Creo que debo reconocer que no es un mal tipo. Es un agrado hablar con él. Mi primera impresión estaba muy equivocada, porque idiota no era, mal educado tampoco, sino todo lo contrario. O al menos eso fue lo que vi de él cuando hablamos anoche. Bajamos y yo me dirigí rápidamente al camerino dispuesto para nosotros. Ahí me quedé un buen rato, hasta que ellos comenzaron con su prueba de sonido.
-Segura que nunca los escuchaste?.- Me preguntó Fernanda
-No, nunca. Ni siquiera de nombre.-Confesé
También mis compañeros de banda fueron preguntados si los conocían, pero nadie había oído hablar de ellos. Era extraño, todos del mismo país pero en nuestras vidas habíamos escuchado su música. Asique, como queríamos conocer qué tipo de banda era, decidimos quedarnos a ver su presentación hoy en la noche.
En ese rato de ocio necesitaba contarle esto a alguien. Con mis amigas no había hablado nada desde hace tres días, más o menos, y quería mandarles un mensaje de texto, porque un correo electrónico era imposible, justo ese día la conexión inalámbrica estaba en mantenimiento, y el servicio no estaría disponibles hasta muy entrada la noche, o definitivamente mañana. Lo malo fue que no encontraba mi teléfono móvil. Mi pequeña Palm no aparecía por ningún lado. No estaba en mi pantalón, ni en mi chaqueta, ni en mi bolso. Pregunté a todo el mundo, hasta que alguien se digno a recordarme que lo había dejado en el piso, al lado de mis pedales. Asique, aunque yo no quería devolverme al escenario, porque, bueno, no quería, mis pies tomaron esa dirección. Solo era buscar mi Palm y volver.
-Hola, han visto una Palm por aquí?.- Le pregunté a un asistente nuestro
-Si, creo que esta en el escenario, ve a verlo.- Me dijo mostrando donde yo estaba de pie. Aun no habían sacado los instrumentos, asique debía estar al lado de mi pedal.
-Hola pequeña bebedora de café.- Me saludo
-Charles! Que sorpresa.- No, no era sorpresa, ya lo había visto.
-La sorpresa es mía. Que haces acá?.- Me preguntó
-Abriremos para una banda llamada….. emmm… algo con ‘Chefs’ o algo así.-Le dije. Ya ni de la banda me acordaba por culpa de no saber de mi pobre Palm.
-‘Chiefs’.- Me corrigió
-Sí, eso. ‘Chiefs’, una banda que se llama algo con ‘Chiefs’.- Le dije, mientras buscaba, todavía, mi amada Palm.
-Ósea que tu banda abrirá para nosotros!.- Me dijo muy emocionado.
-No te creo.- Dije sin mirarlo, yo estaba focalizada en mi teléfono móvil.
-De verdad, créeme. Que estas buscando?.- Me preguntó
-Una Palm Treo 750.- Le dije.- es mi teléfono celular y lo necesito. Lo dejé en el suelo cuando estábamos haciendo la prueba de sonido y olvidé recogerlo cuando me fui.-
-Ajam! Con que tu eres la descuidada que dejó esto en el escenario, tirado para que alguien igual de descuidado que tu lo pisara.- Me dijo mostrando mi amada Palm y entregándomela en mis manos.
-No! La guardaste tu!.- le dije cuando recibí mi teléfono móvil. Y en agradecimiento hice algo que no debí haber hecho, pero de lo cual no me arrepiento ni un segundo, me tiré a darle un abrazo por rescatar a mi pobre celular de quien sabe qué accidente.-Muchas gracias Charles.-
-De nada. Y Ricky por favor.- Me decía, mientras aun lo tenía abrazado.- Claro que, ahora que se que tienes eso, debes darme tu numero!.-
Cuando me dijo eso lo solté. Saqué un papel que tenía en el bolsillo y le pedí un lápiz al primer tipo que se cruzó. Anoté mi numero en una boleta y se lo entregué.
-Muchas gracias. Cuando estemos en Inglaterra te llamaré, no se para que pero lo prometo.- Me decía. Estaba como contento por tener mi número, y solo habíamos hablado unas tres horas en total.
-Gracias. Y gracias de nuevo por guardarlo.- Me despedí de él y volví al camerino.
Estaba tan aliviada de recuperarlo. Tenía mucha información en ese aparato, números telefónicos, algunos mensajes muy importantes, recordatorios, todo lo necesario para vivir en paz y tranquilidad sabiendo que todo me seria recordado.
Así esperamos toda la tarde para que comenzara en show. Antes de que mis nervios fueran más que mis ganas por hacer una buena presentación, mandé un mail a Claudia, pidiéndole que averiguara todo lo que pudiera sobre esa banda. No podía llegar a abrir para una banda sin saber que tocaban, necesitaba información. Al poco tiempo me mandó una respuesta con todo lo que sabía, gracias a sus compañeros de NME. Mi siguiente paso fue ingresar a Itunes y buscar si existía el primer disco, titulado ‘Employment’, para comprarlo y escuchar algo antes de partir.
Minutos antes del show nuestro nervios estaban de punta. Pensábamos que pasaría si no gustábamos, nuestro manager decía que eso no pasaría, según él. Yo terminaba de vestirme, no era algo muy ostentoso, una polera a rayas, jeans y zapatillas. De peinados hace muchos años que no me preocupo, esto de usar el pelo corto ayuda a ahorrar agua, shampoo, acondicionador de cabello y tiempo (Y no es chiste xD). Antes de pararnos en el escenario nos abrazamos, pedimos a cuanto dios se nos metió por la cabeza para que fuera una buen show, gritamos tratando de sacar los nervios y subimos.
Ahí estaba la gente esperando. Había mucha gente, todo en un no tan respetuoso silencio. Con mis nervios controlados me paré frente al micrófono y no dije nada, simplemente comenzamos a tocar. En ese instante el público se quedó callado, un número muy, pero muy reducido conocía nuestro repertorio y cantaba, el resto escuchaba sin emitir sonido. Después de la tercera canción, y un gran aplauso, saludé. No como lo hacía en el RU, al menos lo intenté. Continuamos hasta cumplir 45 min. tocando nuestras canciones y algunas que debían estar en el repertorio mental de cualquier ser humanos. Al terminar con la última canción el publico brindó un generoso aplauso, no habían abucheos, los silbidos que se escuchaban no eran para demostrar lo mal que lo habíamos hecho, o el disgusto. Las guitarras, el bajo y las baquetas se fueron al suelo, una reverencia al público, despedidas con las manos y abajo del escenario con dirección al camerino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario