Al parecer tenían razón. El público era muy generoso. El mas enterado de lo que, hasta esa fecha, habíamos hecho, que era nuestro disco, los covers, incluso nos atrevimos a tocar un tema que era parte de nuestro primer EP, y ellos lo sabían! Me sentía como en otra dimensión. Ni en mi país de origen la gente sabía tantas canciones. Definitivamente ya habíamos descubierto nuestro lugar favorito para tocar. Las frías tierras Suecas.
Terminamos. Felicidad había entre nosotros. Ya había pasado nuestro momento, era turno de los dueños de casa. Una potente banda. Se notaba que ya tenían un gran sequito de fanáticos. Pero claro, era tan obvio, sus canciones eran tan potentes, con mucha energía, que nos contagiaron a nosotros también, a pesar de que no son de ese tipo de bandas en la que el vocalista salta de un lado a otro al mismo tiempo que canta, pero eran potentes. Me tenían impresionada. Una nueva banda favorita se anotaba a la lista de todas.
Cuando terminaron, fuimos a felicitarlos. Claro que después de que ellos nos dejaran pasar. Ritual de ellos, lo más probable. Después de eso nos queríamos venir, menos dos que se querían quedar.
-Yo me voy. Estoy muy agotada.- Dije tomando mis cosas
-Sí, yo te acompaño, no tengo nada que hacer aquí.- Dijo Caro y se unió a mí caminar. Y en verdad no teníamos nada que hacer, ni siquiera en Suecia. Ya teníamos ganas de volvernos a Inglaterra, pero eso no sería hasta mañana en la noche. Gracias a los anuncios meteorológicos, la nieve no caería más y los aeropuertos serian reabiertos. Toda una lástima, tomando en cuenta lo bien que a mi banda nos habían recibido. Pero también debíamos volver, teníamos que volver a nuestros trabajos. Bueno, yo no.
Antes de abandonar el recinto, los chicos, amablemente nos ofrecieron una despedida. No salir de parranda o algo parecido, sino más bien un almuerzo, algo pequeño para despedirnos. Aunque era más para despedir a dos en particular que a nosotras cinco en conjunto. Pero bueno, el resto de la banda se veía bien agradable.
Nos fuimos todos juntos, las parejitas habían llegado juntas y las fueron a dejar a la puerta por turnos. Eso me recordó lo que había pasado en EU con Ricky. Extrañamente lo extrañaba. Y recordé también responderle el mensaje de texto que había recibido de él.
En la tarde, después de nuestras rutinarias mañanas (Despertar, duchas, arreglos de ropa, discusiones por perdidas de algunos accesorios, desayuno, reposo, tv, llamados telefónicos entre otras cosas) nos llamaron de la recepción del hotel, avisando que un grupo de jóvenes nos esperaban abajo, pero que antes de que saliéramos, dejáramos todas nuestras cosas ordenadas, para que no nos atrasáramos en tomar el avión que nos llevaría de vuelta a Londres. Eran hombres preparados, todo lo tenían listo. Asique bajamos y nos fuimos con ellos a almorzar. Antes de eso, el recorrido por las calles. Eso sí, no nos llevaron caminando, como habría sido lo ideal, si no que en el transporte público, para ahorrar tiempo y para salir de lo típico que es una caminata y todo lo que eso incluye.
El autobús era lindo. No parecido a los que tenemos en Londres, esos de dos pisos, muy típicos, pero estos también tenían su encanto.
Fue un no muy ligero almuerzo. No estábamos en un restaurant muy elegante, pero si muy acogedor. Para almuerzo ordenaron Pyttipanna, que estaba deliciosa, necesitaba la receta para hacerlo en casa, cuando me bajaran las ganas de cocinar, acompañada con una gaseosa.
-Quiero hacer un brindis.-Dijo Björn tomando su vaso.-Para despedir a estas personas, que aunque las conocemos hace un día, las extrañaremos. Sobre todo a un par.-
-Que sigan con mucho éxito en sus vidas, y que nos visiten otra vez.-Agregó Gustaf.
Fueron muy amables y cariñosos. No recuerdo bien que fue lo que los otros miembros de la banda dijeron, pero fue lo mismo al fin y al cabo. Terminamos de comer entre risas, gracias a las anécdotas que contábamos. Para postre, nos recomendaron el Ostkaka, una especia de pastel de leche. Continuamos hablando.
Lamentablemente todas las cosas buenas tienen un final. En esta ocasión, estábamos por finalizar nuestro recorrido por Europa, nos devolveríamos a casa. Nos llevaron al hotel nuevamente, ahora para despedirnos. Ellos también se retiraban, pero era más fácil, un viaje de un par de horas en auto hasta su ciudad natal, no uno en avión, que tiene lo engorroso de la policía internacional, verificaciones varias, revisiones de equipaje, esperas, retrasos. Se despidieron de nosotras y subimos. Clau se quedó atrás un momento.
-Prométeme que si vuelves me avisarás.-Le dijo Gustaf
-Claro. Necesito un guía turístico.-Le respondió.
-Dalo por hecho.-Aseguró, y le agregó un guiño del ojo izquierdo. Se abrazaron en forma de despedida. Una que obviamente no seria para siempre.
Lo mismo pasó entre Cata y Björn.
-Que gusto conocerte, pero un lamento que fuera de esa forma tan brusca.- Le dijo él, con carita de perro degollado.
-El gusto es mío. Solo espero que la próxima vez que nos veamos no choquemos. Porque habrá una próxima vez, no?.- Dijo Cata.
-Por supuesto!! Estas cordialmente invitada a pasar tus vacaciones con Björn Dixgård, tu humilde servidor.- Dijo haciendo una reverencia. Se despidieron. Nosotras ya nos íbamos.
Dejamos el hotel atrás. Estábamos unos metros más cerca de Inglaterra ahora. En el aeropuerto comenzamos a dejar atrás estas frías tierras, en donde Clau y Cata habían encontrado nuevas ‘amistades’ y yo me había llevado la sorpresa de mi vida.
-No me quiero ir.-Dijo Claudia.
-Yo tampoco.- Siguió catalina
-Yo sí, asique nos vamos.-Dijo Caro, como intentado hacerlas despertar del transe en el que estaban.
Abordamos el avión. Próximo destino, Londres. Nuestra ciudad.
Cuando llegamos, nosotras también nos despedimos. Después de varios días juntas, nos dio pena separarnos. Pero debíamos hacerlo, teníamos que volver a nuestra rutina. Bueno, ellas, yo debía descansar y ver que seguía después. Un taxi para cada una. Nuestros hogares nos esperaban. Nuestras camas, baños, cocinas, esperaban para atendernos nuevamente. Estábamos felices por recorrer lugares nuevos, satisfechos nosotros como banda, como equipo de hacer un par de shows de primer nivel. Todos satisfechos. Podíamos relajarnos en el tiempo que nos quedaba. Lo que habíamos vivido era solo la punta del iceberg.
miércoles, 24 de febrero de 2010
martes, 23 de febrero de 2010
Cap.19: ’The Question Song’
Otra noche pasó y otra mañana que llegó. Nuestra primera mañana en Suecia. Una extraña mañana, eran las 10 y aun el sol estaba saliendo. Pero bueno, no le tomamos mucha atención a eso. Comenzamos los preparativos para lo que esa noche nos tenía. Yo no necesitaba ropa tan ‘producida’, no hasta que fuera hora de entrar en escena. Asique lo mismo de siempre. En cambio mis amigas, buscaron algo que las hiciera ver mejor que nunca. Para dos de ellas era comprensible, tenían por qué.
Bajamos para terminar la rutina de todas las mañanas, y esperamos a que llegara nuestro transporte. Y no éramos las únicas personas esperando. Al poco rato que nosotras estábamos en hall con nuestras cosas, y la mejor cara de entretenidas que podíamos tener, sobre todo yo, llegaron las estrellas de esa noche, Mando Diao. CJ, Mats, Samuel, Björn y Gustaf. Los cinco al lado de nosotras. Y por fin los organizadores de ese show se habían acercado a nosotros para avisarnos que ya estaban los vehículos y que podíamos salir y abordar. Aquí todos nos juntamos. Claudia y Gustaf fueron los primeros en comenzar la caminata hasta afuera, y se encontraron en la puerta. Se saludaron. Se sorprendieron al verse.
Más atrás veníamos nosotras. Cada una con un bolso de mano. Y más atrás Catalina que se había encontrado con Björn, aunque ella no sabía cómo se llamaba aun, y él menos. Pero si se reconocieron. Rieron por la coincidencia, toparse en el mismo lugar dos veces.
Nos subimos a los vehículos y nos trasladaron al lugar donde el último evento para nosotras se llevaría a cabo. Un lindo lugar. Acogedor pero con el suficiente espacio como para una 1500 a 200 personas. También el espacio ideal para filmar algún video. Pero era tiempo de un concierto. Además de esas cosas yo no me preocupo, para eso existe el manager.
Durante el tiempo en que ambas bandas esperábamos que nuestras cosas estuvieran conectadas, las conversaciones entre nosotros no faltaron. Lo que escuchábamos cuando más jóvenes, nuestros héroes, el equipo que usábamos, una típica conversación de músicos. Entretenida para nosotros, aburrida para el resto. Aunque claro, para dos personas, daba exactamente lo mismo el tema. Lo importante era escuchar la voz del que decía eso.
Hasta que tocó nuestro turno en todo que a prueba de sonido se refiere. Como todos unos caballeros, Mando Diao bajó del escenario y se quedaron cerca. Querían ver que tal tocábamos. Todo un reto para nosotros. Nos sentíamos como en una audición para una compañía discográfica o en algún concurso de la escuela. Claro que a mitad de ensayo, Björn y Gustaf se levantaron de sus asientos y se fueron a conversar con sus nuevas amigas, Catalina y Claudia respectivamente. Como no pudieron hablar mucho antes de llegar a donde estábamos en ese momento, aprovecharon muy bien el tiempo en conocerse un poco mejor. Pero no tanto, por ahora.
En su caso, la conversación entre ellos cuatro no era precisamente sobre bandas antiguas o instrumentos extraños, sino más bien sobre sus vidas.
-Asique tu eres fotógrafa y tu construyes cosas.- Entendía Björn.
-No, no. Yo no construyo cosas. Dibujo planos.-Lo corrigió Cata.
-Oh, ya veo. O sea que si algún día necesito hacer una casa tú la puedes dibujar?.- Le preguntó
-No, para eso existen los arquitectos.- Respondió.
-Siento que sobro aquí.-Susurró a Gustaf Clau
-Sí, yo también. Mejor vamos a otro lugar.- Sugirió él. Detrás del escenario era un lugar bastante acogedor (increíblemente), tranquilo. Solo la gente del staff de ambas bandas que se paseaba por ese lugar acarreando cables, cordeles y todas esas cosas que se deben ocupar por culpa de una cortina que hay que colocar a última hora, o del foco al cual el cable se achicharró por un sobrecalentamiento. Pero nada que no los dejara hablar. Aunque distraía mucho a Claudia, por la poca costumbre. Ahí continuaron su conversación. Pero su cháchara se vio interrumpida cuando las cosas de esa banda estaban listas para comenzar una nueva prueba de sonido. Momento que nosotras, las que estábamos sentadas observando como el par de amigas se relacionaba con mas gente, aprovechamos para preguntar por esos chicos.
Fue una charla corta, nos hicieron desalojar el lugar y lo aprovechamos para comer algo, y continuamos nuestro interrogatorio a ambas. Solo nos falta el cuarto oscuro iluminado con una lámpara ubicada arriba de las cabezas de ambas. Parecíamos un trió de detectives en pleno interrogatorio. Una escena muy graciosa.
-Y?.- Dije
-Y qué?.-Respondieron al mismo tiempo las interrogadas.
-Ya, no es necesario que se hagan las que no saben nada! Vimos todo.-Reclamó Caro
-Vimos todo.-Agregué
-Saben, yo me voy a dar unas vueltas para fotografiar el lugar. Vuelvo…. Después. Adiós!.- Dijo Fer cuando salió de la habitación donde estábamos.
-Sí, lo vimos todo. Después ustedes.-Continuo Caro, apuntando a Clau.-Se fueron a otro lugar detrás del escenario.-
-Si, así no podía leer los labios.- dije. Y me miraron raro.-Fue una broma, de verdad no sé hacer eso. Que poco humor tiene.- Rezongué
-Bueno, no nos desvirtuemos. Que pasa entre ustedes?.- Preguntó Caro
-Nada.- Dijo Cata.
Silencio.
Más silencio.
-Somos amigos. Estamos conociendo a gente nueva.- Agregó Cata después de un silencio un poco extenso. Aleluya, por fin alguien se dignaba a hablar!.
-Cuando ustedes hablaban con esos ingleses el otro día, nadie les dijo nada. Por que nosotras les tenemos que dar explicaciones? Ah?.- Reclamó Clau
-Oh, miren cómo pasa el tiempo, me voy a preparar, había olvidado que hoy tengo un concierto que hacer.-Dije mirando mi reloj y saliendo de donde estaba.
-Oh sí. Espérame, te acompaño, te ayudo.-Dijo Caro saliendo detrás de mí. Todo para evitar que hicieran recordar ese capítulo vivido días atrás. Las muchachas quedaron con cara de no entender nada.
Ya todo estaba listo. La gente en su lugar para presenciar el show. Incluso los cabeza de cartel nos querían ver. Teníamos buenas críticas de su parte, nuestro disco debut les había encantado y ahora querían saber que se sentía escucharnos en vivo. Antes de que entráramos nos dieron animo, y nos aseguraron que el publico nos amaría. Supuse que sería verdad, asique subí confiada.
-Buenas noches Suecia.- Dije con las luces apagadas aun. Un grito casi al mismo tiempo de todos los presentes. La señal de comenzar un nuevo espectáculo.
Bajamos para terminar la rutina de todas las mañanas, y esperamos a que llegara nuestro transporte. Y no éramos las únicas personas esperando. Al poco rato que nosotras estábamos en hall con nuestras cosas, y la mejor cara de entretenidas que podíamos tener, sobre todo yo, llegaron las estrellas de esa noche, Mando Diao. CJ, Mats, Samuel, Björn y Gustaf. Los cinco al lado de nosotras. Y por fin los organizadores de ese show se habían acercado a nosotros para avisarnos que ya estaban los vehículos y que podíamos salir y abordar. Aquí todos nos juntamos. Claudia y Gustaf fueron los primeros en comenzar la caminata hasta afuera, y se encontraron en la puerta. Se saludaron. Se sorprendieron al verse.
Más atrás veníamos nosotras. Cada una con un bolso de mano. Y más atrás Catalina que se había encontrado con Björn, aunque ella no sabía cómo se llamaba aun, y él menos. Pero si se reconocieron. Rieron por la coincidencia, toparse en el mismo lugar dos veces.
Nos subimos a los vehículos y nos trasladaron al lugar donde el último evento para nosotras se llevaría a cabo. Un lindo lugar. Acogedor pero con el suficiente espacio como para una 1500 a 200 personas. También el espacio ideal para filmar algún video. Pero era tiempo de un concierto. Además de esas cosas yo no me preocupo, para eso existe el manager.
Durante el tiempo en que ambas bandas esperábamos que nuestras cosas estuvieran conectadas, las conversaciones entre nosotros no faltaron. Lo que escuchábamos cuando más jóvenes, nuestros héroes, el equipo que usábamos, una típica conversación de músicos. Entretenida para nosotros, aburrida para el resto. Aunque claro, para dos personas, daba exactamente lo mismo el tema. Lo importante era escuchar la voz del que decía eso.
Hasta que tocó nuestro turno en todo que a prueba de sonido se refiere. Como todos unos caballeros, Mando Diao bajó del escenario y se quedaron cerca. Querían ver que tal tocábamos. Todo un reto para nosotros. Nos sentíamos como en una audición para una compañía discográfica o en algún concurso de la escuela. Claro que a mitad de ensayo, Björn y Gustaf se levantaron de sus asientos y se fueron a conversar con sus nuevas amigas, Catalina y Claudia respectivamente. Como no pudieron hablar mucho antes de llegar a donde estábamos en ese momento, aprovecharon muy bien el tiempo en conocerse un poco mejor. Pero no tanto, por ahora.
En su caso, la conversación entre ellos cuatro no era precisamente sobre bandas antiguas o instrumentos extraños, sino más bien sobre sus vidas.
-Asique tu eres fotógrafa y tu construyes cosas.- Entendía Björn.
-No, no. Yo no construyo cosas. Dibujo planos.-Lo corrigió Cata.
-Oh, ya veo. O sea que si algún día necesito hacer una casa tú la puedes dibujar?.- Le preguntó
-No, para eso existen los arquitectos.- Respondió.
-Siento que sobro aquí.-Susurró a Gustaf Clau
-Sí, yo también. Mejor vamos a otro lugar.- Sugirió él. Detrás del escenario era un lugar bastante acogedor (increíblemente), tranquilo. Solo la gente del staff de ambas bandas que se paseaba por ese lugar acarreando cables, cordeles y todas esas cosas que se deben ocupar por culpa de una cortina que hay que colocar a última hora, o del foco al cual el cable se achicharró por un sobrecalentamiento. Pero nada que no los dejara hablar. Aunque distraía mucho a Claudia, por la poca costumbre. Ahí continuaron su conversación. Pero su cháchara se vio interrumpida cuando las cosas de esa banda estaban listas para comenzar una nueva prueba de sonido. Momento que nosotras, las que estábamos sentadas observando como el par de amigas se relacionaba con mas gente, aprovechamos para preguntar por esos chicos.
Fue una charla corta, nos hicieron desalojar el lugar y lo aprovechamos para comer algo, y continuamos nuestro interrogatorio a ambas. Solo nos falta el cuarto oscuro iluminado con una lámpara ubicada arriba de las cabezas de ambas. Parecíamos un trió de detectives en pleno interrogatorio. Una escena muy graciosa.
-Y?.- Dije
-Y qué?.-Respondieron al mismo tiempo las interrogadas.
-Ya, no es necesario que se hagan las que no saben nada! Vimos todo.-Reclamó Caro
-Vimos todo.-Agregué
-Saben, yo me voy a dar unas vueltas para fotografiar el lugar. Vuelvo…. Después. Adiós!.- Dijo Fer cuando salió de la habitación donde estábamos.
-Sí, lo vimos todo. Después ustedes.-Continuo Caro, apuntando a Clau.-Se fueron a otro lugar detrás del escenario.-
-Si, así no podía leer los labios.- dije. Y me miraron raro.-Fue una broma, de verdad no sé hacer eso. Que poco humor tiene.- Rezongué
-Bueno, no nos desvirtuemos. Que pasa entre ustedes?.- Preguntó Caro
-Nada.- Dijo Cata.
Silencio.
Más silencio.
-Somos amigos. Estamos conociendo a gente nueva.- Agregó Cata después de un silencio un poco extenso. Aleluya, por fin alguien se dignaba a hablar!.
-Cuando ustedes hablaban con esos ingleses el otro día, nadie les dijo nada. Por que nosotras les tenemos que dar explicaciones? Ah?.- Reclamó Clau
-Oh, miren cómo pasa el tiempo, me voy a preparar, había olvidado que hoy tengo un concierto que hacer.-Dije mirando mi reloj y saliendo de donde estaba.
-Oh sí. Espérame, te acompaño, te ayudo.-Dijo Caro saliendo detrás de mí. Todo para evitar que hicieran recordar ese capítulo vivido días atrás. Las muchachas quedaron con cara de no entender nada.
Ya todo estaba listo. La gente en su lugar para presenciar el show. Incluso los cabeza de cartel nos querían ver. Teníamos buenas críticas de su parte, nuestro disco debut les había encantado y ahora querían saber que se sentía escucharnos en vivo. Antes de que entráramos nos dieron animo, y nos aseguraron que el publico nos amaría. Supuse que sería verdad, asique subí confiada.
-Buenas noches Suecia.- Dije con las luces apagadas aun. Un grito casi al mismo tiempo de todos los presentes. La señal de comenzar un nuevo espectáculo.
martes, 16 de febrero de 2010
Cap. 18: ‘Luv’
Fernanda, Carolina y yo estábamos tiradas en nuestra habitación viendo la televisión sueca. No entendíamos mucho. El sueco no era lo nuestro, definitivamente. Ni siquiera la guía que cordialmente nos había entregado el hotel entendíamos. Pero ni siquiera teníamos ánimos para apagar la televisión y prender la radio. La dejamos sonar, que hablaran cosas extrañas, mientras nosotras nos caíamos dormidas poco a poco. Hasta que mi teléfono móvil sonó. Era un mensaje de texto de Rick. Decía ‘Aun estas de gira? Cuando llegas? Cuando llegues mi avisas. Rick.’.
-‘Cuando llegues me avisas’.-Dijo Caro que estaba atrás mío leyendo.-Ese señor quiere algo contigo!-
-Oye!.-Le conteste, y tapé la pantalla de mi celular
-Es verdad. Se le nota mucho.- Dijo Fernanda sin abrir los ojos-Y a ti también. No puedes negar que te gusta.-
-Sí, es ideal para ti. Mejor dicho, está hecho para ti.- Insistió Carolina
-Bueno, sí. Es guapo, pero no creo que este ‘Hecho para mí’, eso es mucho.- Les dije. Ya me estaba complicando con esto de dar explicaciones.
-Y es necesario que te pongas roja y que te compliques tanto para responder?.-Siguió Fernanda. Para mi salvación Catalina apareció por la puerta, con una sonrisa que casi salía de su cara. Nosotras la quedamos mirando. No entendíamos el por qué de su actitud. En realidad no sabíamos, y ni siquiera nos imaginábamos lo que había pasado mientras ella compraba nuestros encargos.
-Y a ti?.- Le preguntó Caro. No hubo respuesta. Catalina pasó de largo y fue al baño. Salió y se sentó en la cama, al lado de nosotras.-Me vas a decir que te pasa?-
-Creo que vi al amor de mi vida.- Nos dijo. Nosotras no pudimos no reírnos. Ni siquiera se molestó.-No, de verdad. Es tan lindo-
-A si?. Descríbelo.- Le dije
-Es más alto que yo, cabello rubio, ojos claros, hermosa voz, y tenía las manos tibias y suaves.- Decía con la mirada perdida en la ventana.
-Pero cómo? Cuando lo viste? Qué pasó?.- Preguntó Caro.
-Cuando entraba al hotel después de que salí a comprar. Venia caminando y mi celular sonó, me preocupé de ver que le pasaba y no me di cuenta de que él venía frente a mí, y creo que él tampoco se dio cuenta, y chocamos. Las cosas se cayeron, casi me caigo yo pero él me afirmó.-Contaba.
-Ah, por eso dijiste que sus manos eran suaves y tibias.-Acotó Fernanda
-Y como se llama?.-Le pregunté
-No se.-Contesto
-Lo más importante que debías preguntar y no lo haces. Que mujer!-Exclamó Caro.
-Quizás se le olvidó preguntarle. Con la emoción esas cosas pasan.-Traté de explicar
-A ti no se te olvidó.-Me molestó Caro. No le respondí nada, simplemente la miré, feo.
Se notaba lo contenta que estaba gracias a ese pequeño accidente, que para ella no fue tan terrible.
Más en el centro de la ciudad, las cosas se estaban cocinando entre Claudia y Gustaf. Paseaban por las tiendas del centro de Estocolmo. No sabían que comprar, ni siquiera querían comprar algo. Era una simple mentira piadosa que había hecho Gustaf para que ella la acompañara. Solo para verla una vez más. Pasaron por una tienda donde vendían cosas relacionadas con la fotografía. Claudia se quedó pegada a la vitrina observando una Polaroid muy antigua. Una de las pocas que le faltaban para terminar su colección.
-Que viste?.-Le preguntó él.
-Esa cámara. Es tan linda.- Dijo Clau sin despegar sus ojos de la cámara.
-Te gusta? Pero no podrías usarla, es antigua y los más probable es que los rollos para ese tipo de cámara ya ni existan.-Le comentaba
-No importa, no la quiero para utilizarla. Para eso la más moderna de las Polaroids, aunque es igual de antigua, pero aun fabrican esos rollos.-Explicaba.
Claudia decidió entrar y preguntar por el costo de esa cámara. Cuando la vendedora le dio el monto, no pudo creer el precio. Era muy alto para una cámara de esas, aunque según le había dicho la señora, era porque era para coleccionistas. Salió de la tienda triste, y cual niña pequeña que no le regalaron lo que quería, se quedó observándola, pensando en que, en cuanto juntara el dinero suficiente vendría por ella. Pero no contaba con que Gustaf le tenía la sorpresa de su vida. En realidad, la segunda de muchas en toda su vida
-Qué pasó? Estas bien?.- Le preguntó él muy tiernamente.
-Nada, solo que quería comprarla, pero con el dinero que traje no alcanza.- Decía con tristeza aun en su voz.
-Ah. Pero bueno, mira cierra los ojos y da la vuelta.-Le dijo. Claudia quería mirar.-No, no te des vuelta si no tienes los ojos cerrados, y si no estiras las manos. No te va a pasar nada, confía en mí.-
-Está bien.- Y ella siguió las instrucciones: cerró los ojos, se dio la vuelta y estiró las manos. Él puso en ellas la cámara.
-Ahora puedes abrir los ojos.-Le dijo. Y frente a ella estaba esa cámara que tanto quería. No lo podía creer.
-No, pero por qué lo hiciste? No puedo aceptarla.-Dijo pasándole la cámara.
-No, tú te la vas a llevar a tu casa. Es un regalo.- Intentaba hacerla entrar en razón
-Pero por qué?. No, no puedo.- Insistía.
-Tú te la vas a llevar, Y mira, también encontré un rollo.-Le dijo entregándole el rollo
-Está bien. Pero es la primera y única vez que aceptaré este tipo de regalos.-Le dijo.
Continuaron su caminata por las calles de Suecia. Ya no caminaban tan distantes como antes, ella lo llevaba tomado del brazo, él no le decía nada. Miraban las distintas tiendas de ropa, música, incluso las de comida rápida, en las cuales nuevamente nuestra amiga se pegó. Aunque ahora era comprensible, la tarde estaba cayendo y era la hora del te. Si, eran las cinco de la tarde. Nuevamente Gustaf la sorprendió y la invitó, esta vez a tomar el té.
-Tantas invitaciones. No que hacer por ti cuando visites Londres nuevamente.- Le dijo mientras subían hasta la terraza ubicada en el segundo piso.
-Ya pensaremos en algo, todo a su tiempo.-Dijo. Y Claudia se quedó petrificada.
-Y ahora por qué sería?.-Le preguntó
-Porque son las cinco de la tarde, y ustedes son tan puntuales para estas cosas.-Bromeo.
Pasaron la tarde tomando té con rollos suecos de canela. Una delicia. Después de tomar el té, regresaron al hotel. En la recepción se despidieron con un largo y apretado abrazo, esperando verse nuevamente antes de que nosotras nos fuéramos. Claro que ella sabía que se verían todo el día de mañana, puesto a que nosotros abríamos para ellos. Subió a la habitación donde estábamos nosotras, aun escuchando lo que nos contaba Cata. Notó la cara de felicidad de ella. Nosotras notamos su cara de felicidad. Todas estábamos felices.
-‘Cuando llegues me avisas’.-Dijo Caro que estaba atrás mío leyendo.-Ese señor quiere algo contigo!-
-Oye!.-Le conteste, y tapé la pantalla de mi celular
-Es verdad. Se le nota mucho.- Dijo Fernanda sin abrir los ojos-Y a ti también. No puedes negar que te gusta.-
-Sí, es ideal para ti. Mejor dicho, está hecho para ti.- Insistió Carolina
-Bueno, sí. Es guapo, pero no creo que este ‘Hecho para mí’, eso es mucho.- Les dije. Ya me estaba complicando con esto de dar explicaciones.
-Y es necesario que te pongas roja y que te compliques tanto para responder?.-Siguió Fernanda. Para mi salvación Catalina apareció por la puerta, con una sonrisa que casi salía de su cara. Nosotras la quedamos mirando. No entendíamos el por qué de su actitud. En realidad no sabíamos, y ni siquiera nos imaginábamos lo que había pasado mientras ella compraba nuestros encargos.
-Y a ti?.- Le preguntó Caro. No hubo respuesta. Catalina pasó de largo y fue al baño. Salió y se sentó en la cama, al lado de nosotras.-Me vas a decir que te pasa?-
-Creo que vi al amor de mi vida.- Nos dijo. Nosotras no pudimos no reírnos. Ni siquiera se molestó.-No, de verdad. Es tan lindo-
-A si?. Descríbelo.- Le dije
-Es más alto que yo, cabello rubio, ojos claros, hermosa voz, y tenía las manos tibias y suaves.- Decía con la mirada perdida en la ventana.
-Pero cómo? Cuando lo viste? Qué pasó?.- Preguntó Caro.
-Cuando entraba al hotel después de que salí a comprar. Venia caminando y mi celular sonó, me preocupé de ver que le pasaba y no me di cuenta de que él venía frente a mí, y creo que él tampoco se dio cuenta, y chocamos. Las cosas se cayeron, casi me caigo yo pero él me afirmó.-Contaba.
-Ah, por eso dijiste que sus manos eran suaves y tibias.-Acotó Fernanda
-Y como se llama?.-Le pregunté
-No se.-Contesto
-Lo más importante que debías preguntar y no lo haces. Que mujer!-Exclamó Caro.
-Quizás se le olvidó preguntarle. Con la emoción esas cosas pasan.-Traté de explicar
-A ti no se te olvidó.-Me molestó Caro. No le respondí nada, simplemente la miré, feo.
Se notaba lo contenta que estaba gracias a ese pequeño accidente, que para ella no fue tan terrible.
Más en el centro de la ciudad, las cosas se estaban cocinando entre Claudia y Gustaf. Paseaban por las tiendas del centro de Estocolmo. No sabían que comprar, ni siquiera querían comprar algo. Era una simple mentira piadosa que había hecho Gustaf para que ella la acompañara. Solo para verla una vez más. Pasaron por una tienda donde vendían cosas relacionadas con la fotografía. Claudia se quedó pegada a la vitrina observando una Polaroid muy antigua. Una de las pocas que le faltaban para terminar su colección.
-Que viste?.-Le preguntó él.
-Esa cámara. Es tan linda.- Dijo Clau sin despegar sus ojos de la cámara.
-Te gusta? Pero no podrías usarla, es antigua y los más probable es que los rollos para ese tipo de cámara ya ni existan.-Le comentaba
-No importa, no la quiero para utilizarla. Para eso la más moderna de las Polaroids, aunque es igual de antigua, pero aun fabrican esos rollos.-Explicaba.
Claudia decidió entrar y preguntar por el costo de esa cámara. Cuando la vendedora le dio el monto, no pudo creer el precio. Era muy alto para una cámara de esas, aunque según le había dicho la señora, era porque era para coleccionistas. Salió de la tienda triste, y cual niña pequeña que no le regalaron lo que quería, se quedó observándola, pensando en que, en cuanto juntara el dinero suficiente vendría por ella. Pero no contaba con que Gustaf le tenía la sorpresa de su vida. En realidad, la segunda de muchas en toda su vida
-Qué pasó? Estas bien?.- Le preguntó él muy tiernamente.
-Nada, solo que quería comprarla, pero con el dinero que traje no alcanza.- Decía con tristeza aun en su voz.
-Ah. Pero bueno, mira cierra los ojos y da la vuelta.-Le dijo. Claudia quería mirar.-No, no te des vuelta si no tienes los ojos cerrados, y si no estiras las manos. No te va a pasar nada, confía en mí.-
-Está bien.- Y ella siguió las instrucciones: cerró los ojos, se dio la vuelta y estiró las manos. Él puso en ellas la cámara.
-Ahora puedes abrir los ojos.-Le dijo. Y frente a ella estaba esa cámara que tanto quería. No lo podía creer.
-No, pero por qué lo hiciste? No puedo aceptarla.-Dijo pasándole la cámara.
-No, tú te la vas a llevar a tu casa. Es un regalo.- Intentaba hacerla entrar en razón
-Pero por qué?. No, no puedo.- Insistía.
-Tú te la vas a llevar, Y mira, también encontré un rollo.-Le dijo entregándole el rollo
-Está bien. Pero es la primera y única vez que aceptaré este tipo de regalos.-Le dijo.
Continuaron su caminata por las calles de Suecia. Ya no caminaban tan distantes como antes, ella lo llevaba tomado del brazo, él no le decía nada. Miraban las distintas tiendas de ropa, música, incluso las de comida rápida, en las cuales nuevamente nuestra amiga se pegó. Aunque ahora era comprensible, la tarde estaba cayendo y era la hora del te. Si, eran las cinco de la tarde. Nuevamente Gustaf la sorprendió y la invitó, esta vez a tomar el té.
-Tantas invitaciones. No que hacer por ti cuando visites Londres nuevamente.- Le dijo mientras subían hasta la terraza ubicada en el segundo piso.
-Ya pensaremos en algo, todo a su tiempo.-Dijo. Y Claudia se quedó petrificada.
-Y ahora por qué sería?.-Le preguntó
-Porque son las cinco de la tarde, y ustedes son tan puntuales para estas cosas.-Bromeo.
Pasaron la tarde tomando té con rollos suecos de canela. Una delicia. Después de tomar el té, regresaron al hotel. En la recepción se despidieron con un largo y apretado abrazo, esperando verse nuevamente antes de que nosotras nos fuéramos. Claro que ella sabía que se verían todo el día de mañana, puesto a que nosotros abríamos para ellos. Subió a la habitación donde estábamos nosotras, aun escuchando lo que nos contaba Cata. Notó la cara de felicidad de ella. Nosotras notamos su cara de felicidad. Todas estábamos felices.
lunes, 15 de febrero de 2010
Cap. 17: ‘Like a Rolling Stone’
Cuando llegamos al lugar vimos una enorme fila de gente esperando a que abrieran las puertas para entrar. Tuvimos que irnos por otro lado, para que no me vieran y no se abalanzaran a pedirme fotos y esas cosas. No estaba en condiciones, no después de la hora del almuerzo. Entramos y fuimos hasta los bastidores. Ya todo estaba listo para que la gente entrara. Una última revisión a todos los instrumentos, las luces, que nada estuviera suelto y las puertas se abrieron.
Cuando estaba a 15 min. De entrar en escena las chicas se despidieron de mí, verían el espectáculo desde la vista del público, me desearon la mejor de las suertes, como siempre lo hacían cuando me veían actuar. Cinco minutos de distancia del primer riff de guitarra. A última hora se nos ocurrió agregar una canción más. La primera canción que tocaríamos seria Jet, de Paul McCartney. Ya la sabíamos, la habíamos tocado antes. 30 segundos y caminé hasta el escenario. Ya no quedaban segundos y comenzamos con los acordes de la primera canción. El público dio un gran grito. Después de ese clásico, seguimos con nuestras canciones, más los covers que ya veníamos tocando de antes. La gente coreaba todo, era impresionante. Me sentía mucho más relajada sobre el escenario que cuando estaba en EU, estaba cómoda, y se notaba. Las muchachas amigas de la cámara, una abajo y la otra en el escenario, tomaban instantáneas, tanto de nosotros como del público. Uno bastante exaltado por cierto.
Terminamos nuestro show con la canción más conocida que teníamos por ese instante, nuestro primer single. Euforia colectiva, gritos varios, cantos, banderas británicas e inglesas, carteles, poleras con nuestro logo. Todo fue perfecto. Terminamos, nos bajamos del escenario. Había sido la velada perfecta. Estábamos agotados. Entre todos los conciertos que habíamos realizado durante lo que llevábamos de carrera musical, nunca antes habíamos entregado tanto. Fue tanto la entrega musical que cuando estábamos en el camerino me di cuenta de que las zapatillas que llevaba puestas estaban rotas. Mis amigas, y compañeras de este viaje, llegaron a saludarme, aunque saludaron a toda la banda. Ellas salieron antes que nosotros y nos esperaban en la van. Nosotros tomamos una ducha, cambios de ropa, ordenar las cosas. Nuestro manager nos entregó un plumón a cada uno, “para los autógrafos” dijo. Claro, lo necesitaríamos. Cuando salimos nos encontramos con un grupo pequeño de gente que quería que les firmáramos algo. Discos, poleras, incluso un vinilo llegó a mis manos para que lo firmáramos, fotos con ellos. Todos fueron muy buenas personas, muy respetuosos. Fue un agrado. Ahora ya dentro de la van nos fuimos al hotel a descansar. Mañana partiríamos en nuestra travesía por Europa para llegar a Estocolmo, Suecia.
El descanso fue extenso para todos. Estábamos listos para el desayuno a eso de las once de la mañana. Nos encontramos en la cafetería con las chicas.
-Juro que jamás me había sentido tan cansada como anoche. Ni siquiera cuando fuimos a ver a U2 me sentí así.-Se quejó Caro
-Y eso es un milagro.-Molestó Clau.-Y mejor desayunemos para irnos pronto.-
-Que ansiosa!.- Exclamó muy fuerte Cata
-Deja que se ponga ansiosa, ya sabemos el por qué de su ansiedad. – Dijo Caro, haciendo énfasis en el ‘Ya sabemos el por qué’.
-Déjame!.- Le replicó.
Tomamos nuestro desayuno. Fuimos por nuestras cosas y las subimos, esta vez a un bus. Era tan lindo. Nos dijeron que era la única forma de viajar cuatro días seguidos sin morir en el intento., que estaríamos más cómodas, tendríamos mucho más espacio que en un auto. Además tenía todas las comodidades de la vida moderna, no se podía pedir más. Subimos y cada una escogió su litera. Nos acomodamos en el sofá que había. Pedimos al conductor, eso sí, que parara en el ultimo supermercado que estuviera en nuestro camino. Necesitábamos comprar algunas cosas para el camino. Pizzas congeladas, gaseosas, golosinas, unas películas, todo lo necesario para un largo viaje.
-Siguiente parada: Estocolmo, Suecia!.- Nos gritó el conductor desde su puesto detrás del volante. Nosotras pegamos un grito de la emoción. Estábamos tan emocionadas por conocer otro país. Una estaba más emocionada que el resto, era obvio, tenía por qué.
Comenzamos con nuestro trayecto hacia el norte europeo. La primera parada fue en la frontera con Bélgica. Ahí paramos a reabastecernos, y para que nuestro conductor estirara las piernas y descansara un rato. Fuimos por el almuerzo para todos en el bus. Estuvimos detenidas algo así como una hora y media. Y nuevamente partimos. Pasamos la frontera y entramos a Bélgica. Cayó la noche, nos fuimos a dormir a nuestras literas. Cambiaron de conductor y continuamos hasta Bruselas durante toda la noche sin parar. En esa ciudad nos detuvimos un par de horas. Para descansar, comer y distraernos. Pasamos a una tienda comprar recuerdos para nuestras familias y para adornar nuestras casas. Nuevamente al bus. Ahora pasaríamos por Amberes antes de ir a Países Bajos. Otra detención más antes de la frontera. Descanso, comida. La misma rutina se repetía. Continuamos de largo hasta Nijmegen, luego Amhen, Zwolle y Assen. Luego vino el recorrido Alemán, que consistió en Hannover y Hamburgo. Y nuestra última detención antes de Suecia, Dinamarca. Aquí tomamos un barco que nos dejó en Helsingborg. Aquí comenzamos a molestar a cierta persona.
-Yo creo que deberías mandar un correo a alguien.-Dije. Sí, yo lancé la primera piedra
-A quien?.- Preguntó, haciéndose la que no sabía.
-Para que te haces la que no sabes, a tu “amigo” el Sueco. Dijo que te llevaría a recorrer el país, no?.- Dijo Cata
-Sí, eso dijo, tu lo contaste. Asique le vas a mandar un correo electrónico de inmediato y le dirás que vas con tus amigas y que queremos un tour antes de que esta toque en Estocolmo.- Dijo Caro mientras le pasaba su laptop.
-Bueno, bueno. Pero dudo que nos lleve a algún lado.- Contestó Claudia mientras encendía su computador portátil
-Mira, lo más probable es que no nos lleve a nosotras, pero a ti si te va a llevar.- Le contesto Caro.
Le envió un correo. Decía que estaba en Suecia, camino a Estocolmo acompañando a la banda de su amiga, osea yo, que debían tocar en ese lugar. De vuelta recibió uno en donde su nuevo “amigo” Gustaf le decía que no lo podía creer. Que le avisara en donde nos hospedaríamos y que vendría por ella en cuanto pisara esa ciudad.
-no se vale. La va a llevar a ella solamente a un recorrido turístico?. No, así no me bajo de este bus.- Reclamó Caro cuando estábamos frente al hotel, ya en Estocolmo.
-Muévete, no quiero estar un minuto más en este lugar.- Le dije
-No es mi culpa tener un amigo Sueco que quiera llevarme a recorrer la capital. Aunque según lo que me contó no es de aquí, es de otra ciudad.- Contesto Claudia a los berrinches de Caro.
-Se van a bajar o las voy a bajar yo.- Gritó Cata.
-Qué lindo que es viajar con los amigos.- Dijo sarcásticamente Fer. Nosotras la miramos.-Fue un sarcasmo, por si no se dieron cuenta. Van a bajar?.-
Finalmente bajamos, nos registramos y fuimos a nuestras habitaciones. Claudia recibió una llamada telefónica.
-Si?.- Contestó
-Hola señorita fotógrafa. Ya llegaste?.- Le preguntó Gustaf
-Sí, hace una hora. Donde estas?.-
-En el Birger Jar. Y tú?.- Le contestó
-Yo también!.- Exclamó con alegría. Nosotras no emitimos ruido, queríamos saber que pasaba.
-Te espero en la recepción. Salgamos un rato.- Le propuso.
-Bueno.- Aceptó ella feliz de la vida.
-A las cuatro en recepción. Eres inglesa, asique supongo que eres puntual.- Le dijo en tono molestoso
-Si, a las cuatro en la recepción.- Le dijo y se despidieron.
-Asique ya tienes una cita a las cuatro. Que pillina!.- Dijo cata.
-Sí, asique mientras ustedes descansan, yo recorreré la cuidad.-Dijo. Se notaba feliz.
A las cuatro en punto estaba en la recepción. Se encontraron y salieron a dar un paseo. Nosotras que aun estábamos en la habitación no sabíamos que hacer.
-Saben, voy a bajar a comprar alguna revista, me aburro aquí sin hacer nada.- Reclamó Cata
-Bueno. Puedes traerme el periódico?.- Le dije
-Para qué? Ni siquiera hablas sueco.- Me dijo Caro.
-Puedo aprender.-Le respondí
-Bueno, algún otro encargo?.- Preguntó cata. Todas contestamos con un no.
Salió a la calle. Buscó el primer puestito donde vendieran diarios y revistas. Compró varias, además de mi diario. Volvió al hotel. Mientras caminaba su teléfono móvil comenzó a sonar. Era una alarma, le avisaba de un cumpleaños de un familiar. Mientras caminaba mirando el celular no se percató que frente a ella venia un tipo alto, rubio. Se notaba que era de este país. Él tampoco venia muy atento al camino, por estar mirando un papel que había encontrado en el bolsillo. Asique como no se vieron, chocaron. Cata botó las cosas que traía, casi se cae ella también, pero ágilmente él la alcanzó a tomar.
-Lo siento. No te vi, perdón.-Le dijo él cuando Cata ya estaba de pie
-No, no te preocupes, yo tampoco te vi.-Le dijo.
