Estaba un poco confundida. Me había llamado más de tres veces invitándome a dar vueltas por su natal Leeds, pero no quería. En realidad, si quiero, pero no sé. Y nuevamente sonó mi celular
-Ahora que Wilson?-Le dije en un tono de no muy buenos amigos
-Vas a decir que si o te raptaré!-Me decía decidido
-Estas a mas de una hora de mi casa, no serias capaz de raptarme-Le dije casi enojada y corté el teléfono.
Ya no sabía qué hacer. Si, debo reconocerlo, me atrae desde el primer día en que lo vi, pero no sé, es extraño. Aun con esa confusión en mi cabeza me acosté en mi cama, tenía el laptop e intentaba componer algo. Quería terminar esa canción que había comenzado hace dos días, pero las palabras que salían ahora, no concordaban con las que ya estaban escritas. Me preocupaba el leer lo que decía. Se reflejaba más lo que me estaba pasando que la historia que estaba montando. Y de la nada me dormí. Quizás fue porque eran las tres de la mañana.
A la mañana siguiente fui despertada por mi gato, como era habitual. Me fui a la cocina para darle el desayuno, el que felizmente me aceptó. Después fui al baño para tomar una ducha, todo para comenzar mi día a la 11 de la mañana. Me vestí como siempre, jeans azules, zapatillas negras y una polera roja. Aun no había decidido si saldría a algún lado, asique el hoody no era muy importante, mi departamento estaba calefaccionado. Mientras tomaba mi desayuno, viendo las noticias en la BBC y leyendo el diario como todos los días, amaba estar informada de todo, mi celular sonó. Ya sabía quién era, no necesitaba ver el número
-Prométeme que no vas a cortarme, por favor-Decía Ricky al otro lado del teléfono
-Está bien, no voy a colgar el teléfono, pero dime qué quieres!-Le dije un poco molesta, no entendía por qué
-Que me abras la puerta-Dijo golpeando mi puerta
-Qué? Estas afuera?-Me levanté rápido y corrí hasta la puerta de mi departamento. Cuando abrí la puerta ahí estaba, apoyado en el marco, con sus mejillas rojas, su barba sin afeitar, según yo, estaba perfecto, con ese look casual un poco descuidado. De la emoción tiré el celular al suelo y me tiré a sus brazos, como si fuera la última vez que lo viera. Muy extraño, jamás he tenido esa reacción con otros chicos-Lo siento, lo siento-Le dije con un poco de desesperación
-Está bien, te perdono, pero, por qué?-Me dijo levantándome del piso por el abrazo (recordar que yo soy bastante baja)
-Por querer esconderme de ti. Fue un gran error.-Le dije mientras le tomaba una mano y lo hacía pasar hasta la sala-Pasa, estás en tu casa. Puedes dejar tu abrigo en el perchero y pasar a la cocina por un café. Solo por curiosidad, como conseguiste mi dirección?-Le pregunté mirándolo
-Tus amigos de la banda, me ayudaron bastante-Decía con esa sonrisa un tanto esquizofrénica que a veces tiene.
Creo que desde hoy, este ha sido el despertar más lindo de mi vida.
-Ah, eres una persona informada.-Dijo contemplando el diario que había en la mesa de la cocina.
-Sí, me gusta saber lo que pasa en el mundo, para no quedar sin opinión.-Le dije y le pasé una taza con té, no bebía café
-Excelente, podré preguntarle a alguien de confianza que pasa en el mundo cuando me pregunten algo extraño-Decía y ojeaba el diario.-vas a hacer algo hoy?-Preguntó
-Sí, quiero quedarme en casa, debo ordenar algunas cosas, como podrás ver, después de unos meses fuera, este departamento está hecho un asco. Y debo ir a comprar cosas para la despensa. -Le dije
-Bueno, yo quería invitarte a que saliéramos. Pero viendo que tienes cosas que hacer, mejor lo dejamos para otro día.-Dijo como resignándose a que no saldría conmigo.
-Lo siento. Es que no se si después tendré tiempo para hacer esto. En serio, disculpa.- Le dije, y noté su cara de tristeza por mi respuesta.
-Bueno, mejor te dejo para que no te demores tanto.- Dijo caminando hasta la puerta. Y fue cuando dije una de esas cosas que no debo decir, pero como pensar a veces no es lo mío, simplemente lo dije.
-Pero puedes venir mañana. No tan temprano como hoy, pero si quieres venir, te espero y salimos a vagar.- No sé por qué le dije, pero después de eso su cara cambio en dos microsegundos. Pasó de tener cara de niño triste porque su mamá no le compró dulces a una cara con una gran sonrisa. El pobre corrió a mí a darme un gran abrazo. No entendí porque, pero bueno, que podía hacer yo.
