Cap. 65:’Under Pressure’

Pobres Norén, esperaban un bebé pero no tan pronto, pero tampoco estaban asustados. Ya no. Lo que primero hicieron fue tomar una hora en el hospital de Londres, en uno de los varios que hay aquí. Querían estar completamente seguros de lo que estaba pasando.
-Le contaré a mis papás.- Decía Claudia tomando el teléfono.
-No!.- Gustaf la contuvo.- Cuéntales después, cuando estemos seguros, y se note un poco mas.- Se quedó mirándola.
-No me mires así, esto es extraño.- Decía Clau, la pobre se tapaba la cara como avergonzada, pero no lo era, también reía.
-Tú crees que no lo es para mí también? Engordaré!.- Decía para molestarla.
-No! Tienes prohibido engordar! Si alguien subirá de peso, seré yo. Pero porque seré una madre, yo tendré el bebé!.- Le reclamaba. Pero todo era un chiste, se lo habían tomado con mucho humor, y felicidad, caro.
-Tenemos que buscar un nombre.-
-Gustaf! Ni siquiera estamos seguros de si es verdad que estoy ‘en cinta’ y tu quieres buscar un nombre!.-
-Solo decía.-
Era rutilante vernos caminar por la calle, pero solo para la gente más cercana que nos conocían. Todo porque cuando andábamos por la calle, o en donde fuera, nunca caminábamos de la mano. A lo más me tomaba de su brazo, pero solo eso. Parecíamos más un par de amigos que se conoces de miles de años y que salen un rato a hablar de cómo va su vida, sus proyectos. No parecíamos novios. Gracioso. Me llevó hasta la tienda en donde él compra sus discos. Tenían miles, era más grande que la tienda a la que voy yo en Londres.
-Tienen muchos!!.- Decía mirando para todos lados. Estaba impresionada, son muchos!.
-Sí. Acá están los vinilos. Tienen muchos.- Me decía. Yo me separé y fui a escoger algunos. Parecía niño en una juguetería.
-Y ella? Se me hace que la conozco de algún lado.- Le preguntó el vendedor a Ricky. Eran amigos.
-The Weatherman Report. Los has escuchado?.-
-Sí, son excelentes.-
-Es la vocalista, compositora y guitarrista.- Decía, como orgulloso.
-En serio es ella? Y que hace contigo? Están saliendo juntos?.-
-Y eso te importa?.- El vendedor lo miró raro, casi con susto.-Si te digo no le dirás a nadie?.-
-De mi boca no saldrá nada, pero recuerda que eres conocido, puede haber un fotógrafo a la vuelta de la esquina metido dentro de un tacho de la basura tomándoles fotos.-
-En eso tienes razón. Bueno, sí, estamos saliendo. Si me preguntas hace cuanto, un año y algo, y no te diré más.-
-Llevas más que con la ultima! Estas sentando cabeza Richard, muy bien!.- Le decía el vendedor. En eso llegué yo con varios vinilos.
-Estoy lista para comprar, me llevo esto.-
-Tantos?.- Me preguntó Ricky.
-Son para mi oficina, tengo que adornarla.-
-Como la londinense?.-
-Si.- Le contesté. El vendedor sacaba la cuenta de cuánto era el total de mi compra. Nos dio el precio y yo comenzaba a sacar el dinero de mi billetera para pagar. Me ganaron con una tarjeta de crédito.-Pero yo quería pagar.-
-Después te explico.- Me dijo al oído. Pagó, se despidió de su amigo y salimos.-Disculpa si querías pagarlos tú, ya sé que eres una mujer independiente, pero quería hacerte un regalo.-
-Y eso?.-
-Cuando estuviste de cumpleaños solo te pude llamar, ahora ya no te debo nada.- Cuando quería ser tierno y preocupado lo era. No pude evitar la risa.-Ya te estás riendo de mi, que hice ahora?.-
-Nada. Olvídalo. Mejor sigamos caminando.- Le tomé el brazo y seguía riendo.
-Dos meses. Que será de nosotros cuando tengas seis?.- Le preguntaba Björn a Cata.
-Estas nervioso?.-
-No, estoy preocupado. No podré dormir.-
-Cuando tenga seis meses? Tu estarás de gira por quién sabe dónde, yo estaré sola. No me molestarás al dormir y tendré la cama para mi sola.-
-No lo decía por eso, pero es una buena observación.-
-Tendré que contarle a mis amigas.-
-Llámalas.- Le entregó el teléfono. A la primera en llamar fue a Claudia. Acordaron que sería el viernes, a la misma hora de siempre, también quedaron en decirle a Caro y a mí, que ahora vivíamos en la misma ciudad. Dijimos que estaba bien, y así quedó acordado.