-Lo siento, tiré tus revistas. Que torpe.-Dijo él y se agachó a recogerlas.-Toma.-
-Gracias. –Le dijo. Se quedaron como un minuto, muy eterno, mirándose. Hasta que se rieron por ese lapsus. Aquí algo estaba empezando, también.
Cuando estaba a 15 min. De entrar en escena las chicas se despidieron de mí, verían el espectáculo desde la vista del público, me desearon la mejor de las suertes, como siempre lo hacían cuando me veían actuar. Cinco minutos de distancia del primer riff de guitarra. A última hora se nos ocurrió agregar una canción más. La primera canción que tocaríamos seria Jet, de Paul McCartney. Ya la sabíamos, la habíamos tocado antes. 30 segundos y caminé hasta el escenario. Ya no quedaban segundos y comenzamos con los acordes de la primera canción. El público dio un gran grito. Después de ese clásico, seguimos con nuestras canciones, más los covers que ya veníamos tocando de antes. La gente coreaba todo, era impresionante. Me sentía mucho más relajada sobre el escenario que cuando estaba en EU, estaba cómoda, y se notaba. Las muchachas amigas de la cámara, una abajo y la otra en el escenario, tomaban instantáneas, tanto de nosotros como del público. Uno bastante exaltado por cierto.
Terminamos nuestro show con la canción más conocida que teníamos por ese instante, nuestro primer single. Euforia colectiva, gritos varios, cantos, banderas británicas e inglesas, carteles, poleras con nuestro logo. Todo fue perfecto. Terminamos, nos bajamos del escenario. Había sido la velada perfecta. Estábamos agotados. Entre todos los conciertos que habíamos realizado durante lo que llevábamos de carrera musical, nunca antes habíamos entregado tanto. Fue tanto la entrega musical que cuando estábamos en el camerino me di cuenta de que las zapatillas que llevaba puestas estaban rotas. Mis amigas, y compañeras de este viaje, llegaron a saludarme, aunque saludaron a toda la banda. Ellas salieron antes que nosotros y nos esperaban en la van. Nosotros tomamos una ducha, cambios de ropa, ordenar las cosas. Nuestro manager nos entregó un plumón a cada uno, “para los autógrafos” dijo. Claro, lo necesitaríamos. Cuando salimos nos encontramos con un grupo pequeño de gente que quería que les firmáramos algo. Discos, poleras, incluso un vinilo llegó a mis manos para que lo firmáramos, fotos con ellos. Todos fueron muy buenas personas, muy respetuosos. Fue un agrado. Ahora ya dentro de la van nos fuimos al hotel a descansar. Mañana partiríamos en nuestra travesía por Europa para llegar a Estocolmo, Suecia.
El descanso fue extenso para todos. Estábamos listos para el desayuno a eso de las once de la mañana. Nos encontramos en la cafetería con las chicas.
-Juro que jamás me había sentido tan cansada como anoche. Ni siquiera cuando fuimos a ver a U2 me sentí así.-Se quejó Caro
-Y eso es un milagro.-Molestó Clau.-Y mejor desayunemos para irnos pronto.-
-Que ansiosa!.- Exclamó muy fuerte Cata
-Deja que se ponga ansiosa, ya sabemos el por qué de su ansiedad. – Dijo Caro, haciendo énfasis en el ‘Ya sabemos el por qué’.
-Déjame!.- Le replicó.
Tomamos nuestro desayuno. Fuimos por nuestras cosas y las subimos, esta vez a un bus. Era tan lindo. Nos dijeron que era la única forma de viajar cuatro días seguidos sin morir en el intento., que estaríamos más cómodas, tendríamos mucho más espacio que en un auto. Además tenía todas las comodidades de la vida moderna, no se podía pedir más. Subimos y cada una escogió su litera. Nos acomodamos en el sofá que había. Pedimos al conductor, eso sí, que parara en el ultimo supermercado que estuviera en nuestro camino. Necesitábamos comprar algunas cosas para el camino. Pizzas congeladas, gaseosas, golosinas, unas películas, todo lo necesario para un largo viaje.
-Siguiente parada: Estocolmo, Suecia!.- Nos gritó el conductor desde su puesto detrás del volante. Nosotras pegamos un grito de la emoción. Estábamos tan emocionadas por conocer otro país. Una estaba más emocionada que el resto, era obvio, tenía por qué.
Comenzamos con nuestro trayecto hacia el norte europeo. La primera parada fue en la frontera con Bélgica. Ahí paramos a reabastecernos, y para que nuestro conductor estirara las piernas y descansara un rato. Fuimos por el almuerzo para todos en el bus. Estuvimos detenidas algo así como una hora y media. Y nuevamente partimos. Pasamos la frontera y entramos a Bélgica. Cayó la noche, nos fuimos a dormir a nuestras literas. Cambiaron de conductor y continuamos hasta Bruselas durante toda la noche sin parar. En esa ciudad nos detuvimos un par de horas. Para descansar, comer y distraernos. Pasamos a una tienda comprar recuerdos para nuestras familias y para adornar nuestras casas. Nuevamente al bus. Ahora pasaríamos por Amberes antes de ir a Países Bajos. Otra detención más antes de la frontera. Descanso, comida. La misma rutina se repetía. Continuamos de largo hasta Nijmegen, luego Amhen, Zwolle y Assen. Luego vino el recorrido Alemán, que consistió en Hannover y Hamburgo. Y nuestra última detención antes de Suecia, Dinamarca. Aquí tomamos un barco que nos dejó en Helsingborg. Aquí comenzamos a molestar a cierta persona.
-Yo creo que deberías mandar un correo a alguien.-Dije. Sí, yo lancé la primera piedra
-A quien?.- Preguntó, haciéndose la que no sabía.
-Para que te haces la que no sabes, a tu “amigo” el Sueco. Dijo que te llevaría a recorrer el país, no?.- Dijo Cata
-Sí, eso dijo, tu lo contaste. Asique le vas a mandar un correo electrónico de inmediato y le dirás que vas con tus amigas y que queremos un tour antes de que esta toque en Estocolmo.- Dijo Caro mientras le pasaba su laptop.
-Bueno, bueno. Pero dudo que nos lleve a algún lado.- Contestó Claudia mientras encendía su computador portátil
-Mira, lo más probable es que no nos lleve a nosotras, pero a ti si te va a llevar.- Le contesto Caro.
Le envió un correo. Decía que estaba en Suecia, camino a Estocolmo acompañando a la banda de su amiga, osea yo, que debían tocar en ese lugar. De vuelta recibió uno en donde su nuevo “amigo” Gustaf le decía que no lo podía creer. Que le avisara en donde nos hospedaríamos y que vendría por ella en cuanto pisara esa ciudad.
-no se vale. La va a llevar a ella solamente a un recorrido turístico?. No, así no me bajo de este bus.- Reclamó Caro cuando estábamos frente al hotel, ya en Estocolmo.
-Muévete, no quiero estar un minuto más en este lugar.- Le dije
-No es mi culpa tener un amigo Sueco que quiera llevarme a recorrer la capital. Aunque según lo que me contó no es de aquí, es de otra ciudad.- Contesto Claudia a los berrinches de Caro.
-Se van a bajar o las voy a bajar yo.- Gritó Cata.
-Qué lindo que es viajar con los amigos.- Dijo sarcásticamente Fer. Nosotras la miramos.-Fue un sarcasmo, por si no se dieron cuenta. Van a bajar?.-
Finalmente bajamos, nos registramos y fuimos a nuestras habitaciones. Claudia recibió una llamada telefónica.
-Si?.- Contestó
-Hola señorita fotógrafa. Ya llegaste?.- Le preguntó Gustaf
-Sí, hace una hora. Donde estas?.-
-En el Birger Jar. Y tú?.- Le contestó
-Yo también!.- Exclamó con alegría. Nosotras no emitimos ruido, queríamos saber que pasaba.
-Te espero en la recepción. Salgamos un rato.- Le propuso.
-Bueno.- Aceptó ella feliz de la vida.
-A las cuatro en recepción. Eres inglesa, asique supongo que eres puntual.- Le dijo en tono molestoso
-Si, a las cuatro en la recepción.- Le dijo y se despidieron.
-Asique ya tienes una cita a las cuatro. Que pillina!.- Dijo cata.
-Sí, asique mientras ustedes descansan, yo recorreré la cuidad.-Dijo. Se notaba feliz.
A las cuatro en punto estaba en la recepción. Se encontraron y salieron a dar un paseo. Nosotras que aun estábamos en la habitación no sabíamos que hacer.
-Saben, voy a bajar a comprar alguna revista, me aburro aquí sin hacer nada.- Reclamó Cata
-Bueno. Puedes traerme el periódico?.- Le dije
-Para qué? Ni siquiera hablas sueco.- Me dijo Caro.
-Puedo aprender.-Le respondí
-Bueno, algún otro encargo?.- Preguntó cata. Todas contestamos con un no.
Salió a la calle. Buscó el primer puestito donde vendieran diarios y revistas. Compró varias, además de mi diario. Volvió al hotel. Mientras caminaba su teléfono móvil comenzó a sonar. Era una alarma, le avisaba de un cumpleaños de un familiar. Mientras caminaba mirando el celular no se percató que frente a ella venia un tipo alto, rubio. Se notaba que era de este país. Él tampoco venia muy atento al camino, por estar mirando un papel que había encontrado en el bolsillo. Asique como no se vieron, chocaron. Cata botó las cosas que traía, casi se cae ella también, pero ágilmente él la alcanzó a tomar.
-Lo siento. No te vi, perdón.-Le dijo él cuando Cata ya estaba de pie
-No, no te preocupes, yo tampoco te vi.-Le dijo.
-Lo siento, tiré tus revistas. Que torpe.-Dijo él y se agachó a recogerlas.-Toma.-
-Gracias. –Le dijo. Se quedaron como un minuto, muy eterno, mirándose. Hasta que se rieron por ese lapsus. Aquí algo estaba empezando, también.
viernes, 12 de febrero de 2010
Cap. 16: “Dinner At Eight” Parte 2.
Aceptaron y ese jueves a las ocho en punto se encontraron en el restaurant. Ninguno de los dos vestían tan elegantes, como deberían haber vestido para ir a ese tipo de lugares, pero que importaba.
-Gracias por aceptar la salida, no sabía cómo agradecerte. Y gracias por ayudarme ese día, fuiste nuestra salvación, y la mía en particular.-Disparó él.
-No fue nada. Ni siquiera sé por qué acepté esto, no creo que fuera necesario.- Dijo ella.
-Sí, si lo es. A penas me conoces y me ayudaste, eso no lo hace cualquiera. Perfectamente podrías haber dicho que “para eso tienes asistentes, que vayan ellos”.- Decía imitándola. Aunque nuestra Claudia, jamás habría dicho eso, ni tampoco habla de esa forma. Rieron un momento.-Pero eso ya no importa, tú aceptaste mi invitación y aquí estamos. Cuéntame que es de tu vida. Ya sé que eres fotógrafa, pero que mas? Madre? Esposa?.-
-No. Pues, fotógrafa, amiga, hija, londinense.- Contestó
-ahh, osea que no tienes novio?.- Dijo sorprendido, pero no se notaba mucho.
-No, no tengo tiempo para eso.- Respondió ella, con la cara un poco roja por las preguntas.
-Pero eso es imposible, siempre hay tiempo. Yo, por ejemplo tengo tiempo para casi todo.- Le comentó muy orgulloso
-Ha si?.- Preguntó ella incrédula de su comentario.
-Sí, soy músico, compositor, jugador de videojuegos, esposo, amigo, hermano, hijo, y quién sabe si padre.- Le dijo Gustaf. Y Claudia, pues, no dijo nada. Pensaba que era un simple rumor el que él estuviera casado, pero lo había confirmado de la misma boca del involucrado. Pero para no arruinar la velada, comenzó a olvidar de inmediato lo que había dicho sobre su estado marital. Funcionó durante todo el resto de la noche.
La cena siguió con ellos hablando de sus vidas, de sus proyectos, de anécdotas, de cosas divertidas que habían pasado. Por un momento el tiempo parecía no pasar por ellos, y mientras la gente comenzaba a retirarse del local, ellos continuaban hablando y riendo, como si recién hubieran llegado. Reían de buena gana cuando uno de los mozos, que ya venía con la cuenta en sus manos, les pidió amablemente que hicieran el desalojo del local, puesto a que estaban prontos a cerrar. Pagó Gustaf, obviamente por ser el que había invitado, tomaron sus cosas y salieron sin rumbo conocido. Fueron hasta una plazuela cercana. Se sentaron en la primera banca que encontraron.
-Esta ha sido una de las mejores veladas que he pasado.- Le dijo muy tiernamente Gustaf a Claudia
-Sí, hace mucho que no reía tanto. Bueno, con mis amigas siempre me rio, pero esta vez fue distinto.- Dijo ella, entre risas.
-Muchas gracias, de nuevo.-Le dijo
-Hasta cuando me vas a agradecer.-Le pregunto ella. Se miraron.
-Toda la vida si es necesario.-Contestó.
-Como?.- Replicó ella
-No pienses mal, es que fue importante que hicieras eso. Para eso están los asistentes, pero tu me ayudaste.-Dijo él, como queriendo desviar lo que de verdad quería decir.- Sabes, es mejor que nos vayamos, es tarde.-
-Si, bueno. Si quieres te dejo en tu hotel, mi auto está en ahí.- Dijo ella indicando su auto que estaba en un pequeño parque de estacionamiento.
Caminaron hasta el auto, ella tomada del brazo de Gustaf. Le costaba un poco, pues él era demasiado alto, y aunque Claudia no era baja precisamente, y sus brazos quedaban un poco arriba. Pero nada del otro mundo que pudiera arruinar la velada.
Se subieron y fueron hasta el hotel en donde él se quedaba. En camino hacia el lugar continuaban la conversación. Cuando llegaron, ambos bajaron del auto.
-Bueno, aquí es.- Le dijo ella, nerviosa.
-Gracias por traerme. Gracias por ayudarme, y gracias por aceptar mi invitación.- Continuo agradeciendo.
-Ya basta, no es necesario tanto agradecimiento.-Dijo
-Está bien. Cuídate mucho, si?.- Se despidió de ella con un abrazo muy fuerte y un beso en la mejilla.-
-Tú también. No vuelvas a perder tus cosas para que no le pidas a los fotógrafos que te ayuden a buscar una tienda de instrumentos.- Le advirtió ella. Ambos rieron
-Tranquila, no pasará jamás.- Dijo Gustaf, quien volvió a abrazarla.- Si algún día vas a Suecia, búscame. Te hago un tour por tiendas.-
-Está bien. Te avisaré.- Dijo Claudia y se fueron. Él a su habitación y ella a su auto para ir a descansar a su casa.
Cuando nos terminó de contar, nosotras quedamos en un gran silencio y con la boca abierta. Nadie decía nada. Ni siquiera comíamos, ni tomábamos nuestros refrescos. Simplemente mirábamos a Clau.
-Qué? No me van a decir nada?.- Preguntó.
-Wow, que te vamos a decir?.- dijo primero Cata
-Eres valiente. Salir con un señor casado? Yo no lo haría.- Dijo Caro.
-Bueno, sí. Quizás fue un error. De hecho estaba pensando en que si algún día visitaba Suecia, no lo buscaría. Pero debo verlo de todas maneras.-Reclamó.
-Y si intentas no hablarle?.- Dije
-Imposible, cuando la vea le va a dar las gracias de nuevo.- Dijo Fernanda y reímos de nuevo.
-Oye, pero podrías hablarle, para que te haga un tour por Suecia. Puedes sacar muchas fotos y hacer una exposición con ellas.-Agregó Fer
-Ella tiene razón. Que fotógrafa mas inteligente contrataste, Eve.-Molestó caro.
Con eso aclarado volvimos al epicentro del show de esa noche. Ahora quedaba esperar a que mi banda y yo saliéramos a tocar. Después de eso nuestro siguiente destino seria Estocolmo, Suecia.
-Gracias por aceptar la salida, no sabía cómo agradecerte. Y gracias por ayudarme ese día, fuiste nuestra salvación, y la mía en particular.-Disparó él.
-No fue nada. Ni siquiera sé por qué acepté esto, no creo que fuera necesario.- Dijo ella.
-Sí, si lo es. A penas me conoces y me ayudaste, eso no lo hace cualquiera. Perfectamente podrías haber dicho que “para eso tienes asistentes, que vayan ellos”.- Decía imitándola. Aunque nuestra Claudia, jamás habría dicho eso, ni tampoco habla de esa forma. Rieron un momento.-Pero eso ya no importa, tú aceptaste mi invitación y aquí estamos. Cuéntame que es de tu vida. Ya sé que eres fotógrafa, pero que mas? Madre? Esposa?.-
-No. Pues, fotógrafa, amiga, hija, londinense.- Contestó
-ahh, osea que no tienes novio?.- Dijo sorprendido, pero no se notaba mucho.
-No, no tengo tiempo para eso.- Respondió ella, con la cara un poco roja por las preguntas.
-Pero eso es imposible, siempre hay tiempo. Yo, por ejemplo tengo tiempo para casi todo.- Le comentó muy orgulloso
-Ha si?.- Preguntó ella incrédula de su comentario.
-Sí, soy músico, compositor, jugador de videojuegos, esposo, amigo, hermano, hijo, y quién sabe si padre.- Le dijo Gustaf. Y Claudia, pues, no dijo nada. Pensaba que era un simple rumor el que él estuviera casado, pero lo había confirmado de la misma boca del involucrado. Pero para no arruinar la velada, comenzó a olvidar de inmediato lo que había dicho sobre su estado marital. Funcionó durante todo el resto de la noche.
La cena siguió con ellos hablando de sus vidas, de sus proyectos, de anécdotas, de cosas divertidas que habían pasado. Por un momento el tiempo parecía no pasar por ellos, y mientras la gente comenzaba a retirarse del local, ellos continuaban hablando y riendo, como si recién hubieran llegado. Reían de buena gana cuando uno de los mozos, que ya venía con la cuenta en sus manos, les pidió amablemente que hicieran el desalojo del local, puesto a que estaban prontos a cerrar. Pagó Gustaf, obviamente por ser el que había invitado, tomaron sus cosas y salieron sin rumbo conocido. Fueron hasta una plazuela cercana. Se sentaron en la primera banca que encontraron.
-Esta ha sido una de las mejores veladas que he pasado.- Le dijo muy tiernamente Gustaf a Claudia
-Sí, hace mucho que no reía tanto. Bueno, con mis amigas siempre me rio, pero esta vez fue distinto.- Dijo ella, entre risas.
-Muchas gracias, de nuevo.-Le dijo
-Hasta cuando me vas a agradecer.-Le pregunto ella. Se miraron.
-Toda la vida si es necesario.-Contestó.
-Como?.- Replicó ella
-No pienses mal, es que fue importante que hicieras eso. Para eso están los asistentes, pero tu me ayudaste.-Dijo él, como queriendo desviar lo que de verdad quería decir.- Sabes, es mejor que nos vayamos, es tarde.-
-Si, bueno. Si quieres te dejo en tu hotel, mi auto está en ahí.- Dijo ella indicando su auto que estaba en un pequeño parque de estacionamiento.
Caminaron hasta el auto, ella tomada del brazo de Gustaf. Le costaba un poco, pues él era demasiado alto, y aunque Claudia no era baja precisamente, y sus brazos quedaban un poco arriba. Pero nada del otro mundo que pudiera arruinar la velada.
Se subieron y fueron hasta el hotel en donde él se quedaba. En camino hacia el lugar continuaban la conversación. Cuando llegaron, ambos bajaron del auto.
-Bueno, aquí es.- Le dijo ella, nerviosa.
-Gracias por traerme. Gracias por ayudarme, y gracias por aceptar mi invitación.- Continuo agradeciendo.
-Ya basta, no es necesario tanto agradecimiento.-Dijo
-Está bien. Cuídate mucho, si?.- Se despidió de ella con un abrazo muy fuerte y un beso en la mejilla.-
-Tú también. No vuelvas a perder tus cosas para que no le pidas a los fotógrafos que te ayuden a buscar una tienda de instrumentos.- Le advirtió ella. Ambos rieron
-Tranquila, no pasará jamás.- Dijo Gustaf, quien volvió a abrazarla.- Si algún día vas a Suecia, búscame. Te hago un tour por tiendas.-
-Está bien. Te avisaré.- Dijo Claudia y se fueron. Él a su habitación y ella a su auto para ir a descansar a su casa.
Cuando nos terminó de contar, nosotras quedamos en un gran silencio y con la boca abierta. Nadie decía nada. Ni siquiera comíamos, ni tomábamos nuestros refrescos. Simplemente mirábamos a Clau.
-Qué? No me van a decir nada?.- Preguntó.
-Wow, que te vamos a decir?.- dijo primero Cata
-Eres valiente. Salir con un señor casado? Yo no lo haría.- Dijo Caro.
-Bueno, sí. Quizás fue un error. De hecho estaba pensando en que si algún día visitaba Suecia, no lo buscaría. Pero debo verlo de todas maneras.-Reclamó.
-Y si intentas no hablarle?.- Dije
-Imposible, cuando la vea le va a dar las gracias de nuevo.- Dijo Fernanda y reímos de nuevo.
-Oye, pero podrías hablarle, para que te haga un tour por Suecia. Puedes sacar muchas fotos y hacer una exposición con ellas.-Agregó Fer
-Ella tiene razón. Que fotógrafa mas inteligente contrataste, Eve.-Molestó caro.
Con eso aclarado volvimos al epicentro del show de esa noche. Ahora quedaba esperar a que mi banda y yo saliéramos a tocar. Después de eso nuestro siguiente destino seria Estocolmo, Suecia.
