tu nombre!-
Y así me dejó con la duda. Mala persona.
lunes, 5 de julio de 2010
Cap. 48: ‘Thin Air’
Necesitaba volver a casa. Llámenlo intuición, o sexto sentido o cosas mías, pero sentía que algo no andaba bien. Esta vez no tomé el bus, si no un avión, por ser lo más rápido que había. En un par de horas ya estaba de vuelta en Londres, en casa. Y ahí no había nadie, solo una nota en la puerta del refrigerador: ‘Salió algo de última hora. Prometo volver en cuanto termine. R.’ No me había gustado nada eso, y a pesar de que estaba muy cansada me fui lo más pronto posible a Leeds. A mitad de camino recordé que no sabía la dirección. 100 metros más cerca de esa ciudad recordé que la tenia anotada en el celular. En caso de emergencia, como ahora. No demoré mucho en llegar, la carretera esta expedita. Pregunté a la poca gente que caminaba por ahí por si conocían la dirección, y como llegar más fácil. Fueron de mucha ayuda. Llamé a su celular para saber si estaba ahí.
-Sí, estoy dentro, en el segundo piso. Te lanzo las llaves.-
-No vas a abrir la puerta?.- Pregunté mirando la única ventana con luz que había.
-No puedo.- sentí que abrieron una ventana y las llaves. Adiviné cual llave era cual. Por fin dentro corrí a donde estaba. Y ahí estaba, tirado en cama con un pie con yeso.-Y a ti que te pasó?.-
-Fue anoche, cuando volvía de ver una película.-
-Y no puedes caminar? Y el tipo del auto? Y… pero, no es posible. Como no te das cuenta por donde caminas? Puedo apostar a que cruzaste por la mitad de la calle!!.-
-Eve, ya recibí el reto de mi mamá anoche en el hospital y el de mi papá hoy en la mañana. No es necesario que me lo repitan.-
-Si claro, que no te digan nada y preocupas a la gente.- Me senté en el borde de la cama, lejos de él para que no se pudiera acercar.
-No me des la espalda, por favor. Además fue solo una fractura en el tobillo. El doctor, que me conoció, dijo que fui un tipo afortunado. Fue solo el pie.-
-Y tener un pie fracturado te hace un hombre afortunado?.-
-Sí, así tengo una linda enfermera para que me cuide.- No me cayó mucho engracia. A pesar de que sabía que yo lo cuidaría un tiempo.-Pero ya, no te pongas así.-
-Por qué no me llamaste?.-
-Porque no podía estar ahí tirado en la calle con un pie roto esperando a que llegaras. Tampoco quería preocuparte.- Como pudo se acercó a mi lado. Puso su mentón en mi hombro izquierdo y me abrazó por la cintura.- No te pongas así.-
-Es que me da cosa verte así. Tu, un hombre hiperactivo que no necesita tomar café para estar despierto toda una noche, solo un par de vasos de cerveza y listo.- Ricky no se contuvo la risa de esa última frase.- Y la risa seria por qué?.-
-Porque se nota que me conoces mucho. Y te preocupas mucho por mí también.-
-Y eso es para reír?.-
-Ya, no te pongas a la defensiva. Mejor ayúdame a ir al baño.- El pobre daba gracias a Dios que yo soy bajita, porque así se apoyaba mejor en mi. Fue toda una odisea llegar hasta el baño, que no estaba a más de cinco metros desde su cuarto.
Como yo me fui primero, Clau se quedó un día más en Suecia. Sus hermanos necesitaban mandarle algo y como no sabían la dirección de donde se estaba quedando lo mandaron con ella. Era una caja, estaba sellada. Tenía mucha curiosidad por saber el contenido, pero se aguantó hasta llegar a Inglaterra nuevamente. Cuando llegó a casa se encontró con Gustaf dormido sobre la cama. Vio el reloj y eran las 12 de la noche. Pensó que quizás estaba cansado, pero debía despertarlo para que se quedara dormido debajo de la ropa de cama.
