Las mentes creativas de ese lugar nos habían escuchado y querían contratarnos para dos discos, por un monto mucho mayor que la primera casa discográfica. Contrato que obviamente aceptamos.
No podía creer lo que estaba pasando. Ya teníamos nuestra ‘casa estudio’, aportada por la compañía discográfica, teníamos instrumentos nuevos, equipos de sonido cero kilómetros, y también tenemos un manager! Increíblemente tenemos uno. Y es que durante todo este tiempo era yo la que manejaba a la banda, por ser la más organizada según los chicos. Asique como ya tenemos todo para lograr el éxito, nos encerramos a ensayar las canciones que ya teníamos listas. Las tocábamos una y otra vez para ver qué es lo que sobraba, que faltaba, que suena bien y que no. Asique en cuanto teníamos lista una canción, la grabábamos de inmediato. Teníamos días muy largos, a veces comenzábamos a las siete de la mañana y terminábamos a las cuatro de la madrugada. Otros días terminábamos a las cinco de la tarde, y así.
Cuando ya nos quedaba poco para terminar un productivo día de trabajo, decidimos dejarlo hasta donde estábamos, para descansar y llegar con ideas frescas, si no, el tema quedaba así. Asique tomé rumbo hacia mi departamento. Pero no llegué de inmediato. Una llamada hizo que tomara otro camino y me fuera al estudio fotográfico de Claudia, ella tenía una sesión de fotos con una banda y a última hora su asistente (ella solo tiene un asistente porque le gusta trabajar sola y dice que no necesita ayuda, para eso estudio) se había accidentado, asique necesitaba a alguien para ayudarla, y para no sentirse sola rodeada de hombres, aunque en eso ultimo no estaba de acuerdo con ella, era mejor estar sola con cinco hombres. Al final de cuentas llegué en su rescate.
-Qué bueno que llegas, aun tenemos tiempo de preparar todo.- Me decía mientras tomaba sus cámaras y me señalaba los focos, supuse que era para que los llevara hasta el estudio.
-Pero no entiendo porque yo y no otra persona.- Le preguntaba cuando caminaba detrás de ella con las cosas
-Tú sabes de esto también, a ti te pasaron fotografía en la universidad. Recuerdo tus trabajos, asique, como eres la única persona de confianza que conozco y que sabe de este tema, me vas a ayudar.- Y terminó por convencerme.
La banda estaba por llegar, según el llamado que recibió mientras ordenábamos el set.
-Aquí falta algo.- Decía Claudia mirando el set.- Blanco completamente no me convence, siento que falta algo de color.-
-Que colores son los más recurrentes en esa banda?- Le pregunté, quizás podía ayudarla en algo
-El negro. Siempre están vestidos de negro.- Respondió.
-Excelente, un toque de anaranjado no vendría nada de mal. Claro que dejaría parte del blanco.- Le decía mientras imaginaba como quedaría.
-Perfecto, pero, de dónde vas a sacar pintura anaranjada?.- Me decía con los brazos cruzados.
-Y tú crees que yo, que he pintado durante años, no tengo esas cosas?.- Le respondí y fui a mi auto, donde tenía guardado un poco de pintura anaranjada. No recuerdo bien porque estaba en mi auto, recuerdo haberla ocupado, pero no en que.
En el set, aun estaba Claudia colocando los focos y los flashes, pero la desalojé del telón blanco para pintar. No quería pintar mucho, era solo para que no todo fuera tan monótono. Asique partí con unos círculos en el piso, en la pared alguna líneas muy finas, y en gigante una M y una D, a las cuales le retoqué el borde con pintura negra, para resaltar.
Y?. Qué te parece- Le pregunté, esperando a que dijera que no. Soy insegura en las cosas que hago.
-Perfecto, perfecto. Ahora debemos esperar a que lleguen. Odio que sean tan impuntuales.- Decía cuando se sentaba en una silla y tomaba la lata de gaseosa que había en la hielera.
Aun esperábamos, y del aburrimiento salió una pequeña sesión fotográfica muy improvisada. Según ella podía servir para ponerla en la galería de fotos de nuestra página web. Quizá si tiene razón, asique la deje tomar fotos de esta humilde servidora.
Cuando estábamos por terminar la pequeña sesión fotográfica de última hora la banda llegó. Su manager se disculpó con Claudia por el retraso, le explicó que había sido culpa de una entrevista que no quería terminar y que el tráfico estaba de los mil demonios, cosa que comprendió. Después de las pertinentes disculpas, dijo que hicieran pasar a las personas que debían ser fotografiadas. Eran cinco hombres, uno de los cuales destacaba por ser bastante alto, aunque según yo, todos eran unas torres andantes.
Y aquí me detuve a pensar en lo que había ocurrido. En cuanto los chicos entraron, nuestra querida fotógrafa quedo paralizada al ver al más alto de los cinco. Fue como si algo la hubiera paralizado al verlo. Estaba como embobada, pero la sesión debía comenzar pronto, tome las riendas del asunto.