Cap. 15: “Dinner At Eight” Parte 1.
Escuchamos por lo altoparlantes que podíamos bajar del barco, el paseo había terminado. Fue bastante largo, pensamos que sería un paseo de un par de cuadras y nada más, pero nos sorprendimos a ver que duró algo así como dos horas y un poco más. Nos juntamos todos nuevamente a la salida del tour. Las chicas ya estaban abajo, aun riendo de las locuras que conversaban. Caro venia tomada del brazo de Nick, seguían hablando, de no se que cosa, quizás seguían lanzándose cumplidos. Nosotros veníamos con las manos en los bolsillos atrás de ellos.
No queríamos irnos, pero debíamos sepáranos. Ellos se iban en la mañana, y yo debía tocar en la noche, y las chicas me acompañarían a la prueba de sonido y el show en la tarde, no tendríamos tiempo para nada. A ellos los fueron a buscar en una pequeña van. Se despidieron de nosotras, se subieron a su auto y partieron a su hotel. Nosotras nos fuimos caminando. Nos gustaba caminar.
-Ustedes dos fueron las que mejor lo pasaron en este paseo por Paris. No se vale.- Reclamó Claudia.
-Sí, no es posible. Cuando nos tocará a nosotras? Ah?.- Se le unió Catalina
-No es nuestra culpa que nos encontráramos con ellos.- Dije en nuestra defensa
-Tampoco que ellos quisieran hablarnos.- Agregó Caro.
-Y por qué se molestan?.- Preguntó Fer
-Nosotras molestas? Por favor.- Dijo Caro………. Molesta
-No estamos molestas, o quizás un poco pero no es hora para esto, esta helado y en cualquier momento se pone a llover.- Dije, queriendo cortar la conversación
-Sí, mejor nos vamos. Mañana será un gran día.- Dijo muy convencida Clau.
Nos fuimos caminando hasta el hotel, no estaba tan lejos, asique no era problema. No hablamos nada en el trayecto, por lo menos Caro y yo, que estábamos como embobadas. Extraño pero era lo que estaba pasando. Las insistían que algo estaba pasando, o que algo pasaría entre nosotras y esos chicos. Según ella no era normal que en un solo día nos aisláramos con un par de desconocidos para hablar con ellos. Amor a primera vista insistían ellas.
Estábamos tan casadas después de tanto caminar y recorrer los lugares más bellos de lo que hasta ahora conocíamos de Francia que ni siquiera nos quedamos conversando como siempre lo hacemos cuando nos juntábamos, asique pusimos las cabezas en las almohadas y nos dormimos.
En la mañana despertamos un poco atrasadas. Ni un hubiera sido por mis compañeros de banda que llamaron a mi móvil para despertarme, todavía estaría todavía estaría enredada en las sabanas de ese hotel. Despertar a las chicas no fue un gran problema, estaban medias despiertas después de escucharme hablar. Asique en un dos por tres estábamos vestidas y listas para partir al lugar donde realizaría el show. A mitad de camino nuestro manager recibió una importante llamada. Nos miraba con cara de asustado mientras hablaba. Cortó su teléfono y nos informó.
-Chicos, se cancela el resto del tour. Será su primer y único show por Europa.- Nos dijo
-Qué? Por qué? Osea, como?.- Dije sorprendida.
-Osea, no es el último. Ese será en Suecia, en cuatro días más y abrirán para una banda local llamada Mando Diao. Y se suspende por el clima.- Respondió
-Pero aquí el clima está bien.- Dije
-Aquí está bien, y en Suecia. Pero en el resto de Europa hay cortes de energía, cañerías congeladas y vuelos cancelados. Asique, como no podemos tomar un avión, debemos hacer este recorrido por tierra en auto. Y no te estoy preguntando si quieres, debes, no hay vuelta atrás Eve.- Me contesto.
Ya me había molestado. Ahora sí que quería llegar a casa lo antes posible.
En el lugar del show tenían nuestros instrumentos en el escenario. Lo primero que hice fue dirigirme a ese lugar para hacer la prueba de sonido lo antes posible. Ya no quería tocar. Las chicas me acompañaron. Las niñas fotógrafas comenzaron su trabajo. Cata y Caro se quedaron en un extremo del escenario mirando todo.
Todo fue como los anteriores soundchecks, que subir un poco esto, bajar aquello, cambiar cuerdas, tonos de guitarras, bajos y tantas otras cosas que hay que hacer. Después de eso, simplemente había que esperar. En la espera salimos a almorzar. Un restaurant de comida rápida que estaba en la esquina era la única opción. Pedimos nuestras ordenes y buscamos una mesa en el segundo piso. Ahí nos quedamos a ingerir nuestra comida.
-No estás nerviosa?.- Preguntó Caro.
-No.- Respondí
-Mentira, es imposible que no estés nerviosa. La última vez que te vimos tiritabas de pies a cabeza.- dijo Cata
-Ahora no estoy nerviosa, quizás más rato me entre el nervio.- Seguí respondiendo.
-Y que te dijo el manager?.- Otra pregunta, ahora venía de boca de Clau
-Que en cuatro días más tocamos en Suecia y nos vamos a casa de vuelta.- Dije
-Y no que debíamos ir a otros lados?.- Exclamó Fernanda, preocupada.
-Debíamos?.- Dijo Caro
-También soy parte de la banda, bueno?. No tocaré algún instrumento, pero me pagan para tomarles fotos.- Contesto riendo.
-Sí, debíamos. Por culpa del clima solo podemos llegar hasta Suecia para abrir para Mando Diao. Jamás podremos hacer un show solos como una banda decente.- Dije, y Clau se atoró con su comida después de escuchar el nombre de la banda a la cual abriríamos.
-A Mando Diao dices?.- Dijo
-Sí. Por qué?.- Pregunté
-Es que son buenos. Me gustan muchos.- Contestó.
-Momento. Por qué te atoraste al escuchar el nombre de esa banda?.- Preguntó Catalina.
-Sí. Que escondes mujer?.- Preguntó Caro.
-Yo? Nada. Es que me sorprende que abran para una banda tan buena.- Respondió, pero era obvio que algo más nos debía contar.
-Mentira. Puedo apostar que algo pasó.- Dijo Cata
-No recuerdan que nos contó que el vocalista, el alto rubio, le había pedido que la ayudara a comprar no se qué cosas en la tienda favorita de Eve?.- Dijo Caro
-Sí, verdad. Nunca nos terminó de contar que pasó después de la sesión de fotos.- Dije.
-Igual que otras que no contaron nada de sus viajes. Pero no necesitamos saber nada porque ya lo vimos todos.- Dijo Caro
-Oye!.- La codee.
Y la obligamos a que nos contara lo que había pasado después de esa sesión fotográfica.
Pasó que, al otro día, cuando llegaba a su oficina, la recepcionista del edifico de NME le tenía una pequeña carta que había llegado en la mañana muy temprano. El sobre decía para ‘Ms. Cooper’, sin remitente. Extrañada Claudia se fue a su escritorio y la abrió. El contenido no era muy largo, y simplemente decía: “Aun no sé como agradecerte el que nos salvaras de un fracaso seguro. Nos quedamos hasta el viernes, si tienes tiempo y se te ocurre algo, avísame. Este es mi correo.” Nuestra pobre amiga quedó anonadada, no sabía qué hacer. Si era correcto mandarle un correo electrónico indicándole el día, la hora y lo que podían hacer, por lo que ella se había enterado, él era casado. Pero por otra parte, él quería agradecerle la ayuda de alguna forma. Asique sin pensarlo mucho, respondió, indicando que podía ser una cena, en un elegante, y no muy concurrido restaurant ubicado en el centro de Londres. A los pocos minutos llegó la respuesta: Jueves, una cena a las ocho de la noche.
No queríamos irnos, pero debíamos sepáranos. Ellos se iban en la mañana, y yo debía tocar en la noche, y las chicas me acompañarían a la prueba de sonido y el show en la tarde, no tendríamos tiempo para nada. A ellos los fueron a buscar en una pequeña van. Se despidieron de nosotras, se subieron a su auto y partieron a su hotel. Nosotras nos fuimos caminando. Nos gustaba caminar.
-Ustedes dos fueron las que mejor lo pasaron en este paseo por Paris. No se vale.- Reclamó Claudia.
-Sí, no es posible. Cuando nos tocará a nosotras? Ah?.- Se le unió Catalina
-No es nuestra culpa que nos encontráramos con ellos.- Dije en nuestra defensa
-Tampoco que ellos quisieran hablarnos.- Agregó Caro.
-Y por qué se molestan?.- Preguntó Fer
-Nosotras molestas? Por favor.- Dijo Caro………. Molesta
-No estamos molestas, o quizás un poco pero no es hora para esto, esta helado y en cualquier momento se pone a llover.- Dije, queriendo cortar la conversación
-Sí, mejor nos vamos. Mañana será un gran día.- Dijo muy convencida Clau.
Nos fuimos caminando hasta el hotel, no estaba tan lejos, asique no era problema. No hablamos nada en el trayecto, por lo menos Caro y yo, que estábamos como embobadas. Extraño pero era lo que estaba pasando. Las insistían que algo estaba pasando, o que algo pasaría entre nosotras y esos chicos. Según ella no era normal que en un solo día nos aisláramos con un par de desconocidos para hablar con ellos. Amor a primera vista insistían ellas.
Estábamos tan casadas después de tanto caminar y recorrer los lugares más bellos de lo que hasta ahora conocíamos de Francia que ni siquiera nos quedamos conversando como siempre lo hacemos cuando nos juntábamos, asique pusimos las cabezas en las almohadas y nos dormimos.
En la mañana despertamos un poco atrasadas. Ni un hubiera sido por mis compañeros de banda que llamaron a mi móvil para despertarme, todavía estaría todavía estaría enredada en las sabanas de ese hotel. Despertar a las chicas no fue un gran problema, estaban medias despiertas después de escucharme hablar. Asique en un dos por tres estábamos vestidas y listas para partir al lugar donde realizaría el show. A mitad de camino nuestro manager recibió una importante llamada. Nos miraba con cara de asustado mientras hablaba. Cortó su teléfono y nos informó.
-Chicos, se cancela el resto del tour. Será su primer y único show por Europa.- Nos dijo
-Qué? Por qué? Osea, como?.- Dije sorprendida.
-Osea, no es el último. Ese será en Suecia, en cuatro días más y abrirán para una banda local llamada Mando Diao. Y se suspende por el clima.- Respondió
-Pero aquí el clima está bien.- Dije
-Aquí está bien, y en Suecia. Pero en el resto de Europa hay cortes de energía, cañerías congeladas y vuelos cancelados. Asique, como no podemos tomar un avión, debemos hacer este recorrido por tierra en auto. Y no te estoy preguntando si quieres, debes, no hay vuelta atrás Eve.- Me contesto.
Ya me había molestado. Ahora sí que quería llegar a casa lo antes posible.
En el lugar del show tenían nuestros instrumentos en el escenario. Lo primero que hice fue dirigirme a ese lugar para hacer la prueba de sonido lo antes posible. Ya no quería tocar. Las chicas me acompañaron. Las niñas fotógrafas comenzaron su trabajo. Cata y Caro se quedaron en un extremo del escenario mirando todo.
Todo fue como los anteriores soundchecks, que subir un poco esto, bajar aquello, cambiar cuerdas, tonos de guitarras, bajos y tantas otras cosas que hay que hacer. Después de eso, simplemente había que esperar. En la espera salimos a almorzar. Un restaurant de comida rápida que estaba en la esquina era la única opción. Pedimos nuestras ordenes y buscamos una mesa en el segundo piso. Ahí nos quedamos a ingerir nuestra comida.
-No estás nerviosa?.- Preguntó Caro.
-No.- Respondí
-Mentira, es imposible que no estés nerviosa. La última vez que te vimos tiritabas de pies a cabeza.- dijo Cata
-Ahora no estoy nerviosa, quizás más rato me entre el nervio.- Seguí respondiendo.
-Y que te dijo el manager?.- Otra pregunta, ahora venía de boca de Clau
-Que en cuatro días más tocamos en Suecia y nos vamos a casa de vuelta.- Dije
-Y no que debíamos ir a otros lados?.- Exclamó Fernanda, preocupada.
-Debíamos?.- Dijo Caro
-También soy parte de la banda, bueno?. No tocaré algún instrumento, pero me pagan para tomarles fotos.- Contesto riendo.
-Sí, debíamos. Por culpa del clima solo podemos llegar hasta Suecia para abrir para Mando Diao. Jamás podremos hacer un show solos como una banda decente.- Dije, y Clau se atoró con su comida después de escuchar el nombre de la banda a la cual abriríamos.
-A Mando Diao dices?.- Dijo
-Sí. Por qué?.- Pregunté
-Es que son buenos. Me gustan muchos.- Contestó.
-Momento. Por qué te atoraste al escuchar el nombre de esa banda?.- Preguntó Catalina.
-Sí. Que escondes mujer?.- Preguntó Caro.
-Yo? Nada. Es que me sorprende que abran para una banda tan buena.- Respondió, pero era obvio que algo más nos debía contar.
-Mentira. Puedo apostar que algo pasó.- Dijo Cata
-No recuerdan que nos contó que el vocalista, el alto rubio, le había pedido que la ayudara a comprar no se qué cosas en la tienda favorita de Eve?.- Dijo Caro
-Sí, verdad. Nunca nos terminó de contar que pasó después de la sesión de fotos.- Dije.
-Igual que otras que no contaron nada de sus viajes. Pero no necesitamos saber nada porque ya lo vimos todos.- Dijo Caro
-Oye!.- La codee.
Y la obligamos a que nos contara lo que había pasado después de esa sesión fotográfica.
Pasó que, al otro día, cuando llegaba a su oficina, la recepcionista del edifico de NME le tenía una pequeña carta que había llegado en la mañana muy temprano. El sobre decía para ‘Ms. Cooper’, sin remitente. Extrañada Claudia se fue a su escritorio y la abrió. El contenido no era muy largo, y simplemente decía: “Aun no sé como agradecerte el que nos salvaras de un fracaso seguro. Nos quedamos hasta el viernes, si tienes tiempo y se te ocurre algo, avísame. Este es mi correo.” Nuestra pobre amiga quedó anonadada, no sabía qué hacer. Si era correcto mandarle un correo electrónico indicándole el día, la hora y lo que podían hacer, por lo que ella se había enterado, él era casado. Pero por otra parte, él quería agradecerle la ayuda de alguna forma. Asique sin pensarlo mucho, respondió, indicando que podía ser una cena, en un elegante, y no muy concurrido restaurant ubicado en el centro de Londres. A los pocos minutos llegó la respuesta: Jueves, una cena a las ocho de la noche.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Cap. 14: ‘I’m Throwing my Arms Around Paris’
No sabía dónde meterme. Quería que la tierra me tragara. Él parecía tomarlo con humor, pero yo seguía avergonzada. Intenté despegarme de su lado pero fue imposible, me tenia abrazada y con mis manos en los bolsillos.
-Aww, mira, se ven tan lindos juntos.- Comentaba Fernanda cámara en mano.
-Sí, que ternura.-Continuo Cata.
-Ay que lindos se ven!!.- Exclamó Caro, en nuestras caras.
-En serio? Oye, quizás tengan razón.- Dijo Rick, que en vez de soltarme, me seguía abrazando, y me apretaba.-
-Cállate.- Le dije entre dientes.
-Cuando se van a apagar? Deberían ver sus caras, son dos tomates.- Comentaba Nick.
-Deberíamos seguir caminando. Déjenlos tranquilos.- Dijo Clau. Aguo la fiesta para todos, menos para mí.
Terminamos nuestro trayecto hacia el Sena. Por fin estábamos en la orilla de ese hermoso lago. Llegaron más fotografías, individuales, grupales y del rio, sus puentes, entre otras. Seguíamos caminando en el mismo esquema que antes. Era tan lindo ese lugar. Siempre pensé que el Thames tenía la rivera más hermosa del mundo, según lo que había visto en algunas investigaciones particulares sobre ríos, pero nunca había visto este de esta forma. Caminamos un rato hasta que a las chicas se les ocurrió la brillante idea de dar un paseo en barco. Todos aceptamos y buscamos el más cercano. Pagamos el paseo y nos subimos. La vista era hermosa, puesto que el sol ya nos estaba abandonando, las luces se encendían y las revoluciones de una ciudad turística estaban bajando. Nos quedamos todos en la popa, a estribor. Simplemente contemplábamos, era la primera vez que todos veíamos esa ciudad desde el rio. Jamás pensamos estar aquí.
A mitad de camino nos separamos todos. Fer, Clau y Cata se movieron a la proa, para tomar más fotos, en especial Fer y Clau que las utilizarían para su portafolio o alguna exposición si es que hacían una. Nick y Caro, que estaban muy juntos se alejaron a babor del barco. Querían seguir conversando.
-Asique eres dueña de dos hoteles.- Dijo
-Sí, y tu un talentoso baterista, no?.- Comentó ella. Él rio, tímidamente.
-Bueno, algo así. Gracias por el cumplido.- Decía.- Eres una de las pocas personas que me ha dicho eso. Creo que la última fue mi mamá, no lo recuerdo.-
-Aww. Pero las mamás siempre dicen eso. Mis padres dijeron exactamente lo mismo cuando les dije que ya tenía un hotel funcionando y con alta afluencia de público.- Le decía ella.
-Entonces, según tu, si los cumplidos vienen de tus padres, no valen?.- Le preguntó
-No, no es eso. Simplemente que no es lo mismo.- Explicaba.- Para ellos siempre serás el mejor, entonces no son objetivos.-
-Pero si vienen de alguien más, en especial de alguien a quien conoces hace poco, si valen.- Terminó él la frase
-Algo así.- Respondió
-Nunca había visto eso de esa forma. Eres muy inteligente!.- Le decía el, mientras se apoyaban en la baranda para ver el rio.
Yo continuaba a estribor, haciendo nada más que contemplar el paisaje a la luz del sol mezclado con las de la calle, que estaban comenzando a encenderse. Estaba sola, Rick se había ido a otro lado a hablar por teléfono, su manager preguntando por ellos creo, no entendí bien que me había dicho. Asique como estaba sola, saqué la croquera que tenía en el bolso, me acomodé en un asiento y comencé a dibujar lo que veía a mí alrededor. Ese paisaje Parisino que tanto me había enamorado. Tenía mi cabeza agachada para ver el papel, no tomé en cuenta lo que había a mis lados, estaba muy concentrada, asique en ningún momento per percaté que él estaba sentado a mi lado con la cabeza afirmada por uno de sus brazos. No decía nada. Quizás esperaba a que me diera cuenta, pero nunca lo hice, estaba muy concentrada. Y como Ricky es como un niño pequeño y muy inquieto, decidió hablarme.
-Vas a terminarlo pronto?.- Me preguntó, dándome un gran susto.
-Ay, tonto!.- Exclame saltando por el susto, a lo que le respondí con un golpe, un poco fuerte, en el brazo que no tenia apoyado.
-Te asuste?.- Me preguntó
-Sí, idiota!.- Continúe
-Lo siento.-Dijo y me abrazó.- No pensé que estabas tan concentrada en el dibujo. Que es muy lindo, a propósito.-
-Gracias. Es que me dio por dibujar el paisaje, y siempre que hago algo que me gusta me concentro mucho.- Le decía al mismo tiempo que estaba guardando mis cosas.
-No, pero por qué guardas todo eso, continua.- Me alentaba
-No, ya no.- Le dije sin mirarlo, y seguía guardando.
-Te dio vergüenza?.- Asentí con la cabeza.- Ay que linda. Pero no te sientas mal, yo también dibujo.-
-Con mayor razón dejaré de dibujar si estas tu al lado mío.- Le dije, esta vez mirándolo.
-No deberías avergonzarte, eres buena. Te estaba quedando muy lindo.- Me decía.
Intentó un buen tiempo convencerme de que siguiera, pero con lo obstinada que soy, no continúe y me dirigí hacia la baranda. Además, ahora si estaba obscuro y no podía ver bien, porque ni siquiera estaba con mis lentes. Él me siguió, me pidió disculpas y se puso a jugar con mi mano.
Las chicas, por su parte estaban sentadas mirando y charlando.
-ya se dieron cuenta de lo que está pasando aquí?.- Preguntó Cata
-No, que cosa?.- Dijo Fer
-Están esos cuatro muy juntos.- respondió Cata.
-Y eso que tiene de malo? Crees que pasé algo de aquí a un buen tiempo más?.- Preguntó Clau
-No sé. Quizás sí. No se ven mal juntos.- Respondió cata.
-Pero no crees que eso sería muy rápido?.- Cuestionó Clau
-En Nick y Caro, si sería muy rápido.- Respondió Fer.
-Y entre Eve y Ricky, no?.- Preguntó Cata a Fer.
-No se si no, pero entre ellos hay una conexión especial. Era cosa de verlos en estados Unidos. Hablaban todos los días en las pruebas de sonido. Un par de días salieron a almorzar juntos incluso.- Explicaba.-No me sorprendería verlos juntos de aquí a un par de meses.-
-En serio? Uy, esa muchacha no nos contó nada!.- Decía Clau.
-se ve que es muy celosa de su vida privada, todo una rockstar.- Comentó entre risas Fer
-siempre ha sido igual, es difícil sacarle las cosas, pero siempre sede.- Explicó Clau
-Pero sería lindo verla con alguien, hace mucho tiempo que está sola.- Continúo Cata
-Tiene que reencontrarse con el amor.-Dijo Clau
Después de esto rieron. Y nuestro recorrido en barco por el Sena estaba por terminar.
-Aww, mira, se ven tan lindos juntos.- Comentaba Fernanda cámara en mano.
-Sí, que ternura.-Continuo Cata.
-Ay que lindos se ven!!.- Exclamó Caro, en nuestras caras.