-Gustaf? Despierta.- Lo movía para despertarlo.
-Qué? No, no fui yo…-decía aun dormido.-Ah? Claudia!.-Dijo alegre. Despertando.
-Ya volví!. Me extrañaste?.-
-Un poco.- Se levantó para saludarla como corresponde.-Como te fue? Donde fuiste?.-
-A los mismos lugares que fui hace tiempo, creo que te conté. Y esto.-se dio vuelta para buscar algo en su bolso.- lo mandaron tus hermanos.- Le entregó la cajita.
-Como? Los vistes?.- Preguntó mirando la caja.
-Los encontré en el show de Borlänge de The Weather Man Report.- Abrió la cajita Gustaf, con los ojos de Claudia clavados en esa acción. Dentro había otra caja que Gustaf tapó rápidamente.- Pero quiero ver!!.-
-No, es sorpresa.-
-Pero, yo quiero saber!!.- Seguía reclamando.-
-No!, te dije que es sorpresa. Y así se quedará. Ahora si me das permiso me acostaré y dormiré porque tengo mucho sueño.-Se dio media vuelta, se metió dentro de la ropa de cama y se hizo el dormido. Claro que antes escondió la caja dentro de una caja de zapatos.
Y una nueva semana comenzaba. Como todas las semanas. Trabajos y más trabajos, menos Clau, que solo se quedaba en casa. Claro que ahora revisaba las fotos tomadas en los shows, las mejores las dejaría aparte para subirlas a la web de la banda. Para eso debía contactarme y llamó a mi teléfono, el cual no contesté yo.
-Si?.-
-Ricky?-
-Si? Quien habla?-
-Claudia. Esta Eve?.- Preguntaba. No entendía mucho lo que estaba pasando.
-Sí, pero está dormida.- Dijo eso y yo desperté.- No, espera, ya despertó.-Tapó el teléfono para que no escuchara.- Eve? Es tu amiga, Claudia.-
-Dámela.- Tomé el teléfono.- Si?.-
-Por qué contestó Ricky Wilson tu teléfono? No estás en tu casa?.- Preguntaba.
-No estoy en mi casa. No me preguntes por qué contestó él, solo contestó-
-Estas en su casa? Ay si son tan lindos!! Ya no pueden estar sin el otro. Cásense.- Bromeó.
-Que qué? No, estoy aquí porque tengo que lo tengo que cuidar. Después te contaré. Que sucede?.-
-Que lo tienes que cuidar? Ya vivan juntos. No pierdan el tiempo.- Seguía entre risas.- Ya ahora serio. Ya tengo todas las imágenes y están listas para que las subas.- Si, yo soy la encargada de actualizar esa web.
-Está bien. Iré mañana.- Quedamos de acuerdo para eso.
Clau no pudo contener y llamó a Cata.
-Qué pasó?.-
-De nuevo nuestra pequeña cantante de indie. Está tan grande.-
-Qué? Ya se casó? Tiene hijos?.-
-No, pero ya le falta poco. Hoy la llamé para un asunto y me contestó Ricky.-
-Están viviendo juntos?.-
Siguieron sacando conclusiones. La conclusión más grande fue que yo estaba a punto de casarme y que ya vivía con el cachetón rubio. Me hacen tanto reir.
-Sí, estoy dentro, en el segundo piso. Te lanzo las llaves.-
-No vas a abrir la puerta?.- Pregunté mirando la única ventana con luz que había.
-No puedo.- sentí que abrieron una ventana y las llaves. Adiviné cual llave era cual. Por fin dentro corrí a donde estaba. Y ahí estaba, tirado en cama con un pie con yeso.-Y a ti que te pasó?.-
-Fue anoche, cuando volvía de ver una película.-
-Y no puedes caminar? Y el tipo del auto? Y… pero, no es posible. Como no te das cuenta por donde caminas? Puedo apostar a que cruzaste por la mitad de la calle!!.-
-Eve, ya recibí el reto de mi mamá anoche en el hospital y el de mi papá hoy en la mañana. No es necesario que me lo repitan.-
-Si claro, que no te digan nada y preocupas a la gente.- Me senté en el borde de la cama, lejos de él para que no se pudiera acercar.
-No me des la espalda, por favor. Además fue solo una fractura en el tobillo. El doctor, que me conoció, dijo que fui un tipo afortunado. Fue solo el pie.-
-Y tener un pie fracturado te hace un hombre afortunado?.-
-Sí, así tengo una linda enfermera para que me cuide.- No me cayó mucho engracia. A pesar de que sabía que yo lo cuidaría un tiempo.-Pero ya, no te pongas así.-
-Por qué no me llamaste?.-
-Porque no podía estar ahí tirado en la calle con un pie roto esperando a que llegaras. Tampoco quería preocuparte.- Como pudo se acercó a mi lado. Puso su mentón en mi hombro izquierdo y me abrazó por la cintura.- No te pongas así.-
-Es que me da cosa verte así. Tu, un hombre hiperactivo que no necesita tomar café para estar despierto toda una noche, solo un par de vasos de cerveza y listo.- Ricky no se contuvo la risa de esa última frase.- Y la risa seria por qué?.-
-Porque se nota que me conoces mucho. Y te preocupas mucho por mí también.-
-Y eso es para reír?.-
-Ya, no te pongas a la defensiva. Mejor ayúdame a ir al baño.- El pobre daba gracias a Dios que yo soy bajita, porque así se apoyaba mejor en mi. Fue toda una odisea llegar hasta el baño, que no estaba a más de cinco metros desde su cuarto.
Como yo me fui primero, Clau se quedó un día más en Suecia. Sus hermanos necesitaban mandarle algo y como no sabían la dirección de donde se estaba quedando lo mandaron con ella. Era una caja, estaba sellada. Tenía mucha curiosidad por saber el contenido, pero se aguantó hasta llegar a Inglaterra nuevamente. Cuando llegó a casa se encontró con Gustaf dormido sobre la cama. Vio el reloj y eran las 12 de la noche. Pensó que quizás estaba cansado, pero debía despertarlo para que se quedara dormido debajo de la ropa de cama.
-Gustaf? Despierta.- Lo movía para despertarlo.
-Qué? No, no fui yo…-decía aun dormido.-Ah? Claudia!.-Dijo alegre. Despertando.
-Ya volví!. Me extrañaste?.-
-Un poco.- Se levantó para saludarla como corresponde.-Como te fue? Donde fuiste?.-
-A los mismos lugares que fui hace tiempo, creo que te conté. Y esto.-se dio vuelta para buscar algo en su bolso.- lo mandaron tus hermanos.- Le entregó la cajita.
-Como? Los vistes?.- Preguntó mirando la caja.
-Los encontré en el show de Borlänge de The Weather Man Report.- Abrió la cajita Gustaf, con los ojos de Claudia clavados en esa acción. Dentro había otra caja que Gustaf tapó rápidamente.- Pero quiero ver!!.-
-No, es sorpresa.-
-Pero, yo quiero saber!!.- Seguía reclamando.-
-No!, te dije que es sorpresa. Y así se quedará. Ahora si me das permiso me acostaré y dormiré porque tengo mucho sueño.-Se dio media vuelta, se metió dentro de la ropa de cama y se hizo el dormido. Claro que antes escondió la caja dentro de una caja de zapatos.
Y una nueva semana comenzaba. Como todas las semanas. Trabajos y más trabajos, menos Clau, que solo se quedaba en casa. Claro que ahora revisaba las fotos tomadas en los shows, las mejores las dejaría aparte para subirlas a la web de la banda. Para eso debía contactarme y llamó a mi teléfono, el cual no contesté yo.
-Si?.-
-Ricky?-
-Si? Quien habla?-
-Claudia. Esta Eve?.- Preguntaba. No entendía mucho lo que estaba pasando.
-Sí, pero está dormida.- Dijo eso y yo desperté.- No, espera, ya despertó.-Tapó el teléfono para que no escuchara.- Eve? Es tu amiga, Claudia.-
-Dámela.- Tomé el teléfono.- Si?.-
-Por qué contestó Ricky Wilson tu teléfono? No estás en tu casa?.- Preguntaba.
-No estoy en mi casa. No me preguntes por qué contestó él, solo contestó-
-Estas en su casa? Ay si son tan lindos!! Ya no pueden estar sin el otro. Cásense.- Bromeó.
-Que qué? No, estoy aquí porque tengo que lo tengo que cuidar. Después te contaré. Que sucede?.-
-Que lo tienes que cuidar? Ya vivan juntos. No pierdan el tiempo.- Seguía entre risas.- Ya ahora serio. Ya tengo todas las imágenes y están listas para que las subas.- Si, yo soy la encargada de actualizar esa web.
-Está bien. Iré mañana.- Quedamos de acuerdo para eso.
Clau no pudo contener y llamó a Cata.
-Qué pasó?.-
-De nuevo nuestra pequeña cantante de indie. Está tan grande.-
-Qué? Ya se casó? Tiene hijos?.-
-No, pero ya le falta poco. Hoy la llamé para un asunto y me contestó Ricky.-
-Están viviendo juntos?.-
Siguieron sacando conclusiones. La conclusión más grande fue que yo estaba a punto de casarme y que ya vivía con el cachetón rubio. Me hacen tanto reir.
sábado, 3 de julio de 2010
Cap. 47: ‘Untitled A’
Habían pasado unas semanas después de ese lapsus en nuestras vidas. Todo volvía a ser casi como lo era antes, a una anómala normalidad. Claro, Clau aun sin trabajo pasaba todo el tiempo en su casa. A veces salía a fotografiar, además de organizar su exposición, una deuda pendiente con ella, y que quería saldar pronto. Cata tomaba las cosas con calma, pero no por eso dejaba de estar preocupada. Si paseaban, lo hacían por lugares muy concurridos, para pasar desapercibidos. Yo partí de gira, una vez más. Esta vez era por dos meses, como no tenia fotógrafo, porque Fer, que es la fotógrafa de cabecera de esta banda estaba de gira con The Strokes, otra banda nueva, pero ellos son de New York, no podía venir con nosotros esta vez. Así es que para que olvidara un rato lo que estaba pasando, invité a Clau. En el bus camino a Francia, una vez más.
-Se siente tan bien esto de estar tan relajada.- Decía Clau, tirada en el sofá. Me senté en la silla que estaba en frente con un refresco en la mano. Di un suspiro.- Y ese suspiro? Extrañas a alguien?.-
-A alguien como quien?.- Dije.
-No sé, alguien como rubio, un poco redondito, de ojos claros….-
-Está bien, ya sé quién es. Si, si lo extraño. Aunque más que extrañarlo a él, extraño sus locuras, sus malas bromas y sus comentarios sobre la actualidad y la televisión. Me hacen reír mucho.-
-Pero deberías escribir los tuyos y leerlos después, podría jurar que son iguales.- Tenía razón en eso.
-En fin, ya pasara este tiempo y podré reír de nuevo. Has hablado con Gustaf? Ustedes se ven bastante sólidos. Bien, como decirlo? Unidos? Inseparables? Uña y mugre?.-
-Algo así. Pero me preocupó su actitud antes de que me fuera. Después de lo ocurrido con las fotos y todo eso pasó tres días sin dormir encerrado en la salita que acondicionamos en casa. Solo escuchaba algunos acordes de su guitarra, pero nada claro. Y que arrugaba hojas, y las tiraba a todas partes. Me preocupó un poco.-
-Y no te habló por todo ese tiempo?.-
-Antes de venir si me habló. Pero no me dejaba estar cerca de la puerta. Incluso me decía que saliera de casa.-
-Estaba componiendo.- mi comentario sin fundamentos. Pero los fundamentos vienen después.
-Como sabes?.-
-Yo lo hice un tiempo. Necesitaba estar sola para escribir algo. Sin ruido más que el de la guitarra, o el piano. Él debió estar en la misma situación. Tienes que comprenderlo.-
-Quizás tiene razón.-
-A todo esto, te conté que vamos a Glastonbury?.- Le dije casi emocionada. De un brinco Clau se levantó del sofá en el que estaba tirada. Se había emocionado más que yo.
-Que te vas al festival de Glastonbury??!?!?!?.-
-Sí, actuaremos en el Other Stage antes que Franz Ferdinand. Hoy leí el line up que nos mandaron y estamos confirmadísimos.-
-Es que es increíble!. Yo sabía que irías, porque es tan obvio, son excelentes y tienen miles de fans, pero no que irían tan rápido.-
Nuevamente tenía razón. Yo también esperaba llegar a ese festival, pero juraba que pasaría dentro de un par de años más, cuando ya tuviéramos un segundo disco a la venta, cuando fuéramos una banda completamente reconocida, con una vasta trayectoria, no con un disco bajo el brazo y un par de años. Pero lo importante era que íbamos y que estaríamos como una de las bandas que se presentaban como favoritos.
Toda esa noche la pasamos de viaje conversando. Solo dormimos algo antes de arribar. Y la misma escena se repetía en cada sitio al que íbamos: tocar, viajar, llegar a algún lugar, prueba de sonido, etc. Una de las últimas paradas era Suecia. Allí tocaríamos en Estocolmo, claro, y en Borlänge, las tierras de Mando Diao.
-Esta ciudad es tan linda.- Comentaba Clau cuando caminábamos en busca de comida.
-Has estado aquí?.-
-Recuerdas cuando Gustaf y yo no vinimos de viaje?.- Mi respuesta fue mover la cabeza de forma negativa.- Cierto, estabas ocupada con cierta persona. Bueno, la cosa es que ya he estado aquí. Es muy linda, acogedora.-
-Te vendrías a vivir si te lo pidieran?.- Quizás no debí preguntar eso, pero ya lo había hecho.
-Sabes, creo que sí. No es tan malo vivir con un rockstar, aunque lo vea tarde mal y nunca. Tú te irías a Leeds si te lo pidieran?.-
-Depende. Somos ambos miembros de una banda, los dos pasamos más tiempo arriba de un avión, de una van, de un bus que en una casa. Asique daría lo mismo.- Dije sincerándome.
-Tienes miedo de que no resulte?.-
-Quieres que te diga la verdad?.- Movió la cabeza de arriba abajo.- Si. Tengo susto de que pueda durar muy poco. Pero no es en lo que pienso ahora. Quiero disfrutar este tiempo. Y quiero entrar a comprar algo porque ya no doy más.-
Antes del concierto mismo, y mientras veíamos como entraba la gente al salón, Clau me llamó a un lado de escenario. Había notado un par de caras muy conocidas. No alcancé a llegar cuando me di cuenta de que habían dos hombres delgados y no muy altos conversando con ella.
-Ahí estas. Quiero presentarte a unos amigos. Familiares mejor dicho. Él es Carl y el Víctor. Ambos son hermanos de Gustaf. Carl, Víctor, ellas es Eve. La vocalista de la banda.- Estreché las manos con ambos. Muy simpáticos.
-Oh!! Tu eres la mujer detrás de esa hermosa voz!.- Dijo Víctor. Creo que es el hermano menor de Gustaf, y es bastante guapo.
-Conoces la banda?.- Le preguntó Clau.
