Cap. 59: ‘Stand By me’

Llegó 15 minutos tarde. Había tráfico, dijo el chofer. Pero ya no importaba, estaba a segundo de hacer la ‘más grande locura de su vida’, pero una que estaba dispuesta a seguir por siempre. Su papá la llevaba del brazo, su sobrino le llevaba la cola, Björn la miraba desde el altar armado. ‘Oh cielos, se ve hermosa’ pensaba, y jugaba con los dedos de los nervios.
-Prométeme que si te da el sí, la vas a cuidar con tu vida, Björn.- Dijo su papá al dejarla.
-No se preocupe señor Hughes, la cuidaré.- Le dijo.
El señor que estaba a cargo de dirigir la ceremonia comenzó con su discurso, que decía lo que siempre dicen en esas cosas, que es un contrato, que esto, que lo otro. Un montón de palabrerías que para nosotros no tenían importancia para nosotros, solo queríamos que llegaran al momento donde preguntan y dicen que sí, que es la parte más importante de la ceremonia.
-Me estoy aburriendo.- me decía Ricky
-Cállate! Yo también estoy media aburrida, pero no me quejo. Compórtate!.-
-Si Eve.- Dijo resignado. Miré hacia mi izquierda y Gustaf estaba en lo mismo. Algo le decía a Claudia, pero no entendí. Supuse que fue algo parecido a lo que me pasó a mí, porque después de unas palabras estaba nuevamente correctamente sentado. Quizás fue algo así como ‘no muestres la hilacha y compórtate.’
-Señor Dixgård, acepta usted.- Dijo el juez civil, aquí comenzaba lo bueno.-Como esposa a Catalina Hughes, para amarla y respetarla, en la salud y enfermedad, en la bonanza y el los tiempo difíciles hasta que la muerte os separe?.- Björn silenció un momento, miró a Catalina y ya estaba seguro de su respuesta.
-Sí, acepto.- La mima pregunta para Catalina pero esta vez con el nombre de Björn.
-Sí, acepto.-
-Con el poder que me confiere la ley los declaro señor y señora Dixgård.-No e dijeron nada por un momento y solo se miraron un par de segundos. Todos esperábamos el beso.
-Y ahora no se supone que se besan?. Dijo Gustaf a Claudia.
-Sí, pero no se qué pasa. Te advierto desde ya que no quiero que esto pase en nuestra boda, entendido?.-
-Si Claudia.-
-Björn, esta es la parte donde me besas.- Le dijo entre dientes.
-Oh, verdad. Disculpa.- Para sellar el compromiso se besaron, así como en las películas. Se veían tan lindos, por fin ya estaban juntos.- Oye, nos faltó algo.- le dijo.
-Que cosa?.- Björn levantó un anillo. Habían olvidado ponerse los anillos. Cata se tapó la boca en señal de sorpresa y después rompió en risa.- Verdad. Que olvidadizos.-Le pasó su mano izquierda. El anillo calzaba perfectamente. No así con Björn, tal parece que habían tomado mal medida del dedo y no entraba.-No entra.-
-Quizás se hinchó la mano con los nervios.-Finalmente entró, pero le quedaba un poco apretado.- Lo arreglaremos en la semana, no te preocupes. – Ahora sí que sí eran Mr. And Mrs. Dixgård con todas las de la ley.
En ese momento vinieron los abrazos de los familiares, las bienvenidas a las familias, las preguntas típicas por los hijos, las tías lejanas que lo único que decían era que el joven rubio ese era tan buen mozo, que la novia se veía radiante, que le había pasado al tío Ben que no había llegado, no faltaban los que preguntaban cuando estaría listo el coctel para beber algo, otros para comer algo, y los que querían la fiesta pronto. Esa comenzó en cuanto movieron las cosas de la ceremonia. Obviamente partieron con el vals. Se veían tan lindos bailando los dos de vuelta y vuelta. Todo el resto de la gente los veía, habían formado un círculo muy grande. Nosotras estábamos en primera fila, como corresponde.
-Mala idea fue la nuestra de hacer nuestro matrimonio a escondidas, Nick.- Le decía Carolina.
-Querías bailar frente a todo el mundo?.-
-Tú no? Me habría lucido frente a toda la gente.-
-No, habría hecho el ridículo y habría dado pena.-
-Pero tú no haces el ridículo nunca!. Y no bailas tan mal.- Le decía.
-Ya, no digas esas cosas tan fuerte.- Decía bajito Nick. No quería que revelara esa parte tan oculta de su vida. Algo que a Caro siempre le daba gracia.
-Se ven tan lindos Gus. Yo también quiero!.- decía Claudia.
-Quieres bailar? Pero no sé, nunca he tomado clases de baile y soy un poco tieso para bailar eso.-
-Estoy segura que no eres tan así. Deja que te guío. En cuanto salga más gente nos metemos.- Gustaf aceptó.-Ustedes deberán hacer esto algún día.- Nos decía.
-Nosotros?.- Dije
-Oh no, nosotros no. Déjanos así como estamos. Somos felices.- Le decía Ricky.
