Cap. 62:’Wake up’

Solo faltaban un par de días para la ceremonia de Claudia. Moría de nervios de solo pensar lo que se venía. Fue una lástima no poder estar con ella en ese tiempo, esto de grabar un disco no es fácil.
-A Eve le pasa algo.- Decía el baterista.- Estas bien?.-
-Yo? Si, por qué?.-
-Estas como ida. Hay algo que no nos has dicho?.-
-Estas así desde que fuimos a Estados Unidos hace ya mucho tiempo. Algo pasó en ese viaje.- Agregó el bajista.
-Oye, no son mi mamá para que me hagan tantas preguntas!!.- Dije, no molestas, de hecho me estaba riendo.
-Saben? Quizás es porque no ha visto a su novio.-
-Tiene novio?-Preguntó el tecladista, que era nuevo pero lo conocíamos desde hace tiempo.
-En qué mundo vives? Fue a verla a Glastonbury. Era el rubio de las muletas.-
-Oigan ustedes, cuarteto de hombres con rasgos de mujer que gusta de leer The Sun y ver telenovelas a la hora del almuerzo! Déjenme en paz!.- Los apunté a cada uno de ellos.
-Calama Eve. Está bien que tengas novio. Te hacía falta.-
-Tú crees?.-
-Después de tu última experiencia, si, te hacía falta.-
-Y se ven bien los dos juntos. Me imagino sus hijos, van a ser niños rosados, rubios y redonditos.- Genial, primero una de mis mejores amigas no dejaba de molestarme para verme casa y ahora mis amigos músicos quieren verme con hijos. Qué futuro el mío.
-Ya me quieren ver con hijos?.-
-Queremos ser tíos pronto.- Volvimos a trabajar. A media tarde revisé mi correo. Tenía uno de Ricky. Era para saber de mí, lo mismo que una llamada, pero claro, como también está en un lugar ruidoso no escucharía su celular. Me contaba que mañana por la noche llegaría para ir a lo de Claudia, y que llevaba algo que necesitaba mi aprobación.
-Me gusta la forma de vestir de ese tipo.-Me decían
-Se van a vestir así desde ahora en adelante? Y se van a dejar crecer la barba? Y a comer mucho?.-
-No, ninguna de esas cosas. Es solo un comentario. Ya te vas?.- Nos fuimos todos juntos. Me dejaron en casa porque había ido sin auto.
Mientras tanto en casa de Claudia y Gustaf.
-No puedo estar tranquila, esto es en dos días, Cata aun no llega y falta que confirmen la cosa del banquete. Hay que voy a hacer.- Decía caminando nerviosa de un lado a otro.
-Pero si eso dijeron que estaba listo.-
-En serio?.-
-No te dije? Llamaron ayer en la tarde y dijeron que estaba listo y que lo llevarían al lugar pasado mañana.- decía con tal naturalidad y tranquilidad.
-Y ahora me dices eso?? No pudiste decírmelo en cuanto te dijeron?.- Le dijo con la voz fuerte.
-Estabas ocupada, disculpa.-
-Está bien. Pero que no se vuelva a repetir. Que más nos falta?.-
-Relajarnos y esperar por que llegue el día.- Le decía, mientras se ponía detrás de ella y le daba masajes en el cuello. Según él, se relajaría un poco. Pero no fue tan así.-Y si mejor te vas a dormir?.-
-Me relajaré?.-
-No sé, pero al menos te despejarás un poco. Y es lo mejor.- Le hizo caso. Se fue a dormir acompañada del que sería su esposo dentro de algunas horas. Los nervios no se le pasaban, pero al menos se calmaba un rato gracias a los cuidados de Gustaf.
Cata y Björn esperaban a que el tren partiera. Viajarían de noche, estaban sentados frente a frente. Conversaban de lo que había sido su viaje a todos esos lados. Había sido maravilloso.
-Ahora nos devolvemos, verdad?.- Le preguntó Björn
-Sí. No tendremos tiempo para otra parada. Además, y estoy cansada y quiero dormir en mi cama.-
-Sí, yo quiero mudarme pronto también.-
-Lo podemos hacer en cuanto lleguemos. Conozco un número para mudanzas, no creo que sea tan caro.- Decía Cata. El tren había comenzado su andar.
-Y si sale caro, que importa?.-
Björn estaba decidido a comenzar una nueva vida, a toda costa. Quizás porque su antigua relación no había sido la mejor, había quedado muy dolido. Estar con una mujer más grande que él no había sido la mejor. No, si tomamos en cuenta de que ella jamás tenía tiempo para él, y s lo tenía no estaba al cien por cien, siempre preocupada de sus cosas. Pero esta vez todo era distinto. Cata era lo que necesitaba para sentirse en paz: alguien que, aunque no tuviera todo el tiempo que quisiera, siempre lo hacía para compartir, lo escuchaba y aconsejaba, se preocupaba de él. Podía volver a ser un niño por completo sin vergüenza, a veces no lo necesitaba gracias al desarrollado lado maternal que Catalina tiene. Por eso la amaba, por eso gustaba de pasar tiempo con ella, por eso la necesidad de armar su familia pronto, y con ella.