-En serio? Oye, quizás tengan razón.- Dijo Rick, que en vez de soltarme, me seguía abrazando, y me apretaba.-
-Cállate.- Le dije entre dientes.
-Cuando se van a apagar? Deberían ver sus caras, son dos tomates.- Comentaba Nick.
-Deberíamos seguir caminando. Déjenlos tranquilos.- Dijo Clau. Aguo la fiesta para todos, menos para mí.
Terminamos nuestro trayecto hacia el Sena. Por fin estábamos en la orilla de ese hermoso lago. Llegaron más fotografías, individuales, grupales y del rio, sus puentes, entre otras. Seguíamos caminando en el mismo esquema que antes. Era tan lindo ese lugar. Siempre pensé que el Thames tenía la rivera más hermosa del mundo, según lo que había visto en algunas investigaciones particulares sobre ríos, pero nunca había visto este de esta forma. Caminamos un rato hasta que a las chicas se les ocurrió la brillante idea de dar un paseo en barco. Todos aceptamos y buscamos el más cercano. Pagamos el paseo y nos subimos. La vista era hermosa, puesto que el sol ya nos estaba abandonando, las luces se encendían y las revoluciones de una ciudad turística estaban bajando. Nos quedamos todos en la popa, a estribor. Simplemente contemplábamos, era la primera vez que todos veíamos esa ciudad desde el rio. Jamás pensamos estar aquí.
A mitad de camino nos separamos todos. Fer, Clau y Cata se movieron a la proa, para tomar más fotos, en especial Fer y Clau que las utilizarían para su portafolio o alguna exposición si es que hacían una. Nick y Caro, que estaban muy juntos se alejaron a babor del barco. Querían seguir conversando.
-Asique eres dueña de dos hoteles.- Dijo
-Sí, y tu un talentoso baterista, no?.- Comentó ella. Él rio, tímidamente.
-Bueno, algo así. Gracias por el cumplido.- Decía.- Eres una de las pocas personas que me ha dicho eso. Creo que la última fue mi mamá, no lo recuerdo.-
-Aww. Pero las mamás siempre dicen eso. Mis padres dijeron exactamente lo mismo cuando les dije que ya tenía un hotel funcionando y con alta afluencia de público.- Le decía ella.
-Entonces, según tu, si los cumplidos vienen de tus padres, no valen?.- Le preguntó
-No, no es eso. Simplemente que no es lo mismo.- Explicaba.- Para ellos siempre serás el mejor, entonces no son objetivos.-
-Pero si vienen de alguien más, en especial de alguien a quien conoces hace poco, si valen.- Terminó él la frase
-Algo así.- Respondió
-Nunca había visto eso de esa forma. Eres muy inteligente!.- Le decía el, mientras se apoyaban en la baranda para ver el rio.
Yo continuaba a estribor, haciendo nada más que contemplar el paisaje a la luz del sol mezclado con las de la calle, que estaban comenzando a encenderse. Estaba sola, Rick se había ido a otro lado a hablar por teléfono, su manager preguntando por ellos creo, no entendí bien que me había dicho. Asique como estaba sola, saqué la croquera que tenía en el bolso, me acomodé en un asiento y comencé a dibujar lo que veía a mí alrededor. Ese paisaje Parisino que tanto me había enamorado. Tenía mi cabeza agachada para ver el papel, no tomé en cuenta lo que había a mis lados, estaba muy concentrada, asique en ningún momento per percaté que él estaba sentado a mi lado con la cabeza afirmada por uno de sus brazos. No decía nada. Quizás esperaba a que me diera cuenta, pero nunca lo hice, estaba muy concentrada. Y como Ricky es como un niño pequeño y muy inquieto, decidió hablarme.
-Vas a terminarlo pronto?.- Me preguntó, dándome un gran susto.
-Ay, tonto!.- Exclame saltando por el susto, a lo que le respondí con un golpe, un poco fuerte, en el brazo que no tenia apoyado.
-Te asuste?.- Me preguntó
-Sí, idiota!.- Continúe
-Lo siento.-Dijo y me abrazó.- No pensé que estabas tan concentrada en el dibujo. Que es muy lindo, a propósito.-
-Gracias. Es que me dio por dibujar el paisaje, y siempre que hago algo que me gusta me concentro mucho.- Le decía al mismo tiempo que estaba guardando mis cosas.
-No, pero por qué guardas todo eso, continua.- Me alentaba
-No, ya no.- Le dije sin mirarlo, y seguía guardando.
-Te dio vergüenza?.- Asentí con la cabeza.- Ay que linda. Pero no te sientas mal, yo también dibujo.-
-Con mayor razón dejaré de dibujar si estas tu al lado mío.- Le dije, esta vez mirándolo.
-No deberías avergonzarte, eres buena. Te estaba quedando muy lindo.- Me decía.
Intentó un buen tiempo convencerme de que siguiera, pero con lo obstinada que soy, no continúe y me dirigí hacia la baranda. Además, ahora si estaba obscuro y no podía ver bien, porque ni siquiera estaba con mis lentes. Él me siguió, me pidió disculpas y se puso a jugar con mi mano.
Las chicas, por su parte estaban sentadas mirando y charlando.
-ya se dieron cuenta de lo que está pasando aquí?.- Preguntó Cata
-No, que cosa?.- Dijo Fer
-Están esos cuatro muy juntos.- respondió Cata.
-Y eso que tiene de malo? Crees que pasé algo de aquí a un buen tiempo más?.- Preguntó Clau
-No sé. Quizás sí. No se ven mal juntos.- Respondió cata.
-Pero no crees que eso sería muy rápido?.- Cuestionó Clau
-En Nick y Caro, si sería muy rápido.- Respondió Fer.
-Y entre Eve y Ricky, no?.- Preguntó Cata a Fer.
-No se si no, pero entre ellos hay una conexión especial. Era cosa de verlos en estados Unidos. Hablaban todos los días en las pruebas de sonido. Un par de días salieron a almorzar juntos incluso.- Explicaba.-No me sorprendería verlos juntos de aquí a un par de meses.-
-En serio? Uy, esa muchacha no nos contó nada!.- Decía Clau.
-se ve que es muy celosa de su vida privada, todo una rockstar.- Comentó entre risas Fer
-siempre ha sido igual, es difícil sacarle las cosas, pero siempre sede.- Explicó Clau
-Pero sería lindo verla con alguien, hace mucho tiempo que está sola.- Continúo Cata
-Tiene que reencontrarse con el amor.-Dijo Clau
Después de esto rieron. Y nuestro recorrido en barco por el Sena estaba por terminar.
lunes, 8 de febrero de 2010
Cap. 13: ‘We Walk’

-Eve que alegría verte.- Me saludó Ricky con un enorme abrazo, dejándome sin aire.
-Hola Rick. Como estas?.- Pregunté después de tomar aire nuevamente y separarnos del abrazo.
-Mucho mejor. Por fin alguien a quien darle un abrazo sin morir en el intento entre tanto francés oloroso.- Dijo muy sincero, a lo que yo morí de la risa.
-Hola pequeña Eve.- Me saludó Nick
-Nick, hola!.- Lo saludé con un abrazo también.- Como estas, que hacen aquí?.-Pregunté
-Pues conociendo un poco, anoche tocamos aquí, y como mañana nos vamos salimos a pasear.- Contestó Ricky.-Y tú?-
-Yo estoy con la ban..-No me dejó terminar.
-No me digas, tú y tu banda tocan aquí.- Moví mi cabeza de forma afirmativa.-Ah, que grandes que están, ya recorren el mundo.- Decía.
Las chicas miraban la escena desde lejos. Estaban anonadadas por mi actuar. Siempre he sido reservada y algo tímida, siempre me costó sociabilizar con la gente, pero ahora estaba hablando con un par de desconocidos para ellas, de lo más normal del mundo.
-Quien la viera y quien la vio.- dijo Clau
-Esta tan crecida, jamás pensé que diría esto pero, ya maduró. Extrañaré a la antigua Eve. La tímida diseñadora que se avergüenza de sus cosas de la nada.- Comentó Caro.
-Y se ven tan lindos juntos.- Comentó Cata. Las chicas la quedaron mirando.
-Oye, eso lo debía decir yo, no tu!.- Exclamó Caro, y muchas risas se escucharon.
-Pero que, es verdad. Es como que juntos se ven lindos as conversando.- Continuo.
-Los deberían haber visto en estados Unidos.- Agregó Fernanda, a lo que todas se quedaron mirándola, como pidiéndole una explicación.- Siempre que estaban en la prueba de sonido se sentaban juntos en cualquier parte y conversaban mucho. Incluso se vinieron juntos en el avión. Yo los vi muy apegados. También hablaban mucho con Nick, pero más - Dijo
-Y no nos contó nada! Que pillina.- dijo Caro en su tono de siempre.- Pero bueno, no todos
-Y esas son parte de tu staff?.- me preguntó Nick.- Solo recuerdo a una de ellas.
-No, son mis amigas, los presentaré. Vengan.- Les dije. Asique los tomé a ambos de una mano y los llevé con las chicas. Mal que mal, para una de nosotras, era una de sus bandas nuevas favoritas.
-No.- dijo Caro con cara de asustada
-Qué? Viste un fantasma?.- Le preguntó Clau.
-No. Vienen.- Decían aun preocupada.
-Muchachas, les presento a un par de amigos.- Les dije cuando llegamos a donde estaba originalmente.- Nick Hodgson y Ricky Wilson.- Los presenté. Ellos muy amables saludaron a las chicas.
-Gusto en conocerlas muchachas.- dijo Nick
-El gusto es nuestro.- Dijo Caro, suspirando. Todo porque eran una de sus bandas favoritas, y por culpa de su trabajo nunca los había visto en un show. Aunque esto era mil veces mejor.
Nos quedamos conversando un rato todos juntos. Cosas típicas de cuando las personas se conocen: donde viven, que hacen, incluso nos preguntaron hasta cuando estaríamos aquí, dijimos que hasta el Sábado en la tarde. Ellos se lamentaron, pues partían en la mañana.
Nosotras queríamos continuar con nuestra ruta de turismo, pero no sabíamos como separarnos de ellos.
-Bueno muchachos, creo que debemos dejarlos, debemos continuar con nuestro tour.- Dije tratando de terminar esto. Ya me estaba poniendo incomoda por su presencia.
-Van a continuar conociendo? Nosotros también!.- Dijo muy alegre Wilson.
-Si quieren las acompañamos.- Sugirió Nick
-Pero y sus compañeros de banda?.- Preguntó Caro
-Ya se fueron, nunca nos esperan. Si nos necesitan nos llamarán. Verdad Rick?.- Explicó Nick, y buscó la confirmación de los que decía en su amiguito, quien ya se había apartado e intentaba hablar conmigo.
-Claro. Si nos quieren que nos busquen.-Dijo, como despreocupado.- Ahora, a donde vamos?.- Preguntó
-Al rio Sena. Por favor, se los suplico. Siempre he querido fotografiarlo. Dijo Claudia.
Y le hicimos caso. Partimos todas juntas, mas estos dos caballeros que quisieron acompañarnos. Salimos de la Torre y tomamos rumbo hacia el rio. Tomamos un rumbo equivocado un par de veces, todo por nuestra inexperiencia en la lectura de mapas y porque éramos nuevas en esto de salidas turísticas, a pesar de tener una experta en la materia. Los chicos solo nos miraban y reían. Intentaban ayudarnos en lo que pudieran, nosotras no los dejábamos que nos ayudaran mucho, creíamos ser lo bastante autosuficientes como para hacerlo solas, y ellos continuaron con sus risas y comentarios hacia nosotras. Finalmente terminamos preguntándole a un señor que vendía periódicos en una esquina. Nos explicó que debíamos continuar caminando hacia el lado contrario al cual nosotros íbamos, y que llegaríamos en unos 15 min. Si no caminábamos lento, pero que no era lejos. Dimos media vuelta, y caminamos. Clau, Catalina y Fernanda caminaban al frente, juntas. Las fotógrafas cámara en mano para tomar una imagen en cualquier minuto, y para fotografiar el paisaje.
Más atrás estaban Caro y Nick, quienes conversaban muy animadamente.
-Y tú qué haces?.-Preguntó él
-Pues, camino contigo en dirección al Sena.- respondió con su humor característico. Él simplemente rio.
-Lo sé, me refiero a si trabajas en algo.- Repitió la pregunta, pero de otra forma.
-Sí, soy dueña de una pequeña cadena de hoteles, que está en vías de desarrollo, y en un futuro no muy lejano será más poderosa que los Hilton.- Le explicó muy orgullosa
-En serio?.-Le dijo como sin creer
-Sí, de verdad. Por ahora solo tengo dos edificados y en funcionamiento. Uno en Liverpool y el otro en Londres.- Le contaba ella.
-Que genial. Nunca había conocido a alguien tan joven y tan emprendedora. Eres todo un ejemplo para las generaciones siguientes.- Le decía.
-Gracias por el cumplido.- Agradeció.- Te tendré en cuenta cuando visites Liverpool y no tengas donde quedarte.-
-En serio?. Gracias- Dijo agradecido.
Y finalmente Ricky y yo atrás. No tanto, pero caminábamos más lento que el resto del grupo. Quizás porque nos gustaba contemplar con más detalle. La tarde se estaba poniendo mas fría, y yo no estaba tan abrigada como debería. Algo que él notó.
-Tienes frio?.- Me preguntó.
-Si, un poco. Espero que no nos demoremos tanto en llegar. Ya me estoy cansando.- Le dije
-Ya no hagas berrinches en medio de la calle. Es lindo salir a caminar.-Me decía, como si me volvieran las fuerzas si me decía eso.- Ven, mete tus manos a los bolsillos de mi chaqueta.- Me decía
-Como?.- Pregunté. Como se suponía que debía hacer eso? Ponerme detrás de él o frente a él?
-Así.- Dijo tomando mi mano izquierda, la pasó por detrás de su espalda y la metió a un bolsillo, la derecha no alcanzaba, asique la metió a mi bolsillo, pero metió su mano, que estaba calientita en él. Asique quedamos así como abrazados. Pero no era por nada más que porque yo tenía frio.
En ese instante todos dieron vuelta para hablar, pues estábamos por llegar y debíamos decidir hacia dónde ir. Como era de esperar, vieron la escena y quedaron impactados al vernos. Reaccionaron poniendo caras de ternura, como las que uno pone cuando ve a un bebé muy lindo. Mi reacción, y la de Ricky fue simplemente volvernos personas con cara de tomates.
domingo, 7 de febrero de 2010
Cap. 12: ‘But it's alright, Just follow the light’
Nos despertamos cuando estábamos por llegar. Ordenamos nuestras cosas y esperamos un poco impacientes la llegada a la cuidad. Teníamos ganas de llegar pronto para salir a vagar por las calles parisinas. Era uno de nuestros sueños de adolescencia, caminar por las calles de otros lugares, conocer otras ciudades, en especial Paris, que a pesar de estar conectada a Londres gracias al tren, jamás habíamos tenido tiempo de ir todas juntas. Pero finalmente nuestros años de espera estaban quedando atrás. Salimos a buscar nuestras maletas. Estábamos emocionadas, nos costaba creer que ya estábamos fuera de Inglaterra, lo único que queríamos era salir de la estación, ir a dejar nuestras cosas al hotel y salir a recorrer las calles. Y fue eso lo que hicimos. Prácticamente tiramos nuestro equipaje en nuestras habitaciones y salimos a recorrer.
Cata, Clau, Caro y yo, Fer también se animó a salir con nosotras, no podíamos dejarla en el hotel. Parecíamos unas turistas cualquieras, con nuestras cámaras en la mano, una guía de los lugares a conocer en Paris y un mapa de la cuidad. Partimos por los Campos de Eliseo, porque estábamos a dos cuadras de ahí. Era tan lindo.
-Esto es tan lindo.- Decía Clau quien comenzó a usar su cámara
-Es tan romántico, lástima que estemos solteras.- Se lamentaba Caro. En el fondo, muy en el fondo, tenía razón.
Seguimos caminando hacia el Arco del Triunfo. Era tan lindo. Lo mejor de todo el clima, pues estaba nublado, pero no helado, por lo que no fue necesario usar tanta ropa, aunque por precaución salimos con un paraguas cada una, en caso de que al cielo de diera un capricho y se pusiera a llover.
En el Arco del Triunfo nos tomamos un montón de instantáneas. Una de las bondades de tener a dos fotógrafas en el grupo. Continuamos con las fotografías, muchas más. Se notaba a leguas de distancia que era la primera vez que estábamos en esa ciudad. Cuando nos dimos cuenta de que estábamos haciendo el ridículo, seguimos caminando, esta vez hasta la torre Eiffel.
Teníamos que ir a esa torre. Es el símbolo de Francia, el lugar más visitado de esta zona, una obra de arte, un acierto de la arquitectura, un monumento a la mano de obra francesa, y tantas otras cosas que significa. Obviamente vinieron las fotos grupales e individuales con la torre de fondo, esas que se toman todos los turistas como nosotras. Cuando nos aburrimos, subir hasta el primer nivel, para contemplar a Paris desde las alturas, y en 360°. Era una hermosa ciudad, su arquitectura, la gente paseando, los cafés que se veían a lo lejos. Todo parecía no ser de verdad, pero lo era.
-Me dio hambre.- Dijo Clau.
-Si, a mi también.- Dije poniendo “cara de hambre”
-Mira, podemos ir al Altitud 95.-Dijo Fernanda apuntándolo
-Sí, buena idea.- dijo Cata, muy entusiasmada.
Fuimos afortunadas, pues no estaba lleno de gente, como normalmente estaba. Buscamos una mesa. Encontramos una al lado de una ventana, en la cual podíamos contemplar los Campo de Marte.
Pedimos la carta. Nada de lo que había en ella nos llamaba la atención, asique pedimos el mismo plato todas: Pollo con salsa de champiñones con ensalada de lechuga, o algo así recuerdo. Claro que a duras penas comimos nuestro almuerzo. No porque fuera una gran cantidad, si no que no estábamos acostumbradas a ese tipo de comidas, asique no teníamos ganas de continuar comiendo. Ni siquiera el vino era de buena calidad, por lo que las chicas dijeron. Simplemente comimos porque teníamos hambre y queríamos seguir hasta el tercer nivel, para poder decir con que nosotras estuvimos en lo más alto de la torre. Pagamos y nos fuimos.
-Tengo susto de despertar con indigestión mañana.- Dije
-Tú siempre te enfermas del estomago, ya sabemos qué hacer si te pasa eso.- Dijo Clau
-Yo también tengo susto de eso, saben de mi mala suerte.- Dijo Caro. Estábamos seguras de que a ella le pasaría algo por culpa de la comida tan extraña y de su “mala suerte”.
Salimos y nos fuimos al tercer nivel directamente. Ahí fue nuestro momento de éxtasis. Estábamos al tope, podíamos contemplar toda la cuidad, ahora sí que sí. Continuábamos con nuestro pensamiento sobre esta, es una hermosa ciudad. Pero no éramos las únicas admirando a la cuidad desde las alturas. Ahí estaba también la primera banda para la que abrimos, con sus cinco integrantes y otro señor, su manager quizás.
No quise emitir sonido alguno sobre mi hallazgo. Aunque una de ellas, si los notó.
-Ay, no es posible.- Dijo caro, en estado de hiperventilación, como siempre le pasaba cuando algo extraordinario pasaba.
-Que cosa? Que estemos aquí?.- Preguntó Catalina.
-Sí, pero además de eso. Mira hacia allá!.- Dijo apuntando.-Mira quienes son.-
-Que los conozco?.- Preguntó Catalina
-Quizás tu no, pero hay alguien entre nosotras que si los conoce bien.- Dijo Fernanda, obviamente que se refería a mí. Y mi cara me delató, se había transformado en un tomate. Aun asi, no quise decir nada.
-Cierto. Bueno, yo también se quienes son, pero una de nosotras sabe mas cosas de ellos. Quien será?.- Molestaba Claudia.
-En serio alguien los conoce mejor? Y quien es?. Eres tú?.- Decía apuntando a Clau nuestra exaltada Carolina.
-No, yo no. Ella los conoce mejor que nadie.- Dijo Fernanda apuntándome.
-En serio los conoces?.- me dijo.
-Bueno, no tanto como dicen ellas, pero si, los conozco.- Le dije
-Y como los conoces? Por qué yo me entero de las ultimas?.- Dijo Caro, no se si molesta, pero tenia ese tono, y me dio susto.
-Oye, yo tampoco se nada. Puedes explicarnos ahora?.- Me interrogó Cata
-Esa pequeña gira que hice con mi banda por Estados Unidos fue abriendo par Kaiser Chiefs, la banda que está ahí.-Dije.- Se supone que una banda abriría para ellos durante toda su gira, pero el baterista de esa banda se accidentó, asique Nos pidieron a nosotros salir a ayudarlos.- Expliqué
-Ah, mira tú.- Dijo Caro- Y mira, te vienen a saludar.-
-A mi? Quien?.-Pregunté
-No sé cómo se llaman, pero uno tiene el pelo castaño y es alto y el otro es rubio y bajo.- Me contestó Cata.
-Nick Y Ricky?.- dije dándome la vuelta para verlos. Y efectivamente eran ellos que venían caminando. Ricky apresuró la marcha, y me movía una mano, saludándome.
-Uy, y viene hacia acá, que amoroso!.- Exclamó Caro.
-Cuál de los dos? El que se cree rascacielos o el hombre pelota?.- Dijo Cata.
No entendía que hacían ellos acá. De seguro no nos estaban siguiéndonos. Probablemente estaban trabajando, igual que nosotros.
-Espérenme un momento.- Dije y caminé hacia su encuentro. Las chicas solo miraban la escena desde lejos. Era seguro que después de eso me dirían algo.
Cata, Clau, Caro y yo, Fer también se animó a salir con nosotras, no podíamos dejarla en el hotel. Parecíamos unas turistas cualquieras, con nuestras cámaras en la mano, una guía de los lugares a conocer en Paris y un mapa de la cuidad. Partimos por los Campos de Eliseo, porque estábamos a dos cuadras de ahí. Era tan lindo.
-Esto es tan lindo.- Decía Clau quien comenzó a usar su cámara
-Es tan romántico, lástima que estemos solteras.- Se lamentaba Caro. En el fondo, muy en el fondo, tenía razón.
Seguimos caminando hacia el Arco del Triunfo. Era tan lindo. Lo mejor de todo el clima, pues estaba nublado, pero no helado, por lo que no fue necesario usar tanta ropa, aunque por precaución salimos con un paraguas cada una, en caso de que al cielo de diera un capricho y se pusiera a llover.
En el Arco del Triunfo nos tomamos un montón de instantáneas. Una de las bondades de tener a dos fotógrafas en el grupo. Continuamos con las fotografías, muchas más. Se notaba a leguas de distancia que era la primera vez que estábamos en esa ciudad. Cuando nos dimos cuenta de que estábamos haciendo el ridículo, seguimos caminando, esta vez hasta la torre Eiffel.
Teníamos que ir a esa torre. Es el símbolo de Francia, el lugar más visitado de esta zona, una obra de arte, un acierto de la arquitectura, un monumento a la mano de obra francesa, y tantas otras cosas que significa. Obviamente vinieron las fotos grupales e individuales con la torre de fondo, esas que se toman todos los turistas como nosotras. Cuando nos aburrimos, subir hasta el primer nivel, para contemplar a Paris desde las alturas, y en 360°. Era una hermosa ciudad, su arquitectura, la gente paseando, los cafés que se veían a lo lejos. Todo parecía no ser de verdad, pero lo era.
-Me dio hambre.- Dijo Clau.
-Si, a mi también.- Dije poniendo “cara de hambre”
-Mira, podemos ir al Altitud 95.-Dijo Fernanda apuntándolo
-Sí, buena idea.- dijo Cata, muy entusiasmada.
Fuimos afortunadas, pues no estaba lleno de gente, como normalmente estaba. Buscamos una mesa. Encontramos una al lado de una ventana, en la cual podíamos contemplar los Campo de Marte.
Pedimos la carta. Nada de lo que había en ella nos llamaba la atención, asique pedimos el mismo plato todas: Pollo con salsa de champiñones con ensalada de lechuga, o algo así recuerdo. Claro que a duras penas comimos nuestro almuerzo. No porque fuera una gran cantidad, si no que no estábamos acostumbradas a ese tipo de comidas, asique no teníamos ganas de continuar comiendo. Ni siquiera el vino era de buena calidad, por lo que las chicas dijeron. Simplemente comimos porque teníamos hambre y queríamos seguir hasta el tercer nivel, para poder decir con que nosotras estuvimos en lo más alto de la torre. Pagamos y nos fuimos.
-Tengo susto de despertar con indigestión mañana.- Dije
-Tú siempre te enfermas del estomago, ya sabemos qué hacer si te pasa eso.- Dijo Clau
-Yo también tengo susto de eso, saben de mi mala suerte.- Dijo Caro. Estábamos seguras de que a ella le pasaría algo por culpa de la comida tan extraña y de su “mala suerte”.
Salimos y nos fuimos al tercer nivel directamente. Ahí fue nuestro momento de éxtasis. Estábamos al tope, podíamos contemplar toda la cuidad, ahora sí que sí. Continuábamos con nuestro pensamiento sobre esta, es una hermosa ciudad. Pero no éramos las únicas admirando a la cuidad desde las alturas. Ahí estaba también la primera banda para la que abrimos, con sus cinco integrantes y otro señor, su manager quizás.
No quise emitir sonido alguno sobre mi hallazgo. Aunque una de ellas, si los notó.
-Ay, no es posible.- Dijo caro, en estado de hiperventilación, como siempre le pasaba cuando algo extraordinario pasaba.
-Que cosa? Que estemos aquí?.- Preguntó Catalina.
-Sí, pero además de eso. Mira hacia allá!.- Dijo apuntando.-Mira quienes son.-
-Que los conozco?.- Preguntó Catalina
-Quizás tu no, pero hay alguien entre nosotras que si los conoce bien.- Dijo Fernanda, obviamente que se refería a mí. Y mi cara me delató, se había transformado en un tomate. Aun asi, no quise decir nada.
-Cierto. Bueno, yo también se quienes son, pero una de nosotras sabe mas cosas de ellos. Quien será?.- Molestaba Claudia.
-En serio alguien los conoce mejor? Y quien es?. Eres tú?.- Decía apuntando a Clau nuestra exaltada Carolina.
-No, yo no. Ella los conoce mejor que nadie.- Dijo Fernanda apuntándome.
-En serio los conoces?.- me dijo.
-Bueno, no tanto como dicen ellas, pero si, los conozco.- Le dije
-Y como los conoces? Por qué yo me entero de las ultimas?.- Dijo Caro, no se si molesta, pero tenia ese tono, y me dio susto.
-Oye, yo tampoco se nada. Puedes explicarnos ahora?.- Me interrogó Cata
-Esa pequeña gira que hice con mi banda por Estados Unidos fue abriendo par Kaiser Chiefs, la banda que está ahí.-Dije.- Se supone que una banda abriría para ellos durante toda su gira, pero el baterista de esa banda se accidentó, asique Nos pidieron a nosotros salir a ayudarlos.- Expliqué
-Ah, mira tú.- Dijo Caro- Y mira, te vienen a saludar.-
-A mi? Quien?.-Pregunté
-No sé cómo se llaman, pero uno tiene el pelo castaño y es alto y el otro es rubio y bajo.- Me contestó Cata.
-Nick Y Ricky?.- dije dándome la vuelta para verlos. Y efectivamente eran ellos que venían caminando. Ricky apresuró la marcha, y me movía una mano, saludándome.
-Uy, y viene hacia acá, que amoroso!.- Exclamó Caro.
-Cuál de los dos? El que se cree rascacielos o el hombre pelota?.- Dijo Cata.
No entendía que hacían ellos acá. De seguro no nos estaban siguiéndonos. Probablemente estaban trabajando, igual que nosotros.
-Espérenme un momento.- Dije y caminé hacia su encuentro. Las chicas solo miraban la escena desde lejos. Era seguro que después de eso me dirían algo.
jueves, 4 de febrero de 2010
Cap. 11: ‘No sunlight’
-En serio te pidió que lo acompañaras a la tienda donde yo compro mis instrumentos?.-Le pregunté, incrédula.
-Si, en serio. Pero eso no fue todo.- Prosiguió contando.
Tocaron un par de canciones. Eran buenos, según lo que habíamos escuchado, y poco a poco nosotras nos hacíamos fans de ellos. Los encontrábamos novedosos. Cuando terminaron, dejaron sus instrumentos en el piso, los asistentes querían comenzar a sacar las cosas, pero Clau los detuvo, tenía planes de hacer una sesión fotográfica en el mismo set, con los instrumentos regados por el suelo, con los cables y todo. Los acomodó a todos en distintos lugares. Tomaba un par de fotografías y rotaban. Así hasta tomar una gran cantidad de instantáneas. En cuanto terminó mostró algunas a la banda.
-Wow, eres buena.- Comentaba el más bajo de ellos.
-Eres mejor que nuestro fotógrafo, que a todo esto, ya se fue.- Decía Gustaf.
-Gracias. Pero su fotógrafo no es tan malo, vi algunas de sus fotografías, hace un par de semanas y eran muy buenas.- Dijo.
-Pero como muy bien dijiste, algunas fotos son buenas.- Agregó él.
Clau simplemente lo quedó mirando. En realidad, se miraron ambos, como que una conexión estaba comenzando a nacer entre ellos dos. Salieron del estudio, ella se dirigió a su oficina para dejar sus cosas, pues, otro día de trabajo estaba por terminar. La selección de imágenes lo haría en casa, cuando esté más tranquila. Todo porque a veces odiaba el ruido de ese edificio, el que sonara el teléfono todo el día, la gente que venía de un lado a otro. En su casa, en cambio, estaba mucho más tranquila.
-Y cuando te invitó a cenar?.- Pregunté
-Te invitó a cenar?.- En modo de hiperventilación preguntó Caro.- Y por qué te contó a ti?-
-Era necesario decir eso, Eve?.- Me recriminó
-Me dijo esta mañana, cuando estábamos rumbo a NME en el auto. No les contó nada?.- Dije entre risas.
-No! Absolutamente nada!.-Alegó Cata.- Pero nos vas a contar todo ahora.-
-No. No puedo.- Contestó. Nosotras le reclamamos por no querer contarnos, pero según ella eso daba para más tiempo, supuse que porque quería contar con lujo de detalles.
-Bueno, también es tarde, y la pobre Eve tiene cara de sueño.- Se apiadó Clau
-Sí, pobre. Viajó más de cuatro horas y no ha podido descansar nada. Mejor nos vamos y te dejamos dormir.- Decía Cata.
Les agradecí el que me dejaran descansar. Estaba agotada, recién estaba comenzando a acostumbrarme a esto de andar de avión en avión. Solo fue el primero de muchos viajes. Asique como estaba muy agotada, me fui directo a mi cama y no supe más del mundo hasta el otro día.
Me desperté tardé, a eso de las 11 de la mañana. Hice mi rutina de siempre, cuando estaba en casa: ducha, desayuno, leer las noticias del periódico, ordenar y hacer nada. Aunque lo ultimo ya no estaba en mis planes. Después de todo eso debía marchar hacia el estudio de grabación, no a grabar algo, obviamente, si no que teníamos una reunión con nuestro manager.
Esta reunión fue básicamente hablar de nuestro futuro. Nos hizo ver tablas con estadísticas que contenían el crecimiento en el número de visitas en nuestra página web, el incremento de los usuarios registrados en el foro de esta, de los que se sumaron al newsletter y los que estaban comprando nuestro disco vía ITunes. Las ventas de discos en Estados Unidos había crecido un 45% en las últimas semanas. Todo un logro para nosotros. Eso significaba que éramos buenos, y que nuestras presentaciones no valieron la pena, a la gente les gustábamos.
También nos tenía una pequeña sorpresa: el miércoles próximo debíamos hacer un pequeño tour por Europa. Debíamos ir a Paris, Berlín, Milán, Múnich, Ámsterdam, Estocolmo, entre otras. Tendríamos shows propios, no abriríamos para nadie y los fans serian solo nuestros, que para esa época ya eran bastantes. Después de tanta noticia éramos los más felices del mundo. Mandé un mail a las chicas de inmediato en cuanto supe la noticia. A los poco minutos recibí respuesta de ellas. Los mails decían básicamente lo mismo, que estaban muy contentas y que querían que las llevara. Pregunté a nuestro manager si eso era posible, a lo que respondió que sí, que él no tenía ningún problema. Avisé inmediatamente, les dije que se tomaran vacaciones y que me acompañarían a recorrer Europa.
El Miércoles, cuando el sol se despedía de nosotros, estábamos todos en la estación de trenes. El staff y nosotros nos iríamos en este medio de transporte, los instrumentos y equipos de sonido se habían ido en avión hace una hora.
-No puedo creer que nos lleves a recorrer parte de Europa contigo.- Decía, nuevamente hiperventilada Caro.
-Debía llevarlas, ya me lo habían pedido una vez, no?.- Le dije.
-Sí, buen punto ese. Ahora, pónganse todas juntas aquí.- nos ordenaba Clau, obviamente para tomar una foto con el tren de fondo.
Hicieron la llamada para abordar el vagón. Nuestras cosas ya estaban en el tren. Subimos, buscamos nuestros asientos y nos acomodamos para disfrutar del viaje. Estábamos muy contentas.
-Permiso, puedo sentarme aquí?.-Preguntó Fernanda, quien también tenía estos asientos.
-Claro, siéntate. Chicas, ella es Fernanda, la fotógrafa que contratamos para que nos fotografíe durante nuestras giras.- La presente con mis amigas. La saludaron y la recibieron muy bien.
El tren comenzó a andar. Ya estábamos cada vez más cerca de Paris, nuestra primera ciudad en visitar. Lamentablemente no pudimos contemplar el paisaje, porque estaba oscuro, el sol ya se había marchado. Aun así, Clau y Fer intentaban tomar imágenes de la vista que había afuera, Cata y Caro leían y yo trabajaba en el laptop.
-Ella jamás deja su laptop, verdad?- Le preguntó Fer a Clau
-Quien? Eve? No, jamás lo deja. Es una mujer hiperconectada, dependiente de internet y sus programas, primero de edición de imágenes y ahora para componer música.- Le explicaba Clau
-Ya veo. Es que mientras estábamos en EU jamás lo soltó. Nunca supe que estaba haciendo, pero le tomé varias imágenes en las que sale muy concentrada trabajando en el.- Le contaba. Para Fernanda eso había sido algo extraño, para Claudia, obviamente era lo más normal del mundo.
Al rato de estar a bordo del tren, nos dormimos. Dentro de algunos minutos estaríamos en Paris, recorriendo calles, visitando cafés, el Arco del Triunfo y todos esos lugares que todos los turistas visitan. Por fin la vida nos estaba cambiando a todas.
-Si, en serio. Pero eso no fue todo.- Prosiguió contando.
Tocaron un par de canciones. Eran buenos, según lo que habíamos escuchado, y poco a poco nosotras nos hacíamos fans de ellos. Los encontrábamos novedosos. Cuando terminaron, dejaron sus instrumentos en el piso, los asistentes querían comenzar a sacar las cosas, pero Clau los detuvo, tenía planes de hacer una sesión fotográfica en el mismo set, con los instrumentos regados por el suelo, con los cables y todo. Los acomodó a todos en distintos lugares. Tomaba un par de fotografías y rotaban. Así hasta tomar una gran cantidad de instantáneas. En cuanto terminó mostró algunas a la banda.
-Wow, eres buena.- Comentaba el más bajo de ellos.
-Eres mejor que nuestro fotógrafo, que a todo esto, ya se fue.- Decía Gustaf.
-Gracias. Pero su fotógrafo no es tan malo, vi algunas de sus fotografías, hace un par de semanas y eran muy buenas.- Dijo.
-Pero como muy bien dijiste, algunas fotos son buenas.- Agregó él.
Clau simplemente lo quedó mirando. En realidad, se miraron ambos, como que una conexión estaba comenzando a nacer entre ellos dos. Salieron del estudio, ella se dirigió a su oficina para dejar sus cosas, pues, otro día de trabajo estaba por terminar. La selección de imágenes lo haría en casa, cuando esté más tranquila. Todo porque a veces odiaba el ruido de ese edificio, el que sonara el teléfono todo el día, la gente que venía de un lado a otro. En su casa, en cambio, estaba mucho más tranquila.
-Y cuando te invitó a cenar?.- Pregunté
-Te invitó a cenar?.- En modo de hiperventilación preguntó Caro.- Y por qué te contó a ti?-
-Era necesario decir eso, Eve?.- Me recriminó
-Me dijo esta mañana, cuando estábamos rumbo a NME en el auto. No les contó nada?.- Dije entre risas.
-No! Absolutamente nada!.-Alegó Cata.- Pero nos vas a contar todo ahora.-
-No. No puedo.- Contestó. Nosotras le reclamamos por no querer contarnos, pero según ella eso daba para más tiempo, supuse que porque quería contar con lujo de detalles.
-Bueno, también es tarde, y la pobre Eve tiene cara de sueño.- Se apiadó Clau
-Sí, pobre. Viajó más de cuatro horas y no ha podido descansar nada. Mejor nos vamos y te dejamos dormir.- Decía Cata.
Les agradecí el que me dejaran descansar. Estaba agotada, recién estaba comenzando a acostumbrarme a esto de andar de avión en avión. Solo fue el primero de muchos viajes. Asique como estaba muy agotada, me fui directo a mi cama y no supe más del mundo hasta el otro día.
Me desperté tardé, a eso de las 11 de la mañana. Hice mi rutina de siempre, cuando estaba en casa: ducha, desayuno, leer las noticias del periódico, ordenar y hacer nada. Aunque lo ultimo ya no estaba en mis planes. Después de todo eso debía marchar hacia el estudio de grabación, no a grabar algo, obviamente, si no que teníamos una reunión con nuestro manager.
Esta reunión fue básicamente hablar de nuestro futuro. Nos hizo ver tablas con estadísticas que contenían el crecimiento en el número de visitas en nuestra página web, el incremento de los usuarios registrados en el foro de esta, de los que se sumaron al newsletter y los que estaban comprando nuestro disco vía ITunes. Las ventas de discos en Estados Unidos había crecido un 45% en las últimas semanas. Todo un logro para nosotros. Eso significaba que éramos buenos, y que nuestras presentaciones no valieron la pena, a la gente les gustábamos.
También nos tenía una pequeña sorpresa: el miércoles próximo debíamos hacer un pequeño tour por Europa. Debíamos ir a Paris, Berlín, Milán, Múnich, Ámsterdam, Estocolmo, entre otras. Tendríamos shows propios, no abriríamos para nadie y los fans serian solo nuestros, que para esa época ya eran bastantes. Después de tanta noticia éramos los más felices del mundo. Mandé un mail a las chicas de inmediato en cuanto supe la noticia. A los poco minutos recibí respuesta de ellas. Los mails decían básicamente lo mismo, que estaban muy contentas y que querían que las llevara. Pregunté a nuestro manager si eso era posible, a lo que respondió que sí, que él no tenía ningún problema. Avisé inmediatamente, les dije que se tomaran vacaciones y que me acompañarían a recorrer Europa.
El Miércoles, cuando el sol se despedía de nosotros, estábamos todos en la estación de trenes. El staff y nosotros nos iríamos en este medio de transporte, los instrumentos y equipos de sonido se habían ido en avión hace una hora.
-No puedo creer que nos lleves a recorrer parte de Europa contigo.- Decía, nuevamente hiperventilada Caro.
-Debía llevarlas, ya me lo habían pedido una vez, no?.- Le dije.
-Sí, buen punto ese. Ahora, pónganse todas juntas aquí.- nos ordenaba Clau, obviamente para tomar una foto con el tren de fondo.
Hicieron la llamada para abordar el vagón. Nuestras cosas ya estaban en el tren. Subimos, buscamos nuestros asientos y nos acomodamos para disfrutar del viaje. Estábamos muy contentas.
-Permiso, puedo sentarme aquí?.-Preguntó Fernanda, quien también tenía estos asientos.
-Claro, siéntate. Chicas, ella es Fernanda, la fotógrafa que contratamos para que nos fotografíe durante nuestras giras.- La presente con mis amigas. La saludaron y la recibieron muy bien.
El tren comenzó a andar. Ya estábamos cada vez más cerca de Paris, nuestra primera ciudad en visitar. Lamentablemente no pudimos contemplar el paisaje, porque estaba oscuro, el sol ya se había marchado. Aun así, Clau y Fer intentaban tomar imágenes de la vista que había afuera, Cata y Caro leían y yo trabajaba en el laptop.
-Ella jamás deja su laptop, verdad?- Le preguntó Fer a Clau
-Quien? Eve? No, jamás lo deja. Es una mujer hiperconectada, dependiente de internet y sus programas, primero de edición de imágenes y ahora para componer música.- Le explicaba Clau
-Ya veo. Es que mientras estábamos en EU jamás lo soltó. Nunca supe que estaba haciendo, pero le tomé varias imágenes en las que sale muy concentrada trabajando en el.- Le contaba. Para Fernanda eso había sido algo extraño, para Claudia, obviamente era lo más normal del mundo.
Al rato de estar a bordo del tren, nos dormimos. Dentro de algunos minutos estaríamos en Paris, recorriendo calles, visitando cafés, el Arco del Triunfo y todos esos lugares que todos los turistas visitan. Por fin la vida nos estaba cambiando a todas.
martes, 2 de febrero de 2010
Cap. 10: ‘Since I Saw Her Standing There’

-Pues no pasó nada. Simplemente fui a trabajar. Tocar frente a más de 1000 personas fe todo un reto.- Expliqué
-Más de 1000 personas?. Wow, ya eres toda una rockstar.-fraseo Caro, un poco exaltada.- Saben lo que eso significa?-
-No.-dijimos en una sola voz
-Podremos por fin ir a un Glastonbury sin necesidad de comprar boletos, porque jamás alcanzo a comprar boletos. Y como iremos contigo porque somos tus amigas y nos darás pases para ir a todos lados, pues será lo mejor de lo mejor!!.- Dijo, planeando todo. Nosotras simplemente la miramos, no dijimos nada y nos largamos a reír.- Bueno, no se rían, era solo una idea.-
-Tú crees que yo iré al Glasto de este año?.- Pregunté
-Por qué no? Estamos a mitad de Diciembre, Gastonbury es en Junio, los organizadores tienen tiempo para escucharlos y contratarlos.- Dijo optimista. Quizás tenía razón, pensé yo.
-Que inteligente Caro. Deberías tener esa inteligencia siempre.-Molestó Cata.
-Uy que pesada. Pera ya, basta. No solo nuestra querida estrella nos tiene que contar cosas.- Dijo caro.
-A sí que no soy la única que hizo cosas productivas en estas semanas?.- Dije.
-Sí. Nuestra fotógrafa amiga también tiene que contarnos algo que no nos dijo antes porque estuvo muy ocupada.- Dijeron entre Caro y Cata.-Asique adelante y cuéntanos tu experiencia con la música.