-Tanto le temen a matrimonio ustedes dos?.- Nos decía Gustaf.
-Tú también quieres vernos así? Se pusieron de acuerdo acaso?.- Dije –Son tal para cual.-
-Ustedes también lo son. Por eso deberían casarse. -Seguía Clau.
-Si continúan así nos les hablaremos más.- Advirtió Ricky. Ya se estaba molestando con esas cosas.
-Uy, no te enojes Rick de Large, es solo una broma.- le dijo Gustaf golpeándole la espalda. Y era chistoso ver a Gustaf al lado de Ricky, porque este es bajito con su 1.76 en comparación a Gustaf que mide más de 1.80. Yo me veo peor, con mi súper 1.56. Ni al hombro le llego. En fin.
En ese lapso en que hablábamos y descuidamos la pista de baile todos entraron a opacar a los novios, se intercambiaron las parejas (Björn con la mamá de Cata, Cata con el papá de Björn). La terminar esa canción un poco aburrida comenzaron con la verdadera fiesta, el cotillón no pudo faltar. Menos globos, eso estaba prohibido porque yo les tengo fobia, y Cata entendía eso y lo prohibió. Björn no entendía como alguien podía tenerle miedo a esas cosas, pero aceptó. Los tragos comenzaron a llegar, la música subía de ritmo cada vez más. Aun no podíamos poner nada de lo que nosotras bailábamos porque estaban los familiares, esos señores de más edad que no se mueven mucho, así que esperábamos a que se retiraran a eso de la media noche, pero para esperar a que se fueran vino el momento de partir la torta. Esa cursi y ridícula escena donde los novios parten un pedazo del pastel de 20 pisos con el mismo cuchillo. Otra razón para n casarme. Pero bueno, cortaron el primer pedazo, se dieron un trozo a cada uno, así como con el brindis que se cruzan los brazos, terminaron con la cara llena de crema. Terminaron los mozos partiendo y repartiendo la torta a los comensales. Todos nos sentamos a comer un rato, para juntar energías para seguir más rato.
Pasada la media noche los ‘adultos mayores’ comenzaron la retirada. Finalmente éramos mas libre. Antes de continuar los novios fueron a cambiarse de ropa por algo más cómodo. No se disfrazaron como el resto, pero se pusieron ropa más ‘suelta’, que no les molestara para bailar lo que quedaba de noche. En ese momento, parte del staff de Mando Diao, Kaiser Chiefs y The Weather Man Report montaron instrumentos en el escenario que había. Le teníamos una sorpresa a Cata y Björn, seriamos nosotros los encargados de poner la música para bailas. No toda pero parte de ella. Estábamos Nick en la batería, con un lindo disfraz de león, Gustaf a la guitarra, Ricky en la voz y yo en el bajo. También haríamos coros con Gustaf. Subimos bajo el seudónimo de ‘The Kaiser Mando Man’. Ridículo pero sonaba bien. Los primeros acordes fueron nuestra versión de ‘You should be dancing’ de Bee Gees. Ricky hacia los mismo gestos que el tipo que cantaba, y cuando cantábamos todos nos acercábamos con Gustaf al micrófono central. Yo debía cantar un poco más fuerte porque no alcanzaba al micrófono. Seguimos con clásicos de la onda disco, Village People, Abba, KC and the Sunshine Band. Para pasar a lo más moderno, Primal Scream, Some Velvet Morning. Aquí me pusieron a mí a cantar, y seguir con el bajo, claro. Noté a todo el mundo muy acaramelados bailando, Claudia que no paraba de tomar fotos de mostros, Caro que baila sola a un lado, deseando estar con Nick bailando. Pero se aguantaba porque sabía que lo hacía por su amiga, además se sentía orgullosa viendo a su marido arriba de un escenario. En uno de esos momentos en que no cantaba y me movía en el escenario me fui al lado de Ricky, que muy apenado me decía al oído ‘me habría encantado bailarla contigo’, y me ponía cara de perrito mojado por la lluvia. Qué pena era eso, pero en fin, ya llegaría nuestro momento, algo me lo decía. Seguimos con nuestro repertorio y continuamos con algo de The Beatles, The Who, Rolling stones y esas cosas que los británicos escuchamos y sabemos apreciar. Llevábamos algo así como dos horas tocando sin parar. Gustaf ya no estaba con chaqueta y su camisa estaba abierta, Nick había lanzado la melena de león para atrás, se había sacado parte del disfraz hasta la cintura donde lo tenía amarrado, así es que estaba solo en camisa. Ricky tenía la tentación de sacarse la camisa, pero no, solo la tenía desabrochada, yo era la única que no podía hacer esas cosas y solo podía soportar el calor. Una desventaja. Ya para cuando comenzamos a terminar decidimos tocar algo más lento, para poner lo mas bailable al final, como broche de oro. ‘And I love her’ fue la primera. La increíble coordinación de Ricky y Gustaf al cantar al mismo tiempo era genial. Seguimos con ‘The Universal’. Aquí varios casi se pusieron a llorar. Es que no era de otra.
-Mira, y justo el parcito anda vestido como en el video.- Decía Claudia a Caro.
-Si son tan lindos. No me gusta para nada que escondan eso de que se gustan, se aman, se adoran y se quieren casar y tener mil hijos.-
-Lo hacen por trabajo. Eve perdería muchos admiradores, y Ricky… bueno… él perdería auspicios de cervecerías, recuerda que nuestra rockstar no bebe como la gente normal.- Acotó caro.
-Verdad.-
Terminamos de tocar y seguimos con las movidas para cerrar. Devo, Fisherspooner, la favorita de Michael Jackson de Björn. El remate, Girls and Boys de Blur. Aquí entregue la guitarra a Ricky y me fui al teclado. Los asistentes reventaron el lugar con un grito. Todos bailando animadamente con los gritos. Fue espectacular, una de mis mejores presentaciones. Nos bajamos entre aplausos y eternos agradecimientos de los novios. Ya eran las cuatro y algo, estuvimos bastante tiempo, mas del presupuestado. No dábamos más de cansancio, pero queríamos seguir. Ahora había un tipo colocando música, y nosotros cuatro tirados en los sofás del lugar con un bebestible en las manos, los muchachos cerveza y yo agua.
-Ustedes son los mejores amigos!!.- Dijo Cata que se abalanzó hacia mostros para felicitarnos y agradecernos.
-De que. Lo hago por mi amigo por tantos años. Además, fue un agrado tocar con tan buenos músicos.- Decía Gustaf.-Prometo no molestarte mas, gordito.-
-Tranquilo. Todo olvidado. Ahora nos vamos a celebrar o vamos a seguir aquí sentados?.- Se puso de pie de un salto, llevándome a mí también.
Seguimos un rato más, hasta las cinco, cuando ya todos comenzaron la retirada. Los últimos en partir fueron los novios.
-Te sientes bien, amor?.- Le Preguntaba Caro a Nick. Estaba rojo y muy transpirado.
-sí, solo un poco sofocado. Me sacaría el traje, pero aparte de la polera, no tengo nada más puesto.-
-Además necesitas una ducha porque hueles mal.- Partieron rumbo a casa a dormir.
Claudia y Gustaf el mismo cuento. A descansar. Nosotros también nos fuimos, estábamos demasiado cansados y debíamos llegar a ducharnos porque hasta los perros vagabundos olían mejor que nosotros. Al llegar, y en un acto casi impulsivo, comenzó a tirar toda la ropa que llevaba puesta por todas partes a medida que caminaba hacia el baño. Cosa que dejó sin habla a Ricky. Pero claro, ni corto ni perezoso esperó a que me metiera bajo el agua para meterse él también.
-oye!! Espera tu turno!!!.- le grité.
-No, estoy cansado, además así ahorras agua y no te sale la cuenta tan cara.- Decía sacando shampoo para lavarse el pelo.
-Uy si, que ahorrador tu. Está bien, pero será la primera y la ultima vez.- Le advertí.-Ay dios, que me espera contigo.-Pensé.
-Sueña que será la última.- tan seguro sonaba diciendo esas cosas que me asustaba.
Los novios se habían retirado hasta su casa. Hicieron la entrada típica, con Cata en brazos de Björn, que la depositó lenta y delicadamente sobre la cama.
-Nuestra primera noche como casados Björn, por fin! Soy tan feliz.- Decía Cata.
-Yo también. Pero antes, tengo que entregarte mi regalo de bodas.- Dijo caminando hasta un cajón, de donde sacó una carpeta con unos papeles, la cual entregó a Cata.
-Y esto?.- dijo muy desesperadamente abriéndola.
-Lee.- Cata comenzó a leer inmediatamente, pero no entendía mucho.-Que es esto supuestamente? Leo nombres de calles, pero no entiendo. Le pusiste mi nombre a una calle?.-
-No, linda. Son títulos de dominio. Recuerdas cuando me llevaste a Nothing Hill y yo estaba pegado viendo una de las casas?.-
-Sí. Y te dije que era muy caro comprar casas en ese lugar.-
-Bueno, ahora no necesitaras trabajar toda tu vida para comprar una casa en ese lugar, ya es tuya.-
-Que!?!?!.- Dijo casi gritando y sin querer entender lo que decía.-
-Te compré la casa. En realidad es nuestra, pero está a tu nombre.-
-Puedes explicarme de que zoológico te escapaste? Eres como un animal en peligro de extinción. Por qué no hay mas hombre como tú?.- seguía mirando los papeles y finalmente encontró el que decía que era de su propiedad.- Ay Björn, gracias. No debiste. Aun no lo creo.-
-No me des las gracias. Solo tómalo como mi regalo y el comienzo de esta linda familia. Que se que estará un poco alejada por algunos meses, pero que nos dará igual.-
Cata solo puso acercarse para abrazarlo. Björn fue el de la iniciativa y pasaron su primera noche como el Señor y la Señora Dixgård.