-Pasen por aquí por favor.- Les dije señalando una pequeña salita en donde debía ponerles algo de maquillaje, para evitar, básicamente, que el sudor natural de la piel hiciera que se vieran, como decirlo, más brillantes, cosa que arruinaría la foto.-Listo, pueden esperar aquí mientras toman las fotos individuales, después tomaremos la grupal.- Les dije y me acerque a Claudia.-Estas bien?- Le pregunté
-Si.- Me respondió, aun media “boba”
-Segura? Te noto distraída.- Le respondí
-No, estoy bien, tranquila. Mejor empiezo con esto.- Y se dispuso a comenzar su trabajo.
De todas formas llamé a una de las chicas para que ayudara. La que estaba más cerca era Catalina, asique la llame. Le expliqué lo que estaba pasando, y accedió feliz de la vida a ayudarme. Según ella estaría aquí en diez minutos, pero se demoró menos.
Claudia estaba trabajando con el bajista, el más bajito. Muy simpático por cierto. Pero todos eran igual de simpáticos.
-Listo. En que puedo ayudar?- Preguntó Catalina al llegar.
-Por ahora en nada, solo debemos acompañar a Claudia..- Le decía.
-Por qué? Pasó algo?.- Me preguntó preocupada.
-La noto extraña. Desde que llegó la banda esta como ida. Hace su trabajo de forma excelente, como siempre, pero esta como en otro mundo.- Le decía mientras caminábamos hacia donde estaban los otros componentes de la banda esperando su turno para fotografiarse.
-Hola, tú debes ser otra asistente de la fotógrafa, verdad?-Preguntó él.
-Bueno, si, algo así.- Respondió Catalina
-Ah. Que torpe soy, no me he presentado, Björn Dixgård.- Le dijo estrechando su mano
-Catalina Hughes.- Dijo ella respondiendo el saludo, asique como estaban en buenas manos, me retiré del lugar y fui donde estaba Claudia, aun trabajando, esta ves con el baterista de la banda.
Y así siguió la tarde. Todos se habían fotografiado. Estaba todo listo y los chicos se retiraron, pidiendo disculpas por el retraso. También acordaron la fecha de entre de las fotografías. Pidieron disculpas nuevamente y se retiraron.
-Es cosa mía o como que aquí pasó algo?-Pregunté como al aire
-Algo como qué?.- Preguntó Catalina.
-Naah, no sé, algo especial, por decirlo de alguna forma.-Le respondí
-Tú estas inventando cosas.- Decía Claudia.
-Yo no invento nada, solo digo lo que vi. En fin, ya es muy tarde y yo debo descansar.- Les dije despidiéndome.
-Gracias por venir, me ayudaste mucho.- Me agradecía Claudia
-No fue nada.- Le dije y me retiré a mi hogar, a descansar.
Al día siguiente continuamos nuestra grabación. Era la última canción y en cuanto estuviera lista celebraríamos por hacer nuestro primer disco. Y así fue como lo hicimos. Terminamos de grabar “The Last Race” a eso de las seis de la tarde, estaba oscuro por ser un día de invierno, y como teníamos estipulado nos fuimos a celebrar con los chicos. Un bar en el centro de Londres fue el lugar indicado. Aunque yo no bebo alcohol, este día era uno especial, y debía tomar. Por lo menos un vaso de algún trago. Fue lo que hice, Ben y Matt fueron por los tragos y Dennis, Mark y yo nos quedamos en la mesa esperando. Aun no lo podíamos creer, finalmente teníamos un disco, aun faltaba la mezcla y todo lo que hacer un disco conlleva, pero el hecho de tener un contrato, una casa discográfica que te apoya en todo eso y los 12 temas listos, era lo mejor de todo, y nos sentíamos satisfechos, a pesar de que jamás pensamos tener esto. Para nosotros la música era una pasión, pero no un trabajo. La usábamos para pasar el tiempo, y quitarnos lo estresante del día.
Después de estar un tiempo en las nubes, decidí bajar para ir a ver a los chicos que se tardaban demasiado por cinco vasos. Asique me levante de la mesa y caminé hasta la barra. Los busque entre la gente que había en el lugar mientras caminaba. No vi nada, según yo, porque mi estatura no ayudaba mucho en la búsqueda de personas entre tumultos. Hasta que por fin los encontré. Estaban esperando que los atendieran, estaba lleno por ser viernes, asique me quedé con ellos a esperar. Hasta que por fin nos atendieron. Los chicos tomaron los vasos y yo esperé el mío, ellos se retiraron. Finalmente me dieron mi vaso, pero tengo algo que es extraño, siempre que algo bueno pasa, algo malo llega para “arruinar” mi felicidad. Pues, algo así fue lo que sucedió.
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