-Bueno, bueno. Fue la semana pasada, durante una sesión acústica que NME está haciendo con varias bandas. Es para grabar una especie de DVD que saldrá a la venta y los fondos recaudados serán en beneficio de alguna fundación, pero no estoy segura que cosa será-Continuo…
Ese día Claudia se presentó como todos los días a su oficina. En su escritorio había una pequeña nota: “Mando Diao, Piso 3. Sesión acústica. 15.00. Te toca fotografiarlos. Tu Jefa” No miró con buena cara, porque no recordaba bien que banda era, todo porque ese mes había sido uno muy movido en el ámbito de los conciertos. Al ser fin de año, varias bandas lanzan discos, singles, EP’s, algunas empresas lanzan al mercado sus videojuegos, otras instrumentos musicales de último modelo, incluso líneas de ropa para el invierno. Todo para que la gente haga sus compras navideñas. Asique, entre tanto evento al cual debe asistir cámara en mano, olvidó por un momento quienes eran.
Después de ordenar su oficina, preparar sus cosas, y lo más importante, almorzar, fue hasta la sala especialmente habilitada para la ocasión, que estaba ubicada en el tercer piso. Todo estaba dispuesto para comenzar, guitarras, tamborinos, sonajeros, a bajos acústicos, trompetas, entre otros instrumentos. Claro que aun era temprano, faltaba algo así como una hora, porque estaban retrasados gracias a una entrevista. Las quejas del equipo a cargo no tardaron. Ingleses, amamos la puntualidad. Pero tampoco entraban en desesperación.
Finalmente llegaron. Listos y dispuestos a hacer su trabajo. Aquí fue cuando ella recordó quienes eran. Como olvidarlo, si cuando vio por vez primera a uno de los guitarristas/vocalistas de la banda no estaba en sí misma. Recuerdo que ese día la perdimos y volvió cuando ellos se fueron. Fue muy entretenido.
Antes de comenzar con todo, los entrevistaron. Preguntas de rutina, que tal la ciudad, los fans, por que decidieron ayudar en la causa, que esperaban, etcétera, etcétera. Cuando terminaron la entrevista, accidentalmente uno de los focos cayó al suelo sin razón alguna, lo que hizo que inevitablemente la grabación se retrasara un poco. Debían traer uno nuevo, asegurar la parrilla y probar si ese foco funcionaba. Asique pidieron a la banda salir de la sala.
Aquí fue cuando Cupido comenzó a hacer su trabajo con nosotras, partiendo por la chica que ve al mundo detrás de una cámara. Como tenía que fotografiar, bajó junto con ellos a la cafetería, pero se sentó en otra mesa. Tomaba fotos de ellos en algo tan simple como tomar un café. Ella simplemente los observaba, a uno en particular. Ellos hablaban del retraso, que los había molestado, pero que no era culpa de nadie. En ese instante, el más alto de todos se puso de pie. Comenzó a buscar algo desesperadamente en sus bolsillos. Los otros chicos también se veían como preocupados. Todos buscaban en sus bolsillos, parecía como que habían olvidado sus celulares, o sus billeteras, pero no. Tenían cara de preocupados, hablaban con su manager, él no sabía que decir. Se tomaban la cabeza, tenían cara de derrotados, estaban mal. Hasta que se pusieron a hablar entre ellos, y miraban de reojo a mi pobre amiga. Bueno, de pobre no tenía mucho.
Se decidieron y el más alto se acercó a ella.
-Hola. Disculpa que te moleste en lo que estés haciendo, pero tenemos un problema y quiero saber si tú puedes ayudarme.- Dijo el chico alto.
-Sí, claro. Que necesitas.- Preguntó Clau, colocándose nerviosa de solo verlo parado frente a ella.
-Es que, olvidamos nuestras uñetas, en realidad, las perdimos, y nos acaban de decir que gracias al foco que se cayó, se cortaron tres cuerdas de mi guitarra y debo ir a comprar esas cosas.- Decía.
-Y tienes que ir tu? No tienen a alguien que haga eso?.- Preguntó.
-Sí, pero nadie sabe de un lugar donde vendan esas cosas que esté cerca de aquí. Entonces quería preguntarte si tú sabes de alguna tienda, y si me puedes ayudar.- Dijo el pobre con cara de preocupado.
-Yo?-Dijo sin creerlo.- Pues, bueno. Voy a dejar esto a mi oficina y te acompaño.- Decía la pobre. Estaba un poco nerviosa por lo que pasaba en ese momento.
-No, dame eso. Los chicos cuidaran tus cosas. Dame un momento.-Decía.-Björn, ven acá.-Le gritó a uno de los chicos de la mesa. Era como él pero no tan alto.
-Dime.- Dijo el tal ‘Björn’
-Toma, cuida eso con tu vida hasta que volvamos. Son de ella, trabaja con esas cosas, asique no hagas nada.- Insistía
-Está bien. Apresúrate.- Dijo y se fue hasta su mesa.
-Ahora sí, vamos.-Le dijo.
Ambos caminaron hacia afuera. Caminaron un par de cuadras, no muy grandes.
-Mira, esa tienda vende cosas de instrumentos, y de buena calidad, según una amiga que es músico.- Decía Claudia.- A todo esto, aun no se tu nombre. O quizás sí, pero con todo el trabajo que he tenido estos días, no lo recuerdo.-
-Oh cierto, que torpe.- Dijo y se detuvo frente a ella. La pobre quedó sin aliento.- Gustaf Norén, guitarrista y a veces voz principal y a veces coros de Mando Diao.-Se presentó tomándole una mano y dándole un beso en ella, de forma cortés y como todo un caballero
-Claudia Cooper. Fotógrafa de NME.- Se presentó ella también.
Con ambos presentados el uno con el otro, ingresaron a la tienda. Gustaf fue directamente al mesón a preguntar por un juego de uñetas y otro de cuerdas. Como estaba apurado llevó dos cajas de las que primero le mostraron. Lo mismo hizo con las cuerdas. Cuando pagaba su celular comenzó a sonar. Era el resto de la banda que decía que ya estaba todo listo. A penas recibió el cambio, tomó del brazo a Claudia quien miraba instrumentos, guitarras para ser precisos, siempre quiso tocar, aunque sabía algo.
-Que pasa, por qué vamos tan rápido? Si se puede saber?.- Preguntó ella
-Es que nos esperan para comenzar a grabar.- Decía mientras seguían corriendo.
En menos de lo que canta un gallo llegaron al tercer piso. La banda esperaba a Gustaf, quien repartió las uñetas y entregó las cuerdas nuevas a uno de sus asistentes. El otro chico, Björn, el que se había ofrecido “voluntariamente” a cuidar las cámaras de Claudia, se acercó a ella y se las entregó en sus manos, diciendo que las había cuidado con su vida y que no tenían ni un golpe, algo que ella agradeció.
Ahora si estaba todo listo. La grabación podía comenzar.
lunes, 1 de febrero de 2010
Cap. 9: ‘To give you something to go on when I go off back to the middle of nowhere’

-Entones ahora me vas a contar todo lo que hiciste en Estados Unidos.- Me dijo Claudia
-Trabajé, hice salidas turísticas, compré algunos recuerditos para ustedes y te traje esos rollos de polaroid que me pediste.-Le contesté a su pregunta.
-En serio? Que linda, te acuerdas de mis encargos. Pensaba que entre tanta euforia de estar en un país lejano “trabajando” te olvidarías de mi encargo. Pero no es a eso a lo que me refiero.- dijo como queriendo saber todo, todo lo que había pasado.- Que pasa entre tú y Ricky?- Preguntó, sin anestesia
-Nada.-Le respondí
-No seas mentirosa. Pero bueno, tampoco voy a seguir preguntándote por ahora porque se nota que el viaje te agotó.- Me dijo. Se apiadó de mí.
-Y que se supone que debo hacer hoy, responder preguntas sobre cómo fue mi viaje?.- Le pregunté, se supone que ella debía saber.
-No sé, se supone. Pero creo que te preguntarán sobre el disco en general. Y aunque no te guste, debo fotografiarte.- Me explicaba como para que no fuera a ciegas.- Ya sé, no me digas nada, sé que no te gusta pero debes acostumbrarte.-
-Lo sé.- Conteste sin ganas. Era lo que no me gustaba de empezar a ser conocida. Pero bueno, aprendería a vivir con eso.-Y de que se supone que va a tratar la entrevista?-
-No sé. Supongo que sobre lo que están haciendo. Les preguntaran sobre su mini gira no promocional en estados Unidos, el que se convirtieran en una banda conocida, admirada y todo eso en poco tiempo, cosas de rutina. No seas impaciente y deja de preguntarme sobre esas cosas.- Me explicaba en respuesta a mi pregunta, un poco obvia.- Asique cálmate que no te van a preguntar si tienes novio y que dice sobre tu fama.-
-Ellos no, pero tu si.- Le dije en broma. No se escucharon risas, se escucharon carcajadas provenientes del automóvil.
-Bueno, bueno. Cuéntame que tal Estados Unidos. Es lindo como para vivir? La gente es como la de acá?- Comenzó con el interrogatorio
-Pues, es lindo, pero no cambio a Inglaterra por nada del mundo. Y la gente es extraña, tienen costumbres raras, pero no más que nosotros.- Contesté con sinceridad.
-Fuiste a ver a alguna banda?- Preguntó.
-No, no tuve tiempo. Salíamos de un show y partíamos a otro lugar para tocar. No nos quedamos más de un día en una ciudad- Explicaba mi mala pero buena fortuna de estar en ese país.-Y que es de ese chico, Gustaf creo que se llama, no?-Pregunté.
-Cual Gustaf?.-Se hacia la que no sabía.
-Ya, no te hagas. El chico alto, de pelo claro que fotografiaste hace mucho tiempo. Recibí un correo tuyo donde me contaste que habían salido.- Le dije.
-Bueno, si salimos.-Dijo como complicada por mi pregunta.
-A cenar? Lo llevaste a recorrer Londres?.-Insistía.
-Ambas cosas. Ósea, él me invitó a cenar, yo lo llevé a recorrer un poco. Es que dijo que quería comprar unas cosas que necesitaba, y todos estaban ocupados, y como, nuevamente NME me mandó a cubrir ese show, pues, me ofrecí a acompañarlo. Y como agradecimiento por ayudarlo, me invitó a cenar. Solo eso.- Dijo, más complicada aun.
-Segura?.-Insistí.
-Oh, mira, ya llegamos.- Dijo cuando estacionamos, para de esa forma terminar la conversación, y yo no preguntara mas.
-No se vale. Pero bueno, ya te pillaré con más tiempo y me vas a contar todo. Todo!.Dije recalcando el “todo”.
Entramos a las oficinas. Me recibió una chica, la que haría la ronda de preguntas. Yo esperaba que fuera netamente musical. Me hicieron sentar en un escritorio, me ofrecieron una taza de té, el cual acepté con mucho agrado. Estaban terminando unas cosas, veían la iluminación para las fotos, pulían algunas preguntas entre otras cosas. Como tenía cara de sueño aun, busqué mis lentes ópticos, así disimularía un poco mi cara de sueño producto del cambio de horario. Si me ponía los de sol, estaría haciendo el ridículo, el día estaba nublado y estaba dentro de un edificio. Gracias a Dios las preguntas fueron solo sobre música.
-Desde cuándo que haces música?.- Preguntó
-Pues, no sé. Mi papá me regaló una guitarra para que practicara en casa cuando era muy niña, porque según un psicólogo sufría de déficit atencional, y para intentar disminuir eso le recomendaron que practicara un deporte o música.- Explique.
-y tus compañeros de banda, desde cuando se conocen? Como comenzaron?. Continuo
-Desde el jardín de niños, cuando teníamos unos cuatro años. Y comenzamos en la escuela, porque también fuimos a la misma escuela. Nos dejaron armar una banda, como una actividad extracurricular. Tocábamos cosas antiguas, en general aburríamos a nuestros compañeros de escuela. Nosotros tocábamos The Who, o The Beatles y ellos escuchaban lo que estaba de moda.- dije. En ese momento pensé lo pondrían como encabezado: “Eve Kuznetsov, vocalista de The Weather man report: la ñoña con déficit atencional que conquista al mundo”.
La entrevista continuo con preguntas como, por qué el nombre del disco, cuál era su temática, mi canción favorita y cosas así. Lo mismo que siempre había leído en las entrevistas a mis bandas favoritas me estaban haciendo a mí. Incluso me preguntaron de mi experiencia de tocar en otro país, como me había sentido abriendo para una banda relativamente nueva que tiene mucho éxito. A todas respondí con sinceridad, dije que no sabía la temática del disco, suponía que era sobre lo que había vivido durante el tiempo en que tocaba como pasatiempo, sobre cómo vivía este tipo de vida teniendo un trabajo no común. Sobre lo de abrir para otra banda, pues, simplemente que había sido un regalo. Nos ayudó a conocer otro lugar, otro tipo de público, un poco más masivo, era una buena experiencia.
Mientras la entrevista seguía, mi buena amiga Claudia tomaba imágenes, para poner en la revista era lo más probable.
Cuando terminó de interrogarme, y tomar las últimas fotos, me pidieron que firmara unas poleras y discos. Quizás para regalarlos en algún concurso, quien sabe. No me negué, era lo que debía hacer.
Por fin pude retirarme a descansar. Obviamente que Clau me fue a dejar a mi departamento. Se lo agradecí en el alma. Estaba muy cansada después del viaje de vuelta a casa. Cuando llegué, tire mi maleta, el bolso de mano lo deposite lentamente porque tenía el laptop y no quería romperlo. La ropa sucia la metí a la lavadora para que se lavara durante la noche, tomé un baño como corresponde. Pijama, un té y me fui a descansar a la comodidad de mi cama. Miré un rato la televisión, no había mucho que ver en realidad. Sonó el timbre. No era tarde, asique podía ser cualquier persona que supiera mi dirección. Para mi sorpresa eran las chicas, venían a hacer una pequeña reunión para darme la bienvenida, y a interrogarme sobre todo lo que hice fuera del Reino Unido.
-Eve, abre la puerta jovencita!.- Gritaba Caro desde afuera.
-Que les pasa. Acaso no saben que hay gente que quiere dormir?.- Le dije cuando abrí la puerta y las hice pasar.
-Venimos a darte la bienvenida de forma decente.- Explicó Cata.-
-Como no pudimos ir a aeropuerto a buscarte, porque somos gente decente con trabajos de personas normales, y tu dejaste tu trabajo normalmente anormal para dedicarte a uno muy anormal, lo hacemos ahora.- Fraseo Caro. Fue muy chistoso, pero era la verdad.
-Entonces, nos vas a contar todo lo que pasó?.- Comenzaban con el interrogatorio. Primero, Cata.
Cap. 8: Home sweet home
Excelente trabajo fue el que hicimos afuera. Todos estábamos contentos, no fuimos abucheados y lo más probable es que hayamos sido del gusto del público. Pero sabríamos eso cuando las ventas de nuestros discos y las visitas a nuestra página web aumentaran de forma considerable. Pero debíamos esperar al menos una semana para que eso pasara.
Nos felicitamos unos con otros, nuestro tour manager estaba orgulloso de nosotros, y nuestro manager simplemente estaba en otro mundo. Todos felices descansamos y nos alistamos para salir a ver al cabeza de cartel. Los organizadores no tenían un pequeño rincón al lado del escenario, con cosas para beber y comer mientras mirábamos a la banda. No había alcanzado a escucharlos antes de salir a tocar, como la conexión a internet estaba lenta, la descarga se demoró más de lo normal, asique ni idea de cómo sonaban en vivo.
El público estaba expectante, tenían bastantes fanáticos. Aunque era esperable, nosotros apenas llevábamos unos siete meses en esto de la industria musical bajo una casa discográfica, ellos llevaban algo así como un año y medio, o dos años. Salieron a tocar con el público muy energizado desde el momento en que asomaron sus narices. No sabía qué cosas tocaban, pero eran buenas canciones, no podía quejarme del tipo de música que estos chicos hacían. Eran canciones con mucha energía, y buenas letras. Su vocalista me tenía sorprendida, no paraba de saltar de un lado a otro y no mostraba signos de agotamiento ni desafinaciones, porque, debo decirlo, tiene una hermosa voz. Ellos terminaron, se fueron del escenario y nosotros también. Fuimos por nuestras cosas para ir a descansar al hotel, mañana debíamos partir a otra linda cuidad Americana para actuar nuevamente.
En el camino a los camerinos nos topamos con los cabeza de cartel. Obviamente los felicitamos, habían brindado un buen espectáculo que gustó mucho dentro de la banda. Personalmente estaba encantada, aun no entendía por qué jamás los había escuchado antes. Quizás fue porque tenía un trabajo que consumía mucho de mi tiempo, como para quedarme pegada a la radio con una banda, o quizás fue que no les había puesto atención.
Así fue nuestro mini tour. Recorrimos en total once ciudades de Estados Unidos, increíblemente abriendo los shows de la misma banda. Algo que a la larga, no me molestó. Eran buenas personas, muy amables, amigables. Fue un agrado hacer esta pequeña gira con ellos. Espero que las bandas para las que debamos abrir en un futuro no muy lejano, sean así.
Nos devolvimos al Reino Unido todos juntos. Me tocó de compañero de asiento a Charles, asique mis problemas de aburrimiento por causa de mi poco notoria hiperactividad estaban resueltos. Durante toda la mini gira nuestra, este señor me hizo reír por casi todas las cosas que comentaba.
Me senté al lado de la ventana, aun no llegaba mi acompañante, mis compañeros de banda estaban en otros asientos más atrás. Saqué mi laptop y un par de libros, todo lo necesario para hacer de este vuelo, uno corto y no tan aburrido.
-No, yo quería la ventana.- Dijo mi compañero de asiento molestándome.
-Si quieres te cambio de puesto.- Le ofrecí.
-No, tienes muchas cosas y alguien te podría molestar, tranquila.-Me dijo, muy caballerosamente.-Que haces a todo esto? No entiendo porque tienes libros y tu laptop encima.-
-Es que me aburro rápido en los viajes muy largos, y si no duermo, veo una película o leo un libro.- Argumentaba con él
-Pobrecita, eres como los niños inquietos, que tierno.-Me dijo apretando mis mejillas, no fuerte, pero lo suficiente como para dejarlas rojas, tengo piel sensible.
Nos acomodamos para un largo vuelo de regreso a casa. Conversábamos de nuestras vidas, de cómo terminamos en una banda en vez de trabajar en lo que habíamos estudiado, que coincidentemente era lo mismo. Claro que yo ya estaba aburrida después de un rato de charlar, y eso que aun quedaban unas tres horas y media de vuelo.
-Ya me aburrí. Voy a ver una película.-Le dije.
-Que entretenido. Yo también quiero verla.- Me dijo. Parece que también lo estaba salvando de un estado de aburrimiento severo.-Cual vamos a ver?.-
-No sé. Tengo la segunda temporada de The Simpsons y El Padrino.- Le dije mostrando los discos.- escoge una.
-Yo? Bueno, veamos El Padrino, es más larga, el vuelo se nos hará corto.- Dijo mientras bajaba su bandeja y colocaba mi laptop al medio para que viéramos ambos.
-Te advierto que me quedaré dormida en cualquier momento, me está bajando el sueño asique puedo caer en cualquier momento.- Le advertí cuando colocaba el DVD.
-Bueno, quizás yo también.- dijo.
Nos pusimos a ver una excelente película, un clásico del cine. Ya la había visto muchas veces, había escenas que ya sabía de memoria, pero no me importaba, todo servía para estar entretenida un rato durante el vuelo. A la hora de estar viendo la pantalla, muy concentrados ambos, el sueño comenzaba a hacer estragos en nosotros. No quería, pero me acurruqué a su lado, colocando mi cabeza en su hombro. Era blandito, muy cómodo, no necesitaba almohadas. Él también se acomodó en mi cabeza. Así nos dormimos un buen rato, estábamos aburridos y cansados. No sabía bien que pasaba en ese momento. Desde que lo conocí, de forma correcta, no como esa vez en el bar, me parecía que lo conocía de toda la vida. Nunca me había pasado antes. Poco a poco se estaba transformando en un buen amigo, a pesar de conocerlo hace doce días.
Media hora antes de aterrizar la azafata nos fue a despertar. Dijo que debíamos estar bien despiertos y con los cinturones de seguridad puestos.
-No entiendo esto de usar cinturón de seguridad.- Decía Charles como quejándose.
-No tienen ninguna utilidad, solo sirven para encontrar los cuerpos de las personas en caso de que el avión tenga un accidente.- Le expliqué. Sacó su cabeza de encima de la mía y me miró con cara de preocupado.- Que? Dije algo malo?.-
-No, pero es que sonó tétrico..- Dijo y rio.
Finalmente después de unas cuatro horas y media de vuelo habíamos llegado a Londres, la capital Inglesa, mi casa. Nos hicieron bajar del avión, revisaron nuestro equipaje de mano, aduana, policía internacional y finalmente las maletas. A estas alturas, ya ni sabia del resto de mis compañeros de banda, todos estos trámites los había hecho en compañía de mi nuevo amigo. Una agradable compañía por cierto. Salimos al hall, ahí donde están todos los familiares de las personas que llegan a este lugar, y donde los taxistas esperan a los clientes. Entre esa gente estaba Claudia, quien amablemente se ofreció para ir a buscarme. Además porque debía llevarme a una entrevista que tenía en las oficinas centrales de NME.
-No vuelvas a dejarme sola, escuchaste!!.- escuche detrás mío cuando guardaba un número telefónico, de mi nuevo amigo, en mi teléfono móvil.
-Clau, que alegría verte.- Le dije saludándola con un gran abrazo.
-Me vas a presentar a tu amigo no?.- Me preguntó, seria.
-Quieres que te lo presente?.- Le respondí con una pregunta, apuntándolo disimuladamente mientras lo veía hablando por teléfono.
-No, ya lo conozco. Lo fotografié hace un tiempo.- Dijo.- nos vamos? Tienes poco tiempo para ir.-
-Bueno, vamos.- Le dije tomando mis maletas.