-Que si la conoce? Le encanta!!.- Comentó Carl.
Seguimos charlando por un rato más. Eran muy entretenidos, a pesar de que tenían cara de serios, igual que su hermano. Yo los dejé, debía ir a ver los últimos detalles para subir al escenario.
Mientras tanto, en Londres, la gente de mando Diao seguía con sus asuntos de canciones compuestas y maquetas a medio terminar y canciones que aun no se grababan. Antes de que terminaran otra jornada Gustaf había llegado con una canción a medio terminar. Solo faltaban los arreglos. Se la mostró al resto de la ‘pandilla’. Todos quedaron enamorados con esa canción. Se fueron a casa muy contentos con la canción en la cabeza, a pesar de que le faltaba por terminar. Björn no paraba de pensar en cómo seguir con esa canción. Durante toda la cena no dejaba de escribir en un papel.
-La próxima vez que cenemos no te sentarás con un papel y un lápiz.- Le dijo Cata cuando lo miraba concentrado en el papel.
-Está bien mi amor.-
-En que trabajas tanto?.- Se levantó a ver que era
-Es una canción que Gustaf no terminó y me la traje para ver que puedo hacer.-
-Y estarás hasta muy tarde?.-
-No lo sé. Pero puedo trabajar en ella después de que te duermas. No me molesta hacerte dormir, así como a los niños.-
-no sería una mala idea.- Decía. Björn la tomó en brazos y la llevó a dormir.- Y la loza?.-
-Yo lavo.- Como prometió la hizo dormir. Claro que antes vieron televisión, besos, abrazos, caricias y todo eso. Cuando Cata ya estaba en un estado de inconsciencia fue, primero, a lavar las cosas de la cena. No le gustaba tener todo desordenado, después se fue a trabajar a la terraza. Dentro de la casa podía meter mucho ruido, así es que se fue afuera.
Nick y Caro. Una vida completamente a parte de todas nosotras era la que llevaba. Había inaugurado por fin su hotel número tres, en Leeds. Estaba seriamente pensado en ir a vivir a esa ciudad, mal que mal, su novio vivía en ella. Fue una de esas noches en las que no hacían nada cuando Nick preguntó.
-No has pensado en vivir aquí?.-
-Yo? No lo sé. O sea, ya casi lo hago, llevo casi dos meses sin salir de tu casa.- Decía con risitas de por medio.
-Lo sé, pero yo te pregunto si quisieras vivir aquí, conmigo. No solo estos meses, si no todos los meses, todas las semanas, todos los días, todas las horas.- Decía casi rogándole. Caro no sabía que decir. Su cara era como de felicidad e incredulidad.- Anda, di que si. Por favor.-
-No lo sé. Que quieres que te diga.-
-Que si, obvio. Pero si no quieres vivir conmigo por las buenas, no harás por las malas.-
-A que te refieres? No me gusta que hables así.- Del bolsillo Nick sacó una de esas cosas donde se guardan anillos, y era precisamente lo que había dentro de esa cosita.
-Vas a vivir conmigo porque quiero que esto sea serio.- Le entregó el anillo.- Aceptas o no?.-
-Si digo que si no hay vuelta atrás?.- Nick negó con la cabeza.-Que diablos, acepto- Si, en un tiempo más Caro pasaría a ser una Hodgson.
-Se siente tan bien esto de estar tan relajada.- Decía Clau, tirada en el sofá. Me senté en la silla que estaba en frente con un refresco en la mano. Di un suspiro.- Y ese suspiro? Extrañas a alguien?.-
-A alguien como quien?.- Dije.
-No sé, alguien como rubio, un poco redondito, de ojos claros….-
-Está bien, ya sé quién es. Si, si lo extraño. Aunque más que extrañarlo a él, extraño sus locuras, sus malas bromas y sus comentarios sobre la actualidad y la televisión. Me hacen reír mucho.-
-Pero deberías escribir los tuyos y leerlos después, podría jurar que son iguales.- Tenía razón en eso.