Y eso hicimos, nos juntamos el viernes en casa de Cata. No solo quería contarnos la buena nueva, también quería mostrarnos como es su casa. Nos hizo un pequeño tour, era tan linda, y muy grande. El jardín es hermoso, lleno de plantas y un pasto de verde muy intenso. Nos quedamos en la sala, café para todas. Aquí comenzó la habladera.
-Niñas, tengo que contarles algo muy importante.-
-Yo también.- Dijo Claudia. Con Caro nos quedamos mirando y esperando con ansias las noticias.- Tu primero Cata.-
-Serán tías. Estoy esperando un bebé.- Nos dijo. Todas saltamos de alegría y fuimos a darle un abrazo.
-Podrías haber dicho eso en el correo que me mandaste, te habría traído algo!.- Dije.
-Linda, se que habrías hecho, pero son solo dos meses, aun no sé si es niño o niña.-
-Y eso es importante? Podría haber sido un babero. No los ocuparás los primeros meses, pero cuando comiencen con eso de los dientes. Los puedes comenzar a guardar.- Decía Caro. Sus comentarios nos hacían tanto reír.-Bueno, era una idea. Ahora te toca a ti. Dinos cuál es tu gran noticia.-
-La misma que la de la Cata. También estoy embarazada.- Dijo. Y fue la misma reacción.
-Y tendremos nuestros hijos juntas! Esto es tan lindo.-
-Par de mujerzuelas que se ponen a tener bebés juntas!.- Otro comentario más de Carolina.
-Qué lindo, seré tía por partida doble!! Me dejarán en banca rota.- Dije.
-Verdad que tu debilidad son los niños!.- Dijo Claudia.-Y cuando los tuyos?.-
-No, primero que se case. Cuando se casan?.- Dijo Cata.
-Ya van a comenzar con eso. Es necesario que esté casada para tener hijos?.- Dije.
-No, pero queremos una boda antes de que estos niños salgan de estas barrigas, no queremos irnos antes de la celebración ‘porque mi mamá solo cuidará al pequeño, o pequeña, hasta las dos de la mañana.- Dijo Claudia.
-Sí, yo también quiero que se casen, también quiero una boda.- Acotó Caro.
-Pero que impacientes. Confórmense con que me pidieron matrimonio frente a muchas personas, y que dije que si.-
-No es suficiente. Te queremos ver firmando algún papel que sea en el que diga que ya no eres Eve Kuznetsov, si no que Eve Wilson.-
-Si Eve por favor, no te hagas de rogar. Sabemos que ese tipo te tiene tan mal que estarías dispuesta a darle el si.- Dijo Cata. Ay como me conocen.
-Está bien. Hablaré con él, pero no les prometo nada.-
-No, nos dirás una respuesta, nada de promesas.- Decía Claudia.
-En cuanto llegues a tu casa le hablarás al gordito que tienes de novio, casi marido, y le dirás que te quieres casar ahora con él, A-HO-RA!.- Dijo Caro.
-No, le diré que ustedes quieren que nos casemos ahora.- Dije bromeando.- está bien, hablaré con él. Podemos pasar al siguiente tópico?.-
-Sí, buena idea.- Dijo Caro.- Nombres. Que nombres le van a poner a sus hijos?.-
-No tengo idea. Todo depende de que sea.- Dijo Cata.
-Tú no pensabas ponerle ‘Ian’ a uno?.- Le dijimos a Claudia.
-Sí, pero tengo que verlo con Gustaf. Quizás él quiere otro nombre. Tenemos que hablarlo. Pero recién llevo un mes, según mis cálculos, no eso lo que me preocupa ahora.-
-Si, lo mismo digo yo. No es eso lo que nos preocupa por ahora. Cuando confirmemos que son les dejaremos ayudarnos a escoger nombres.- Dijo Cata. Así lo dejamos. Esperaríamos a que confirmaran el sexo de los bebés en camino y les ayudaríamos a escoger nombres. Por la hora decidimos volver con Carolina, teníamos una hora y minutos de viaje de vuelta a Leeds. Nos habríamos quedado en Londres, pero había olvidado la llave de este departamento en casa. Soy un poco olvidadiza cuando salgo apurada. Nos retiramos de vuelta al condado de Yorkshire. A Claudia la habían ido a buscar a casa de Cata, se despidieron y ya no había nadie en esa casa. Al poco rato Björn arribó. Había salidos para darle un poco de privacidad a s esposa con sus amigas. Lindo detalle. Le preguntó cómo había sido la tarde con nosotras, Cata le explicaba, él la escuchaba atentamente. Le gustaba hablar con ella.