-Oye, ya te vas?.- Me preguntó Charles con cara de pena.
-Sí, Charles, tengo que hacer cosas muy importantes.- Le dije, un poco cortante.
-Oh, bueno. Pero antes, sabes dónde queda este hotel?.- Me dijo mostrándome un papel. Era el hotel de Carolina, tal parece que se hospedaría ahí.
-Sí, te doy la dirección, dame el lápiz.- Anoté la dirección en la parte de atrás del papelito.
-Gracias. Cuídate mucho pequeña nueva estrella de la música independiente.- Dijo como molestándome mientras nos despedíamos.
-Tú también, nueva estrella. Espero verte en Glastombury este año.-Le dije
-iras?- Preguntó
-Si nos invitan, claro. Si no nos invitan, pero ustedes si van, claro que voy.- Respondí y nos despedimos.
-Que simpático tu nuevo amigo.-Me decía Claudia.-Debes contarme todo lo que pasó en Estados Unidos.-
-En el auto te cuento todo.- Le dije
Salimos hacia el estacionamiento. Las maletas al portamaletas y nosotras al automóvil. Tomamos rumbo hacia las oficinas centrales de NME.
Nos felicitamos unos con otros, nuestro tour manager estaba orgulloso de nosotros, y nuestro manager simplemente estaba en otro mundo. Todos felices descansamos y nos alistamos para salir a ver al cabeza de cartel. Los organizadores no tenían un pequeño rincón al lado del escenario, con cosas para beber y comer mientras mirábamos a la banda. No había alcanzado a escucharlos antes de salir a tocar, como la conexión a internet estaba lenta, la descarga se demoró más de lo normal, asique ni idea de cómo sonaban en vivo.
El público estaba expectante, tenían bastantes fanáticos. Aunque era esperable, nosotros apenas llevábamos unos siete meses en esto de la industria musical bajo una casa discográfica, ellos llevaban algo así como un año y medio, o dos años. Salieron a tocar con el público muy energizado desde el momento en que asomaron sus narices. No sabía qué cosas tocaban, pero eran buenas canciones, no podía quejarme del tipo de música que estos chicos hacían. Eran canciones con mucha energía, y buenas letras. Su vocalista me tenía sorprendida, no paraba de saltar de un lado a otro y no mostraba signos de agotamiento ni desafinaciones, porque, debo decirlo, tiene una hermosa voz. Ellos terminaron, se fueron del escenario y nosotros también. Fuimos por nuestras cosas para ir a descansar al hotel, mañana debíamos partir a otra linda cuidad Americana para actuar nuevamente.
En el camino a los camerinos nos topamos con los cabeza de cartel. Obviamente los felicitamos, habían brindado un buen espectáculo que gustó mucho dentro de la banda. Personalmente estaba encantada, aun no entendía por qué jamás los había escuchado antes. Quizás fue porque tenía un trabajo que consumía mucho de mi tiempo, como para quedarme pegada a la radio con una banda, o quizás fue que no les había puesto atención.
Así fue nuestro mini tour. Recorrimos en total once ciudades de Estados Unidos, increíblemente abriendo los shows de la misma banda. Algo que a la larga, no me molestó. Eran buenas personas, muy amables, amigables. Fue un agrado hacer esta pequeña gira con ellos. Espero que las bandas para las que debamos abrir en un futuro no muy lejano, sean así.
Nos devolvimos al Reino Unido todos juntos. Me tocó de compañero de asiento a Charles, asique mis problemas de aburrimiento por causa de mi poco notoria hiperactividad estaban resueltos. Durante toda la mini gira nuestra, este señor me hizo reír por casi todas las cosas que comentaba.
Me senté al lado de la ventana, aun no llegaba mi acompañante, mis compañeros de banda estaban en otros asientos más atrás. Saqué mi laptop y un par de libros, todo lo necesario para hacer de este vuelo, uno corto y no tan aburrido.
-No, yo quería la ventana.- Dijo mi compañero de asiento molestándome.
-Si quieres te cambio de puesto.- Le ofrecí.
-No, tienes muchas cosas y alguien te podría molestar, tranquila.-Me dijo, muy caballerosamente.-Que haces a todo esto? No entiendo porque tienes libros y tu laptop encima.-
-Es que me aburro rápido en los viajes muy largos, y si no duermo, veo una película o leo un libro.- Argumentaba con él
-Pobrecita, eres como los niños inquietos, que tierno.-Me dijo apretando mis mejillas, no fuerte, pero lo suficiente como para dejarlas rojas, tengo piel sensible.
Nos acomodamos para un largo vuelo de regreso a casa. Conversábamos de nuestras vidas, de cómo terminamos en una banda en vez de trabajar en lo que habíamos estudiado, que coincidentemente era lo mismo. Claro que yo ya estaba aburrida después de un rato de charlar, y eso que aun quedaban unas tres horas y media de vuelo.
-Ya me aburrí. Voy a ver una película.-Le dije.
-Que entretenido. Yo también quiero verla.- Me dijo. Parece que también lo estaba salvando de un estado de aburrimiento severo.-Cual vamos a ver?.-
-No sé. Tengo la segunda temporada de The Simpsons y El Padrino.- Le dije mostrando los discos.- escoge una.
-Yo? Bueno, veamos El Padrino, es más larga, el vuelo se nos hará corto.- Dijo mientras bajaba su bandeja y colocaba mi laptop al medio para que viéramos ambos.
-Te advierto que me quedaré dormida en cualquier momento, me está bajando el sueño asique puedo caer en cualquier momento.- Le advertí cuando colocaba el DVD.
-Bueno, quizás yo también.- dijo.
Nos pusimos a ver una excelente película, un clásico del cine. Ya la había visto muchas veces, había escenas que ya sabía de memoria, pero no me importaba, todo servía para estar entretenida un rato durante el vuelo. A la hora de estar viendo la pantalla, muy concentrados ambos, el sueño comenzaba a hacer estragos en nosotros. No quería, pero me acurruqué a su lado, colocando mi cabeza en su hombro. Era blandito, muy cómodo, no necesitaba almohadas. Él también se acomodó en mi cabeza. Así nos dormimos un buen rato, estábamos aburridos y cansados. No sabía bien que pasaba en ese momento. Desde que lo conocí, de forma correcta, no como esa vez en el bar, me parecía que lo conocía de toda la vida. Nunca me había pasado antes. Poco a poco se estaba transformando en un buen amigo, a pesar de conocerlo hace doce días.
Media hora antes de aterrizar la azafata nos fue a despertar. Dijo que debíamos estar bien despiertos y con los cinturones de seguridad puestos.
-No entiendo esto de usar cinturón de seguridad.- Decía Charles como quejándose.
-No tienen ninguna utilidad, solo sirven para encontrar los cuerpos de las personas en caso de que el avión tenga un accidente.- Le expliqué. Sacó su cabeza de encima de la mía y me miró con cara de preocupado.- Que? Dije algo malo?.-
-No, pero es que sonó tétrico..- Dijo y rio.
Finalmente después de unas cuatro horas y media de vuelo habíamos llegado a Londres, la capital Inglesa, mi casa. Nos hicieron bajar del avión, revisaron nuestro equipaje de mano, aduana, policía internacional y finalmente las maletas. A estas alturas, ya ni sabia del resto de mis compañeros de banda, todos estos trámites los había hecho en compañía de mi nuevo amigo. Una agradable compañía por cierto. Salimos al hall, ahí donde están todos los familiares de las personas que llegan a este lugar, y donde los taxistas esperan a los clientes. Entre esa gente estaba Claudia, quien amablemente se ofreció para ir a buscarme. Además porque debía llevarme a una entrevista que tenía en las oficinas centrales de NME.
-No vuelvas a dejarme sola, escuchaste!!.- escuche detrás mío cuando guardaba un número telefónico, de mi nuevo amigo, en mi teléfono móvil.
-Clau, que alegría verte.- Le dije saludándola con un gran abrazo.
-Me vas a presentar a tu amigo no?.- Me preguntó, seria.
-Quieres que te lo presente?.- Le respondí con una pregunta, apuntándolo disimuladamente mientras lo veía hablando por teléfono.
-No, ya lo conozco. Lo fotografié hace un tiempo.- Dijo.- nos vamos? Tienes poco tiempo para ir.-
-Bueno, vamos.- Le dije tomando mis maletas.
-Oye, ya te vas?.- Me preguntó Charles con cara de pena.
-Sí, Charles, tengo que hacer cosas muy importantes.- Le dije, un poco cortante.
-Oh, bueno. Pero antes, sabes dónde queda este hotel?.- Me dijo mostrándome un papel. Era el hotel de Carolina, tal parece que se hospedaría ahí.
-Sí, te doy la dirección, dame el lápiz.- Anoté la dirección en la parte de atrás del papelito.
-Gracias. Cuídate mucho pequeña nueva estrella de la música independiente.- Dijo como molestándome mientras nos despedíamos.
-Tú también, nueva estrella. Espero verte en Glastombury este año.-Le dije
-iras?- Preguntó
-Si nos invitan, claro. Si no nos invitan, pero ustedes si van, claro que voy.- Respondí y nos despedimos.
-Que simpático tu nuevo amigo.-Me decía Claudia.-Debes contarme todo lo que pasó en Estados Unidos.-
-En el auto te cuento todo.- Le dije
Salimos hacia el estacionamiento. Las maletas al portamaletas y nosotras al automóvil. Tomamos rumbo hacia las oficinas centrales de NME.
Cap.7 : “ I’m waiting for that feeling to come”
Creo que debo reconocer que no es un mal tipo. Es un agrado hablar con él. Mi primera impresión estaba muy equivocada, porque idiota no era, mal educado tampoco, sino todo lo contrario. O al menos eso fue lo que vi de él cuando hablamos anoche. Bajamos y yo me dirigí rápidamente al camerino dispuesto para nosotros. Ahí me quedé un buen rato, hasta que ellos comenzaron con su prueba de sonido.
-Segura que nunca los escuchaste?.- Me preguntó Fernanda
-No, nunca. Ni siquiera de nombre.-Confesé
También mis compañeros de banda fueron preguntados si los conocían, pero nadie había oído hablar de ellos. Era extraño, todos del mismo país pero en nuestras vidas habíamos escuchado su música. Asique, como queríamos conocer qué tipo de banda era, decidimos quedarnos a ver su presentación hoy en la noche.
En ese rato de ocio necesitaba contarle esto a alguien. Con mis amigas no había hablado nada desde hace tres días, más o menos, y quería mandarles un mensaje de texto, porque un correo electrónico era imposible, justo ese día la conexión inalámbrica estaba en mantenimiento, y el servicio no estaría disponibles hasta muy entrada la noche, o definitivamente mañana. Lo malo fue que no encontraba mi teléfono móvil. Mi pequeña Palm no aparecía por ningún lado. No estaba en mi pantalón, ni en mi chaqueta, ni en mi bolso. Pregunté a todo el mundo, hasta que alguien se digno a recordarme que lo había dejado en el piso, al lado de mis pedales. Asique, aunque yo no quería devolverme al escenario, porque, bueno, no quería, mis pies tomaron esa dirección. Solo era buscar mi Palm y volver.
-Hola, han visto una Palm por aquí?.- Le pregunté a un asistente nuestro
-Si, creo que esta en el escenario, ve a verlo.- Me dijo mostrando donde yo estaba de pie. Aun no habían sacado los instrumentos, asique debía estar al lado de mi pedal.
-Hola pequeña bebedora de café.- Me saludo
-Charles! Que sorpresa.- No, no era sorpresa, ya lo había visto.
-La sorpresa es mía. Que haces acá?.- Me preguntó
-Abriremos para una banda llamada….. emmm… algo con ‘Chefs’ o algo así.-Le dije. Ya ni de la banda me acordaba por culpa de no saber de mi pobre Palm.
-‘Chiefs’.- Me corrigió
-Sí, eso. ‘Chiefs’, una banda que se llama algo con ‘Chiefs’.- Le dije, mientras buscaba, todavía, mi amada Palm.
-Ósea que tu banda abrirá para nosotros!.- Me dijo muy emocionado.
-No te creo.- Dije sin mirarlo, yo estaba focalizada en mi teléfono móvil.
-De verdad, créeme. Que estas buscando?.- Me preguntó
-Una Palm Treo 750.- Le dije.- es mi teléfono celular y lo necesito. Lo dejé en el suelo cuando estábamos haciendo la prueba de sonido y olvidé recogerlo cuando me fui.-
-Ajam! Con que tu eres la descuidada que dejó esto en el escenario, tirado para que alguien igual de descuidado que tu lo pisara.- Me dijo mostrando mi amada Palm y entregándomela en mis manos.
-No! La guardaste tu!.- le dije cuando recibí mi teléfono móvil. Y en agradecimiento hice algo que no debí haber hecho, pero de lo cual no me arrepiento ni un segundo, me tiré a darle un abrazo por rescatar a mi pobre celular de quien sabe qué accidente.-Muchas gracias Charles.-
-De nada. Y Ricky por favor.- Me decía, mientras aun lo tenía abrazado.- Claro que, ahora que se que tienes eso, debes darme tu numero!.-
Cuando me dijo eso lo solté. Saqué un papel que tenía en el bolsillo y le pedí un lápiz al primer tipo que se cruzó. Anoté mi numero en una boleta y se lo entregué.
-Muchas gracias. Cuando estemos en Inglaterra te llamaré, no se para que pero lo prometo.- Me decía. Estaba como contento por tener mi número, y solo habíamos hablado unas tres horas en total.
-Gracias. Y gracias de nuevo por guardarlo.- Me despedí de él y volví al camerino.
Estaba tan aliviada de recuperarlo. Tenía mucha información en ese aparato, números telefónicos, algunos mensajes muy importantes, recordatorios, todo lo necesario para vivir en paz y tranquilidad sabiendo que todo me seria recordado.
Así esperamos toda la tarde para que comenzara en show. Antes de que mis nervios fueran más que mis ganas por hacer una buena presentación, mandé un mail a Claudia, pidiéndole que averiguara todo lo que pudiera sobre esa banda. No podía llegar a abrir para una banda sin saber que tocaban, necesitaba información. Al poco tiempo me mandó una respuesta con todo lo que sabía, gracias a sus compañeros de NME. Mi siguiente paso fue ingresar a Itunes y buscar si existía el primer disco, titulado ‘Employment’, para comprarlo y escuchar algo antes de partir.
Minutos antes del show nuestro nervios estaban de punta. Pensábamos que pasaría si no gustábamos, nuestro manager decía que eso no pasaría, según él. Yo terminaba de vestirme, no era algo muy ostentoso, una polera a rayas, jeans y zapatillas. De peinados hace muchos años que no me preocupo, esto de usar el pelo corto ayuda a ahorrar agua, shampoo, acondicionador de cabello y tiempo (Y no es chiste xD). Antes de pararnos en el escenario nos abrazamos, pedimos a cuanto dios se nos metió por la cabeza para que fuera una buen show, gritamos tratando de sacar los nervios y subimos.
Ahí estaba la gente esperando. Había mucha gente, todo en un no tan respetuoso silencio. Con mis nervios controlados me paré frente al micrófono y no dije nada, simplemente comenzamos a tocar. En ese instante el público se quedó callado, un número muy, pero muy reducido conocía nuestro repertorio y cantaba, el resto escuchaba sin emitir sonido. Después de la tercera canción, y un gran aplauso, saludé. No como lo hacía en el RU, al menos lo intenté. Continuamos hasta cumplir 45 min. tocando nuestras canciones y algunas que debían estar en el repertorio mental de cualquier ser humanos. Al terminar con la última canción el publico brindó un generoso aplauso, no habían abucheos, los silbidos que se escuchaban no eran para demostrar lo mal que lo habíamos hecho, o el disgusto. Las guitarras, el bajo y las baquetas se fueron al suelo, una reverencia al público, despedidas con las manos y abajo del escenario con dirección al camerino.
-Segura que nunca los escuchaste?.- Me preguntó Fernanda
-No, nunca. Ni siquiera de nombre.-Confesé
También mis compañeros de banda fueron preguntados si los conocían, pero nadie había oído hablar de ellos. Era extraño, todos del mismo país pero en nuestras vidas habíamos escuchado su música. Asique, como queríamos conocer qué tipo de banda era, decidimos quedarnos a ver su presentación hoy en la noche.
En ese rato de ocio necesitaba contarle esto a alguien. Con mis amigas no había hablado nada desde hace tres días, más o menos, y quería mandarles un mensaje de texto, porque un correo electrónico era imposible, justo ese día la conexión inalámbrica estaba en mantenimiento, y el servicio no estaría disponibles hasta muy entrada la noche, o definitivamente mañana. Lo malo fue que no encontraba mi teléfono móvil. Mi pequeña Palm no aparecía por ningún lado. No estaba en mi pantalón, ni en mi chaqueta, ni en mi bolso. Pregunté a todo el mundo, hasta que alguien se digno a recordarme que lo había dejado en el piso, al lado de mis pedales. Asique, aunque yo no quería devolverme al escenario, porque, bueno, no quería, mis pies tomaron esa dirección. Solo era buscar mi Palm y volver.
-Hola, han visto una Palm por aquí?.- Le pregunté a un asistente nuestro
-Si, creo que esta en el escenario, ve a verlo.- Me dijo mostrando donde yo estaba de pie. Aun no habían sacado los instrumentos, asique debía estar al lado de mi pedal.
-Hola pequeña bebedora de café.- Me saludo
-Charles! Que sorpresa.- No, no era sorpresa, ya lo había visto.
-La sorpresa es mía. Que haces acá?.- Me preguntó
-Abriremos para una banda llamada….. emmm… algo con ‘Chefs’ o algo así.-Le dije. Ya ni de la banda me acordaba por culpa de no saber de mi pobre Palm.
-‘Chiefs’.- Me corrigió
-Sí, eso. ‘Chiefs’, una banda que se llama algo con ‘Chiefs’.- Le dije, mientras buscaba, todavía, mi amada Palm.
-Ósea que tu banda abrirá para nosotros!.- Me dijo muy emocionado.
-No te creo.- Dije sin mirarlo, yo estaba focalizada en mi teléfono móvil.
-De verdad, créeme. Que estas buscando?.- Me preguntó
-Una Palm Treo 750.- Le dije.- es mi teléfono celular y lo necesito. Lo dejé en el suelo cuando estábamos haciendo la prueba de sonido y olvidé recogerlo cuando me fui.-
-Ajam! Con que tu eres la descuidada que dejó esto en el escenario, tirado para que alguien igual de descuidado que tu lo pisara.- Me dijo mostrando mi amada Palm y entregándomela en mis manos.
-No! La guardaste tu!.- le dije cuando recibí mi teléfono móvil. Y en agradecimiento hice algo que no debí haber hecho, pero de lo cual no me arrepiento ni un segundo, me tiré a darle un abrazo por rescatar a mi pobre celular de quien sabe qué accidente.-Muchas gracias Charles.-
-De nada. Y Ricky por favor.- Me decía, mientras aun lo tenía abrazado.- Claro que, ahora que se que tienes eso, debes darme tu numero!.-
Cuando me dijo eso lo solté. Saqué un papel que tenía en el bolsillo y le pedí un lápiz al primer tipo que se cruzó. Anoté mi numero en una boleta y se lo entregué.
-Muchas gracias. Cuando estemos en Inglaterra te llamaré, no se para que pero lo prometo.- Me decía. Estaba como contento por tener mi número, y solo habíamos hablado unas tres horas en total.
-Gracias. Y gracias de nuevo por guardarlo.- Me despedí de él y volví al camerino.
Estaba tan aliviada de recuperarlo. Tenía mucha información en ese aparato, números telefónicos, algunos mensajes muy importantes, recordatorios, todo lo necesario para vivir en paz y tranquilidad sabiendo que todo me seria recordado.
Así esperamos toda la tarde para que comenzara en show. Antes de que mis nervios fueran más que mis ganas por hacer una buena presentación, mandé un mail a Claudia, pidiéndole que averiguara todo lo que pudiera sobre esa banda. No podía llegar a abrir para una banda sin saber que tocaban, necesitaba información. Al poco tiempo me mandó una respuesta con todo lo que sabía, gracias a sus compañeros de NME. Mi siguiente paso fue ingresar a Itunes y buscar si existía el primer disco, titulado ‘Employment’, para comprarlo y escuchar algo antes de partir.
Minutos antes del show nuestro nervios estaban de punta. Pensábamos que pasaría si no gustábamos, nuestro manager decía que eso no pasaría, según él. Yo terminaba de vestirme, no era algo muy ostentoso, una polera a rayas, jeans y zapatillas. De peinados hace muchos años que no me preocupo, esto de usar el pelo corto ayuda a ahorrar agua, shampoo, acondicionador de cabello y tiempo (Y no es chiste xD). Antes de pararnos en el escenario nos abrazamos, pedimos a cuanto dios se nos metió por la cabeza para que fuera una buen show, gritamos tratando de sacar los nervios y subimos.
Ahí estaba la gente esperando. Había mucha gente, todo en un no tan respetuoso silencio. Con mis nervios controlados me paré frente al micrófono y no dije nada, simplemente comenzamos a tocar. En ese instante el público se quedó callado, un número muy, pero muy reducido conocía nuestro repertorio y cantaba, el resto escuchaba sin emitir sonido. Después de la tercera canción, y un gran aplauso, saludé. No como lo hacía en el RU, al menos lo intenté. Continuamos hasta cumplir 45 min. tocando nuestras canciones y algunas que debían estar en el repertorio mental de cualquier ser humanos. Al terminar con la última canción el publico brindó un generoso aplauso, no habían abucheos, los silbidos que se escuchaban no eran para demostrar lo mal que lo habíamos hecho, o el disgusto. Las guitarras, el bajo y las baquetas se fueron al suelo, una reverencia al público, despedidas con las manos y abajo del escenario con dirección al camerino.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)