-En fin, ya pasara este tiempo y podré reír de nuevo. Has hablado con Gustaf? Ustedes se ven bastante sólidos. Bien, como decirlo? Unidos? Inseparables? Uña y mugre?.-
-Algo así. Pero me preocupó su actitud antes de que me fuera. Después de lo ocurrido con las fotos y todo eso pasó tres días sin dormir encerrado en la salita que acondicionamos en casa. Solo escuchaba algunos acordes de su guitarra, pero nada claro. Y que arrugaba hojas, y las tiraba a todas partes. Me preocupó un poco.-
-Y no te habló por todo ese tiempo?.-
-Antes de venir si me habló. Pero no me dejaba estar cerca de la puerta. Incluso me decía que saliera de casa.-
-Estaba componiendo.- mi comentario sin fundamentos. Pero los fundamentos vienen después.
-Como sabes?.-
-Yo lo hice un tiempo. Necesitaba estar sola para escribir algo. Sin ruido más que el de la guitarra, o el piano. Él debió estar en la misma situación. Tienes que comprenderlo.-
-Quizás tiene razón.-
-A todo esto, te conté que vamos a Glastonbury?.- Le dije casi emocionada. De un brinco Clau se levantó del sofá en el que estaba tirada. Se había emocionado más que yo.
-Que te vas al festival de Glastonbury??!?!?!?.-
-Sí, actuaremos en el Other Stage antes que Franz Ferdinand. Hoy leí el line up que nos mandaron y estamos confirmadísimos.-
-Es que es increíble!. Yo sabía que irías, porque es tan obvio, son excelentes y tienen miles de fans, pero no que irían tan rápido.-
Nuevamente tenía razón. Yo también esperaba llegar a ese festival, pero juraba que pasaría dentro de un par de años más, cuando ya tuviéramos un segundo disco a la venta, cuando fuéramos una banda completamente reconocida, con una vasta trayectoria, no con un disco bajo el brazo y un par de años. Pero lo importante era que íbamos y que estaríamos como una de las bandas que se presentaban como favoritos.
Toda esa noche la pasamos de viaje conversando. Solo dormimos algo antes de arribar. Y la misma escena se repetía en cada sitio al que íbamos: tocar, viajar, llegar a algún lugar, prueba de sonido, etc. Una de las últimas paradas era Suecia. Allí tocaríamos en Estocolmo, claro, y en Borlänge, las tierras de Mando Diao.
-Esta ciudad es tan linda.- Comentaba Clau cuando caminábamos en busca de comida.
-Has estado aquí?.-
-Recuerdas cuando Gustaf y yo no vinimos de viaje?.- Mi respuesta fue mover la cabeza de forma negativa.- Cierto, estabas ocupada con cierta persona. Bueno, la cosa es que ya he estado aquí. Es muy linda, acogedora.-
-Te vendrías a vivir si te lo pidieran?.- Quizás no debí preguntar eso, pero ya lo había hecho.
-Sabes, creo que sí. No es tan malo vivir con un rockstar, aunque lo vea tarde mal y nunca. Tú te irías a Leeds si te lo pidieran?.-
-Depende. Somos ambos miembros de una banda, los dos pasamos más tiempo arriba de un avión, de una van, de un bus que en una casa. Asique daría lo mismo.- Dije sincerándome.
-Tienes miedo de que no resulte?.-
-Quieres que te diga la verdad?.- Movió la cabeza de arriba abajo.- Si. Tengo susto de que pueda durar muy poco. Pero no es en lo que pienso ahora. Quiero disfrutar este tiempo. Y quiero entrar a comprar algo porque ya no doy más.-
Antes del concierto mismo, y mientras veíamos como entraba la gente al salón, Clau me llamó a un lado de escenario. Había notado un par de caras muy conocidas. No alcancé a llegar cuando me di cuenta de que habían dos hombres delgados y no muy altos conversando con ella.