-Ya llegaste!.- Dijo Nick al ver a Caro entrar por la puerta.
-Sí. Eve nunca ha tenido problemas con los autos y maneja muy rápido, a pesar de que tiene problemas en la vista.-
-Es medio ciega?.-
-Digamos que sí, pero no tanto. Y tú, que hiciste cuando no estaba?.-
-Ordené.-
-Que bueno, porque no quería llegar a limpiar. No pienso hacerlo tampoco.- Dijo y se dejó caer en un sillón, habían ido al escritorio de Nick.
-Solo ordené aquí. Los discos estaban tirados por todos lados, las guitarras estaban llenas de tierra, para que decir de mi batería, y el bajo estaba desafinado. Todo se veía horrible. Y sonaba horrible, cambie cuerdas y todo eso.- Decía el pobre.
-Pobre Nick. Cuando será el día en que me enseñes a tocar alguno de esos instrumentos que tienes aquí?.- Le preguntó.
-Cuando dejes de revisar tantos papeles, de correr de aquí a allá, vigilando que esto y esto otro.-
-Que deje de ser trabajólica en pocas palabras.-
-Sí, eso mismo.- Pero sé que no puedes, pero deberías intentarlo. Toma vacaciones y ve conmigo de gira. Salimos en un mes.-
-Lo pensaré. Lo pensaré.- No sabía si hacer eso o no, porque alguien debía hacerse cargo de tanto papeleo en esos hoteles.
Por mi parte llegué bastante tarde. Tarde para la gente normal, no para nosotros que muchas veces no dormíamos. Eran casi las dos de la mañana. Al entrar no encontré a nadie, y todo estaba apagado, menos la chimenea. Leeds es muy frio. Me moví por toda la casa y lo encontré en su taller, que es una habitación que tiene todo lo que necesita, desde lápices, hojas de distinto gramaje, porosidad, acuarelas, atriles, de todo. Estaba pintando de hecho. Me acerqué a saludarlo, no se había dado cuenta de que estaba ahí al lado de él.
-Y eso?.- le pregunté mirando el cuadro que estaba haciendo. Se dio vuelta para ver quién era. Estaba ebrio, lo noté porque tenía la nariz y parte de las mejillas rojas.-Bebiste mucho?.-
-Como sabes?.-
-Estas rojo, y no sabes esconder botellas. Ven, a dormir.- Lo llevé a dormir. Increíblemente no opuso resistencia.
-Es necesario que me duerma?.- Preguntaba cuando ya estaba acostado y listo para dormir. Incluso con los dientes lavados.
-Sí, porque es tarde y esta frio. Mañana hablaremos.- Me acosté y apagué las luces.
-Estas molesta?.- Preguntó
-Un poco, pero no por lo que acabo de ver. Mañana hablamos si?.- Aceptó hablar mañana. Seguiría el consejo de mis amigas y hablaría con él. Le di la espalda y comencé a quedarme dormida, también Ricky, pero como estaba un poco mareado, y un poco cariñoso, se acercó a donde estaba yo, pero no intentó nada mas, solo me abrazó. Sirvió para que se me quitara el frio también.
En la mañana, y a primera hora los Norén ya estaban en el hospital esperando por su atención. Se notaban nerviosos, ranciosos. El médico los hizo pasar cuando ya era su turno. Lo que primero hicieron fue un examen de sangre para Claudia. Los resultados estarían en unos minutos y debían salir a esperar nuevamente. Por fin los llamaron para los resultados.
-Señora, señor Norén, tengo el agrado de comunicarles que serán padres. Tienes un mes.- Les decía el doctor. Era todo lo que necesitaban saber para estar seguros. Ahora ya eran felices por completo. Salieron del hospital con una sonrisa de oreja a oreja, abrazados.
-Te das cuenta? Tendremos un bebé. Ahora sí que si porque esta confirmadísimo.- Le decía Gustaf. Sonaba tan orgulloso.
-No esperaba que fuera tan pronto, pero será bien recibido de todas formas.-
-Debe serlo. No puedo esperar para decirle a mi mamá, a mi papá.-
-Tendremos que ir a cenar con ellos.- Propuso Claudia.
-No es una mala idea. Y saber? Podríamos invitar a tus papás para que vengan a cenar y les contamos.-
-Y a tus papás les contamos cuando viajes a Estocolmo, no dijiste que tendrías algo ahí?.-
-Sí, y me acompañaras.- Siguieron caminando hasta el auto.