El cansancio era más fuerte y a penas me tiré en mi cama me dormí. Cometí el error de hacerlo sin meterme bajo la ropa de cama. Esperaba a que Ricky llegara pero no lo hizo. Quizás su jornada laboral. Bueno, ya sabía llegar, su pie estaba considerablemente mejor y podía manejar. Y también tenía llaves de este departamento, puede entrar si quiere.
El sol salía por todos lados de Europa, solo con algunas horas de diferencia. Para los Dixgård el viaje estaba a dos horas de terminar. Ya había llegado a Francia después de un largo recorrido. Ahora debían abordar en una hora más en que lo llevaría a Inglaterra de vuelta. Aprovecharon el tiempo para ir por desayuno. Dentro de la misma estación había un Starbucks, perfecto para ella.
-Yo quería un desayuno típico francés.- Le decía Björn cuando esperaban por el pedido.
-Si quieres vamos a comprar para el camino.-
-No es una mala idea. Comeremos esto y voy por mis tostadas francesas.-
-Pero Björn, las tostadas francesas no son de Francia de verdad.- Decía y se reía.
-No? Y de donde son entonces?.-
-No tengo idea, pero los estadounidenses comen esas cosas. Tienes que comer croissants si quieres algo francés.-
-Además del pan baguette?.-
-Además del pan baguette.- Le respondía entre risas . Buscaron un asiento y fueron a ingerir sus cosas. Fueron por los croissants, una ronda más de café y al tren nuevamente. Ahora debían pasar por debajo del canal de la Mancha y estarían en casa otra vez.
Claudia aun no despertaba, no quería despertarla Gustaf tampoco, había pasado una pésima noche por culpa de los nervios la pobre, y él también. Salió temprano de casa pues tenía que ir a buscar su traje. Era de color purpura muy oscuro, camisa blanca, zapatos de dos colores, blanco y negro, como lo de los gánster de antaño, y para darle el toque serio pero no tanto, una corbata de moño. Cuando Claudia se despertó se preocupó al no encontrar a nadie, pero pensó que quizás Gustaf había salido a comprar algo para desayunar. Alguna sorpresa quizás.
Cata mandó un mensaje a mi celular, lo que logró que despertara. ‘Nos juntamos a las 16 para despedir a Claudia.’ Decía el mensaje. Nos juntaríamos para despedir a otra ex soltera. Después de leer intenté seguir durmiendo, pero algo extraño pasó. De la nada sentí como si alguien pasa su lengua por mi cara, desperté inmediatamente después de sentir eso. Mi sorpresa fue grande, era un perro blanco, con el pelo desordenado en la cara. No ladraba, era amistoso. Solo quería un poco de cariño.
-No, Lou!! La despertaste. Perro malo.- Era Ricky en persona…con su perro?
-El perro es tuyo?.-
-Te gusta? Buenos días linda.- Se acostó para saludarme. Así cuando me levantaría.
-Buenos días vagabundo. Si, se parece a ti. Aunque no me gustan mucho. Y Pancake? Dónde está?.-
-En su cama asustado.- Mi pobre gatito asustado. Como no, en si vida ha visto un perro. Su mundo es solo la casa, el auto, el veterinario y yo.
El día avanzaba. Cata había llegado sana y salva, le pidió a Björn que llamara a Gustaf y lo sacara de esa casa. Le hizo caso y salió por él, así nosotras estaríamos solas para compartir un momento. No sería mucho tiempo tampoco.
Cuando llegamos estaban Claudia sola.
-Tu marido se llevó a mi novio.-
-Sí, yo se lo pedí. No me vas a decir ‘bienvenida a Inglaterra, señora casada’? mala amiga.
-Para que, ya te dieron la bienvenida en la estación. Pero ustedes por qué están acá?.- preguntó.
-Venimos a despedir tus últimas horas de soltera. Pero tranquila que no vienen niños con poca ropa. Solo seremos nosotras.- Dije.
-Que bueno, no quería pasar la vergüenza del otro día.- Decía Caro. Nos reímos de su comentario.-Si claro, ríanse ustedes pervertidas e indecentes.-
-Si claro, ella la señorita decencia en persona.- Claudia la molestaba.
-Más que ustedes tres juntas.-
-Ya basta. Además tengo regalitos para ustedes.- decía Cata sacando cosas de una bolsa.
-Pero cuéntanos de tu luna de miel! Ya estas esperando bebes?.- Claudia desde el sofá mas grande con sus preguntas.
-No. Pero quizás pronto.-
-Seré tía?.- dije
-No si no nos haces tías a nosotras primero.- Dijo Claudia.
-Ya abúrrete. Confórmate con verme casada !.- Dije riendo.
Las bromas venían y partían, todo para calmarle los nervios a la pobre. Fue una corta visita, porque Claudia debía dormir, Cata venia llegando de un largo viaje y tenía que ordenar algunas cosas, Caro también venia legando desde Leeds y yo simplemente tenia sueño. Cata nos entregó los recuerdos, que fueron figuritas de los lugares donde habían estado y un par de gorros para mi pequeña colección.
Nos retiramos a eso de la media noche, y cada una partió a dormir directamente. Esa noche yo dormiría acompañada. A la mañana siguiente, que comenzó a eso de las 10 am para Claudia, todo era más rápido que antes. Los nervios. Los malditos nervios. Comprensible si pensábamos que estaba a menos de 12 horas de contraer matrimonio y ser una Norén. En su cabeza solo escucha ‘Despierta, despierta’