-Ahí estas. Quiero presentarte a unos amigos. Familiares mejor dicho. Él es Carl y el Víctor. Ambos son hermanos de Gustaf. Carl, Víctor, ellas es Eve. La vocalista de la banda.- Estreché las manos con ambos. Muy simpáticos.
-Oh!! Tu eres la mujer detrás de esa hermosa voz!.- Dijo Víctor. Creo que es el hermano menor de Gustaf, y es bastante guapo.
-Conoces la banda?.- Le preguntó Clau.
-Que si la conoce? Le encanta!!.- Comentó Carl.
Seguimos charlando por un rato más. Eran muy entretenidos, a pesar de que tenían cara de serios, igual que su hermano. Yo los dejé, debía ir a ver los últimos detalles para subir al escenario.
Mientras tanto, en Londres, la gente de mando Diao seguía con sus asuntos de canciones compuestas y maquetas a medio terminar y canciones que aun no se grababan. Antes de que terminaran otra jornada Gustaf había llegado con una canción a medio terminar. Solo faltaban los arreglos. Se la mostró al resto de la ‘pandilla’. Todos quedaron enamorados con esa canción. Se fueron a casa muy contentos con la canción en la cabeza, a pesar de que le faltaba por terminar. Björn no paraba de pensar en cómo seguir con esa canción. Durante toda la cena no dejaba de escribir en un papel.
-La próxima vez que cenemos no te sentarás con un papel y un lápiz.- Le dijo Cata cuando lo miraba concentrado en el papel.
-Está bien mi amor.-
-En que trabajas tanto?.- Se levantó a ver que era
-Es una canción que Gustaf no terminó y me la traje para ver que puedo hacer.-
-Y estarás hasta muy tarde?.-
-No lo sé. Pero puedo trabajar en ella después de que te duermas. No me molesta hacerte dormir, así como a los niños.-
-no sería una mala idea.- Decía. Björn la tomó en brazos y la llevó a dormir.- Y la loza?.-
-Yo lavo.- Como prometió la hizo dormir. Claro que antes vieron televisión, besos, abrazos, caricias y todo eso. Cuando Cata ya estaba en un estado de inconsciencia fue, primero, a lavar las cosas de la cena. No le gustaba tener todo desordenado, después se fue a trabajar a la terraza. Dentro de la casa podía meter mucho ruido, así es que se fue afuera.
Nick y Caro. Una vida completamente a parte de todas nosotras era la que llevaba. Había inaugurado por fin su hotel número tres, en Leeds. Estaba seriamente pensado en ir a vivir a esa ciudad, mal que mal, su novio vivía en ella. Fue una de esas noches en las que no hacían nada cuando Nick preguntó.
-No has pensado en vivir aquí?.-
-Yo? No lo sé. O sea, ya casi lo hago, llevo casi dos meses sin salir de tu casa.- Decía con risitas de por medio.
-Lo sé, pero yo te pregunto si quisieras vivir aquí, conmigo. No solo estos meses, si no todos los meses, todas las semanas, todos los días, todas las horas.- Decía casi rogándole. Caro no sabía que decir. Su cara era como de felicidad e incredulidad.- Anda, di que si. Por favor.-
-No lo sé. Que quieres que te diga.-
-Que si, obvio. Pero si no quieres vivir conmigo por las buenas, no harás por las malas.-
-A que te refieres? No me gusta que hables así.- Del bolsillo Nick sacó una de esas cosas donde se guardan anillos, y era precisamente lo que había dentro de esa cosita.
-Vas a vivir conmigo porque quiero que esto sea serio.- Le entregó el anillo.- Aceptas o no?.-
-Si digo que si no hay vuelta atrás?.- Nick negó con la cabeza.-Que diablos, acepto- Si, en un tiempo más Caro pasaría a ser una Hodgson.
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