-Gracias- Dijo mientras me abrazaba. – Estaré a la una, en este mismo lugar.-
-Está bien.- Nos despedimos y se fue.
Extrañamente eso me puso feliz. Me asomé a la ventana y lo observé retirarse del lugar. Me gustaba su forma de vestir de ese día. Estaba como en trance mirando cómo se alejaba. Me dio tristeza, fue una extraña sensación. Me senté en el sofá, y comencé a recordar todo lo que había pasado desde que nuestro primer disco salió hasta lo que pasó hace cinco minutos:
Todo había comenzado hace unos cinco años, cuando mis amigos de infancia y yo nos habíamos decidido a hacer música. Al principio por diversión, porque por dinero definitivamente no era. Cada uno tenía su trabajo, todos éramos profesionales. Yo trabajaba en Grafik Magazine, una revista que mantenía actualizada a las personas amantes del diseño, o las que, como yo, vivía de eso. Somos cinco los componentes de la banda, llamada The Weather Man Report, en honor al papá de nuestro bajista, que es meteorólogo. Siempre tocábamos en un bar en el centro de Londres. De a poco teníamos nuestra fanaticada, que siempre nos preguntaba cuando sacaríamos nuestro disco, o algún EP. Siempre decíamos que no sabíamos si queríamos hacer eso.
Una de esas presentaciones fue especial, y la que nos hizo decidirnos a lanzar, primero un EP, para ver cómo nos recibía el público, y lo fue porque mis amigas de universidad, Claudia, una fotógrafa innata que trabajaba en NME y de forma independiente “Part Time”, Catalina que se dedicaba al arte de dibujar planos para distintas compañías de construcción, y también Carolina, nuestra microempresaria, dueña de una pequeña cadena de hoteles (y digo pequeña porque solo tiene dos, uno en Liverpool y el otro aquí en Londres, en Abby Road), me dieron ese empujón que necesitaba, que todos necesitábamos para decidirnos a hacer un disco, o algo así.
-Ustedes son geniales!.- Decía muy animosa Carolina
-Deberían hacer algo, cuentan con todo mi apoyo. Compraré veinte copias de sus disco si es necesario.- Bromeaba muy seriamente Catalina
-No sé. Y si no gustamos?.- Les preguntaba
-Si eso pasa, es porque esa gente no sabe nada. Que saben estos ingleses de música?.- Dijo Claudia en un tono muy chistoso, como siempre.- No en serio, deben hacer algo. Son muy buenos.
-Una mezcla entre The Who y The Smiths.- Dijo Carolina. No se si nosotras no entendimos o tenía razón, pero la miramos muy raro y nos reímos a carcajadas.
-No sé, pero si se que las dejo porque me voy a preparar para tocar.- Les dije despidiéndome de ellas.
Fui a la parte de atrás. Ya había tocado una banda bastante buena. No recordaba su nombre, porque no les puse atención, pero no tocaban mal. Nos alistamos con los chicos y en animador nos anuncio. Muchas personas nos aplaudieron, los gritos y alaridos mas fuertes venían de la mesa de las chicas. Nos presentamos como siempre y comenzamos tocando ‘Can’t Explain’ de los Who, luego un par de canciones de nuestra autoría y para finalizar, ‘A Hard Days Night’ De The Beatles. Bajamos entre los aplausos de los presentes. Tal parece que las chicas tienen razón.
Asique, como la noche anterior fui convencida por mis amigas, llamé a mis compañeros de banda y les expliqué que debíamos hacer algo, que ya teníamos unos pocos fanáticos que nos insistían en sacar un disco, que quizás si somos talentosos. Lo pensamos un tiempo, sin dejar de tocar en esos lugares ni dejar de componer, hasta que nos decidimos a buscar algún lugar en donde nos contrataran. Por suerte una pequeña discográfica de música independiente nos dio un contrato por un EP y un LP. Intentamos primero con el EP, en el cual habían solo cuatro canciones: ‘Call me on Monday’, ‘Like this sunny day’, “Do not cross’ y “Run”. La portada del disco fue diseñada por mí, con la ayuda de Claudia que tomó algunas fotos. Sacaron 500 copias, y una de ellas llegó a manos de los Dj’s de la BBC radio 1, que la hicieron rotar bastante. Después de cuatro meses “Call me on Monday” estaba entre las canciones del mes, y gracias a nuestro contacto en NME nos invitaron a uno de sus programas matinales, en donde nos entrevistaron y nos hicieron tocar un par de canciones. Según ellos para que nos conocieran mas rápido, porque para ellos somos una de las nuevas promesas de la música Británica.
Después de tanta euforia decidimos parar un momento para asimilar lo que estaba pasando. Tratamos de continuar con nuestra vida normal, hasta que recibí una llamada de Polydor.
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